
Es un poco como encontrarse a la deriva en un iceberg: miras a tu alrededor y sólo ves agua. No hay puntos de apoyo, la tierra seca está lejos y la temperatura es polar. En Milanello, de hecho, la primavera no ha llegado estos días. Reina la escarcha, provocada por una concatenación de situaciones negativas que, observándolas todas juntas, uno pensaría que están a la deriva. Bromas aparte, si no fuera porque todo es dramáticamente cierto.
En el centro de ese iceberg, cada vez más solo, está Sergio Conceiçao. Los resultados no le avalan, la tabla clasificatoria menos, parte del vestuario -más allá de los desmentidos habituales- tampoco. Y, tras el surrealista jueves en el que su portavoz, entonces dimisionario, hizo públicas las (supuestas y luego desmentidas) reflexiones críticas -muy críticas, muy fuertemente críticas- de Sergio sobre el entorno rossonero, digamos que la pendiente de la escalada frente a Conceiçao ha aumentado aún más.
La directiva, sin embargo, al margen de todo lo desagradable, está en realidad especialmente centrada en el rendimiento del equipo en estos momentos. Dado que el Milan viene de tres derrotas seguidas en el campeonato, el imperativo de la directiva sigue siendo ganar al menos la Europa League, pero a este ritmo -un pésimo promedio de puntos de 1,51- ni siquiera eso llegaría. Por eso, caer también en Lecce -aunque empatar también sería perjudicial- podría acarrear consecuencias drásticas para el técnico portugués.
Básicamente, la intención del club es seguir con él hasta final de temporada (luego, liberar a todo el mundo con una temporada de sobra), pero el tipo de primera necesidad ahora son los puntos. A falta de los cuales, habría que correr a por todas para acabar la temporada con una plaza europea. Por eso, el partido contra el Lecce, en caso de que llegue una respuesta negativa, podría suponer el fin del ciclo para Sergio. No es una certeza, sino sólo una hipótesis, también porque el club querría evitar cambiar de entrenador dos veces en la misma temporada.
Sin embargo, nada puede excluirse, dentro de una situación que, por tanto, sigue siendo líquida y abierta a todas las hipótesis. Si la situación llegara realmente a un punto crítico, la dirección recurriría casi con toda seguridad a Mauro Tassotti, llamado recientemente como segundo del Milan Futuro, donde ejerce de colaborador en el cuerpo técnico de Oddo.

THEO PODRÍA SER TITULAR MAÑANA
Leao se queda como suplente, mientras que Theo juega por falta de alternativas. Bondo debuta en el centro del campo: junto a él Musah y no Fofana (parece que Conceiçao no aprende o que realmente quiere ser despedido). Giménez sería suplente y en su lugar jugaría Abraham.