Ambrosini entrevista a Ibrahimovic

Zlatan Ibrahimovic fue entrevistado ayer por Massimo Ambrosini para Sky Sport. Una larga charla con su ex-compañero de equipo, donde Zlatan le dice a Massimo por primera vez: “Has envejecido (ríe)”.

¿Qué habitación tienes?

“Tengo la habitación del jefe, la grande (ríe)”.

¿Qué efecto te da Milanello?

“Me siento como en casa. Cuando estoy ahí hago todo lo que hay que hacer, no tengo prisa por volver a casa porque estoy en casa. Ya estuve hace casi 10 años con grandes jugadores. No recuerdo mi primer día… ah sí, las pruebas de fuerza, hice el récord (ríe)”.

“Sin calentamiento. La semana anterior jugamos Barcelona-Milan y luego estuve con vosotros la semana después, en el túnel todos me decían que volviera con vosotros a Milán. Estaba Galliani, vino a mi casa en Barcelona. Me dijo ‘no me voy hasta que no vengas conmigo'”.

“Mi mujer me preguntó quien era esa persona, yo le dije ‘alguien importante’. En Barcelona la situación no era clara, no tuve respuestas de cual era el verdadero problema. Todavía hoy no entiendo qué problemas había. Fuí yo el hombre y dije que me iba”.

“Estaba el Milan y otros equipos, pero dije que conocía Milán. Un gran club como el Milan, si te llama te estimula y significa algo. Con los jugadores que estaban había muchos estímulos. Esperaba, sabía que se ganaría algo”.

“Me gustan estos retos, cuando la gente habla en contra me anima, me da adrenalina para demostrar que no es como ellos dicen”.

¿Y qué dicen exactamente?

“Siempre lo contrario. Se trabaja en silencio y se demuestra en el campo. Ahora hay otra situación, hace 10 años era otro reto. Todos decían que sería imposible, estas cosas me animan. Si consigo hacer algo así es más grande que ir a jugar a un gran equipo en lo alto. Aquí debes llevar al equipo a lo más alto, debes hacer entender a los demás lo que significa estar arriba”.

¿Tuviste miedo cuando firmaste?

“No tuve miedo. Era la misma situación de cuando firmé con el United, todos decían que el los ritmos de la Premier eran muy cansados. Yo hago lo contrario de lo que todos dicen”.

¿Te sientes diferente?

“Muy diferente. Hace diez años era otro jugador, volvía atrás para recuperar el balón. Hoy no lo hago, si vuelvo malgasto energías y no soy útil en ataque. Ahora jugamos de otra manera. No era muy positivo por este año, pero yo ya dije ‘ya lo pienso yo'”.

“Me sentía vivo con la competición. Hace diez años había jugadores que tenían un estatus diferente, más personalidad y carácter. Había otro ego. Hoy me enfado igual, quizás incluso más. Pero tengo equilibrio. Si veo que uno no lo hace entonces cambio de estrategia”.

“Antes trataba a todos de la misma manera. No te pueden cambiar, debes ser tú mismo. La persona en cambio debe ser la misma, cuando eres joven eres más rock & roll, ahora en cambio entiendo mucho más la situación”.

“Pido mucho, si no te entrenas bien te lo digo, no acepto un mal pase, todo esto sigue hoy. Luego dependerá de ti como te lo tomes, como te entrenes y como juegues. Esta es mi filosofía, luego quizás para los brasileños es diferente”.

“Se entrenan de una manera tranquila y luego dan espectáculo en el partido. Ahora me dijeron ‘muestra el camino y nosotros te seguimos'”.

La experiencia con Seedorf

“Fue otra experiencia, ellos ya habían ganado mucho. Yo quería seguir ganando, pero era un tema solo para sacar la última parte de la adrenalina. Yo animaba a todos. Pero había muchos otros que lo hacían a mí. Seedorf era un gran personaje, uno de los mejores jugadores con el que he jugado, tenía un gran carácter. Te respondía. La confrontación fue parte del equipo”.

Yo quería jugar contra ti para ganarte en los partidillos

“Tengo un ratio de 99% partidos ganados (ríe). No, quizás 95%. Pero recuerdo muy bien que ganaba el 90%-95% de los partidos, luego en el vestuario había otras guerras (ríe)”.

Si estás más grande muscularmente hablando

“Me entreno mucho. Con la edad es importante saber como estoy físicamente. Pero ahora estoy mucho mejor que antes”.

La relación con Stefano Pioli

“Cada año que pasa el jugador cambia. Tenemos un míster que nos pide jugar de una cierta manera. Me gusta como jugamos, ha encontrado la manera de poder sacar fuera el máximo de mis cualidades. Me hace jugar de la mejor manera para ayudar al equipo”.

“Habla mucho conmigo y me pide muchas cosas, al igual que al equipo. Es normal que quiera jugar siempre, pero también él me dice que juegue siempre aunque tenga que descansar”.

“Estoy disponible, incluso aunque me pida jugar 45′ en Europa. Estoy disponible, los compañeros me respetan mucho y les ayudo. Siento mucho este sentido de responsabilidad y me gusta mucho”.

El equipo

“El equipo tiene muchas ganas, lo estamos haciendo bien. No hay objetivos o sueños, jugamos un partido a la vez. Yo tengo mi objetivo, pero para el equipo es hacerlo mejor que el año anterior. Miramos un partido cada vez. El equipo es muy joven, no tienen el feeling de ganar algo”.

“No tienen ese pensamiento fijo en los objetivos. No debemos relajarnos, aquí entro yo. No hay que estar satisfechos. Sabemos que el equipo no es como el Inter o la Juventus que tienen una plantilla más amplia”.

“Somos jóvenes, quizás alguno no está listo para jugar todos los partidos. El sentido es que debemos jugar si queremos ganar algo, no están habituados. Ante Río Ave se vio la presión, empezaron a jugar por algo. Tienen algo de experiencia, pero no están habituados”.

¿El equipo puede puntar a la Champions?

“Creo que sí. Llevo ocho meses aquí, así lo pienso. Pero no cuenta la calidad o el talento, cuenta el sacrificio y la disciplina. Estos pequeños detalles son los que marcan la diferencia”.

“No me gusta cuando siempre me dan la razón. Parece que soy el jefe, pero esa no es la situación. Soy yo mismo y luego se discute, porque no está bien que todos te den la razón y que no se expresen. Es importante la confrontación”.

¿Has visto el último baile?

“Me gustó. Siempre dije que jugar conmigo es difícil, soy agresivo. Cuando salió The Last Dance es el ejemplo perfecto. No digo que sea Jordan, pero tengo esa manera de trabajar. Es una mentalidad ganadora. Yo meto mucha presión, pido mucho, no acepto un mal pase, a estos niveles todos estamos aquí para hacer la prestación”.

“En el Milan te piden mucho porque hay que ganar. En mi mundo todo lo hago para ganar. En mi mundo es normal si haces las cosas bien, si fallas es normal que uno te lo haga notar. ¿Exagero? Sigo aquí, he ganado lo que he ganado”.

“Hay un motivo. Hay mucha presión en estar en este nivel y no todos lo entienden porque no están a estos niveles a largo plazo. Llevo aquí desde siempre. O comes o te comen. Yo elegí comer”.

¿Cuando lo dejes qué harás?

“No lo sé. Tengo dos hijos, dos vidas en otra vida. Con ellos pongo mucha presión y disciplina, deben saber como funcionan las cosas. Disciplina, respeto y sacrificio. Es el detalle lo que construye. ¿Entrenador? No lo pienso”.

“Es algo muy estresante. Si eres jugador debes estar fuera del campo dando indicaciones a los demás y quizás no lo consigues… Mientras pueda continuar en estar bien juego. Cuando eres viejo se habla solo de físico, como con Totti”.

“No es que falte la calidad. Si uno tiene ritmo lo hace. Es lo importante. No pierdes calidad, es imposible. Es una cuestión física”.

Algunas veces los jugadores no se dan cuenta

“Eso es ego, no aceptan que la cosa se acabó. Piensas que eres el más fuerte, no eres realista, yo no tengo ese ego, soy realista. Tras la lesión me fui a Estados Unidos para empezar de cero. Le dije a Mourinho que no me convocara, no era el mismo Ibra de antes”.

“Tras dos años allí me sentía vivo, es entonces cuando volví a Europa para ver si lo conseguía, por eso firmé por seis meses. No es importante lo que diga la gente, debes tener confianza pero también ser realista. Al principio no estaba del todo bien, llevaba un mes sin jugar. Es duro entrar en el ritmo”.

La confirmación de Pioli y la renovación

“Pioli me preguntó lo que quería hacer. Le dije ‘basta, no sigo’. Pensaba en los sacrificios y en la familia que estaba en Suecia. Si hago otro año como estos seis meses, no. Pioli me dijo ‘te respeto’. El día después me llamó: ‘no es tan fácil. Ayer te dejé demasiado fácil. Si no te quedas la cosa será diferente'”.

“Le dije: he decidido. Luego me fui de vacaciones. El contrato no era importante, a esa edad no sirve. Me sirve solo el respeto y los valores. Pero el reto era bonito y difícil. Llegué incluso a pensar que no tendría lamentaciones. Es cuando llamé a Mino y le dije: ‘cierra todo, seguimos’. Pero al inicio les dije que no, que no me quedaría”.

La lesión en el United

“Siempre decía que lo dejaría en lo alto, pensaba en dejarlo porque tenía 35 años. Sería un nuevo capítulo de mi vida con mi familia. Pero tras la lesión volví al campo y entendí que debía seguir. Doy las gracias al fútbol. ¿Sin el fútbol que soy? No es fácil dejarlo”.

“No tengo miedo, pero sé lo que me espera. No estoy listo para dejarlo, me siento demasiado bien. A este nivel juego mientras pueda dar algo, si no lo consigo no lo quiero. En enero firmé por seis meses, era para ser honesto con ellos y conmigo mismo. No sabía si tras esos seis meses seguiría”.

¿Estás bien en la ciudad?

“Muy bien, pero echo en falta a la familia. No es fácil, es la primera vez que estoy en un club sin ellos. El objetivo deportivo me quita de la mente la falta de la familia”.

El covid-19

“Estamos en un momento particular. En enero Milán era mejor que hace 10 años, una ciudad internacional. Luego llegó el Covid, la ciudad sufre mucho y me disgusta. ¿El Duomo? Lo importante es que el Duomo me va a mí (ríe). Yo hago la historia, no me interesan el resto”.

Los estímulos

“Hay demasiada positividad aquí, no me gusta, ahora es demasiado fácil. Me gusta más si me atacan y por tanto crezco mucho más. Tengo estímulos pero necesito más adrenalina. Pero soy el ejemplo del equipo, no puedo hacer tonterías. Pero quiero que algo suceda, estas cosas me animan”.