Ibra habla en Corsport

Zlatan, ¿qué es un gol?

“Mi responsabilidad. Un detalle. Algo que te hace ganar los partidos. No mi exclusiva. Cuando doy una asistencia a un compañero que marca siento que he hecho bien mi papel”.

Llegaste al Milan, de duodécimos pasastéis a ser sextos y ahora líderes. Algo raro el equipo que no gana el título cuando tú estás. Le llamamos efecto Ibrahimovic: ¿nos lo puedes describir?

“Hoy me siento un líder. Yo guío, el equipo me sigue. Hace diez años era otro Milan. Pero el Milan que he visto en 2020 era diferente. Siempre un equipo muy joven. Hemos trabajado, nos hemos sacrificado. Y ahí están los resultados. No es solo mérito mío”.

Pero viendo las formaciones se ve la gran novedad eres tú

“No puedo valorar cuanto había antes de mí. Estamos haciendo grandes cosas, es cierto, pero no hemos ganado nada. Hacen falta más ganas de hacer”.

Cuando regalastes a los compañeros la Playstation querías hacer que se fueran otras distracciones?

“En realidad les pedí: ¿quién la quiere a un cierto precio? A los que se apuntaron en la lista se las regalé, a los demás les dije: eh no, demasiado tarde. Así entendí con quién puedo hacer las cosas (ríe). Pero ahora todos van rectos”.

Hasta obligaste a Kalulu a que se quitara los guantes

“Es cierto. Un joven que debute como central con los guantes, ¿qué imagen da? Así no damos miedo al rival”.

Y sabes mucho de defensas

“Siempre me gustaron los que aceptan los duelos duros y leales. Y debemos recordar que antes no existía el VAR. Paolo Maldini me estimulaba. Ahora me dice que en esa época no era tan fuerte como hoy, pero no es que ganara todas las confrontaciones conmigo. Me gusta Chiellini, un animal que sigue dándome caza. Esa es la mentalidad adecuada”.

¿Qué le dices a Donnarumma?

“Es el mejor portero del mundo. Pero no, eso no se lo digo. Debe seguir queriendo tener éxito. No es normal que no haya disputado ni un solo partido de Champions”.

Hace siete años que el Milan no disputa Champions. ¿Se puede prometer que este año iréis?

“Es pronto. ¿Cuanto falta? Toda la segunda vuelta más dos partidos. Pero ponerse objetivos es ponerse límites. Nunca lo hago. Quiero obtener lo mejor de mí y del equipo, cada día, incluyendo los entrenamientos”.

Un Milan tanto tiempo fuera de la élite no es normal

“No. Ni para el club ni para la hinchada. Con todo el respeto, veo al Atalanta en Champions y el Milan no, vine para cambiar esta situación. No sé lo que pasó en esos siete años. Me parece claro que no hay estabilidad en el club no puedes tenerlo en el campo”.

¿Por eso discutiste con Gazidis durante el confinamiento?

“Todos en casa, no se hacía nada, luego se volvía, el equipo entero pedía certezas, respuestas, pero no llegaban. Fui a buscarlo. Solo con la confirmación de Pioli la situación se aclaró. Estábamos estresados, estábamos bajo proceso antes de hacer algo. La confianza de todas formas nunca nos abandonó. Pero hablemos de presente y futuro, por favor”.

Bien, hablemos de tu relación con Pioli: dos personas que en apariencia sois totalmente diferentes

“Él entrena, yo juego. Él me pide hacer ciertas cosas y yo le sigo. Tiene confianza en mí y me da instrucciones que me gustan. Un buen balance de tareas. Me siento bien tanto dentro como fuera del campo”.

“El pasado año él también estaba en la situación de no saber si el día siguiente trabajaría o no. Otro habría dicho adiós diciendo un gracias, voy donde haya un mañana. Pero mandaba mensajes tranquilizadores a diario. Y demostró ser un entrenador de un gran club”.

El Milan creció contigo, pero la Serie A también ha aumentado su prestigio. Ibra y Ronaldo juntos bastan para toda una liga

“Cada uno de nosotros quiere darlo todo para su equipo y ser el mejor. Quien sea realmente no es cosa nuestra”.

Ahora que estás aquí, Italia no quiere perderte. ¿Cuando decidirás tu futuro?

“Mientras siga bien seguiré adelante. En junio acaba mi contrato y hablaremos. No quiero meterme en situaciones sin salida ni generar problemas al club. Por eso firmé de inicio seis meses y luego renové. Otros lo habrían hecho diferente, yo opto por la libre elección”.

Ahora has llevado a tus hijos a entrenarse en el centro deportivo rossonero. ¿Quieres que tu familia al completo viva en Milán?

“Veremos, no excluyo nada”.

¿Qué te lleva a seguir adelante? ¿Retar a la edad? ¿Llegar a mil partidos? ¿Ganar la Champions?

“No tengo idea de los partidos que he jugado. No me gusta recitar números, me hacen sentir viejo. Mi reto hoy es hacer madurar a un equipo joven, situación diferente a lo que estaba habituado. Conseguirlo me da una alegría incluso superior que una victoria”.

Has conocido la parte del virus. ¿Cómo pasaste esos días más allá de los mensajes lanzados en las redes sociales?

“Cuando me dijeron que era positivo no sabía realmente qué esperar. Leía y me contaban cosas sin saber. Estuve encerrado en casa hablando con las paredes, el tiempo pasaba lentísimo, esperando conocer los síntomas”.

“Y llegaron: un día dolor de cabeza, luego dolores de espalda. Perdí el sentido del gusto. Nunca tuve fiebre. Tras 16 días me dijeron que di negativo. Intenté entrenarme en casa y me fatigaba enseguida”.

¿Ahí es cuando pensaste lo de ser entrenador en streaming en Buddyfit?

“Quién más pagan las consecuencias son las jóvenes generaciones. No pueden ir al colegio, no pueden hacer deporte como deberían. Para ellos el futuro será diferente. Y si la cosa sigue así no se puede pretender que tengan ganas de ir al gimnasio, de estar uno al lado del otro como antes”.

Y luego entraste en el Hammarby, un equipo sueco de la máxima categoría

“Debo entender si es posible hacer otro tipo de futbolista. En Suecia no hay otro Ibrahimovic. Y me gustaría que hubiera. Realmente uno que no parece sueco lo es: Emil Roback. Físico, velocidad, técnica, movimientos. Por eso lo fichó el Milan. Creo que pronto entrará de manera estable en el primer equipo”.

Este Zlatan que piensa en los demás parece muy lejano de los primeros años, de aquel que ponía caras y era impertinente

“Tengo casi 40 años. No me gusta decirlo, pero es la verdad. Cuando era joven tenía muchas emociones, ahora gran experiencia. Por eso en el campo hago menos cosas, pero más útiles. Muchos lo dejan a los 35. Quien es inteligente puede adaptarse y seguir”.

Conocemos muchos pasajes de tu turbulenta y difícil infancia. ¿El Zlatan de hoy es la copia de esa fase de tu vida?

“Sé quien soy y también las personas que están a mi lado. No me interesa lo que digan el resto. No puedo estar atento a las charletas de quien cree que realmente me conoce”.

Antes de volver al Milan te fuiste a Estados Unidos y luego escapaste de ahí: ¿por qué?

“Allí descubrí que me sentía vivo tras mi lesión. Un año en Los Ángeles solo para saber como estaba. En el segundo volví a perseguir objetivos. Por tanto pensé: ¿Sigo o lo dejo? Mi agente es Mino Raiola: demasiado fácil retirarme allí, hazlo mejor en Europa. Elegí el Milan porque era el reto más complicado. No me interesaba algo ya hecho, me atrae lo imposible”.

¿Entrenador o directivo en el futuro?

“Nada de tomar empeños como este. El del técnico me parece algo demasiado estresante, pero quien sabe. Hoy me gusta demasiado estar en el campo”.

Hay quien sostiene que el juego es cada vez peor

“Creo que se va mejorando. El VAR hace que todo sea mucho más claro, aunque el año anterior no se entendían las manos por accidente. Me quitaron el gol del año en Florencia”.

“El juego ha cambiado, donde antes los mejores eran los que decidían los partidos. Hoy ves equipos que entran en el Top 5 gracias al colectivo: hablaba del Atalanta, que está haciendo grandes cosas desde hace dos años. He escuchado hablar de la Supercopa Europea. Un buen duelo político entre la UEFA y la FIFA”.

Kulusevski te invitó a volver en la Selección: ¿Lo piensas?

“Obvio. Todo depende de como esté. Debo portar calidad, no mi nombre”.

Buena suerte para conseguir el título de invierno

“No me interesa acabar la temporada y descubrir que solo gané el título de invierno”.