El nuevo Milan de Pioli

Ayer no se puso el sol en el reinado de Pioli V. El Milan se entrenó por primera vez en Milanello y, más que en Carnago, en la provincia de Varese, parecía estar en Carthago, la antigua ciudad africana de los libros latinos: 30 grados a la (poca) sombra.

Pioli cumple su quinta temporada consecutiva en el Milan, una racha que sólo han logrado en el Milan hombres como Rocco, Capello y Ancelotti. Además, esta vez será protagonista en un sentido… ampliado: entrenador como siempre, hombre de ideas de mercado como y más que en el pasado, referente en Milanello como nunca.

No es un paso baladí porque el Milan está cambiando. No es una revolución sino una evolución, dice el consejero delegado Giorgio Furlani, y sí, el proyecto es ese: responsabilizar al entrenador como se hace en el extranjero, cambiar los procesos de decisión, poner las grandes decisiones en manos de Furlani y Geoffrey Moncada, ayer ambos en Milanello junto a Antonio D’Ottavio, nombrado director deportivo.

“Los objetivos de esta temporada son los de siempre, ser competitivos en Italia y en Europa”, dijeron Furlani y Pioli, casi con las mismas palabras. Y Furlani de nuevo: “Alguien habló del año cero, pero éste es el año 124 del Milan”. Pioli también habló de continuidad: “Siempre me he sentido en el centro del proyecto, esto no ha cambiado. Sólo que ahora los interlocutores son Geoffrey y Giorgio, no Paolo Maldini y Ricky Massara, a quienes quiero dar las gracias, les tengo estima y afecto”.

Aquí, inmediatamente dos observaciones para entender lo que está haciendo el Milan. La primera: Pioli no negó los recientes desencuentros -digamos frialdad- con Maldini: “No faltaron discusiones, más en el año del Scudetto. En algunas situaciones no estábamos en la misma página”. La segunda: nunca antes había podido construir un equipo a su imagen y semejanza. ¿Cómo será? Físico, europeo, técnico, pero sobre todo intenso.

En el centro del campo, Pioli busca jugadores lo más variados posible, para tener soluciones que alternar. En la derecha, pide “velocidad y uno contra uno”, como dijo ayer. Se puede añadir: en ataque, quiere un 9 de garantías (‘El punta es un gol’), a ser posible diferente de Giroud pero aún capaz de garantizar goles e impactar contra los grandes.

Y en general estudia dos Milan diferentes. Hace un año hipotetizaba una defensa de cuatro y de tres, ahora sabe que su Milan podrá jugar con un 4-2-3-1 y con un 4-3-3. “Mucho dependerá también de las características de los que lleguen”. En resumen, un Pioli central y centrado, que esta temporada también tendrá cámaras en el campo central de Milanello, una pequeña gran innovación en el centro deportivo.

Pioli sin embargo con su habitual tono educado manda un mensaje claro: ayudadme pronto, por favor. La curva apareció con una pancarta: “Hay que reforzar todos los departamentos. Cerremos todos los objetivos de mercado”. Y Pioli habló de necesidades similares en la conferencia: “Me gustaría tener el 100% del equipo antes de la gira americana, pero será difícil, como lo es para todos. Por supuesto, espero movimientos antes del 21 de julio”.

Y luego, con una metáfora… la construcción: “Me siento como el arquitecto de una casa con una estructura sólida pero que en algunas zonas debe ser renovada. Creo que ha llegado el momento de hacer algunos cambios”. En resumen, Pioli quiere cambiar para ganar, trabajar pronto con los nuevos jugadores para estar listo para un comienzo apasionante: Bolonia, Torino, Roma e Inter en las cuatro primeras jornadas.

Reijnders, Chukwueze, Musah, Morata, Scamacca y Taremi son los nombres clave, junto a todos los jugadores nacionales que estarán en Milanello dentro de una semana: se les espera el día 19, dos días antes de que el equipo parta hacia Estados Unidos. La idea es que uno, si no dos nuevos titulares, partan hacia Los Ángeles con el equipo.

De momento, Pioli está dejando calentar a los jugadores que tiene (er… no hace falta). Los milanistas que llegaron ayer a Milanello vieron el primer gol de la temporada firmado por Origi y lo tomaron como una señal. Vieron una bonita jugada de Luka Romero y cantaron por él.

Se fijaron en dos volantazos de Hugo Cuenca, 2005 de la Primavera, y empezaron a hablar de él como sorpresa para el primer equipo. Tranquilos, Cuenca entrenará con los grandes pero Pioli pide más. Confianza, paciencia y millones serán necesarios. Muchos millones.