
El Milan tiene más lesiones que puntos, y eso es suficiente para entender, para decir que si hablamos de problemas físicos estamos más allá de cualquier umbral aceptable. La crisis de otoño se puede explicar de muchas maneras: tres partidos malos, elecciones de formación equivocadas, jugadores que no están a la altura… – pero muchos problemas se remontan al gran motor inamovible: las lesiones. El Milan, cuando tuvo su equipo titular (o algo parecido) hizo cosas muy buenas. El inicio como líderes, la victoria del martes pasado contra el Psg. Cuando ha cambiado, salvo Cagliari y otras pequeñas excepciones, lo ha pagado.
No es nuevo Loftus-Cheek, Theo, Maignan, Pulisic, ahora Leao. Todos los jugadores clave han parado y la lista de titulares sanos de julio a noviembre se agota en un suspiro: Thiaw, Tomori, Reijnders. Los aficionados se vuelven locos y tienen razón: otras cosas son discutibles, aquí la magnitud del problema es objetiva.
No es nuevo, por cierto. Pioli en sus años milanistas ha tenido problemas recurrentes, quizá concentrados en determinados momentos: un 2021 de octubre con diez jugadores no disponibles, los nueve lesionados para el Milan contra el Udinese del 4 de noviembre, hace nueve días. Nunca, sin embargo, había habido un comienzo como éste. El director general Furlani admitió durante la semana: “Tenemos que trabajar en ello”. Pioli extendió metafóricamente los brazos hace dos días en Lecce: ‘No tengo una explicación, pero no puede ser sólo mala suerte. Jugando tanto, el estrés físico y mental aumenta’.

Las causas conocidas El club piensa lo mismo. Sabe desde hace tiempo que las lesiones son un problema y quiere solucionarlo. Rápido, si es posible: sabe que cada lesión resta puntos, millones, ambiciones. La cuestión es cómo. Ciertos factores son sin duda parte de la explicación: tener que jugar cada tres días, el estrés de un equipo puntero, un elemento de mala suerte. Pero está claro que nada de esto basta para explicarlo. Los otros grandes también juegan 16 partidos en tres meses, más los que tienen con las selecciones nacionales. Los otros grandes también tienen coeficientes de estrés taquicárdicos.
¿Dónde está la culpa? Evidentemente hay algo más. ¿Está la culpa quizá en las cargas de trabajo, en los métodos de Pioli y Matteo Osti, premiado por sus colegas como el mejor preparador atlético de 2021-22? Es culpa del estilo de juego del Milan, muy exigente, hecho de duelos, transiciones y muchas estiradas? ¿La gira de verano, que comenzó tras sólo 10 días de concentración en Milanello, ha afectado a la preparación y ha comprometido toda la temporada?
El club sabe que todo es posible, nada está garantizado. Tan variadas, en algunos casos improbables, son otras explicaciones de las que se ha hablado en las últimas semanas: el Milan entrena demasiado poco; no, es culpa de los campamentos de Milanello; no, es demasiado trabajo de fuerza. Desde fuera, imposible de decir.
Para Rafa ha sido una semana muy intensa: el sábado jugó todo el partido contra el Udinese, el domingo estuvo en Génova con Musah y Pobega por un intercambio (¿evitable?), el martes jugó el partido de su vida, el sábado volvió a estar en el campo. Es fácil pensar que no se había recuperado del esfuerzo XXL de la Liga de Campeones.

Seguro que corregir ahora es difícil pero necesario. Los exámenes de ayer de Rafa Leao trajeron el diagnóstico: lesión de primer grado en el isquiotibial derecho. Estará probablemente 20 días de baja, quizá más si prevalece la prudencia. Es prácticamente imposible contar con él para el Milan-Fiorentina cuando regrese, también difícil que vuelva para el Milan-Borussia, un partido clave en la Liga de Campeones.
Igualmente natural cuestionar, como hizo en las redes sociales, su insulso calentamiento. Calabria, en cambio, autoriza más al optimismo. Tiene un edema por sobrecarga en el flexor semitendinoso izquierdo, pero no lesiones: se perderá la selección -lamentablemente, acababa de ser convocado tras una larga ausencia-, pero estará de vuelta ante Leao.
Nunca digas flexor Al final de todo esto, ¿qué queda en la cabeza? La idea de que es probable que las lesiones le cuesten a Pioli el final de la mejor aventura de su vida. Y para los aficionados del Milan, la insoportable sensación de que, cada partido, al menos un cambio será utilizado por lesión, la alergia a ciertas palabras: ‘lesión’, ‘bíceps’, ‘flexor’. Sobre todo flexor. Casi, en los bares milanistas, se habla más alegremente de Calhanoglu.
SE INAUGURA CASA MILAN DUBAI
Se ha establecido Casa Milan Dubai, la primera oficina de un club italiano en la región de Oriente Medio y Norte de África. Casa Milan Dubai está situada en el corazón del Centro Financiero Internacional de Dubai: servirá de centro neurálgico para todas las actividades e iniciativas del club en Oriente Medio.
El Milan reforzará así su relación con la afición local (más de 35 millones de seguidores en la región de Oriente Próximo y África) y con sus socios, entre ellos Emirates y SIRO. “Casa Milan Dubai representa nuestro compromiso con el crecimiento global y nuestra firme creencia en el potencial del mercado de Oriente Próximo”, ha declarado Giorgio Furlani, Consejero Delegado.