Cardinale de visita a Milanello

La llegada a Milán para el partido contra el Dortmund estuvo demasiado reñida, por lo que Gerry Cardinale decidió quedarse en Milán al día siguiente. El número uno de RedBird está llevando a cabo personalmente las conversaciones relativas al estadio de San Donato y al “fichaje” de Ibrahimovic, pero tras el doloroso partido contra los alemanes, el día de hoy también sirvió para abordar personalmente cuestiones estrictamente deportivas que suelen tratar primero sus directivos.

De ahí la decisión de venir a Milanello, algo que no ocurre muy a menudo. Ni mucho menos. Desde que el número uno de RedBird dirige al Milan, sólo había ocurrido una vez: el 4 de septiembre de 2022, es decir, unos días después del traspaso de Elliott. Otros tiempos, otro clima.

Entonces, el Milan venía de ganar el derbi liguero y el bautizo de Cardinale en la ciudad deportiva rossonera, entre el ‘debut’ del club y las celebraciones extradeportivas, había sido triunfal. Aquella vez comparó a los jugadores rossoneri con grandes como LeBron James y Dwayne Johnson, y al Milan con equipos punteros como los New York Yankees y los Dallas Cowboys.

Aquí, esta vez todo es muy diferente. A primera hora de la mañana, la visita a Milanello no parecía estar en la agenda, pero entonces Cardinale decidió ir a Carnago, precedido por el consejero delegado Furlani por cerca de una hora. El timonel rossonero almorzó con Pioli, con quien mantuvo después una conversación privada.

La visita duró un par de horas en total, para un momento de confrontación y análisis sobre el complicado momento del equipo, sobre las razones que han bajado su rendimiento y sobre las soluciones para enderezar las cosas rápidamente. A los ojos de la propiedad, de hecho, el verdadero problema no es -no sería- una salida de la Liga de Campeones en la fase de grupos, sino el riesgo de no acabar el campeonato entre los cuatro primeros.

Ahí sí que sería un desastre mundial, es la gran pesadilla de los rossoneri. Entre los temas tocados en la reunión entre los propietarios y Pioli, obviamente también el relacionado con la ecatombe de las lesiones, un tema sobre el que el club se muestra – comprensiblemente – cada vez más sensible y preocupado.

LESIÓN DE THIAW: DOS MESES DE BAJA

Las sensaciones fueron malas desde los primeros momentos y el diagnóstico, por desgracia, las confirmó. El Milan tendrá que prescindir de Malick Thiaw durante mucho tiempo. El comunicado rossonero informa de que el defensa “se sometió esta mañana a una resonancia magnética que mostró la presencia de una lesión miotendinosa severa del bíceps femoral del muslo izquierdo, cuya evolución se reevaluará en 7-10 días”.

Lo que evidentemente asusta es el adjetivo “grave”, así como el hecho de que no sólo estuviera afectada la fibra muscular, sino también el tendón. El club no comunica el grado de la lesión (que va desde el grado uno, que es el más leve, hasta el grado tres), pero el escenario hace pensar que se trata de un desgarro.

En estos momentos es difícil imaginar el tiempo exacto de recuperación, pero es razonable imaginarlo del orden de dos meses como mínimo. Pioli se encuentra, por tanto, con otro sufrido defensa después de Kalulu, Pellegrino y Caldara, todos ellos en el dique seco desde hace tiempo.

Y también queda la gran incógnita de Kjaer, sobre el que el club rossonero nunca ha dado ninguna alarma en particular, y que lleva ya más de un mes de baja (última aparición en el campo: los minutos finales contra el PSG, el 25 de octubre).

SE PIERDE MUCHO DINERO FUERA DE CHAMPIONS

El Milan se ha complicado la vida en el grupo de la Liga de Campeones tras la derrota de ayer en casa contra el Borussia Dortmund y ahora necesitará medio milagro, o al menos un cruce de resultados especialmente favorable (victoria en Newcastle y derrota correspondiente ante el PSG en Alemania) para entrar en octavos de final. En caso de eliminación, también y sobre todo sería perjudicial para las finanzas y el balance del Diavolo, especialmente si se mira lo que el equipo de Pioli fue capaz de hacer la temporada pasada en la escena europea.

Al final de la campaña 2022/23, de hecho, solo de premios de partidos el Milan cobró la bella cantidad de 114 millones de euros, que se convierten en unos 130 si se incluye también el market pool. Hasta la fecha, en la actual Liga de Campeones, los rossoneri han cobrado un total de 20,3 millones de euros por resultados. En concreto, 15,64 por la fase de grupos y otros 4,66 por la victoria ante el PSG y los dos empates ante Newcastle y Borussia Dortmund.

Teniendo en cuenta los últimos 90 minutos, en caso de eliminación los rossoneri podrían alcanzar un máximo de 23,1 millones en caso de victoria inconclusa contra el Newcastle. Una eventualidad, esta última, que sin embargo garantizaría al menos un mínimo paracaídas económico representado por el “descenso” a la Europa League.

Con un empate, y por tanto la eliminación automática de todo, la temporada europea del Milan terminaría con 21,2 millones de euros cobrados por los resultados obtenidos, con una derrota se quedarían en esos 20,3. La comparación con la temporada pasada asusta: en el mejor escenario en el que el Diavolo queda eliminado, la diferencia supera los 90 millones de euros. Sin embargo, es de casi 100 en el peor de los escenarios.