
En la persecución de los octavos de final de la Liga de Campeones, el Milan cuenta con un aliado más. De hecho, uno de sus jugadores, Santiago Giménez, que puede desempeñar un doble papel decisivo: bombardero sobre el terreno de juego y “consejero” de sus compañeros y de Conceiçao en el vestuario. Nadie conoce al Feyenoord como el número 7 de los rossoneri: jugó allí hasta hace unos días y, si los holandeses lograron la clasificación para los playoffs, buena parte del mérito se debe al mexicano, autor de cinco goles y una asistencia en Europa. El miércoles en De Kuip, Santi tendrá todas las miradas puestas en él y deberá contener sus emociones, pero puede ser un valor añadido para el diablo porque conoce los méritos y defectos de los defensas que deberán marcarle.
Giménez está inevitablemente vinculado al club apostó por él y en 2022 se lo llevó del Cruz Azul. El mexicano, tras algunas dificultades iniciales, ha respondido magníficamente desde enero de 2023: en total, ha firmado 65 goles en 105 partidos y se ha ganado así la camiseta del Milan. Que se enfrente a sus antiguos compañeros en el primer partido europeo inmediatamente después de mudarse a Italia es un giro del destino que hará que el doble duelo sea aún más emocionante para él.
Sin duda, antes de que suene el silbato, habrá abrazos y apretones de manos con todos, pero incluso el público, que tenía un buen vínculo con él, le dedicará más aplausos que abucheos. Sin la oferta de 28,5 millones más bonus aceptada por el Feyenoord, Giménez habría jugado esta eliminatoria como rival del Diavolo, mientras que ahora será la terminal ofensiva de los rossoneri. Aquel al que Conceiçao pedirá las jugadas para poner en apuros a los de Priske.
El principal rival de Giménez será probablemente David Hancko, el defensa central que estuvo cerca de la Juventus en el mercado de invierno y que podría recalar en Turín el próximo verano. Los dos llegaron juntos a Rotterdam y formaron el pilar del equipo que, con Arne Slot en el banquillo (ahora está en el Liverpool), ganó la Eredivisie hace dos años y la Copa de Holanda el año pasado. Santi y David se han enfrentado muchas veces en los entrenamientos y se conocen bien.
Por eso, el mexicano será fundamental para dar consejos a sus nuevos compañeros sobre… antiguos compañeros. Entre estos últimos está Igor Paixao, con el que Santi ha estrechado más lazos: el brasileño es ahora el máximo goleador del equipo con siete tantos (los mismos que Hadj Moussa) y en el 4-3-3 del holandés jugará en la banda izquierda. ¿Quién estará en el centro del tridente, en el papel que fue de Giménez? Julián Carranza, argentino de nacimiento como el neomilanista y otro amigo suyo. Ambos sólo han compartido vestuario unos meses, desde que Carranza llegó el pasado verano procedente de la Mls, pero siguen siendo íntimos.
Su casa Los rossoneri, como es tradición, realizarán mañana por la mañana su último entrenamiento en Milanello y no en el ‘De Kuip’ que Giménez conoce tan bien. Allí eliminó al Bayern de Múnich con un doblete en el último partido en casa de la primera fase de la Liga de Campeones. Ya tiene las “referencias” para enmarcar el espejo de la portería del Feyenoord. En las gradas tendrá a unos cuantos amigos y quizás familiares, aunque papá Christian está de vuelta en México mientras que mamá Bernarda está en Milán ayudando a su mujer Fernanda con la búsqueda de casa.
La mudanza desde Rotterdam aún no se ha completado y quizás el traslado a Holanda permita a los miembros de la familia continuar con la “práctica”. Giménez vivía cerca de la terminal de cruceros de Rotterdam, desde donde partían y llegaban los barcos con destino a Estados Unidos, y del famoso puente Erasmusbrug sobre el río Nieuwe Maas. En un flamante edificio tenía un piso donde alojaba a sus padres, hermana y amigos que venían a visitarle desde México. Y a pocos pasos de casa tenía el restaurante Happy Italia, donde iba a menudo a disfrutar de la cocina italiana. Ahora en Milán tiene donde elegir.

EMERGENCIA EN EL CENTRO DEL CAMPO
Por decirlo suavemente, habrá sitio de sobra en el avión con destino a Holanda. Mañana el Milan llegará a Rotterdam para disputar el partido de ida de la eliminatoria de la Liga de Campeones contra el Feyenoord y Sergio Conceiçao tendrá que contar con ausencias. Hasta ocho jugadores menos que el total de la plantilla.
Los límites en la composición de la lista de jugadores para las competiciones de la Uefa han obligado al Milan a dejar fuera a varios elementos: las últimas llegadas Bondo y Sottil, pero también Jiménez (a pesar de su corta edad, el español aún no tiene suficientes meses en el club para ser considerado elegible para la lista B) y Jovic. Cuatro jugadores que no serán utilizables en Europa aunque el Diavolo alcanzase los octavos de final.
Así, Conceiçao no podrá alinear a Musah en el primero de los dos partidos contra el Feyenoord: el estadounidense ha sido inhabilitado para la ida tras la tarjeta roja que recibió en la mala noche de Zagreb contra el Dinamo. Para completar el cuadro están las lesiones: el sufrido Florenzi está de vuelta, pero aún no está listo; Emerson Royal, en estos días en Brasil como atestiguan las redes sociales, seguirá de baja dos-tres meses; Loftus-Cheek, que ha empezado a correr de nuevo por los campos de Milanello, estará en forma e inscrito como mucho a partir del próximo partido de liga contra el Verona y, por tanto, se perderá el viaje a Rotterdam.
Conceiçao dispondrá así de 15 jugadores en movimiento, más los jóvenes Bartesaghi y Camarda y los tres porteros Maignan, Sportiello y Torriani. Hay pocas opciones para elegir, sobre todo en el centro del campo, donde sin Musah, Loftus-Cheek y Bondo sólo queda Terracciano, además de los intocables Fofana y Reijnders. El técnico portugués, si quisiera respetar el lienzo táctico de las dos últimas salidas, tendría que apostar por el ex-Verona, pero la tentación de lanzar por primera vez desde el 1′ el póker de estrellas es grande.
Pulisic, tras ser baja en Empoli, volverá sin duda al once inicial, pero Leao, atormentado por un problema de tobillo, también debería apretar los dientes y recuperar la camiseta; como delantero centro debería ser la primera titularidad de Giménez; Joao Félix, si sale en la primera parte, fluctuará entre la zaga y el ataque. Muchas cosas, pero hay que contar con el equilibrio. Hoy en la reanudación de los entrenamientos en Milanello entenderemos algo más.