
La doble amonestación contra el Feyenoord no es, desde luego, el primer episodio negativo de su vida en el Milan. La debacle ha llegado esta temporada. Theo Hernández es, por desgracia para él y para el Milan, el hombre del momento. A los 6 minutos de la segunda parte del Milan-Feyenoord, dejó al Milan en diez con dos amonestaciones injustificables. Es difícil decir si fue peor la primera o la segunda.
Theo ha arrastrado en el pasado al Milan con partidos de campeón, pero esta temporada apenas lo ha hecho (sólo la noche en Riad…) y con el Feyenoord fue el principal responsable de la derrota. En la primera parte vio una falta sobre Joao Felix en el centro del campo, no le gustó y fue a tirar de la camiseta de Hadj Moussa. Sin sentido, muy estúpido.
Tarjeta amarilla inevitable para Marciniak. En la segunda parte, a los seis minutos, Theo intercambió con Leao y, en el área, se dejó caer a un paso de Read. ¿Contacto? Ninguno. Marciniak le amonestó de nuevo: una segunda amarilla que cambió el partido por completo. Con un pensamiento subyacente: simular es moralmente incorrecto a pesar de todo, en tiempos de Var incluso estúpido.

Theo Hernández ha estado nervioso y descontento desde el comienzo de la temporada. Quizá desde el verano, cuando llegó a Milanello mientras el equipo estaba de gira. Theo fue excluido de la alineación de la primera jornada – Saelemaekers empezó de lateral izquierdo – y en la segunda fue el peor en Parma.
Fonseca lo envió al banquillo en la tercera jornada, en Roma contra el Lazio, en la tarde del descanso. Theo y Leao, nada más entrar, fueron apartados de la pausa de enfriamiento del equipo: mientras Fonseca daba instrucciones cerca del banquillo, ellos se quedaban mirando al otro lado del campo. Fea escena. La relación con Fonseca se ha roto desde entonces, para recomponerse en parte, paradójicamente, en vísperas de su despido a finales de diciembre.

¿El peor partido de la temporada? Bueno, el Milan-Feyenoord. Después, Fiorentina-Milán a principios de octubre. El Milan perdió un partido loco en Florencia por 2-1, con dos penaltis fallados. Theo Hernández sirvió una asistencia a Pulisic, pero acabó con una lista de errores más larga que el folleto de los Uffizi.
Provocó el penalti que Maignan paró para Moise Kean. Se impone a Pulisic, designado lanzador del penalti, y lanza desde los 11 metros. Falla el penalti delante de De Gea. Al final del partido, es expulsado por Pairetto. Peor que eso, duro.

Roma, Florencia, Cagliari. El campeonato para Theo ha sido un viaje a través de los problemas. Hernández, en Cerdeña en noviembre, acabó en el marco del primer gol del Zortea, luego se tiró en largo en un centro y fue perdonado por fuera de juego del Viola.
Y de nuevo, Theo sufre en largo, pierde a Zappa en el 2-2 y le deja patear para el 3-3. Uno de los peores partidos fuera de casa de su vida italiana, con la burla: dos laterales rivales, mucho menos talentosos que él, fueron los protagonistas absolutos. El boletín de notas de la Gazzetta: ‘Mal en los cierres, en los centros, poco empuje, y en casos así está muy nervioso’.

Un mal partido al mes, la regla se confirma en diciembre. Theo, en Bérgamo contra el Atalanta, entró en la acción del gol de Morata, pero perdió el duelo con Bellanova y fue superado por Charles De Ketelaere en la acción del gol del Atalanta. Fonseca pide falta, pero la escena sigue siendo simbólica: Charles, tan tímido en el Milan, dominando en el área, saltando por encima como un gran delantero centro. Y Theo, antaño immarcable para Gasperini, que también causa mala impresión en Bérgamo.

Esta temporada es, con diferencia, la peor en la vida milanista de Theo Hernández. Theo fue demoledor en el pasado, decisivo en el año del Scudetto y más allá. La parábola descendente es clara, al igual que algunas actuaciones a la contra en partidos importantes, de corazón. Hernández defraudó al Milan en más de una ocasión contra el Inter.
Theo fue expulsado al final del derbi-scudetto de 2022 -doblete de Giroud- y también en la final del segundo derbi del Inter hace menos de un año. En la ida de semifinales de la Liga de Campeones 2023, con Leao lesionado, no ayudó al equipo. Tal constante se nota con demasiada facilidad: Theo, sobre el terreno de juego, no tiene el control.
IVAN ZAZZARONI (CORSPORT) DURO CON EL MILAN
“No puedes dejar la Liga de Campeones en la repesca con un Feyenoord débil y ramplón al que acabas de quitar a Giménez y que, para sustituirlo, ha tenido que mandar al campo al Redmond de 18 años, que se llama Zepiqueno: imagino que sus padres son fans de Guè Pequeno, el de Gelosa, Brivido y Come un tuono”.
“No se puede perder un desafío importantísimo y final en el que eres tres veces superior, y además por un solo tiro a puerta (de Carranza) en noventa y cinco minutos. No se puede insistir en Theo Hernández ya amonestado, sabiendo perfectamente que tiene una tarjeta amarilla incorporada”.
No se puede sustituir a Pulisic, Giménez, Musah y Reijnders en ese orden para mantener a João Félix, un técnico envidiable pero nada más: lo dice su carrera. No se puede estar fuera de todo ya a mediados de febrero después de dos mercados caros: sólo en enero, el Milan dio 46 millones a los holandeses, incluidos Giménez y las primas de clasificación. No se puede confiar el Milan a un entrenador por sólo seis meses, más una opción: Conceiçao es un profesional serio (otros se han negado) y el Milan un club prestigioso al que hay que respetar en las elecciones clave”.
“Milán, sí: ¿qué es el Milán de hoy? Para obtener una explicación exhaustiva me dirigí a Stefani, la voz del régimen en Via Aldo Rossi, en la zona de la Fiera: “Hoy es un club bien estructurado y sobre todo democrático. Las relaciones entre Ibrahimovic y Conceiçao son fantásticas: nunca un desacuerdo, nunca un gesto de desaprobación por parte del sueco. También porque tienen caracteres parecidos. Zlatan no le dice demasiado a menudo a Sergio que le quiere y sólo se lo confirma porque, toma y daca -como la mujer a la que le dices te quiero todos los días-, puede que ya no se lo crea”.
“El presidente Scaroni es atento y competente; el director general Furlani se centra en los objetivos y los métodos. La empresa no pertenece a Elliott, sino a Cardinale, que ayer estaba en América porque el juego se ve mucho mejor desde América: a la hora de comer se está más fresco, descansado y excitado. El Milan es además el primer interés de Gerry, que ahora trasladaría con gusto los miles de millones destinados a la compra de la Paramount al próximo mercado del club”.
“La comunicación del Milan, por tanto, es vanguardista: las críticas son bienvenidas, los cumplidos no, porque al Milan no le gustan los lameculos. En el Milan prefieren los diablos de la polémica a los serafines. En el Milan tienen tan buen corazón que si tienen que despedirte no te lo dicen enseguida: esperan a que quedes en ridículo delante de los periodistas (Fonseca) para enviarte una ‘paloma mensajera estrictamente rossonera'”.
VAN BASTEN MUY CRÍTICO CON THEO
“Theo Hernández es un‘galletero‘ de primera. Justo antes del descanso tuvo un altercado con Hadj Moussa, del que se desprende que es fácilmente inflamable. Es muy fácil aprovecharse de eso”.
Van Basten da a Theo Hernández el apodo de “koekenbakker”, que en neerlandés se traduce literalmente como “panadero de galletas”. Aunque no se refiere directamente a una figura negativa, en el contexto futbolístico y en el lenguaje coloquial koekenbakker adquiere un significado figurado bastante negativo, calificando a un personaje que comete errores groseros, es ingenuo, incompetente o mete la pata.