Un mes sin los goles de Giménez

El martes a las 18.46, Santiago Giménez estaba al otro lado del mundo. En ese momento, se convirtió en un delantero que lleva un mes sin marcar, porque su último gol fue el 18 de febrero contra sus viejos amigos del Feyenoord: un cabezazo en el primer minuto del partido de vuelta de la eliminatoria de la Liga de Campeones. Un mes para un delantero es mucho, sobre todo porque fue un mes sin descanso nacional, con tantos partidos y tanta confianza de Conceiçao. Todavía es pronto para abrir el juicio, nos lo perderíamos, pero digámoslo así: la secretaría del tribunal está empezando a preparar los sellos para las escrituras.

Giménez jugó contra el Como un balón cada cuatro minutos: 18 toques de balón en 68 minutos. Dio 8 pases positivos, ningún disparo y perdió 3 balones. Eso es poco. En su abundante hora sobre el terreno de juego, sin embargo, hay una gran jugada: el pase que crea la segunda gran ocasión de Yunus Musah. Y es realmente extraño: Giménez se ha labrado una sólida reputación como delantero de área, que aprovecha las ocasiones que se le presentan y que en Inzaghi se esconde durante unas decenas de minutos antes de aparecer ante la portería rival. En el Milan es diferente. Santiago empezó con una asistencia a Joao Félix e incluso con Como hizo lo mejor de cara a portería.

¿Por qué le cuesta tanto? Una parte es la adaptación normal al campeonato italiano: a muchos delanteros (no a todos) les pasa así al principio. Parte es la crisis estructural del Milan: desde luego, no es fácil encajar en un contexto tan problemático, con los abucheos del estadio y los resultados que no llegan. Parte es dificultad general, con Conceiçao transmitiendo ciertamente fuerza -esas seis remontadas… – pero desde luego no ha mejorado el juego del Milan. El equipo regateaba mejor con Fonseca y sigue sin tener un juego brillante, no muestra ideas claras de lo que quiere hacer con el balón.

El Milan volverá a los terrenos de juego dentro de quince días en Nápoles y, mientras tanto, Santiago habrá dado la vuelta al mundo. El seleccionador de México le ha convocado para la Final Four de la Concacaf Nations League: jugará contra Canadá en Los Ángeles la noche del jueves al viernes 20 y posiblemente en la final del domingo 23. Doble vuelo intercontinental. Surge entonces una sospecha: ¿es posible que Giménez en Nápoles esté en el banquillo? Difícil, pero Conceiçao evaluará porque Tammy Abraham, la otra mitad de la luna ofensiva del Milan, está en plena forma.

En Lecce entró en la última media hora y echó una buena mano. Contra el Como dispuso de 22 minutos más la recuperación e hizo el séptimo para enviar a Reijnders a gol con una asistencia de cinco estrellas, como una gran boya: el balón defendido y luego puesto por delante del último defensa. Conceiçao le aplaudió al final -‘¿Buena actitud de Abraham? Sin duda’ – y Tammy sonrió: “Cuando entro, quiero ayudar al equipo. Estoy feliz de haber hecho una asistencia para mi mejor amigo”. Oye, ¿pero su mejor amigo no era Tomori? A Fik también lo mandaron al banquillo en esta.

BUSCANDO UN POSIBLE SUSTITUTO DE MAIGNAN

Francia juega en Croacia su partido de ida de cuartos de final de la Nations League. En el Stadion Poljud de Split, el seleccionador Didier Deschamps se inclina por alinear de inicio a los tres “italianos” apercibidos de sanción: Randal Kolo Muani, del Juventus, en ataque; Matteo Guendouzi, del Lazio, en el centro del campo; y Mike Maignan, del Milan, en la portería. Por otra parte, el otro rossonero Theo Hernández no se encuentra en su mejor momento físico y se espera que vaya al banquillo junto con el jugador del Inter Benjamin Pavard y, entre otros, el segundo portero Lucas Chevalier.

Este último está siendo seguido de cerca en el mercado por el propio Milan. El Milan ya ha llegado a un principio de acuerdo para prolongar el contrato de Maignan desde 2026 (fecha de expiración de su actual contrato) hasta junio de 2029, con un aumento salarial de 2,8 millones de euros a 5 millones de euros netos al año más primas. Sin embargo, la firma aún no ha llegado, ya que las partes prefieren tomarse una pausa de reflexión para considerar qué hacer.

En caso de no renovación, el Milan pondría a Maignan en el mercado el próximo verano para evitar el riesgo de perderlo gratis dentro de un año y, en consecuencia, tendría que hacerse con un nuevo portero. De ahí el interés por Lucas Chevalier. Nacido en 2001, es seis años más joven que Maignan y tiene contrato hasta junio de 2027 con el Lille, el mismo club al que los rossoneri compraron a Maignan hace cuatro años por 16,4 millones de euros. Hasta ahora ha disputado 151 partidos con la camiseta del Milan, con el que ganó un Scudetto en 2022 y una Supercopa de Italia este año, de nuevo contra el Inter.

Los nerazzurri sueñan con recuperar al italiano Gigio Donnarumma, del París Saint-Germain, de quien se dice que está tras la pista del propio Chevalier. La pista alternativa para el Milan en el mercado italiano conduce al portero del Atalanta Marco Carnesecchi (clase 2000 ex-Cremonese).