Leao quiere seguir en el Milan

l gol y la asistencia en Udine para enviar un mensaje al Milan. Para el presente y para el futuro. Porque, independientemente de quién ocupe los puestos de director y entrenador la próxima temporada, Rafa Leao sigue viéndose con la camiseta rossonera puesta. Mientras tanto, sin embargo, pretende ser protagonista con sus jugadas para arrastrar al equipo a la conquista del segundo trofeo de 2024/25, la Copa Italia, y mantener al Diavolo en Europa la próxima temporada.

Desde que viste la camiseta del Milan, Leao nunca había encontrado tantas dificultades como este año. Primero Fonseca y luego Conceiçao cuestionaron su centralidad en el proyecto. Algo que no había ocurrido con Pioli en el banquillo. Personas cercanas a Rafa aseguran que no le gustó este papel ya no protagonista, pero al mismo tiempo la nueva situación para él le obligó a madurar.

A meterse aún más en el partido, a encontrar la manera de superar las dificultades, a ser decisivo incluso saliendo desde el banquillo (tres goles y tres asistencias en las diez ocasiones en las que ha sido utilizado de inicio). Ahora, el de Almada, de 25 años, es sin duda un jugador más completo, más fuerte a nivel mental, más fuerza de arrastre para sus compañeros que, por poner un ejemplo, imitan su júbilo al estilo surfista (tanto Reijnders como Fofana lo hicieron en Udine).

La elección de Conceiçao, que estrenó el 3-4-3 el viernes, le quita parte de su responsabilidad en la cobertura y sin duda le hace feliz de cara a una última temporada en la que aspira a mejorar sus estadísticas, pero sobre todo a dar más victorias a sus compañeros y aficionados.

En Udine, Leao marcó su séptimo gol en liga y la peculiaridad es que aún no ha batido al portero rival en San Siro. En Serie A, su último gol en el Meazza se remonta al 3-3 contra el Salernitana del 25 de mayo de 2024. Demasiado tiempo para un jugador con tanta clase, para uno tan importante para el equipo.

En la ola de entusiasmo por la actuación en el Bluenergy Stadium, también le gustaría dejar su impronta contra el Atalanta para seguir a la caza de una plaza en las próximas copas europeas y afrontar de la mejor manera posible el derbi de vuelta de la Copa Italia, previsto para dentro de ocho días.

Ante dos equipos que le superan en la clasificación, el Diavolo se jugará las opciones que le quedan de vivir una última temporada como protagonista y el número diez rossonero sabe muy bien que tiene que jugar un papel importante. Por su estatus y por… su futuro.

De hecho, el momento de la elección para 2025-26 se acerca. Antes del fin de semana, probablemente entre hoy y mañana, el adman Furlani se reunirá con Igli Tare, en este momento el candidato fuerte para el papel de entrenador principal la próxima temporada.

Es probable que una sola cumbre no sea suficiente para llegar a una fumata blanca y que, mientras tanto, el entrenador del Milan se reúna también con otros candidatos al puesto, que en cualquier caso tienen menos posibilidades que el albanés. La elección del técnico será el preludio de la del entrenador, ya que a Tare y a gran parte de los milanistas les gusta Allegri porque es un ganador (seis títulos de liga en su palmarés) y porque conoce bien Milanello.

El nombre de Leao en el Barcelona lleva circulando al menos un par de años, pero tras su renovación, con una cláusula de rescisión de ciento setenta y cinco millones, nadie ha intentado un acercamiento convincente al club de vía Aldo Rossi. La propuesta más tentadora ha llegado de Arabia Saudí, pero el jugador no la ha tenido en cuenta porque está a gusto en Milán y sus mensajes en las redes sociales, incluso en los últimos días, así lo confirman.

Se ve de nuevo rossonero la próxima temporada, sea quien sea el entrenador. Quiere convencerle de que le devuelva un papel de titular indiscutible que no tuvo en la 2024/25. El mismo que pretende mantener, con goles y asistencias, en esta última temporada. De banquillos ya ha hecho bastantes. Su futuro lo imagina en el campo sonriendo y… surfeando después de un gol. Quizá en San Siro.