Roma 3 – 1 Milan

El Milan pierde una vez más y dice adiós a cualquier posibilidad de ir a Europa, algo que no sucedía desde la temporada 2015/16 y en 2019 por las sanciones del fair play financiero, un absoluto y total fracaso deportivo que pasará a la historia de como no hacer las cosas aunque tengas dinero…

PRIMERA PARTE

El partido comenzó con un golpe seco para el Milan: apenas a los 3 minutos de juego, la Roma se puso en ventaja con un cabezazo de Gianluca Mancini tras un córner. Fue un inicio de pesadilla para los rossoneri, superados física y mentalmente por una Roma que salió con todo, presionando alto y con una actitud ofensiva muy marcada.

La defensa del Milan no encontraba respuestas ante los ataques liderados por Soulé y Shomurodov, mientras que los intentos ofensivos de Pulisic, Joao Félix y Jiménez eran tibios y desorganizados. La situación empeoró dramáticamente al minuto 21, cuando Santiago Giménez fue expulsado por una acción infantil: una innecesario codazo a Mancini, detectado por el VAR, dejó al Milan con diez jugadores cuando aún faltaban más de 70 minutos de partido.

Con el marcador en contra y en inferioridad numérica, parecía que el partido se le escapaba por completo al conjunto de Sergio Conceiçao. Pero sorprendentemente, el equipo reaccionó. Liderados por un muy activo Alex Jiménez desde la banda izquierda, el Milan encontró energías donde parecía no haberlas. El joven lateral fue incisivo y participativo en cada avance, asociándose bien con Joao Félix, quien también empezaba a mostrarse más suelto.

La recompensa llegó al minuto 39: Pulisic habilitó a Jiménez, quien fue anticipado por el arquero Svilar, pero el rebote le cayó a Joao Félix, que solo tuvo que empujarla al fondo de la red. El portugués marcó así su primer gol en la Serie A —curiosamente, su segundo tanto con la camiseta del Milan, ambos ante la Roma.

El empate significó un cambio emocional en el partido. El Milan se sacudió los nervios y cerró la primera parte en campo rival, con buenas sensaciones pese al desgaste. En los últimos minutos, incluso tuvo un par de aproximaciones peligrosas y mostró una actitud valiente e inteligente, cuidando el balón y presionando arriba.

Entre los jugadores más destacados del primer tiempo estuvieron Jiménez, hiperactivo por la banda izquierda, y Joao Félix, quien asumió responsabilidades ofensivas tras la roja de Giménez. También merece mención Tomori, firme en defensa ante las constantes llegadas de la Roma.

En cuanto a números, la posesión fue ligeramente favorable a la Roma (54% vs 46%), con pocas llegadas claras para ambos lados. El partido fue intenso, trabado y tenso, con una Roma que comenzó dominando pero que vio esfumarse la ventaja inicial ante un Milan resiliente.

SEGUNDA PARTE

La segunda mitad del partido entre Milan y Roma comenzó con una tensa calma. A pesar de jugar con un hombre menos desde el minuto 21 por la expulsión de Santiago Giménez, el conjunto rossonero volvió al terreno de juego mostrando determinación y empuje, intentando superar la adversidad con carácter más que con claridad de ideas.

Durante los primeros minutos, Reijnders lideró algunas buenas combinaciones con Musah y Joao Félix, generando una sensación de peligro que ilusionó a los tifosi. Pulisic también buscó protagonismo a través de jugadas a balón parado, y el equipo parecía con fuerzas para luchar por el partido, a pesar del desgaste.

Pero todo se vino abajo en el minuto 58, cuando Paredes, con un disparo certero de tiro libre, marcó el 2-1 para la Roma. La falta había sido provocada por un error de Loftus-Cheek al borde del área. Ese gol fue un mazazo anímico para el Milan, que a partir de allí comenzó a evidenciar las secuelas físicas y tácticas de jugar en inferioridad numérica durante tanto tiempo.

A pesar del golpe, Sergio Conceição movió el banco con cambios ofensivos: ingresaron Leão, Fofana y Jovic en busca de un milagro que no llegó. Leão, como siempre, intentó desequilibrar, y estuvo cerca del empate con una gran oportunidad, pero el portero Svilar respondió con solvencia.

La Roma, por su parte, no se desesperó. Supo manejar los tiempos del partido y administrar la ventaja con inteligencia. Cada contraataque giallorosso era peligroso, y la defensa del Milan, ya desgastada, comenzó a mostrar grietas. En el minuto 87, tras una serie de rechazos y rebotes dentro del área, Cristante marcó el 3-1 que sentenció el encuentro y, con ello, la temporada del Milan.

El tramo final del partido se jugó con resignación rossonera. Los últimos cambios fueron testimoniales. Pulisic fue sustituido, y finalmente, para cerrar una noche aciaga, el técnico Sergio Conceição fue expulsado por protestar, dejando su último acto en el banquillo milanista con una tarjeta roja. No estará en el cierre de temporada ante el Monza, un partido que ya no tiene ningún valor deportivo para el Milan.

Con esta derrota, el Milan queda fuera de las competiciones europeas por primera vez desde 2015-2016 por méritos deportivos, una situación que refleja una temporada de fracaso tanto en los objetivos como en el rendimiento. La última vez que el club no estuvo en Europa fue en 2019, pero en aquel entonces fue por sanciones relacionadas con el Fair Play Financiero.

El pitazo final confirmó una verdad dolorosa: el Milan cierra una etapa sin gloria, fuera de Europa y con un futuro lleno de interrogantes. La reconstrucción comienza ahora.