
Daniele Bonera ya no es el entrenador del Milan Futuro, relevado de sus funciones tras la sangrienta derrota del domingo 23 de febrero en casa contra el Pescara. De un ex-senador a otro: Massimo Oddo, su última experiencia en el Padova en C al final de la temporada pasada, ha sido llamado en su lugar. Oddo -que tiene contrato hasta 2026 (pero necesita la salvación para llegar) – se reencontrará con su antiguo segundo entrenador Mauro Tassotti, llamado hace un par de semanas a la cabecera del equipo sumido en la lucha por el descenso.
Es evidente que Bonera está pagando la falta de resultados: tras 28 partidos, los rossoneri tienen 22 puntos y son antepenúltimos, a sólo tres puntos del Legnago, que ocupa la última posición, la que lleva directamente a la D. El próximo domingo está el desafío contra los venecianos (en Legnago), que para el Milan representa una especie de dentro-fuera.
Quien acabe en cambio entre los puestos 16 y 19 afrontará el playout, y éste es obviamente el objetivo del Diavolo (el 15º está a ocho puntos, muy complicado pensar en poder escalar posiciones en las próximas diez jornadas). Bonera tiene ciertamente de su lado la coartada de la primera temporada de vida del Milan Futuro, coincidiendo con su primera experiencia en el banquillo, pero en estos casos los números matan cualquier razonamiento en la cuna: y un descenso al C equivaldría a la drástica reducción de un proyecto para el que la casa madre ha invertido 12 millones.
Oddo llega tras el intento del Milan en los últimos días de involucrar a Alberto Bollini, actual entrenador de la selección azzurra sub-19, pero que no fue liberado por la federación. El ex lateral rossonero, además de varias experiencias en B (Pescara, Crotone, Perugia, Spal) y una aventura en A (Udinese), ya ha conocido la Serie C al frente del Padova en dos ocasiones distintas.