¿Veremos cambio al módulo 3-5-2?

El Milan con la defensa de tres es como la nieve en el Sáhara: se ve, pero está fuera de contexto. Berlusconi la había prohibido básicamente por inmoral -en defensa se juega con cuatro, y mejor si uno de los cuatro se llama Baresi o Maldini- e incluso en los últimos años no ha sido muy popular: Pioli sólo utilizó el ‘tres’ desde el principio en situaciones de emergencia, Fonseca nunca y Conceiçao tampoco.

Hasta el punto de inflexión del 1 de marzo. “A partir del martes trabajaré en otro sistema de juego”. La pista es fuerte: lo más probable es que Conceiçao esté estudiando un Milan con defensa de tres. Sí, pero ¿cómo sería? ¿Funcionaría? ¿Quién saldría beneficiado y perjudicado?

Inmediatamente aparecen los nombres de los teóricos beneficiados: Alex Jiménez, Theo Hernández, quizás (quizás…) Christian Pulisic. A primera vista, la defensa de tres hombres añade un defensa central -tres, en lugar de dos-, pero en el caso del Milan no ocurre lo mismo. El lateral derecho, si las lesiones lo permiten, sería casi con toda seguridad Kyle Walker, que formalmente juega ahora de lateral derecho.

Y lo que es más, a menudo se le ve más abajo en la elaboración, con Theo Hernández más arriba a la izquierda. En realidad, la verdadera posición extra es en la banda, por fuera. Un Milan con tres centrales, digamos Walker-Thiaw-Pavlovic, tendría necesariamente dos laterales. En la izquierda, sin duda: Theo, que tendría más cobertura en la fase de no posesión. En la derecha, los favoritos: Yunus Musah y, sobre todo, Álex Jiménez, que parece perfecto para esas tareas. Como centrocampista derecho, podría atacar como le gusta y tener menos responsabilidad defensiva. Sobre el papel, un paraíso.

Antes de hablar del centro del campo y del ataque, una consideración general. El Milan no es un equipo 3-5-2, un sistema de juego que penaliza mucho a Leao, a Pulisic, probablemente también a Joao Félix. Mucho más lógico es el 3-4-3 o su variante… estrecha, el 3-4-2-1. Entonces, con los dos centrales, es lógico que las vidas de Fofana y Reijnders no cambien mucho: tendrían posiciones y tareas similares. Más bien, Christian Pulisic encontraría una ventaja.

En el actual 4-2-3-1, sobre el papel, tiene que echar una gran mano a la hora de atacar a los rivales, porque Joao Félix, Leao y Giménez no destacan por su aportación defensiva. En un 3-4-3, en cambio, tendría a Jiménez (o Musah) cubriéndole las espaldas.

Está claro que habrá muchas variables -¿cómo recogerá Conceiçao al rival? ¿Cómo jugará el otro equipo? – pero el horóscopo podría predecir una primavera menos derrochadora. Nota al margen, pero no demasiado: una defensa de tres sería el fin del experimento de los Fab Four, tal y como lo hemos conocido: Pulisic, Leao y Joao Felix se jugarían, en muchos partidos, dos camisetas.

Al final, la pregunta más importante: a nivel de equipo, ¿funcionaría? La respuesta se disfraza de pregunta: ¿por qué no? El Milan con Jiménez, Walker (o Tomori), Thiaw (o Gabbia), Pavlovic y Theo tendría potencialmente una línea de cinco hombres, sería menos desequilibrante, quizás cubriría mejor el campo.

Resulta un tanto sorprendente que Fonseca y Conceiçao nunca lo intentaran, salvo en algunas situaciones especiales de última hora. Con las semanas de descanso de la Liga de Campeones, por desgracia para él, el SC tendrá tiempo para realizar pruebas exhaustivas en Milanello. Es la vieja paradoja de las copas: quieres tiempo libre y, cuando lo tienes, te arrepientes de las semanas completas.