Para quienes, como Rafa, basan su repertorio en el impulso y la velocidad de acción, los músculos como los de la pantorrilla deben tratarse con mucho cuidado. Leao puede parecer distante y con la cabeza en las nubes, pero no bromea con su físico: es muy práctico, hasta el punto de que en su tiempo libre cuenta con un preparador físico personal.
Al salir del San Siro en lo que sigue siendo la única vez que ha jugado esta temporada, Rafa Leao, tras la lesión sufrida en la Copa de Italia, contó que había pedido el cambio al primer molestia, convencido de que el daño era mínimo o, al menos, contenido. El resultado de las pruebas realizadas el pasado 19 de agosto, cuarenta y ocho horas después de su retirada del campo, reveló un esguince en la pantorrilla derecha. El mismo informe hablaba de una situación que debía ser supervisada de cara al siguiente partido fuera de casa, en Lecce, el 29 de agosto. Desde entonces ha pasado más de un mes: no ha habido más problemas, solo que las fibras musculares de Leao son delicadas, además del estilo de juego en el que se someten a un esfuerzo especial.
Aceleraciones repentinas para llevar el motor al máximo de revoluciones: para ello es necesario que el coche funcione a la perfección. Ahora lo hace. Por lo tanto, es lógico esperar a Rafa en el campo. Pero no desde el principio, por lo que acabamos de decir: Leao lleva más de un mes parado, no tendría sentido pedirle que aumentara la velocidad de inmediato.
Primero se necesitan unas vueltas de prueba y luego una entrada gradual en la pista. Las pruebas se han realizado en los entrenamientos: Rafa volvió el jueves a trabajar con el grupo y ayer confirmó las buenas sensaciones con un trabajo de alta intensidad. Tendrá tiempo para calentar también hoy y el domingo por la mañana. Si mañana por la noche las condiciones lo requieren, estará listo para entrar en juego y aportar su granito de arena. Sin embargo, estará en plena forma para el Juve-Milan del 5 de octubre.
Curiosidad: es la tercera vez consecutiva que Rafa y el Nápoles se enfrentan así. En los dos partidos de la temporada pasada, Leao fue suplente, primero por decisión de Fonseca en la ida y luego por Conceiçao en la vuelta, por razones estrictamente técnicas: ni con el primero ni con el segundo compatriota Rafa había encontrado una conexión especial. Para recordar las actuaciones de Leao hay que remontarse a la etapa de Pioli y al menos a un par de partidos fuera de casa: el doblete del portugués en un Nápoles-Milán en abril de 2023, y otra asistencia al final de una imparable jugada individual en el partido italiano de cuartos de final de la Champions de la misma época y en el mismo estadio.
Ahora es diferente: Rafa es esperado en San Siro y en un Milan totalmente renovado. Él también es nuevo: por su papel, su edad, su responsabilidad. Ya no es solo el talento libre de brillar de forma intermitente, sino una luz que debe ser un referente en el área de penalti. Más allá de su zona de confort: Leao se alejará de la banda izquierda para ser cada vez más delantero centro, un número 9 atípico. Contra el Bari, su única presencia hasta ahora, marcó de cabeza con un preciso giro aéreo.
Las novedades se vislumbran: Rafa nunca se ha visto empujado a aprovechar los movimientos en elevación. A su nuevo delantero, Max también le pide esto. Además de una actitud diferente, con Allegri que parece finalmente escuchado: en el debut no había un jugador distraído y lento, sino un talento metido en el nuevo papel de líder y concentrado desde que entró en el campo.
Incluso estando lesionado, siguió siendo útil: fue una presencia positiva para el grupo, por ejemplo, con la historia de Instagram dedicada a Santi Giménez tras el gol. Un gesto amable propio de un hombre de equipo. Siempre se le ha visto en San Siro con sus compañeros comprometidos en el campo y menos en las retransmisiones en directo en las redes sociales, tal y como le pidieron el club y el entrenador. Ahora vuelven las ocasiones para destacar de verdad, no a través de un teléfono móvil, sino en una zona más adecuada para delanteros como él: el área de penalti.

ENTREVISTA A RUBÉN LOFTUS-CHEEK
Ruben, siento que hay mucha más confianza en ti, Tare ha dicho que eres uno de los jugadores más completos de Europa y Allegri da la sensación de haber hablado de ti en cada conferencia de prensa. ¿Qué ha aportado Allegri al equipo y qué ha cambiado respecto al año pasado?
“El míster ha traído una gran energía al equipo y al campo, estamos muy compactos y no queremos encajar goles. Ese es el objetivo de la temporada: ganar y no recibir goles, y eso nos da más posibilidades de victoria porque tenemos mucha calidad. Para el futuro, si logramos mantener esta solidez defensiva, tendremos grandes opciones de ganar partidos, y creo que ya lo habéis visto”.
Cuéntanos cómo ha sido para ti Milán en términos de aceptación cultural y de adaptación
“La verdad es que no sabía qué esperar al dejar el Chelsea, estuve allí muchos años, era mi casa. Pero vi la oportunidad de venir a Milán para una nueva experiencia y tratar de ganar trofeos con el Milan, y hasta ahora ha sido fantástico. Estoy jugando un buen fútbol aquí, la temporada pasada tuve dificultades por las lesiones, pero ahora empiezo a sentirme bien”.
“Quería abrazar la cultura que se vive aquí. Naturalmente, el fútbol es ligeramente distinto en términos tácticos, los partidos en la Serie A son como una partida de ajedrez. Al mismo tiempo, puedo aportar mi fuerza física, mi potencia, que son características más propias de la Premier League pero que también puedo usar en la Serie A”.
¿Es cierto que incluso los equipos de la parte baja de la tabla en Italia son rivales duros y difíciles de enfrentar?
“Sí, es así. Cada partido es difícil, cada equipo tiene su forma de jugar y de ser una amenaza para ti. Ganar partidos es realmente complicado, tienes que estar siempre listo y concentrado para llevarte los 3 puntos. Como visteis contra la Cremonese, fue un partido difícil, peligroso, que perdimos. Es una liga muy, muy complicada”.
¿Dónde te gusta jugar, Ruben, en qué zona del campo prefieres moverte?
“He ocupado muchos roles en mi carrera, puedo jugar en muchas posiciones. A veces pienso que es un don, otras una maldición, porque sabes que no siempre puedes jugar donde prefieres. Me siento más cómodo en el centro del campo, me considero un jugador más ofensivo, dominante, me gusta entrar al área y crear ocasiones. En esa posición creo que rindo más que en ninguna otra, pero siempre juego donde haga falta y donde el míster me lo pida”.
El objetivo declarado del Milan es volver a la Champions League, pero ¿en el vestuario se piensa en algo más? El domingo jugáis contra el Napoli, un partido importante contra un equipo fuerte que el año pasado, al igual que vosotros, no jugó Champions y luego ganó el Scudetto. ¿Qué sensación hay en el vestuario?
“Creo que debemos ser realistas y centrarnos en lo que está pasando ahora. Hemos jugado buenos partidos y estamos empezando a vernos más unidos como equipo y a jugar un buen fútbol, pero pienso que no podemos entusiasmarnos demasiado. Debemos mantener la concentración en mejorar cada día, entrenando bien y afrontando cada partido uno a uno sin mirar demasiado adelante, porque la temporada apenas empieza”.
Un jugador que está en un estado de forma extraordinario es Christian Pulisic. Habéis jugado juntos en varios equipos, ¿qué has notado de especial en él y por qué está tan en forma ahora?
“Christian trabaja muy duro, muchísimo cada día, entrena la definición, los penales, quiere ser un jugador capaz de decidir partidos. Algo que digo siempre de Christian en estas dos últimas temporadas en las que estuve con él es que ha sido muy constante en sus números, ha aparecido en los momentos importantes con grandes goles y grandes actuaciones, y se le ve mejorar partido a partido”.
“Creo que aún tiene mucho margen para crecer porque tiene un potencial enorme. Tener a Christian en el equipo es fantástico, somos muy amigos desde la época en el Chelsea, así que estoy muy contento de verlo crecer así y de que se haya convertido en un jugador de altísimo nivel”.
Debo preguntarte también por otro compañero, Luka Modric. ¿Qué tan fácil es jugar en el centro del campo al lado de un Balón de Oro como el croata?
“Sí, es realmente un placer jugar a su lado. Se vio desde su primer entrenamiento: es tan tranquilo y sereno en el campo que controla todo lo que le rodea, y cuando tiene el balón no hay de qué preocuparse, sabes que te encontrará, si haces un movimiento él te ve. Ya habéis visto el impacto que ha tenido. Así que sí, es fantástico jugar cerca de él y tenerlo en el equipo para ganar partidos”.