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Milan Futuro al infierno de la Serie D

Cuando, a las 21:58, se abren las puertas del infierno, hay cierta lógica: es el pobre Diavolo quien, tras ganar el partido de ida en casa contra el Spal por uno a cero, cae en Ferrara llevándose dos y se hunde en la Serie D. Un Milan entre aficionados: causa impresión. El Milan Futuro, seguido en Emilia únicamente por el entrenador Kirovski (Ibra asistió al partido de Primavera, que les valió la repesca), debe reiniciarse y volver a empezar donde nunca imaginó que acabaría.

Un choque en toda regla. Inevitablemente, el proyecto deberá revisarse en profundidad, pero sigue adelante y se ha visto algo bueno en cuanto a jugadores confiados al primer equipo, aunque siga siendo un fracaso deportivo. En Ferrara, en cambio, es una fiesta. No exagerada, porque para un equipo que partía con el objetivo del playoff, encontrarse en el playout fue una gran decepción. Pero la celebración es legítima tras la ajustada escapada.

Oddo alineó al mismo Milan que en la ida, mientras que Baldini cambió a tres, pero lo que cambió fue esencialmente la actitud. El del Spal fue un planteamiento feroz, tal y como exigía el tipo de partido, lo contrario de lo que había sucedido en la ida, cuando el rendimiento general de los emiliani había sido desastroso. En la práctica, partes invertidas con respecto a la semana anterior: los biancazzurri dueños del campo, los rossoneri sumidos en el caos e inseguros en la fase defensiva. Por una sencilla razón: todo fue cuestión de intensidad, gracias a la cual los locales llegaron casi siempre antes que el Milan, incluidos los segundos balones.

El empuje de la Mazza -más de 10.500 espectadores- fue evidentemente un factor sustancial, aunque más de uno temió que, paradójicamente, resultara ser un arma de doble filo y acabara generando una presión excesiva. Por ejemplo, al entrar en el campo para el calentamiento, el primer estribillo de la Curva Oeste fue “Get your c…”. No fue el ambiente más fácil, aunque después los ánimos fueron constantes y de un valor incalculable.

Digamos que el Spal jugó el partido como a su gente le habría gustado ver toda la temporada, y el Milan se vino abajo en los noventa minutos decisivos tras una primera vuelta en la que había sido claramente superior. Un partido ilusorio, a posteriori. Y una certificación más de que a este nivel la técnica ayuda, obviamente, pero no basta sin personalidad, astucia y una buena dosis de rudeza.

El Spal fue bastante áspero, el partido siempre se mantuvo en tonos bastante acalorados -en la primera parte, el entrenador del equipo blanquiazul, Casella, fue expulsado desde el banquillo-, aunque nunca desembocó en una verdadera bronca. Y el Milan nunca supo reaccionar ante la impetuosidad de los anfitriones. Tanto es así que las mejores ocasiones llegaron de disparos lejanos -Sandri, Alesi en dos ocasiones, ambas en la segunda parte-, que también se lo pusieron difícil a Galeotti, pero que al mismo tiempo demostraron lo difícil que era acercarse a él (el único que lo consiguió fue Traoré, con un derechazo que se desvió problemáticamente a córner).

Un gran esfuerzo en la fase de creación. El Spal dio dos pases de mérito en la primera parte, dando sentido a una agradable maniobra envolvente y a una gran presión. De hecho, el primer gol llegó de un balón rechazado por Nador y una fuerte reanudación por la banda izquierda: centro raso de Parigini para Awua y remate desviado de Molina lo justo para dejar fuera de combate a Nava. Era el minuto 22 y en ese momento los decibelios de la Mazza se elevaron aún más, hasta el maravilloso doblete de Molina (minuto 37), que se revolvió con magia en un pañuelo y dibujó un arco iris en el siete lejano.

Todo el mundo en pie. El Milan encajó el golpe, tambaleándose como un boxeador aturdido, y en ese momento, con dos goles por remontar, se puso muy difícil. En la segunda parte, el Diavolo lo intentó con algo más de convicción, pero sin ser capaz de cambiar la inercia del partido. Ningún avance, ninguna jugada capaz de volver a equilibrar el resultado. Cabezas gachas y lágrimas por un lado, abrazos por el otro y una ovación para Mirco Antenucci, que entró en la segunda parte y se despidió del fútbol en el partido de las grandes sonrisas y el peligro escapado.

Declaraciones de Michelle Criscitiello sobre este resultado: “12 millones gastados en el C para descender al D. Ibra poniendo a un director deportivo que nunca ha visto un partido de la Serie C. Ahora la LND debe aclararlo inmediatamente porque el Milan en Serie D distorsiona todo el campeonato. Un club que factura 300 millones no puede competir con un club que factura 300.000 euros”.

SPAL-MILAN FUTURO 2-0
Marcador
: 22′, 38′ Molina (S)

SPAL: Galeotti, Bruscagin, Nador, Fiordaliso, Calapai, Zammarini (85′ Arena), Awua, Mignanelli (71′ Ntenda), Molina (71′ Paghera), Karlsson (84′ Antenucci), Parigini (57′ D’Orazio). A disp.: Meneghetti, Zenti, Radrezza, Rao, Haoudi, Bassoli, Spini, Bidaoui, Nina

MILAN FUTURO: Nava; Minotti (67′ Victor), Camporese, Bartesaghi; Quirini, Branca (45′ st Sia), Sandri, Alesi, Bozzolan (67′ Omoregbe); Traoré (80′ Magrassi), Ianesi (75′ Turco). A disp.: Pittarella, Bianchi, Malaspina, Dutu, Magni, Paloschi, Vos


El Milan Futuro se juega su… futuro

Pase lo que pase, será un fracaso. O mejor dicho: habrá un fracaso, y otro que podrá sacar la cabeza a flote tras meses de apnea. El Spal y el Milan Futuro se juegan mañana por la noche su permanencia en la Serie C en Ferrara, en el partido de vuelta de la eliminatoria, tras la victoria rossonera por uno a cero en Solbiate Arno. No habrá más apelaciones: dentro o fuera en noventa minutos. Los pusilánimes, mejor que se vayan.

Un partido para decidir quién mantendrá la categoría y quién, en cambio, rodará estruendosamente hacia la D. D de desastre, D de desgracia. Porque sería un drama deportivo -otra D-, independientemente de quién lo sufriera. Para el Milan, el hundimiento de un club en su primer año, nacido para ser la piedra angular de un proyecto ambicioso y de largo alcance. Un desaire que, además, se sumaría a todos los demás extensos sufrimientos estacionales de los rossoneri. Para el Spal, sería un balde de agua fría sobre las ambiciones de un club histórico, que hasta hace cinco años estaba en la liga A y que este año había comenzado con el objetivo del playoff.

¿Qué hace falta para salvarse tras el uno a cero del Milan? En primer lugar, empecemos por decir que ni la prórroga ni los penaltis están previstos. La ventaja del equipo emiliano, generada por la mejor colocación en el campeonato, no es desdeñable: en caso de empate en los resultados y en la diferencia de goles, el Spal seguiría en el C. Más sucintamente: Baldini necesita ganar, independientemente del resultado.

Incluso el uno a cero sería suficiente. Quizá con un gol de Antenucci, el ídolo de la Mazza, que se despedirá del fútbol jugado con este mismo desafío. La guía de los rossoneri, en cambio, debe ser terminar estos 180 minutos habiendo marcado un gol más que su rival. Así pues, el Milan dispone de dos resultados de tres y eso es una ventaja para el Diavolo, pero tendrá que lidiar con un ambiente muy caldeado.

Si, como quedó claro desde el principio, el partido de ida fue prácticamente irrelevante -poco más de mil espectadores, la mayoría con bufandas blancas y azules-, el Stadio Mazza será un caos. Las entradas anticipadas van muy rápido en estos momentos -la Curva Oeste está agotada- y la proyección sugiere que la cifra de asistencia se acercará a los diez mil.

Y si en el partido de ida los ultras no acudieron a Solbiate Arno para protestar contra los segundos equipos, esta vez la necesidad de estar cerca del equipo en este desafío vital será mayor que todas las ideologías. Pero cuidado: Ferrara es una plaza apasionada, pero también muy enfadada y decepcionada, y si las cosas acaban mal hay quien teme consecuencias para el orden público.

Ciertamente, el primer asalto en casa del Diavolo dejó una mala impresión. Una primera parte inexistente, una segunda más valiente, pero aún así insuficiente. Donde acaban los deméritos propios, sin embargo, empiezan los méritos ajenos, y hay que reconocerle al Milan el mérito de haber merecido absolutamente la victoria. Primera parte del partido suntuosa, fútbol bonito para la vista y tácticamente acertado, con el único defecto de no tener la concreción necesaria en los últimos veinte metros.

Luego, en la segunda parte, el habitual repliegue. Un descenso dentro de la misma competición tantas veces experimentado por los rossoneri a lo largo de una temporada que todos, por parte de Milanello, obviamente imaginaban más fácil. Nada fácil, pero ni siquiera encontrándose en condiciones de defender la categoría en la eliminatoria. Una situación que los dos equipos, dos grandes decepciones de esta Serie C, tienen en común, así como la protesta de sus respectivos pueblos contra la propiedad, ambos estadounidenses. El que pierda estará en serios problemas.


Milan Futuro: el riesgo de la Serie D

La temporada del Milan Futuro se puede valorar dependiendo del ángulo desde el que se mire. Si se mira la situación tras la jornada número 33, en la que la clasificación entregó el último puesto junto con el Legnago, de todos modos hay motivos para alegrarse. Si, por el contrario, nos fijamos en el último partido, hay motivos para quejarse, porque el Milan Futuro, que no pudo pasar del empate en casa ante el Vis Pesato, se metió en problemas de cara al playout contra el Spal, al verse superado en la clasificación por el Baldini: en caso de empate, se salvaría el equipo que jugara el partido de vuelta en casa, por estar mejor situado en el campeonato (con una victoria cada uno, sin embargo, decidiría la diferencia de goles).

En general, no se puede hablar de una temporada positiva. Por supuesto, era el debut del segundo equipo rossonero, con todas las dificultades del caso, pero eran dificultades que iban más allá de lo lícito -el americano Kirovski de entrenador, Ibra de supervisor-, con el equipo siempre en la zona caliente y un camino resbaladizo que le costó el puesto a Bonera. Oddo ha conseguido enderezar parcialmente las cosas, pero seguimos hablando de un proyecto que costó unos 15 millones en total, con el equipo en peligro de descender a la D.

Mientras tanto, hay que reconocer a Oddo (con la supervisión de Tassotti, llamado a la cabecera del segundo equipo cuando todo se desmoronaba) el mérito de haber dado a los rossoneri una oportunidad de salvar la categoría. Si la eliminatoria decreta un final feliz, el matrimonio podría incluso continuar. Por lo demás, lo más importante es haber iniciado un camino que, tarde o temprano, está destinado a dar frutos (por otra parte, se emprendió precisamente por eso): es decir, poder formar “en casa” a jugadores que puedan llegar a la plantilla del primer equipo. Las tres recientes victorias consecutivas -que es lo que ha evitado el descenso directo- demuestran que el potencial está ahí y que se puede extraer confianza de los jugadores incluso en un contexto difícil, porque la C es difícil y, sobre todo, es difícil afrontarla con el logotipo del Milan en la camiseta.

Banalmente: el camino en el campeonato. De lo contrario, el Milan Futuro no se encontraría en el interior del play-out. Los números de la temporada regular hablan de 7 victorias, 13 empates y 18 derrotas, con 36 goles a favor (penúltimo ataque) y 57 en contra (penúltima defensa). Problemas en todos los departamentos: muy pocos goles en función de la producción ofensiva, y malas amnesias en defensa en lo individual y en lo colectivo. Tampoco funcionó la planificación de confiar al principio sobre todo en chicos del equipo Primavera: una categoría demasiado complicada para premiar un talento que carece de la astucia necesaria.

Tanto es así que en enero la directiva operó fuertemente en el mercado, trayendo a Milanello varios perfiles con experiencia en el equipo C. También podrían revisarse algunos aspectos de la integración entre el primer y el segundo equipo, con jugadores sacados del Futuro y agregados al Milan-A sin uso real (esto ocurrió con Camarda más de una vez), y por tanto con fines de semana totalmente sin minutos en las piernas, o con pocos cambios.

El trabajo es complejo y a medio plazo, pero ya se han visto cosas interesantes. Camarda tuvo el placer y el honor incluso de debutar en la Liga de Campeones (con un casi gol) y tiene el camino trazado para una andadura muy importante. Jiménez, tras los primeros meses con Bonera, se ha convertido en un pilar del primer equipo (el club espera arrancarlo por fin del control de la Real), al igual que Bartesaghi ha sido el alter ego de Theo en algunas ocasiones.

También cabe destacar los debuts de Liberali y Omoregbe, así como la aparición de Zeroli, cedido posteriormente al Monza. Y en la rampa de lanzamiento está ahora también Alesi, gran protagonista del final de campeonato con tres goles en los últimos cinco partidos.


Milan Futuro 1 – 0 Ternana

Tercera victoria consecutiva en liga para el Milan Futuro. Tras las victorias ante Campobasso y Sestri Levante, los rossoneri se impusieron por 1-0 al Ternana gracias al gol de Quirini en el tiempo añadido de la primera parte y al penalti parado por Nava a falta de once minutos para el final. Una victoria que llegó tras una sólida exhibición en la que el equipo del entrenador Oddo mostró una auténtica cohesión para sumar otros tres puntos a su casillero. Fue una actuación llena de sacrificio por parte del Diavolo, que causó problemas al Ternana (segundo en la tabla) al hacer avanzar el balón con rapidez.

Fue el tercer gol de la temporada de Quirini con nuestra camiseta, que viste desde enero, al rematar de cabeza una precisa asistencia de Camarda. Vannucchi se lució ante Ianesi, pero la parada más importante de la jornada fue la de Lapo Nava, que detuvo el lanzamiento de penalti de Cicerelli en el minuto 79. Es la tercera vez que Nava detiene un penal esta campaña. Ahora, la atención se centra en el próximo: el lunes 21 de abril, los rossoneri se enfrentarán al Gubbio en un partido que arrancará a las 15:00 CEST fuera de casa. Será otro partido crucial en el que el Milan Futuro buscará conservar la categoría en la Serie C.

Alesi puso a prueba a Vannucchi en el minuto 4. Nava salvó los remates de Curcio (22′) y Casasola (37′). Nava salvó los remates de Curcio (22′) y Casasola (37′), mientras que Cicerelli (38′) también amenazó para los visitantes. En el minuto 39, Curcio cabeceó fuera por poco un saque de esquina.

Tras contener al Ternana, el Milan Futuro estuvo a punto de adelantarse por mediación de Ianesi, que obligó a Vannucchi a realizar una fantástica parada tras un excelente contragolpe orquestado por Alesi. Después de que Sandri cabeceara fuera por poco (42′), los rossoneri se adelantaron en el tiempo añadido de la primera parte por mediación de Quirini, que batió al guardameta con un cabezazo picado tras un centro de Camarda. 1-0 al descanso.

Tras la reanudación, los rossoneri se mantuvieron firmes mientras el Ternana intentaba buscar el empate. Nava detuvo un disparo de Curcio, mientras que, en el otro extremo, Ianesi no vio puerta por poco con un derechazo. El ritmo bajó y el cansancio se hizo sentir, por lo que Oddo dio entrada a Bozzolan, Turco y Magrassi para aportar frescura.

El equipo visitante enviaba muchos balones al área, creando momentos de tensión. En el minuto 78, Branca fue sancionado con una falta en el área, pero Nava frustró a Cicerelli desde el punto de penalti. Lapo volvió a ser decisivo en el minuto 93, al desviar al poste un cabezazo de Capuano. El Milan Futuro aguantó y se llevó una gran victoria.

MILAN FUTURO 1-0 TERNANA

MILAN FUTURO (3-5-2): Nava; Coubis, Camporese, Bartesaghi; Quirini (77′ Magni), Sandri, Malaspina (58′ Bozzolan), Branca, Alesi; Ianesi (65′ Turco), Camarda (65′ Magrassi). Subs.: Colzani, Raveyre; Dutu, D’Alessio, Sia, Minotti, Victor, Traoré, Omoregbe, Vos. Coach: Oddo.

TERNANA (4-3-2-1): Vannucchi; Casasola (46′ Aloi), Fazzi, Capuano, Tito; Donati, De Boer (46′ Damiani), Vallocchia (82′ Ciammaglichella); Curcio (82′ Donnarumma), Cicerelli; Cianci. Subs.: Vitali, Ferrante, Bonugli, Bellavigna, Martella. Coach: Liverani.

Gol: 45+1′ Quirini (MF)

Tarjetas: 23′ Malaspina (MF), 32′ Vallocchia (T), 33′ Capuano (T), 67′ Cicerelli (T), 73′ Quirini (MF), 83′ Magni (MF)


Legnano 2 – 1 Milan Futuro

Mala tarde para el nuevo AC Milan Futuro del entrenador Massimo Oddo. En Legnago llegó la derrota por 2-1 en el minuto 90, al final de un partido que parecía encarrilado en la primera parte. Ventaja de Omoregbe en el minuto 18 y superioridad numérica en el 42 por la expulsión de Leoncini; después, al sonar la sirena de los primeros 45 minutos, empate de Diaby y, en el último, penalti de Bombagi, nacido de una falta de Raveyre, y que dio los tres puntos al equipo véneto. Con esta victoria, llegó el enganche en la clasificación a 22. Como decíamos, la tarde de los rossoneri había empezado con las mejores intenciones, pero la puerta corredera de los últimos minutos fue fatal.

Primero la ocasión fallada por Branca, después el contraataque que desembocó en el atrevido penalti a Legnago. Episodios que ponen de manifiesto, por parte de nuestros chicos, todavía un poco de inexperiencia en la gestión de estos momentos: la voluntad de ganar el partido ha costado una derrota, la cuarta consecutiva. De las caídas, sin embargo, siempre se vuelve a levantar y este equipo tiene las cualidades necesarias para hacerlo. Así pues, empezamos de nuevo con el partido en casa contra el Perugia el sábado 8 de marzo, el primero en el Chinetti para el entrenador Oddo.

Inmediato golpe del Milan Futuro, que ganó un córner en los primeros instantes del partido y, en el siguiente remate de Branca, estuvo a punto de adelantarse con un buen cabezazo de Quirini, al que superó Perucchini. Tras unos minutos de estudio, en el 18′ los rossoneri se adelantaron por mediación de Omoregbe, que recogió el balón en la frontal del área rossonera y contragolpeó batiendo a Perucchini con la zurda.

De nuevo Omoregbe, con gran confianza tras marcar, disparó en el minuto 41 tras una buena combinación con Fall: un potente zurdazo fue atajado en el suelo por Perucchini. Episodio clave en el minuto 42, cuando una falta de Leoncini sobre Omoregbe recibe tarjeta roja: Legnago en inferioridad numérica. Sin embargo, los locales encontraron fuerzas para igualar el resultado en el segundo de los cuatro minutos de añadido de la primera parte: Diaby robó el balón a Vos y batió a Raveyre por bajo. 1-1 al descanso.

La segunda parte del Milan Futuro comenzó inevitablemente al ataque y la primera ocasión reseñable llegó en el minuto 58, en un derechazo de Mbarick Fall, que se revolvió en el área y disparó a escasos centímetros del poste, con el portero impasible y batido. Dos minutos más tarde, Magrassi remató un centro desde la derecha de Quirini, pero no vio puerta.

Hubo una interesante reanudación en el minuto 73, cuando Alesi lanzó a D’Alessio, quien, en un mano a mano con Perucchini, optó por asistir a Magrassi en lugar de disparar, y la ocasión se esfumó. Alesi es el más inspirado y en el minuto 88 siembra el pánico en el área local, su disparo escorado a la derecha se convierte en una asistencia de lujo para Branca, que desde unos pasos dispara con la zurda al lateral. Al otro lado de la portería Raveyre comete falta: penalti para Legnago. Desde el punto de penalti Bombagi: gol y partido anulado en el minuto 90.

LEGNAGO-MILAN FUTURO 2-1

LEGNAGO (4-3-1-2): Perucchini; Muteba, Tanco, Noce, Ruggeri; Bombagi, Diaby (33’st Dore), Leoncini; Zanetti (1’st Casarotti); Svider (33’st Spalluto), Bassoricci (25’st Franzolini). A disp.: Berto, Rigon; Koblar, Morello, Peschetola, Banse, Tonica, Ballan, Vitale. All.: Bagatti. 

MILAN FUTURO (3-4-3): Raveyre; Quirini, Camporese, Minotti; Fall (22’st D’Alessio), Branca, Vos (1’st Malaspina), Bozzolan; Omoregbe (22’st Turco), Magrassi, Sia (22’st Alesi). A disp.: Colzani, Nava; Magni, Paloschi, Zukic; Hodzic. All.: Oddo. 

Arbitro: Mucera di Palermo.
Goles: 18′ Omoregbe (MF), 45+2′ Diaby (L), 45’st rig. Bombagi (L).
Tarjetas: 29′ Vos (MF), 8’st Fall (MF), 10’st Tanco (L).
Espulsado: 42′ Leoncini (S).


Un Milan Futuro en tremenda crisis

El Milan pierde partidos que debería ganar, está condenado por expulsiones absurdas, mentalmente nunca está preparado. Cierto, ya oído, salvo que… no estamos hablando del Milan de Conceiçao. El Milan Futuro, el segundo equipo entrenado por Daniele Bonera, tiene los mismos problemas que el primero y uno más, y no pequeño: evitar el descenso.

El equipo es antepenúltimo, sólo tres puntos por delante del Legnago, último, y actualmente jugaría el playout. Para evitarlo, tendría que recuperar ocho puntos en las últimas 10 jornadas, y no, eso es inimaginable. El Milan ganó al Spal en febrero, y luego sumó cero puntos contra el Lucchese, el Pianese y el Pescara. En caso de perder también el domingo en Legnago, se concretaría la hipótesis del descenso directo.

El pecado original se remonta al verano en que se creó el Milan Futuro. Zlatan Ibrahimovic optó por no dar el banquillo a su antiguo amigo Ignazio Abate, dos veces en la Final Four de la Youth League con un grupo similar al que habría jugado en la C League, pero llamó a Jovan Kirovski como director deportivo y a Daniele Bonera como entrenador.

Kirovski nunca había construido un equipo en Italia, Bonera nunca había entrenado. Poco más de seis meses después, Abate es segundo en la tabla con el Ternana y el Milan ha cambiado de jugadores clave, de ambiciones, de estrategia. Es casi seguro que también habría cambiado de entrenador, de haber llegado a un acuerdo con Alberto Bollini. El club, cuando Bollini permaneció en la plantilla de la FIGC, confirmó a Bonera, añadiendo a Mauro Tassotti, histórico segundo de Carlo Ancelotti (y también de Maldini, Leonardo, Allegri, Seedorf e Inzaghi).

El equipo de agosto, no por casualidad, ya no existe. En la alineación del primer campeonato estaban Jiménez, ahora fijo en el primer equipo, Zeroli que se ha marchado al Monza, Cuenca que ahora juega en el Génova, Nava que ocupa mucho el banquillo, Chaka Traore que está lesionado, Liberali que se ha colado sensacionalmente en la Primavera. El Milan Futuro se llevó en enero a Magrassi, Camporese, Quirini, Ianesi: jugadores con experiencia en la categoría para rebajar el coeficiente de riesgo. De momento, no está funcionando.

Las últimas horas han añadido algunos detalles muy preocupantes. El Milan Futuro perdió 3-2 en un partido que ganaba 2-1 al Pescara y Bonera comentó al final: “Nos enteramos ayer, después del partido del primer equipo, de que Camarda y Bartesaghi estarían con nosotros. Habíamos preparado el partido con otros jugadores, lo siento por los chicos que no empezaron desde el principio”.

La gestión de los jugadores entre el primer y el segundo equipo es una dificultad histórica -la Juventus 2018-19, en su primer año, vivió problemas muy similares-, pero Bonera describe una situación que probablemente perjudica a todos. Camarda, Torriani y Bartesaghi fueron enviados a jugar en Serie C en Busto Arsizio 16 horas después del final de un partido de Serie A jugado en Turín. Está claro que pueden echar una mano al Milan Futuro… y Camarda marcó un golazo en Pescara. Está claro que jugar también les puede venir bien. Pero ¿por qué esta vez (y no otras), por qué con tan poca antelación?

Bartesaghi, en el Milan Futuro contra el Pescara, fue expulsado por dos tarjetas amarillas completamente evitables -una por protestar y otra por una falta en la banda, en una situación no peligrosa- y confirma una tendencia a las rojas flagrantes. El 20 de octubre, Ballo Touré fue a jugar con el Milan Futuro contra el Legnago y, al igual que Bartesaghi, fue expulsado por doble amonestación.

Tres meses después, Antonio Gala fue expulsado unos diez segundos (¡!) después de saltar al campo contra el Ascoli, en una decisión arbitral cuestionable. En Legnago el domingo Bartesaghi no irá por sanción, Torriani estará con el primer equipo para el Milan-Lazio, Camarda quién sabe. Bonera, para bien o para mal, tendrá que ir solo.


Milan Futuro 2 – 3 Pescara

Domingo amargo para los chicos del Milan Futuro, que sufrieron su tercera derrota consecutiva en Solbiate Arno. En el Chinetti el Pescara pasó 3-2, al término de 90 minutos en los que los rossoneri se adelantaron dos veces -primero con un espléndido gol de Camarda a los 6 minutos, y luego al comienzo de la segunda parte con el primer gol de la temporada del capitán Coubis-, pero siempre se vieron atrapados, concediendo en jugadas a balón parado por los Abruzos y siendo castigados más allá de sus propios deméritos. Un partido desafortunado que acabó, en el último cuarto de hora, en inferioridad numérica como consecuencia de la segunda tarjeta amarilla recibida por Bartesaghi.

Fue un partido que ya hemos visto a lo largo de esta temporada, y la pena es grande ya que los rossoneri habían afrontado la contienda de la mejor manera posible, desbloqueando de inmediato y merecidamente el marcador ante un equipo de gran nivel para la categoría. Al final nos quedamos sólo con las señales positivas de las individualidades y una actuación esperanzadora pero insuficiente para mover una clasificación complicada, que nos ve aún en antepenúltima posición con la salvación muy lejos. Y el primer compromiso de marzo será crucial en este sentido, ya que saldremos a escena -el domingo 2 a las 15.00 horas- en el campo del colista Legnago Salus.

El comienzo fue al rojo vivo, y tras una ocasión de Magrassi, abrimos el marcador a los 6 minutos: Camarda recibió en el fondo del área, paró con el balón llevado a la derecha y Plizzari le batió con un disparo raso. Era el segundo gol de Francesco en liga, el cuarto de la temporada contando la Coppa Italia. Los visitantes intentaron responder con un disparo de Dagasso desde el borde del área, que puso a prueba los reflejos de Torriani en el minuto 16.

En el minuto 18, una falta de Coubis sobre Brosco provocó un penalti a favor del Pescara, transformado por Bentivegna. Fue un gol que desatascó a los Abruzzesi, que estuvieron a punto de doblar el marcador en varias ocasiones, sobre todo con el ex Tonin de la jornada. El Milan Futuro intentó reaccionar con el intento de Quirini en el minuto 33, pero fue un paréntesis en un momento de control de los invitados que, sin embargo, no desbloquearon el marcador, gracias también a un buen cierre de Coubis sobre Tonin en el minuto 41.

El comienzo de la segunda parte fue menos vibrante, pero el leitmotiv fue el mismo que en la primera parte para los rossoneri. Primero Bartesaghi comprometió a Plizzari desde el borde del área y luego, en el saque de esquina resultante, el pase de Quirini vio cómo la excelente inserción de Coubis nos ponía por delante en el minuto 56.

El Milan Futuro se las arregló bien, concediendo poco -sólo un intento inofensivo de Pellacani en el minuto 58- hasta las primeras sustituciones realizadas por los dos entrenadores. Torriani reaccionó en el minuto 66 a la conclusión de Cangiano, pero no pudo, cuatro minutos después, decir no a un cabezazo aplastante de Brosco: era el 2-2 en el minuto 70.

El partido cambió en el minuto 77, cuando los rossoneri se quedaron con 10 hombres por la segunda amarilla recibida por Bartesaghi. En superioridad numérica, el Pescara se hizo definitivamente con el control del partido, sin conceder nada y encontrando el 3-2 en el minuto 87: otro penalti, remate de cabeza de Lancini al que no pudo llegar Torriani. Pitido final.

MILAN FUTURO-PESCARA 2-3

MILAN FUTURO (4-4-2): Torriani; D’Alessio (29’st Fall), Minotti, Coubis, Bartesaghi; Quirini, Branca (44’st Turco), Malaspina, Ianesi (29’st Omoregbe); Magrassi, Camarda (33’st Bozzolan). A disp.: Nava, Raveyre; Paloschi, Zukić; Hodzic, Vos; Alesi, Sia

PESCARA (4-3-3): Plizzari; Pellacani, Brosco, Lancini, Moruzzi; Valzania (37’st Meazzi), Squizzato, Dagasso; Bentivegna (15’st Ferraris), Tonin (15’st Alberti), Cangiano. A disp.: Profeta, Saio; Crialese, Letizia, Pierozzi; De Marco, Saccomanni; Arena

Goles: 6′ Camarda (MF), 18′ rig. Bentivegna (P), 11’st Coubis (MF), 25’st Brosco (P), 42’st Lancini (P).
Tarjetas: 18′ Bartesaghi (MF), 2’st Branca (MF), 35’st Valzania (P), 48’st Lancini (P), 48’st Coubis (MF).
Espulsado: 32’st Bartesaghi (MF) por segunda tarjeta


Pianese 1 – 0 Milan Futuro

Jornada desafortunada para los chicos del Milan Futuro, que cayeron por la mínima ante el Pianese. El marcador al final del partido reflejaba un 1-0 a favor del equipo local, octavo en la clasificación en la apertura de la 27ª jornada de la Serie C. En el Stadio Comunale de Piancastagnaio, los chicos de Mister Daniele Bonera -con Mauro Tassotti debutando en el staff técnico del Milan Futuro- cuajaron una actuación mediocre ante un rival capaz de desatascar el partido de penalti en la primera parte y luego mantener la ventaja en la segunda, gracias también a la superioridad numérica dictada por la expulsión de Camporese en el minuto 40, por acumulación de tarjetas amarillas.

Dos episodios, llegados en el espacio de 10 minutos al final de la primera parte, ciertamente difíciles de transformar y convertir a favor propio, haciendo cada vez más complicado con el paso de los minutos encontrar la energía necesaria para recuperar el control de un partido bien mantenido por los anfitriones de Pianese, liderados por el número 9 Mignani, hoy en su 12º gol de la temporada y firmemente en el podio de los máximos goleadores del grupo B. El Milan Futuro se mantiene así anclado en los 22 puntos de la clasificación, con la mirada cada vez más perdida en los puestos de salvación.

El primer tanto del partido llegó por mediación de Pianese, en una reanudación interceptada por Minotti. El Milan respondió con tres fogonazos entre los minutos 24 y 26: primero Magrassi disparó alto desde el borde del área, y después Omoregbe y Branca estuvieron a punto de marcar el 1-0. La verdadera sacudida del partido llegó en el minuto 33, cuando el árbitro señaló penalti tras el impacto entre Camporese y Nicoli en el área.

Desde el punto de penalti, Mignani chutó raso al larguero, despachando a Raveyre. A continuación, Pianese estuvo a punto de doblar la ventaja, rechazado por el guardameta rossonero, que intervino en el remate de cabeza de Indragoli. En el minuto 40 se produjo el segundo episodio que condenó a los chicos de Mister Bonera: Camporese derribó a Mignani, era la segunda amonestación tras la intervención en la ocasión del penalti, el Milan en 10. Los rossoneri sufrieron pero no concedieron el doblete al Pianese, que seguía siendo peligroso en el minuto 41 con Nicoli, que remató de zurda al segundo palo, bien tapado por Raveyre.

En la segunda parte el ritmo fue decididamente contenido, con una ocasión por cada bando que no cambió el resultado en el marcador. En el minuto 25, el Pianese estuvo a punto de doblar la ventaja por medio de Simeoni, que remató con la zurda un centro de Da Pozzo, pero no acertó.

Apenas un minuto después, el Milan lo intentó por partida doble, con dos goles de Quirini: primero, una volea con la zurda a centro de Bozzolan, en la que Boer impidió el deleite rossonero al elevar el balón a saque de esquina, ganándose los elogios de sus compañeros; la segunda ocasión salió rozando el larguero, pero su cabezazo acabó alto. Hubo poca emoción en el resto del encuentro, y el partido terminó con la celebración de los locales.

DECLARACIONES DE DANIELE BONERA

Sobre el partido

“Empezaría por lo positivo de la segunda parte, de diez: el equipo se compactó e intentó responder a las adversidades del campo, del equipo contrario, de estar en inferioridad numérica. El equipo mantuvo el campo con orden, arriesgando poco o nada y siendo peligroso: pienso en el disparo de Quirini en el que su portero hizo una gran parada. Aparte de eso, la segunda parte fue positiva. La primera parte un poco menos, pero la ocasión del penalti es muy decisiva para el resultado y la inferioridad, porque creo que fue incluso fuera del área. A partir de ahí cambió el partido”.

Una plantilla mutada

“Hemos traído jugadores experimentados que pueden echar una mano ante la adversidad. Hicimos un equipo decididamente joven en los primeros meses, por elección: con las dificultades del caso, sabíamos que esta categoría requería de todos modos jugadores experimentados. Creo que el grupo también tiene una cierta coherencia en cuanto a personalidad, está claro que cada partido es muy importante”.

PIANESE-MILAN FUTURO 1-0

PIANESE (3-4-2-1): Boer; Nicoli (27’st Pacciardi), Indragoli, Masetti; Da Pozzo, Simeoni, Proietto, Bacchin (38’st Marchesi); Ercolani, Mastropietro (27’st Frey); Mignani. A disp.: Filippis, Reali, Nardi, Colombo, Chesti, Spinosa, Pietrosanti, Barbetti, Falleni, Pallante, Giorgio

MILAN FUTURO (3-4-2-1): Raveyre; Coubis (47’st Turco), Camporese, Minotti; Quirini, Branca (38’st Sia), Vos (18’st Malaspina), Bozzolan; Fall, Omoregbe (18’st D’Alessio); Magrassi. A disp.: Nava, Pittarella, Hodzic, Alesi, Zukic, Nissen

Gol: 36′ rig. Mignani (P)
Tarjetas: 33′ Camporese (M), 37′ Coubis (M), 20’st Mignani (P), 39′ Marchesi (P), 40’st Pacciardi (P), 43’st Proietto (P), 49’st Sia (M).
Expulsados: 40′ Camporese (M)


Milan Futuro: entra Mauro Tassotti

Los aficionados rossoneri siguen recitándolo ahora como un trabalenguas, un rosario laico de magnificencia futbolística: Tassotti-Costacurta-Baresi-Maldini (aunque Filippo Galli también ocupa un lugar). El primer grano del rosario acaba de volver a la base: Mauro Tassotti pasará los próximos cuatro meses y medio en Milanello, llamado por la dirección rossonera a la cabecera del Milan Futuro, que en el club nadie podía imaginar en una situación tan precaria a estas alturas del año.

La jugada está clara: en un equipo que acaba de nacer -en el sentido estricto de la palabra- y con medio pie colgando sobre el precipicio que conduce a la D, es necesaria la intervención de uno de los Grandes Sabios de la historia rossonera para evitar el fracaso del proyecto. Técnicamente, según el comunicado oficial del club, Tassotti “se une al cuerpo técnico del entrenador Daniele Bonera”. Una redacción deliberadamente genérica porque el ‘Tasso’ será una especie de refuerzo, un poco de campamento y un poco de trabajo de motivación. Dos hombros anchos en los que Bonera, en su primer año en un banquillo, podrá apoyarse.

La noticia encendió de inmediato el entusiasmo del pueblo rossonero. Basta con dar un rápido paseo por las redes sociales para encontrarse flotando en ríos de afecto hacia una de las banderas más queridas de la historia del Milan. Y, ni que decir tiene, no son pocos los que abogan por la figura de Mauro para un primer equipo desorientado y falto de esas características -dentro y fuera del campo- que han hecho grande al Diavolo. Tassotti regresa a Milanello tras nueve años de ausencia, pero es uno de esos casos en los que quien vuelve es como si nunca se hubiera ido.

Un vínculo que dura 36 años de la vida de una persona es, sin duda, toda una vida. Y que los caminos se hayan vuelto a unir apenas unas horas antes de San Valentín es una ayuda para los románticos. El Tejón siempre se ha ganado la estima transversal porque utilizaba la receta más sencilla y eficaz: pocas palabras, muchos hechos y mucho trabajo. Trabajo construido sobre una profesionalidad impecable. Mauro fue una de las piedras angulares del ascenso del Milan al techo del mundo. Como jugador acumuló 17 trofeos, ocho de ellos internacionales. Luego vinieron los de los banquillos.

El eterno segundo. El eterno segundo. Tassotti empezó como compañero de Cesare Maldini y luego fue segundo entrenador de Ancelotti, Leonardo, Allegri, Seedorf e Inzaghi. Victorias -muchas-, decepciones -más de una- y luego, en 2015, la llegada de Mihajlovic con su staff y el final del camino como adjunto. ‘No representé la normalidad, fui una anomalía’, dijo hace unos años, rememorando su trayectoria en el banquillo. Pero aquel día del verano de hace diez años, cuando un Galliani avergonzado le comunicó que ya no sería el segundo entrenador con Mihajlovic, fue todo un shock.

Nueva función: “supervisor extra rosa”, es decir, controlar el crecimiento y el desarrollo de los jugadores rossoneri cedidos. Duró poco, porque Tejón es un hombre de campo y no de despacho. Siempre lo ha sido, y su nuevo papel en el Milan Futuro también lo demuestra. Sí, Tassotti siempre permanecerá en el imaginario del eterno segundón, pero ha habido momentos en los que ha dirigido oficialmente al equipo y otros en los que ha estado en el meollo de la cuestión. Por ejemplo en 2010, antes de que llegara Allegri.

Mauro, enamorado del Milan, nunca se ha jugado el cuello, pero le hubiera gustado. Nos lo dijo en verano de 2015: “Llevo entrenando en este club desde el 97, si hubieran querido darme el primer equipo, lo habrían hecho. Y si me lo hubieran pedido, sin duda habría aceptado. Pero no me lo pidieron, evidentemente siempre me consideraron funcional en el papel de adjunto. Y luego debo decir que todo fue bien enseguida: con Ancelotti llegaron grandes éxitos, me sentí realizado en mi trabajo”. Y un año después: “¿Un banquillo ‘titular’? “Si se da, lo tendré en cuenta. Incluso en una categoría inferior. Para mí, entrenar es suficiente”.

El resultado fue distinto. La decisión de seguir a su amigo Sheva primero a Ucrania y luego al Génova significó más años como suplente, pero fueron temporadas llenas de significado y útiles para aportarle un bagaje profesional adicional que ahora, a sus 65 años, Tasso pone a su disposición con su habitual humildad en la Serie C, con el segundo equipo de los rossoneri.

Porque si el Milan llama, no se puede decir que no. Entonces en junio veremos, cualquier hipótesis es imaginable. Una estancia en el futuro Milan, o quizás un regreso al primer equipo. Lo importante para Mauro será mantenerse en contacto con el campo.


Horas contadas para Daniele Bonera

El Milan está muy cerca de cambiar de entrenador. El segundo equipo rossonero perdió el choque directo contra el Lucchese y es antepenúltimo en la clasificación, en plena zona de playout, en el Girone B de la Serie C. El 0-2 de ayer por la tarde fue casi con toda seguridad el último capítulo en el banquillo de Daniele Bonera, el antiguo hombre de la plantilla de Stefano Pioli, elegido por Zlatan Ibrahimovic en verano para el nuevo proyecto del club.

Tras 26 partidos de liga y un pobre balance -4 victorias, 10 empates y 12 derrotas-, la exoneración con la elección de un nuevo entrenador está cerca. El club, con Jovan Kirovski al frente, ya está manos a la obra, al igual que lo estuvo en el mercado de enero para enderezar el rumbo tras las elecciones del verano: se compraron jugadores experimentados (Magrassi, Camporese, Branca, más Ianesi y Quirini) para enmendar los errores del principio de temporada.

Alberto Bollini, entrenador de la selección italiana sub-19, es una hipótesis para la sucesión: de momento, es el primer candidato. Bollini entrena a la selección azzurra desde 2019 y ganó el Campeonato de Europa sub-19 en Malta en 2023, un éxito histórico: la primera victoria de una selección italiana sub-19 desde 2004.

Tiene dos ventajas sobre gran parte de la competencia: conoce a varios de los jugadores del Milan Futuro por haberlos tenido en la selección y ha entrenado a equipos profesionales de Serie B (Salernitana de 2016 a 2017), Serie C (Módena, Igea Virtus, Valenzana, Lecce) y Serie D (Módena). Se espera que ponga fin a su relación con la FIGC en un momento de transición: los azzurrini jugarán en marzo contra Letonia, España y Francia en la fase Élite de clasificación para la Eurocopa.

Una solución alternativa podría ser Federico Guidi, el actual entrenador, que lo está haciendo muy bien con el equipo Primavera de los rossoneri y que tiene un perfil similar: ha entrenado a las categorías inferiores (sobre todo a los equipos Primavera de la Fiorentina y la Roma), a las selecciones nacionales sub-17 y también a equipos profesionales (Gubbio, Casertana, Teramo). Sin embargo, si el Milan lo ascendiera, tendría que cambiar los banquillos de sus dos principales equipos juveniles.