Cuarto puesto: 2,23 puntos de media

Podría ser peor, podría estar lloviendo… La escena de culto de Frankestein Junior puede ser serenamente repropuesta en clave moderna en Milanello, porque la ley de Murphy es a veces implacable. Tras la trágica velada de Turín, el Diablo grita de dolor: poner sal en las heridas abiertas tiene ese efecto. Y, semana tras semana, parece cada vez más difícil aferrarse a algo para esperar que a finales de mayo la temporada haya tenido sentido.

Los errores individuales van ahora más allá de lo bueno y lo malo, los Fab Four no funcionan, los jugadores estrella se han convertido en figurantes de cuarta categoría, el entrenador gruñe sin llamar mucho la atención y, en cualquier caso, el juego no fluye en proporción a la calidad media del equipo. Este es el contexto en el que el Milan se ve obligado a moverse para intentar alcanzar la cuarta plaza.

Sí, el cielo de Milanello llueve y relampaguea porque la tabla clasificatoria no se mueve como debiera -sobre todo cuando los demás tropiezan- y el quinto puesto, salvo hazañas italianas y desmayos ajenos, no ofrecerá Liga de Campeones, sino Europa League. ¿Cuál es la cuota para el cuarto puesto? El mínimo al que hay que aspirar es de 70 puntos. Así que hagamos unos cálculos sencillos.

Hasta ahora, el Milan ha sumado 41, es decir, 1,64 puntos por partido. Una media muy insuficiente de cara a la Liga de Campeones. Baste decir que, antes de la derrota en Turín, con Conceiçao al timón eran 2 puntos por partido, suficientes para estar entre los cuatro primeros en abstracto. Pero, con el retraso acumulado, no sería suficiente en la realidad. ¿Alguna proyección? En primer lugar, dígame que si los rossoneri se mantuvieran en su media actual, acabarían con 62 puntos: una cuota que en los últimos años ha oscilado entre el sexto y el séptimo puesto, es decir, entre la Europa League y la Conferencia.

Si, por el contrario, en los trece partidos restantes la media fuera de dos puntos, el resultado final sería de 67: insuficiente para el cuarto puesto. Así pues, el cálculo se hace pronto (neto de las variables de clasificación que puedan entrar en juego, también en función de la cuota del campeonato): para alcanzar -y hablamos del mínimo- los 70 necesitamos otros 29 puntos, o una media de 2,23 puntos por partido.

Partiendo de los 1,64 puntos actuales, supone un aumento de 0,59 por partido. Entonces: ganar 10 de 13, o 9 con 3 empates, y así sucesivamente. Objetivamente complejo. Por tanto, la pregunta debe dirigirse directamente al entrenador: ¿cómo se puede lograr semejante mejora? Que conste que -aparte del Bolonia, al que nunca se ha enfrentado en este campeonato- el Milan en la ida, contra equipos a los que aún no se ha medido, logró una media de 1,63. Lo de siempre, en definitiva. Aquello con lo que la Liga de Campeones sigue siendo un espejismo.

NO HABRÁ RUEDA DE PRENSA

Hoy no habrá rueda de prensa de Sergio Conceicao en vísperas del Bolonia-Milán, partido aplazado de la 9ª jornada de la Serie A, que se disputa mañana jueves a las 20:45 PM


Pulisic renovará hasta 2029

El momento no es de los mejores y los resultados llegados en los partidos contra el Feyenoord, con la eliminación de la Liga de Campeones, y contra el Torino, con la consiguiente disminución de las posibilidades de acabar cuarto en el campeonato, no han traído ciertamente la tranquilidad a un ambiente ya de por sí turbulento.

La atención, por tanto, se centra en el campo, porque los dos enfrentamientos directos contra Bolonia (mañana por la noche) y Lazio (domingo por la noche) podrían devolver al equipo de Conceiçao a la lucha por la clasificación para la próxima Liga de Campeones, pero en Via Aldo Rossi la directiva también debe mantener abiertos los contactos con los agentes de los jugadores para ampliar unos contratos que tienen fechas de caducidad “peligrosas”.

Por eso, a finales de noviembre se renovó el acuerdo con Matteo Gabbia, con un ajuste económico. El nuevo contrato (hasta 2029) con el defensa, criado en la cantera del Diavolo, fue sólo el primero de la lista. Después llegaron la fumata blanca para Mike Maignan, hasta 2028 con opción hasta 2029, para Tijjani Reijnders, hasta 2029 con opción hasta 2030, y para Lorenzo Torriani, hasta 2030. El acuerdo con los dos porteros y el centrocampista ya está y sólo falta el anuncio, que llegará en el momento que el club considere más oportuno.

Ahora no… Se entiende que el futuro de Magic Mike en el club rossonero también estará determinado por el rendimiento que tenga el número 16 en esta última temporada (en la 2024-25 el ex jugador del Lille cometió al menos tres errores de bulto). Otra cosa es Hernández, con quien cualquier conversación iniciada en el pasado ha quedado inevitablemente en stand by debido a las pruebas de Theo.

¿Pulisic próximo acabado? Por supuesto que no. El estadounidense también se considera un elemento fundamental. No sólo porque es, junto con Reijnders, el mejor goleador de la temporada de los rossoneri, sino también porque tiene una impresionante regularidad de rendimiento y, detalle no secundario, un notable apego al Diablo.

Las conversaciones con el ex jugador del Chelsea comenzaron en los últimos meses y el club está dispuesto desde hace tiempo a ampliar su actual contrato, vigente hasta 2027 (con opción hasta 2028 a favor del club), en un año, es decir, hasta 2028, con opción hasta 2029. El jugador se inclina ahora por aceptar, y también él se encamina hacia una prórroga con un aumento salarial de 4 a 5 millones. Más primas, previstas en prácticamente todos los acuerdos rossoneros. El apretón de manos tendrá lugar en breve.

Llegado en el verano de 2023 procedente del Chelsea por 20,8 millones más 2 de bonus, Pulisic ha demostrado ser insustituible con todos los entrenadores que ha tenido, desde Pioli a Conceicao pasando por Fonseca. Esta temporada lleva un total de 12 goles (6 en la Serie A), a los que ha sumado 9 asistencias (8 en liga). El objetivo de 15 goles en 2023-24 está, por tanto, al alcance de la mano. Por eso el Milan se movió a tiempo para blindarlo y, sobre todo, para reconocerle económicamente su condición de jugador top.

En Milán, Cristiano lo está haciendo bien, lo mismo que en el vestuario rossonero. Su rendimiento constante, sin embargo, lleva inevitablemente a varios clubes a preguntar por él. La renovación enviará un mensaje alto y claro a los admiradores del Capitán América: Pulisic se siente como en casa en el AC Milan y el club no tiene intención de privarse de él. Independientemente de cómo termine esta temporada, que, aparte de la Supercopa ganada en Riad, ha dado hasta ahora pocas satisfacciones.

MILAN-INTER EN LA COPA DE ITALIA

El partido entre Inter y Lazio nos deparó el tercer semifinalista de esta edición de la Copa de Italia, a la espera del Juventus-Empoli: los nerazzurri se impusieron 2-0 a los biancocelesti y les arrebataron el pase para las semifinales de la competición.

El equipo entrenado por Simone Inzaghi se enfrentará al Milan a doble partido (ida y vuelta en semifinales). La ida se disputará el 2 de abril, mientras que la vuelta se jugará el 23 del mismo mes. Los rossoneri jugarán el primer partido en casa, mientras que el Inter disputará el segundo (en San Siro en ambos casos, al tratarse de una ‘stracittadina’). Esto se debe a que el Inter ocupa el primer puesto de la tabla y tiene derecho a jugar el partido de vuelta ‘en casa’.

ODDO NUEVO ENTRENADOR DE MILAN FUTURO

Ayer, el Diavolo anunció la destitución de Daniele Bonera, y hoy ha llegado el anuncio oficial de su sucesor: es el turno del ex defensa, que vistió la camiseta del Milan en la Primavera y en el primer equipo, ganando también la Liga de Campeones.

Oddo, que podrá contar en su plantilla con Mauro Tassotti -que permaneció en el club tras la destitución de Bonera-, tiene ante sí una difícil misión: llevar al futuro Milan a la salvación. El equipo ocupa actualmente el antepenúltimo puesto de la Serie C, con sólo 22 puntos en 28 partidos.


Reijnders renueva hasta 2030

Tijjani Reijnders y el Milan están cada vez más cerca de renovar, en medio del interés y desde Holanda llegan nuevos detalles sobre el calendario y el contrato: el precio de un posible futuro traspaso lo pondrá el club rossonero.

“Mi mayor objetivo es ganar tantos trofeos como sea posible. Porque si juego al fútbol es para escribir mi nombre en los libros de historia. Espero que esto sea posible en el Milan, con el que pronto ampliaré mi relación”, anunció el centrocampista holandés en una reciente entrevista concedida a France Football. Y la fecha del fatídico ‘sí’ está cada vez más cerca.

Según De Telegraaf, el acuerdo para la renovación entre las partes se alcanzó la semana pasada, una fumata blanca que llegó tras una larga negociación: hicieron falta varias conversaciones y un largo intercambio de correos electrónicos, al final llegó el apretón de manos entre el papá-agente y los ejecutivos rossoneri.

Según leemos, los abogados están ultimando la redacción de los acuerdos y la firma oficial del contrato se espera para principios de marzo. Según informa el diario holandés, Reijnders ampliará su contrato con el Milan hasta el 30 de junio de 2030.

En cuanto a las cifras, tal y como habíamos adelantado en Calciomercato.com en las últimas semanas, el ex jugador del AZ Alkmaar verá duplicado su salario: de 1,7 millones de euros netos por temporada pasará a 3,5 millones más primas ligadas a objetivos personales y de equipo.

Desde su llegada al Milan en verano de 2023 por 20,5 millones de euros, Reijnders se ha convertido en un elemento básico del club y con la renovación se convertirá en uno de los jugadores mejor pagados de la plantilla. La ampliación es una recompensa por su crecimiento, pero también una señal para los equipos que se han interesado por el centrocampista nacido en 1998 en los últimos meses, sobre todo el Barcelona y el Manchester City.

En este sentido, es importante otro detalle destacado por De Telegraaf. En el nuevo contrato de Reijnders no habrá cláusula de rescisión: en consecuencia, el precio de un eventual traspaso sólo podrá fijarlo el AC Milan y sólo una oferta verdaderamente irrenunciable podría convencer a los rossoneri de sentarse a la mesa de negociaciones.

Al principio, las negociaciones entre el Milan y la familia Reijnders llevaron su tiempo, porque el jugador del Zwolle aún tenía contrato hasta mediados de 2028. Pero después de que Reijnders junior lograra ofrecer estadísticas aún mejores en su segunda temporada, la actual (38 partidos, doce goles, tres asistencias), el Milan buscó cada vez más un acuerdo rápido. Así se encontró la semana pasada.

Tras varias conversaciones, un largo intercambio de correos electrónicos, y después de que el padre Reijnders diera su palabra y estrechara la mano al director deportivo Antonio D’Ottavio y al director técnico Geoffrey Moncada, es el turno de los abogados. Según fuentes milanesas, el fichaje oficial se espera para principios de marzo.

Con su nuevo contrato, el Milan envía una clara señal a un ejército de clubes que siguen de cerca la actividad de Reijnders y por el que ya se han interesado el Manchester City y el FC Barcelona. Según los informes, el centrocampista holandés y del Milan no tiene una cantidad limitada de rescate en su nuevo contrato, lo que significa que la dirección del club milanés puede pedir y pedirá el precio principal.

TUTTOSPORT: EL MILAN HABLA CON DE CUYPER

El Milan sigue de cerca el mercado del lateral izquierdo. A la caza de un posible heredero de Theo Hernández. Llegado en el verano de 2019 procedente del Real Madrid por 22,8 millones de euros, el francés nacido en 1997 tiene contrato hasta junio de 2026 con un salario anual neto de 4 millones de euros. Las negociaciones para su renovación parecen haber llegado a un punto muerto.

En el punto de mira de Ibrahimovic y Moncada está Maxim De Cuyper. Según Tuttosport, la directiva rossonera se reunió la semana pasada en Casa Milan con uno de los agentes del jugador de la selección belga, nacido en 2000. Tiene contrato hasta junio de 2028 con el Club Brujas, que pide 25 millones de euros por su ficha. Otros clubes como el Arsenal, el West Ham y la Juventus también le siguen la pista.


El club está con Conceiçao

Las palabras de Conceiçao al equipo, la presencia de Ibrahimovic y Moncada en Milanello, el intenso trabajo en el primer entrenamiento de una semana decisiva porque incluye dos partidos contra rivales directos como Bolonia y Lazio: el Milan no tiene intención de levantar la bandera blanca en la carrera por la próxima Liga de Campeones. Y para lograr el resultado mínimo fijado a principios de temporada, el club ha optado por ponerse del lado de su entrenador, que goza del pleno apoyo tanto de la propiedad como de Ibrahimovic, Furlani y Moncada.

La presencia ayer de Zlatan y el dt en el centro técnico rossonero no debería considerarse un acontecimiento, porque es una constante desde hace unos meses. Sin embargo, la visita cobró un significado especial en un momento clave de la 2024-25: la directiva quería dejar claro que está cerca del entrenador, que no piensa buscarle sustituto y que espera una pronta redención de los jugadores. Porque el año puede deparar otras satisfacciones tras la Supercopa de Italia ya alzada al cielo.

La entrada en la Liga de Campeones 2025/26 ya no depende de Maignan y sus compañeros, pero Ibra y Moncada tienen fe y están convencidos de que Conceiçao tiene la experiencia, el carisma y las cualidades para enderezar la situación. Los presupuestos y las decisiones para el futuro se posponen hasta junio: ahora la consigna está toda del lado de Sergio y con el equipo para la remontada.

A diferencia de lo ocurrido tras la eliminación de la Liga de Campeones la semana pasada, ayer la directiva optó por no hablar en el vestuario. Esa “tarea” quedó en manos de Conceiçao, que hizo hincapié en la necesidad de eliminar los errores derivados de la falta de concentración que costaron varios puntos, pero al mismo tiempo destacó los progresos realizados en cuanto a ocasiones creadas. Ibrahimovic y Moncada hablaron con algunas de las individualidades principalmente para estimularlas sobre la importancia del partido contra el Bolonia.

La persecución del cuarto puesto, con el Juventus +8, se complica, pero, incluyendo el partido del jueves en el Dall’Ara, aún quedan 39 puntos en juego para el Milan. Además, nadie excluye que una gesta de los equipos italianos aún en liza en las copas europeas, combinada con un… desplome de los equipos españoles, podría permitir también al quinto de la Serie A acceder a la próxima Liga de Campeones. La consigna, por tanto, es no lamentarse.

De ahí la aportación de luchar hasta el final tanto para conseguir la mejor posición posible en el campeonato como para ganar la Coppa Italia. En Via Aldo Rossi, por tanto, la línea elegida es mirar el vaso medio lleno y espolear a los jugadores con vistas al futuro. Así se estimuló a Maignan tras los errores cometidos en Rotterdam y Turín. El técnico portugués también habló individualmente con él, que tiene una gran confianza en su capitán (le dio el brazalete) y que, está convencido, obtendrá una superrespuesta de Magic Mike en los próximos partidos.

Conceiçao se quedó ayer hasta tarde en Milanello. Habló con el equipo y la directiva, pero también mantuvo reuniones con sus colaboradores para analizar los datos físicos. Que están creciendo, pero que pueden mejorar aún más a partir de la semana que viene, cuando el equipo no tendrá más compromisos en la Copa de Europa.

Así que el trabajo en Milanello será más intenso y se llenará el depósito de cara al final de temporada. Ayer mismo, sin embargo, Sergio no hizo rebajas y pidió intensidad. Siente el apoyo del club y cree firmemente en lo que dijo tras la derrota de Turín, que el Diavolo luchará hasta el final por la cuarta plaza.

LEAO PODRÍA SER SUPLENTE AHORA

¿Es el Milan de las cuatro estrellas ya un recuerdo? Sergio Conceiçao se hace esa pregunta tras los últimos resultados negativos con Pulisic, Joao Félix, Leao y Giménez en el campo desde el principio. La eliminación en la Liga de Campeones a manos del Feyenoord y la derrota ante el Torino han complicado mucho la temporada de los rossoneri. Y en estos tres desafíos los ‘4 Fantásticos’ apenas produjeron un gol en 168 minutos juntos, el único a balón parado de Giménez a los holandeses en el partido de vuelta en San Siro.

Demasiado poco, aunque la producción ofensiva, en términos de ocasiones creadas, haya aumentado. Conceiçao sigue creyendo en la remontada para alcanzar el objetivo mínimo de la temporada, el cuarto (o quinto, si la clasificación de la Uefa ayuda) puesto que vale un billete para la Europa que cuenta. Difícil, pero no imposible, siempre que den la vuelta a la tortilla ya el jueves en la revancha de Bolonia contra los rossoblù. ¿La clave para lograrlo? Para el seleccionador es el equilibrio, a costa de renunciar a uno de los cuatro mosqueteros rossoneri. Y el sospechoso número uno es Rafa Leao.

En Turín, el delantero portugués se quedó en el vestuario en el descanso tras 45 minutos abúlicos, y ni siquiera regresó al banquillo para ver a sus compañeros en la segunda parte. ¿Qué exigencias de Conceiçao no fueron atendidas por Rafa? Las de siempre: Leao no persigue ni vuelve cuando pierde el balón y ayuda demasiado poco al equipo en fase defensiva.

Son más o menos las mismas acusaciones de siempre contra el número 10 rossonero. Pero si en una alineación más prudente un futbolista “indolente” puede ser tolerado o al menos cubierto por sus compañeros, en un Milan con cuatro puntas no, sobre todo si Leao es entonces incapaz de tener un impacto ofensivo como prometería su innegable talento. Así, en Bolonia podríamos ver un equipo más equilibrado, pero sin las incursiones de Rafa por la banda izquierda.

No es la primera vez en la 2024/25. De Fonseca a Conceiçao, Leao ha empezado desde el banquillo en nueve ocasiones, entrando en ocho (el único partido en el que permaneció los 90 minutos fue la victoria por 1-0 contra el Udinese en San Siro, con el Milan con diez hombres desde el descanso por la expulsión de Reijnders).

Y en al menos cinco de esos partidos dejó su impronta con un gol o una asistencia. Desde el primero contra el Lazio en el Estadio Olímpico (marcó el gol del 2-2 final, en la noche del famoso enfriamiento de la discordia en tándem con Theo Hernández) hasta el último contra el Verona en San Siro (el pase de la victoria para el 1-0 de Giménez). Entre medias también goles contra el Empoli y el Slovan de Bratislava, además de la decisiva asistencia a Abraham en la final de la Supercopa en Riad contra el Inter de Milán.

Leao es un problema para las defensas rivales, ya que con su velocidad es aún más difícil contrarrestar a jugadores cansados o quizá ya amonestados. Evidentemente, también está la otra cara de la moneda: no es fácil conseguir que una estrella como Rafa, que además es el jugador mejor pagado de la plantilla, acepte el banquillo, sobre todo en un momento problemático como el actual del Milan.


Zlatan Ibrahimovic habla para GQ Italia

Zlatan Ibrahimovic concedió estas declaraciones a los micrófonos de GQ Italia

Sobre el tema de llevar traje

“Como futbolista siempre vas con mono, con ropa deportiva, con lo que quieras. Al principio prometí al equipo: nunca me veréis con traje y corbata. Y en cambio todo cambió muy deprisa. ¿Me gusta llevar traje? No. Lo admito. No me siento cómodo. Yo soy el atleta, el deportista. Pero cada vez que quiero vestirme como quiero, Helena me mira y me dice: ‘Hoy tienes que ponerte el traje’. Le respondo: ‘¿Por qué? Me dice: ‘Porque tienes una rueda de prensa. Así que ponte la corbata y cállate. Vámonos. Pero yo también lo entiendo: hoy no me visto para representar lo que soy. Me visto para el papel que tengo: hoy represento a Milán, represento a RedBird”.

Sobre el trabajo en equipo

“Como en el campo, el trabajo en equipo es lo más importante de todo. Eso es lo que le dije a Gerry Cardinale cuando acepté trabajar con él. Le dije claramente: ‘Esto ya no es un espectáculo individual. No vengo a salvar a nadie. Si crees que es así, olvídalo ahora. No estoy aquí para salvar la situación. Estoy aquí para aprender de los demás y ayudarles a hacerlo lo mejor posible. Para aprender. Ayudar. Trabajo en equipo”.

Sobre su nuevo puesto

“Le dije a Gerry que probablemente soy la única persona de ese sitio que no fue a Harvard. De hecho: soy de la calle. Se rió. Dice que también me quiere para eso. Todo fue por Gerry. Cuando dejé de jugar tenía 42 años. Me dije a mí mismo: ‘Escucha, tienes que ser realista. Tienes que aceptar que ya no eres lo que eras antes’. El mayor problema, el verdadero problema que tienen todos los futbolistas, es precisamente éste: aceptar la realidad y dejar a un lado el ego. Entender que has pasado tu fecha de caducidad. Así es. Lo acepté. Y así encontré mi paz. Desde entonces estoy en paz. Y eso fue lo más difícil”.

La vida después del adiós al fútbol

“Empecé a disfrutar de la vida de otra manera, sin entrenar todos los días. Pasé mucho tiempo con mi familia, como hago siempre. No soy de los que salen por la noche. Si miras mi Instagram, nunca encontrarás una foto de mi mujer o de mis hijos. Porque para mí son sagrados, privados. Y así, después de dejar de tocar, pasé mucho tiempo con ellos. Y revivía mi vida a través de ellos. Era como un flashback, pero con ellos, no conmigo en el campo. Porque cuando jugaba, tenía poco tiempo para ellos. Ahora quería compensarlo. Fue realmente genial”.

Sobre su regreso al Milan como directivo

“Ni siquiera buscaba algo que hacer. Ningún reto, nada. Me dije: ‘Tómate tu tiempo. A ver qué pasa. Ve más despacio. Acostúmbrate a la nueva vida’. Y al cabo de tres meses vine a ver a los chicos aquí a Milán. Hablé con Furlani, el director general. Le gustó nuestra charla y me dijo: “Deberías conocer a Gerry Cardinale”. Así que quedé con él. Hablamos. Quería saber más de mí, lo que quiero, quién soy. Para conocerme mejor. Entonces me dijo: ‘Quiero que estés en RedBird. No en Milán. En RedBird. Quiero que trabajes con Milan. Aporta tu experiencia. Aprende la otra cara del fútbol, la que no se ve en el campo. Las finanzas, los números, cómo funciona todo'”.

Sulla nuova sfida

“Soy una persona a la que le encantan los grandes retos. Cuando hago algo, tiene que ser algo gigantesco. Si no, no siento la adrenalina, la presión. Y yo necesito la presión. No me gustan las cosas normales. Al principio dije que no, que no me interesaba. También porque cuando mi agente Mino Raiola falleció hace un par de años, tuve la oportunidad de unirme a su empresa, convertirme en fiscal. Lo pensé. Y fui claro con Gerry: le dije, escucha, tengo esta oportunidad, y también la que me estás ofreciendo, pero realmente… no quiero ninguna de las dos. Porque mi vida en ese momento estaba bien así. No dependía de nadie. Sin horarios que cumplir. Ni despertador a las siete”.

“El único plan que tenía eran mis dos ninjas, mis dos hijos y Helena. Y luego, por supuesto, la vida en casa, el entrenamiento. Y entonces, ¿qué pasó? Fue Gerry, como te dije. Empuja. Presiona mucho. Ahora entiendo por qué tiene éxito: nunca se rinde. Es el auténtico Lobo de Wall Street. Siempre consigue lo que quiere. Al final, me dio una oportunidad a la que no pude decir que no”.

“Y mi mujer también me dijo: ‘Si te conozco bien, sé que te aburrirás al cabo de un tiempo. Necesitas un reto. Ve, haz lo que tengas que hacer y sé tú mismo’. Y me conoces y bien. Y no, el dinero no tiene nada que ver. Porque no me paga el Milan, ¿entiendes? No soy un empleado de Milán. Trabajo para RedBird. Pero mi responsabilidad es clara: llevar al Milan donde debe estar. A ganar”.

Sobre la famosa afirmación de que él es el jefe

“Hice una broma, una de esas clásicas bromas de Ibra, ¿verdad? Pero siempre depende de con quién bromees. Hablando contigo, quizá no lo diría. Pero allí había antiguos jugadores, así que dije: ‘Yo soy el jefe, y todos trabajan para mí’. La primera vez lo dije en una entrevista en inglés, pero añadiendo que era una broma. Porque entonces también aclaré mi papel como asesor, representante de la propiedad, todo lo demás. Pero claro, cuando yo era jugador, una broma así se tomaba de cierta manera. ¿Y ahora? Cada uno lo interpreta como quiere”.

Sobre su carácter

“Hay gente que dice: ‘Zlatan es arrogante’. Y entonces todo se procesa y amplifica. Tener cuidado con lo que digo forma parte del cambio de rol. Antes era un jugador, me representaba a mí mismo. Ahora represento algo mucho más grande. Represento a RedBird. Y hablo con Gerry todos los días. Porque mucha gente dice: ‘Cardinal es el dueño, pero no siempre está aquí'”.

“Gerry tiene muchas otras cosas en las que pensar, ¿verdad? A menudo dice: “Este no es mi trabajo de todos los días”. Pero le importa, y mucho. Está muy unido al Milan, quiere triunfar, el Milan es absolutamente fundamental en los planes de RedBird. Quiere devolver al Milan a donde se merece. A su manera, con su visión, su ambición. Y nosotros seguimos ese camino. Ha puesto a las personas adecuadas al frente del Milan. Y les da responsabilidad, pero a cambio quiere una cosa muy sencilla: resultados”.

Sobre el estrés

“En este trabajo, en Casa Milan, no te das cuenta de que estás estresado… hasta que te das contra la pared. Y cuando lo haces, puede ser demasiado tarde. Por eso intento equilibrarlo todo. Por ejemplo, no tengo despacho. Querían darme uno, pero decidí no hacerlo. Un escritorio no es una prueba de eficacia. Para mí es poner todo el empeño en hacer lo necesario. Parar”.

Ya sea aquí, en Casa Milan, o en Milanello. ¿Cómo gestionaba el estrés como jugador? Si estaba estresado, enfadado o había algo que no me gustaba, me iba dos horas al gimnasio. Incluso hoy intento hacer ejercicio todos los días cuando puedo. Para liberar la rabia, para sacar la energía. Si algo no va, si algo no cierra, me desahogo así: entreno, sufro entrenando. Porque me gusta sufrir. En mi cabeza está claro: si quieres llegar a la cima, tienes que sufrir”.

Sobre el nuevo entorno de trabajo

“Aquí siempre ocurren situaciones nuevas. Aún no estoy acostumbrado a todo, así que observo, aprendo y acumulo experiencia. Digo lo que pienso cuando es necesario, pero si no me siento seguro, no voy y digo a los demás lo que tienen que hacer en su área. Si no es mi área, confío en quien tengo delante. Él tiene que tomar la decisión correcta”.

“Pero una cosa está clara: espero resultados. Todo lo que hacemos debe dar resultados. No somos una fundación benéfica. Somos un club de fútbol. Y en el fútbol cuentan los resultados. Porque yo siempre digo: ‘El Milan no juega para ganar un partido. No juega para ganar trofeos. El Milan escribe la historia'”.

Sobre la mentalidad ganadora

“¿Sabes cómo ganamos el último campeonato cuando yo jugaba? Con mentalidad. Porque con la motivación adecuada, con la mentalidad adecuada, un atleta es capaz de cualquier cosa. No éramos el equipo más fuerte, pero ganamos porque éramos más fuertes mentalmente. Eso es lo que intento aportar, siempre. Es diferente, por supuesto, en Milanello y en Casa Milan, porque cuando veo a un jugador, sé lo que tengo que hacer para motivarlo, sé a quién tengo que abrazar, sé a quién tengo que sonreír, sé a quién tengo que mirar mal, sé con quién tengo que hablar”.

“Conozco muy bien ese vestuario. Con la parte empresarial, es más sutil. Lo que más me importa es la idea de unir estos dos mundos, porque no está el equipo allí, en Milanello, y la empresa, aquí, en Casa Milan. Sólo hay una cosa, sólo existe Milán. Y quiero unir estos mundos. Así es como trabajamos. ¿Llega un nuevo jugador? Viene conmigo. Me dicen: ‘Ibra, estaría bien que Walker visitara Casa Milan’. Yo respondo: ‘No te preocupes, visitará todas las plantas y saludará a todo el mundo. Lo hará”. Y lo hizo. Fue increíble. Así ves todo el sistema: el negocio, el comercial, el equipo, el personal. Todo junto”.

Sobre la cantera y el Milan Futuro

“Aportamos una nueva cultura, a nuestra manera. Como la idea de crear Milan Futuro, que es muy importante para nosotros. Para mí, la Academia es fundamental. Sin la base, no hay cumbre. La cumbre, el primer equipo, es increíble, porque es el corazón. Pero es la base la que sostiene el corazón. Es la sangre. La sangre que circula y hace funcionar el corazón. Milán debe tener una gran Academia. Y así es como las ideas rebotan, discutimos, probamos cosas nuevas”.

“También somos mucho más jóvenes que la media de los directivos italianos, y te aseguro que cuando nos ves junto a otros equipos, te das cuenta. Nuestro planteamiento es hacer las cosas a nuestra manera. Y no es que yo dirija y los demás sigan, no. Hablamos, comparamos. Estamos aquí para construir algo nuevo. Sin miedo. Esta es la verdadera respuesta, si me preguntas cuál es mi papel. Te daré otro ejemplo. Por primera vez, llevé a todo el equipo a San Siro”.

“Tenían que saludar a toda la Academia, a todo el mundo. Porque quiero que los juveniles vean al primer equipo. Y quiero que el primer equipo vea a quién representan. Para quién juegan, de quién son un ejemplo. Es una cuestión de mentalidad. ¿Y para los niños? Vaya. La gente se ha vuelto loca. Antes iban uno, máximo dos jugadores a saludar. ¿Y ahora? Todos”.

Sobre la familia Milan

“Cuando ganamos la Supercopa en Riad, cuando estábamos en el campo celebrándolo, lo primero que les dije a mis padres fue: ‘Cuando volvamos, llevemos el trofeo a Casa Milan. Vamos a hacernos una foto con todo el mundo. Porque todo el mundo tiene derecho a ver este trofeo, no sólo los jugadores. Y cuando digo todos, quiero decir todos. No sólo los masajistas o los fisioterapeutas, sino todo Milán, todo el comercial, realmente todo el mundo. Esto es lo más importante. Por eso nuestro lema es ‘Ganar juntos'”.

El Milan

“Al final, mi papel no importa. Lo que importa es el Milan. Queremos que el Milan triunfe. Todo lo que hacemos aquí, lo hacemos por el Milan. No hay ego, al menos para mí. Lo he dicho, no es un espectáculo unipersonal. Prefiero estar en la sombra, ni siquiera quiero atribuirme ningún mérito. Créanme, les dije a los chicos: ‘No quiero ni salir en las fotos ni en los vídeos’. Luego me di cuenta de que tienen que explotar ciertas dinámicas, y lo respeto. Pero créeme: si fuera por mí, no me verías. Me limitaría a trabajar. Trabajar, trabajar, trabajar. Milan es la estrella. No soy yo. Estoy aquí hoy, estoy aquí mañana, vale. ¿Pero pasado mañana? Puede que ya no existan. El Milán, en cambio, sigue existiendo”.

“Y lo hago por el Milan, no por mí. El Milan me dio la felicidad la primera vez. Y también me la dio la segunda vez. Pero no lo hago por interés personal. No lo necesito. Soy famoso, no necesito dinero y tampoco seguidores. Lo hago por Milán y porque quiero aprender cosas nuevas. Cuando jugaba, todo giraba en torno a mí. Hoy soy el guardaespaldas: si tienen que disparar a alguien, que me disparen a mí. Quiero proteger al equipo y a la sociedad”.

“No me asusta, porque devuelvo los disparos dos veces. Así que puedo ser el objetivo. Pasé diez años en una guerra. Y si vives una guerra en los Balcanes, no es que te llamen para decirte cómo va. Eres tú el que espera la llamada, para saber qué pasa. Para saber si tu familia está bien. Todos los días te llama alguien llorando, y no sabes si mañana seguirá vivo”.

“Y no puedes hacer nada. Si alguien ha pasado diez años así, no tiene miedo de nadie. Porque eso es otra cosa. Ese es el verdadero miedo. ¿Y cuando los medios hablan de mí? No me afecta. Durante 25 años como futbolista me atacaron todos los días. ¿Por qué? Porque era el mejor. Hablen bien o mal, si hablan de ti significa que estás en la cima del mundo. Y aquí pasa lo mismo: todo el mundo habla siempre de Milán. ¿Por qué? Porque somos los más grandes”.

El Milan de RedBird

“El Milan es el club más famoso de Italia. Representamos al fútbol italiano en el mundo. ADN, mentalidad, pedigrí. Las cifras hablan por sí solas. Todo el mundo habla de nosotros. Y si hablan de nosotros, significa que estamos haciendo algo grande. Una nueva mentalidad. Nuestra dirección es joven, internacional. Gente con diferentes visiones, diferentes ambiciones: hay hambre. Y esto es increíble”.

“No tenemos miedo. Esa es nuestra fuerza. Hacemos aquello en lo que creemos, sin miedo, sin límites, hacemos las cosas a nuestra manera. No miramos a los demás. Avanzamos, siempre. ¿Cualquier muro que encontremos delante? Lo atravesamos. Y créame: somos rock and roll. Siempre buscando resultados. Somos la nueva escuela”.


Bonera despedido: llega Oddo

Daniele Bonera ya no es el entrenador del Milan Futuro, relevado de sus funciones tras la sangrienta derrota del domingo 23 de febrero en casa contra el Pescara. De un ex-senador a otro: Massimo Oddo, su última experiencia en el Padova en C al final de la temporada pasada, ha sido llamado en su lugar. Oddo -que tiene contrato hasta 2026 (pero necesita la salvación para llegar) – se reencontrará con su antiguo segundo entrenador Mauro Tassotti, llamado hace un par de semanas a la cabecera del equipo sumido en la lucha por el descenso.

Es evidente que Bonera está pagando la falta de resultados: tras 28 partidos, los rossoneri tienen 22 puntos y son antepenúltimos, a sólo tres puntos del Legnago, que ocupa la última posición, la que lleva directamente a la D. El próximo domingo está el desafío contra los venecianos (en Legnago), que para el Milan representa una especie de dentro-fuera.

Quien acabe en cambio entre los puestos 16 y 19 afrontará el playout, y éste es obviamente el objetivo del Diavolo (el 15º está a ocho puntos, muy complicado pensar en poder escalar posiciones en las próximas diez jornadas). Bonera tiene ciertamente de su lado la coartada de la primera temporada de vida del Milan Futuro, coincidiendo con su primera experiencia en el banquillo, pero en estos casos los números matan cualquier razonamiento en la cuna: y un descenso al C equivaldría a la drástica reducción de un proyecto para el que la casa madre ha invertido 12 millones.

Oddo llega tras el intento del Milan en los últimos días de involucrar a Alberto Bollini, actual entrenador de la selección azzurra sub-19, pero que no fue liberado por la federación. El ex lateral rossonero, además de varias experiencias en B (Pescara, Crotone, Perugia, Spal) y una aventura en A (Udinese), ya ha conocido la Serie C al frente del Padova en dos ocasiones distintas.


Un Milan Futuro en tremenda crisis

El Milan pierde partidos que debería ganar, está condenado por expulsiones absurdas, mentalmente nunca está preparado. Cierto, ya oído, salvo que… no estamos hablando del Milan de Conceiçao. El Milan Futuro, el segundo equipo entrenado por Daniele Bonera, tiene los mismos problemas que el primero y uno más, y no pequeño: evitar el descenso.

El equipo es antepenúltimo, sólo tres puntos por delante del Legnago, último, y actualmente jugaría el playout. Para evitarlo, tendría que recuperar ocho puntos en las últimas 10 jornadas, y no, eso es inimaginable. El Milan ganó al Spal en febrero, y luego sumó cero puntos contra el Lucchese, el Pianese y el Pescara. En caso de perder también el domingo en Legnago, se concretaría la hipótesis del descenso directo.

El pecado original se remonta al verano en que se creó el Milan Futuro. Zlatan Ibrahimovic optó por no dar el banquillo a su antiguo amigo Ignazio Abate, dos veces en la Final Four de la Youth League con un grupo similar al que habría jugado en la C League, pero llamó a Jovan Kirovski como director deportivo y a Daniele Bonera como entrenador.

Kirovski nunca había construido un equipo en Italia, Bonera nunca había entrenado. Poco más de seis meses después, Abate es segundo en la tabla con el Ternana y el Milan ha cambiado de jugadores clave, de ambiciones, de estrategia. Es casi seguro que también habría cambiado de entrenador, de haber llegado a un acuerdo con Alberto Bollini. El club, cuando Bollini permaneció en la plantilla de la FIGC, confirmó a Bonera, añadiendo a Mauro Tassotti, histórico segundo de Carlo Ancelotti (y también de Maldini, Leonardo, Allegri, Seedorf e Inzaghi).

El equipo de agosto, no por casualidad, ya no existe. En la alineación del primer campeonato estaban Jiménez, ahora fijo en el primer equipo, Zeroli que se ha marchado al Monza, Cuenca que ahora juega en el Génova, Nava que ocupa mucho el banquillo, Chaka Traore que está lesionado, Liberali que se ha colado sensacionalmente en la Primavera. El Milan Futuro se llevó en enero a Magrassi, Camporese, Quirini, Ianesi: jugadores con experiencia en la categoría para rebajar el coeficiente de riesgo. De momento, no está funcionando.

Las últimas horas han añadido algunos detalles muy preocupantes. El Milan Futuro perdió 3-2 en un partido que ganaba 2-1 al Pescara y Bonera comentó al final: “Nos enteramos ayer, después del partido del primer equipo, de que Camarda y Bartesaghi estarían con nosotros. Habíamos preparado el partido con otros jugadores, lo siento por los chicos que no empezaron desde el principio”.

La gestión de los jugadores entre el primer y el segundo equipo es una dificultad histórica -la Juventus 2018-19, en su primer año, vivió problemas muy similares-, pero Bonera describe una situación que probablemente perjudica a todos. Camarda, Torriani y Bartesaghi fueron enviados a jugar en Serie C en Busto Arsizio 16 horas después del final de un partido de Serie A jugado en Turín. Está claro que pueden echar una mano al Milan Futuro… y Camarda marcó un golazo en Pescara. Está claro que jugar también les puede venir bien. Pero ¿por qué esta vez (y no otras), por qué con tan poca antelación?

Bartesaghi, en el Milan Futuro contra el Pescara, fue expulsado por dos tarjetas amarillas completamente evitables -una por protestar y otra por una falta en la banda, en una situación no peligrosa- y confirma una tendencia a las rojas flagrantes. El 20 de octubre, Ballo Touré fue a jugar con el Milan Futuro contra el Legnago y, al igual que Bartesaghi, fue expulsado por doble amonestación.

Tres meses después, Antonio Gala fue expulsado unos diez segundos (¡!) después de saltar al campo contra el Ascoli, en una decisión arbitral cuestionable. En Legnago el domingo Bartesaghi no irá por sanción, Torriani estará con el primer equipo para el Milan-Lazio, Camarda quién sabe. Bonera, para bien o para mal, tendrá que ir solo.


Los cuatro fantásticos no funcionan

Un gol en dos horas y 48 minutos. Parece que fue ayer, cuando los aficionados del Milan deliraban con el nuevo ataque de cuatro estrellas: Pulisic, Joao Félix, Leao y Giménez. Para ser enfáticos, ‘Los 4 Fantásticos’. Para tomárselo con calma, cuatro jugadores ofensivos de gran calidad. Conceiçao fue a por todas en la Liga de Campeones: los mandó desde el principio contra el Feyenoord, tanto en la ida como en la vuelta, sólo para marcar el gol de Giménez al principio de la vuelta. No fue precisamente una combinación entre los cuatro: un saque de esquina con centro de Malick Thiaw. La calculadora, sumando la primera parte del Torino-Milán, dice que las cuatro estrellas, juntas, marcaron un gol en 168 minutos. Muy poco.

Conceiçao, en Turín, anuló el experimento en el descanso, y luego reintrodujo una versión B del ataque de cuatro hombres, con Giménez-Abraham como pareja de área, Pulisic por la derecha y Joao Félix por la izquierda. En la Liga de Campeones sustituyó a Pulisic dos veces alrededor de la hora de juego, una por su problema físico y otra por la expulsión de Theo Hernández. Equilibrio: El Milan tuvo algunas ocasiones de gol -el contragolpe de Leao en Holanda, el cabezazo de Giménez contra Toro-, pero nunca fue demoledor.

¿Explicaciones? Los cuatro delanteros tienen problemas individuales y departamentales. Pulisic no está bien, Leao se enciende y se apaga también porque Conceiçao claramente no le quiere, Joao Félix no es muy decisivo, Giménez ha hecho algunas buenas jugadas individuales pero necesita al equipo para tener impacto. El Milan, por su parte, históricamente lucha contra defensas cerradas y esos cuatro llevan juntos veinte días, además con un entrenador como Conceiçao que no tiene la fase ofensiva como prioridad: se necesita tiempo.

Para la gran paradoja, sin embargo, hay que mirar la clasificación de la Serie A. No la columna de los puntos, sino un poco más allá, la de los goles marcados. El Milan tiene el séptimo mejor ataque de la liga, con 37 goles. Inter y Atalanta están en otro planeta, con 59. También están por encima de ellos el Lazio, el Fiorentina, el Bolonia y un equipo mucho más equilibrado como el Nápoles. En las muchas rarezas del Milan 2024-25, esta está entre las primeras. Pulisic, Joao Félix, Leao, Giménez, Chukwueze, Abraham, Sottil y Jovic no ganan ni de lejos 30 millones. Cómo pueden cobrar tan poco, al menos en parte, sigue siendo un misterio.

¿VENDERÁ EL MILAN A SUS ESTRELLAS?

La noche de las estrellas fugaces en el Milan ha llegado mucho antes de agosto. Mike Maignan, Theo Hernández y Rafa Leao viven, de hecho, su momento más complicado desde que están en Italia. Al mismo tiempo, las tres estrellas del último Scudetto se han oscurecido en una temporada que calificar de oscura es quedarse corto.

Como reflejo, todo el equipo cayó: fuera de la Liga de Campeones, séptimo en la liga. Tanto que no sólo entre los aficionados, sino también dentro del club, se ha sembrado la semilla de la duda: ¿hay que seguir juntos? El partido del no es ahora fuerte en Via Aldo Rossi. Tanto que la desinversión es más que una hipótesis.

Stefano Pioli contaba en una entrevista reciente cómo Theo y Leao eran capaces de influir, positiva y negativamente, en el resultado de un partido. Cierto, es la prerrogativa de todo futbolista superior, y en casi todas las hazañas rojinegras de los últimos años está su mano. El Scudetto de 2022, el paseo por la Liga de Campeones de 2023. Hernández y Rafa al frente de un Milan en crecimiento. En 2024 los primeros síntomas de dificultad, hasta la crisis actual.

El problema es que en 2024/25 las carreras en las que faltaba la aportación de ambos superaban con creces a las que estaban en estado de gracia. Y luego está Magic Mike. Muy Mike (en inseguridades humanas) y poco Magic primero en Rotterdam y luego en Turín, sin entrar a mencionar los otros episodios en los que el portero francés pudo (y debió) hacer más. Los bajones de forma le ocurren a todo el mundo, pero al Maignan del Scudetto y del “paratissime” en la Liga de Campeones se le ha visto esporádicamente en el último año y medio. Por otra parte, el número de errores ha aumentado.

El Milán de Fonseca primero y Conceiçao han sido traicionados al menos por una de sus estrellas. Ya fuera el pato de Maignan, la locura de Theo o la apatía colgante de Leao. ¿La última vez que los tres juntos estuvieron a la altura de su talento? Hay que remontarse al 6 de enero. Hernández iniciando la remontada sobre el Inter con un gran lanzamiento de falta, Maignan bloqueando a Dumfries en el 2-2, Rafa cortando hacia el corazón de la defensa nerazzurra y sirviendo la asistencia del 3-2 a Abraham. ¿Resultado? Supercopa para el Milan, el primer trofeo de la era RedBird. Porque Pioli tiene razón, ciertos jugadores se mueven para bien o para mal.

Si lo hacen más de mala manera, entonces hay que tomar nota, más allá de la figura técnica superior. Hay dos caminos. El primero: encontrar la manera de que Maignan, Theo y Leao vuelvan con regularidad al nivel del campeonato. Más fácil decirlo que hacerlo, al menos teniendo en cuenta los intentos fallidos hasta ahora de Fonseca y Conceiçao. Los dos entrenadores portugueses han utilizado más el palo que la zanahoria, al menos con el lateral y el delantero, invirtiendo el rumbo de Pioli. Pero los resultados no llegaron de forma constante.

Pero cuidado: ya en la última etapa con el técnico emilianense, las estrellas de Theo y Rafa empezaban a apagarse. ¿Y la segunda vía? La separación. Dolorosa, porque hay poco que decir del talento de los tres, y el recuerdo de lo que dieron al Milan vive en la mente de todos. Pero un club no puede razonar sólo con el corazón. Y además de las consideraciones técnicas, están las económicas. Maignan y Hernández tienen contratos que expiran en 2026: sin renovación, el riesgo de perderlos a cambio de nada es alto.

En el caso del portero, hace tiempo que se llegó a un principio de acuerdo para una ampliación (5 millones anuales hasta 2029, con opción a una temporada más juntos), pero aún no es garantía de que siga al 100% en el Milan. Para Theo, en cambio, las negociaciones de renovación se han estancado debido al horroroso rendimiento del francés y es complicado que se retomen. Leao, por su parte, tiene un contrato largo (expira en 2028) y una cláusula de 175 millones que difícilmente pagará nadie. Pero hoy pocos apostarían por su permanencia en el Milan. Quizá ni siquiera él.


Milan Futuro 2 – 3 Pescara

Domingo amargo para los chicos del Milan Futuro, que sufrieron su tercera derrota consecutiva en Solbiate Arno. En el Chinetti el Pescara pasó 3-2, al término de 90 minutos en los que los rossoneri se adelantaron dos veces -primero con un espléndido gol de Camarda a los 6 minutos, y luego al comienzo de la segunda parte con el primer gol de la temporada del capitán Coubis-, pero siempre se vieron atrapados, concediendo en jugadas a balón parado por los Abruzos y siendo castigados más allá de sus propios deméritos. Un partido desafortunado que acabó, en el último cuarto de hora, en inferioridad numérica como consecuencia de la segunda tarjeta amarilla recibida por Bartesaghi.

Fue un partido que ya hemos visto a lo largo de esta temporada, y la pena es grande ya que los rossoneri habían afrontado la contienda de la mejor manera posible, desbloqueando de inmediato y merecidamente el marcador ante un equipo de gran nivel para la categoría. Al final nos quedamos sólo con las señales positivas de las individualidades y una actuación esperanzadora pero insuficiente para mover una clasificación complicada, que nos ve aún en antepenúltima posición con la salvación muy lejos. Y el primer compromiso de marzo será crucial en este sentido, ya que saldremos a escena -el domingo 2 a las 15.00 horas- en el campo del colista Legnago Salus.

El comienzo fue al rojo vivo, y tras una ocasión de Magrassi, abrimos el marcador a los 6 minutos: Camarda recibió en el fondo del área, paró con el balón llevado a la derecha y Plizzari le batió con un disparo raso. Era el segundo gol de Francesco en liga, el cuarto de la temporada contando la Coppa Italia. Los visitantes intentaron responder con un disparo de Dagasso desde el borde del área, que puso a prueba los reflejos de Torriani en el minuto 16.

En el minuto 18, una falta de Coubis sobre Brosco provocó un penalti a favor del Pescara, transformado por Bentivegna. Fue un gol que desatascó a los Abruzzesi, que estuvieron a punto de doblar el marcador en varias ocasiones, sobre todo con el ex Tonin de la jornada. El Milan Futuro intentó reaccionar con el intento de Quirini en el minuto 33, pero fue un paréntesis en un momento de control de los invitados que, sin embargo, no desbloquearon el marcador, gracias también a un buen cierre de Coubis sobre Tonin en el minuto 41.

El comienzo de la segunda parte fue menos vibrante, pero el leitmotiv fue el mismo que en la primera parte para los rossoneri. Primero Bartesaghi comprometió a Plizzari desde el borde del área y luego, en el saque de esquina resultante, el pase de Quirini vio cómo la excelente inserción de Coubis nos ponía por delante en el minuto 56.

El Milan Futuro se las arregló bien, concediendo poco -sólo un intento inofensivo de Pellacani en el minuto 58- hasta las primeras sustituciones realizadas por los dos entrenadores. Torriani reaccionó en el minuto 66 a la conclusión de Cangiano, pero no pudo, cuatro minutos después, decir no a un cabezazo aplastante de Brosco: era el 2-2 en el minuto 70.

El partido cambió en el minuto 77, cuando los rossoneri se quedaron con 10 hombres por la segunda amarilla recibida por Bartesaghi. En superioridad numérica, el Pescara se hizo definitivamente con el control del partido, sin conceder nada y encontrando el 3-2 en el minuto 87: otro penalti, remate de cabeza de Lancini al que no pudo llegar Torriani. Pitido final.

MILAN FUTURO-PESCARA 2-3

MILAN FUTURO (4-4-2): Torriani; D’Alessio (29’st Fall), Minotti, Coubis, Bartesaghi; Quirini, Branca (44’st Turco), Malaspina, Ianesi (29’st Omoregbe); Magrassi, Camarda (33’st Bozzolan). A disp.: Nava, Raveyre; Paloschi, Zukić; Hodzic, Vos; Alesi, Sia

PESCARA (4-3-3): Plizzari; Pellacani, Brosco, Lancini, Moruzzi; Valzania (37’st Meazzi), Squizzato, Dagasso; Bentivegna (15’st Ferraris), Tonin (15’st Alberti), Cangiano. A disp.: Profeta, Saio; Crialese, Letizia, Pierozzi; De Marco, Saccomanni; Arena

Goles: 6′ Camarda (MF), 18′ rig. Bentivegna (P), 11’st Coubis (MF), 25’st Brosco (P), 42’st Lancini (P).
Tarjetas: 18′ Bartesaghi (MF), 2’st Branca (MF), 35’st Valzania (P), 48’st Lancini (P), 48’st Coubis (MF).
Espulsado: 32’st Bartesaghi (MF) por segunda tarjeta


Fonseca era mejor que Conceiçao

Cuando un club cambia de entrenador, el objetivo primordial es mejorar el rendimiento del equipo. Sin embargo, no siempre es así, como demuestra lo sucedido en el Milan tras la destitución de Paulo Fonseca a finales de diciembre y la llegada de Sergio Conceiçao al banquillo. Con todo, el comienzo de su aventura, que arrancó con la victoria en la Supercopa de Italia en Arabia Saudí, daba esperanzas, pero desgraciadamente las cosas no fueron como se esperaba en Via Aldo Rossi.

Comparando los números de Fonseca y Conceiçao en sus 15 primeros partidos al frente del club del Diablo, se observa que el primero sumó nueve victorias, cuatro empates y dos derrotas (contra Atalanta y Nápoles) para un total de 31 puntos (media de puntos por partido: 2,06), mientras que el actual entrenador del Milan obtuvo ocho victorias, tres empates y cuatro derrotas (contra Juventus, Dinamo de Zagreb, Feyenoord y Torino), por tanto 27 puntos totales y una media de 1,8 puntos por partido (se cuentan también los dos partidos de Supercopa contra Juventus e Inter). Los números dicen, por tanto, que con Conceiçao las cosas no han mejorado, de hecho han empeorado, a pesar de que el Milan ha ganado un trofeo con él.

Para ganarse la confirmación en el banquillo Diablo la próxima temporada, Conceiçao debe acabar entre los cuatro primeros a toda costa, de lo contrario su aventura en el club rossonero corre el riesgo de terminar al cabo de unos meses. No será fácil, también porque los de delante corren y el Milan sigue perdiendo demasiados puntos a domicilio, pero el técnico portugués cree en ello y no se rinde, pero los partidos ante Bolonia (jueves) y Lazio (domingo) dictarán una sentencia final.