
El Milan se juega el acceso a los octavos de final de la Champions en Croacia. Dinamo Zagreb, que se ha confiado desde hace un mes a Fabio Cannavaro y que aún tiene algunas cartas que jugar para llegar a los playoffs. ¿Qué partido será? Hablamos de ello con un viejo conocido rossonero, así como doble ex, como Dario Smoje (el real, de hecho él y yo tenemos casi la misma edad, de él saqué mi apodo XD, los veteranos de la web ya conocerán esta historia).
Hoy, con 46 años, el ex defensor vistió la camiseta del Milan en la temporada 1997/98. Además de darnos su opinión sobre el partido en el “Maksimir”, nos cuenta cuál es su vínculo con el Diavolo y su trayectoria profesional, habiendo colgado las botas
Dario Smoje, ¿qué haces hoy?
“Sigo en el fútbol, vivo entre Londres y Croacia y soy socio de una agencia de futbolistas. Lo hago desde hace cuatro años, es un mundo duro pero satisfactorio. También hemos llevado a algunos chicos a clubes de la Serie A”.
¿Nada de banquillo o escritorio directivo?
“Probé a ser entrenador, pero me di cuenta de que no era para mí”.
En Italia, por lo tanto, vuelves a menudo
“Claro, también porque desde Rijeka es extremadamente sencillo. Italia es una segunda patria para mí, me siento más afín a los italianos aunque viva en Londres”.
Llegaste al Milan muy joven, temporada 1997/98
“Cuando jugaba en el Rijeka recuerdo que la primera oferta fue de la Juventus. Luego llegaron clubes alemanes y franceses pero los bianconeri se movieron antes que todos. Un día mi agente me dijo: ‘Te quiere el Milan’. No dudé en elegir, el Milan era mi sueño”.
Temporada complicada, por tu escasa participación y por los resultados en el campo del equipo
“Todos dicen que tal vez la elección que hice no fue la correcta, pero honestamente: ¿quién habría rechazado la oferta? Y luego me queda el orgullo de haber vestido la camiseta del Milan y esa satisfacción nadie me la puede quitar. Alguien dice: ‘Eh, pero Smoje no hizo gran cosa’. ¿Sabéis qué respondo? ‘Ve tú a jugar en el Milan, con Costacurta y Maldini y luego vemos cuánto espacio te haces'”.
Sin remordimientos, entonces
“Sin remordimientos, solo orgullo”.
Tu entrenador en aquella época era Fabio Capello
“En ese entonces me aseguró que me quedaría también la siguiente temporada. Solo que terminamos en el décimo puesto, fue una temporada pésima y fue despedido. Llegó Zaccheroni y para mí la situación cambió, fui cedido al Monza. Se me consideraba demasiado joven, tenía que ganarme la experiencia, digamos. Buena experiencia, esa Serie B era muy fuerte. Lo digo siempre: otros tiempos entonces, niveles altísimos”.
Había grandes expectativas, luego traicionadas en el campo
“El equipo venía del undécimo puesto, Capello había regresado y se pensaba en un relanzamiento. No salió como se esperaba y cuando empieza a ir mal, sigue yendo mal. Y de ahí llega la frustración y algún roce, lo admito, lo hubo”.
En ese tiempo ya se hablaba de un Milan demasiado poco italiano y problemas de comunicación
“Pero no, se hablaba italiano. Siempre. El hecho es que se nos daba como favoritos para ganar el campeonato y en cambio la temporada comenzó mal y las cosas se complicaron. La calidad estaba ahí, no en vano el año siguiente con Zaccheroni llegó el scudetto”.
¿Ves analogías con los problemas actuales del Milan?
“Yo pienso que la cosa es diferente ahora. Capello era duro, Fonseca al principio quizá quiso manejar la situación en amistad, entre comillas. Evidentemente no funcionó, tuvo problemas con los mejores de la plantilla y perdió el vestuario. Y si pierdes el vestuario es difícil recuperarlo. Además, dejar de lado a Leao, Theo, Tomori y poner a los juveniles puede llevar a determinadas reacciones”.
Mientras tanto, hay un partido decisivo de Champions que se avecina: contra el Dinamo, otro de tus ex equipos. ¿Qué esperas?
“El Milan debería ganar porque es ciertamente más fuerte. Pero también porque al Dinamo le faltan jugadores importantes como Sucic, Misic y Petkovic y no tiene reemplazos a la altura. El Dinamo incluso en el campeonato está luchando y es extraño dado que en casa suele dominar”.
¿A quién debe prestar atención el Milan?
“Baturina puede inventar algo, juega entre líneas y tiene buenos números. Pero por el resto, este Dinamo no puede dar miedo, si el Milan se mantiene concentrado. No espero una victoria fácil de los rossoneri, porque en Zagreb con el apoyo del público nunca lo es, pero definitivamente espero un Milan ganador”.
¿Recomendarías a Baturina al Milan?
“Diría que no, Reijnders es más fuerte. Quizás diría Sucic, un jugador interesante que se parece a Brozovic”.
Parece muy cercano al Inter
“Quizás si el Milan sube la oferta, quién sabe. Es realmente un prospecto interesante”.
Entre los jóvenes defensores, en el Milan Pavlovic está teniendo dificultades al punto de que el club ha pensado incluso en venderlo
“Cuando llegas de una liga diferente, en un equipo que no funciona, es difícil adaptarse. El Milan siempre tiene altibajos y no me parece que le haya dado toda esa confianza, es más. Claro que no es fácil adaptarse así. Pero me pregunto por qué deberían venderlo, ya que hay un evidente problema de equilibrio en el campo: muchos jugadores ofensivos y luego quieres vender a un defensor. Para mí Pavlovic debe quedarse”.
Hoy, ¿cómo está el fútbol italiano?
“Está en crecimiento, solo la liga inglesa es superior. Ha habido problemas en años pasados, no se ha invertido mucho y el nivel ha bajado. Me alegra ver que la Serie A esté volviendo a altos niveles, porque en Italia hay una gran pasión por el fútbol”.
¿El jugador más fuerte con el que has jugado?
“Paolo Maldini: leyenda y persona excepcional. Jugador fantástico. Lástima que ya no esté en el club. Y es el ejemplo de los problemas del fútbol de hoy”.
¿Como cuales?
“No hay emoción, llegan propietarios extranjeros que solo miran el balance y no la historia. Para alguien como Maldini, en el Milan, siempre debería haber lugar”.