Conceiçao abandonado a su suerte

Otro día repleto de fútbol: Sergio Conceiçao dirigió el entrenamiento matinal, antes de dedicarse por la tarde a los partidos de vídeo y televisión. Europa y la Conference League, del prime time a la noche. La rutina de un entrenador que se esfuerza por elevar a su equipo, el AC Milan, a la altura de Europa. Conceiçao se concentró en defensa y ataque, y esta vez hubo algo extraño: se vio obligado a hacerlo una vez abandonado el campo.

Primero un improbable contraataque, con el portavoz portugués del entrenador transmitiendo todo el descontento de Sergio. Mensajes, articulados punto por punto y transmitidos a la prensa, que serían una transcripción de los pensamientos de Conceiçao. El técnico se quejaría de problemas de funcionalidad en las instalaciones de entrenamiento de Milanello y también de la escasa preparación atlética del equipo.

Pero, sobre todo, de la falta de apoyo directivo, de un proyecto técnico claro y, de nuevo, de la lejanía de Cardinale. Y por último, la falta de compromiso del grupo y en particular de sus jugadores clave. Un ataque directo, aparte de las jugadas del equipo al borde del área, a menudo incapaz de enmarcar el gol. Un juego que sacudió la tarde rossonera y que desde el ataque corría el riesgo de convertirse en rendición: el club no podía permanecer indiferente ante ciertas palabras.

En ese momento, Conceiçao no se apresuró a volver a la defensa, sino que se vio en su antiguo papel de mediapunta y abordó a su propio personal de comunicación. Sergio lo negó todo con determinación: ciertos pensamientos no le pertenecen y están absolutamente fuera de la realidad. Si hay algo en lo que el entrenador tiene que hacer hincapié -ese es el lema del hombre de todas las manos-, lo hace con las personas implicadas. O, si tiene mensajes que quiere transmitir a más de una persona, no duda en hablar ante los micrófonos, las cámaras y los periódicos.

En declaraciones a la Gazzetta: ‘Sufro mucho por el momento del Milan, pero nada de lo que se ha dicho sobre mí es cierto. El club siempre está presente, sé que el club está conmigo’. Sergio es un profesional que ha vivido y vive el fútbol, conoce la dinámica del juego (incluso cuando sale del campo) y sabe cómo manejarla. No se esconde detrás de las palabras de los demás, deja que la gente sepa y oiga todo de su propia voz. Conceiçao niega no encontrar todas las comodidades que necesita en Milanello, hasta el punto de que el centro deportivo es su casa desde hace varias semanas.

Niega con más fuerza y convicción aún la idea de que se sienta solo, abandonado por el club: habla todos los días con dt Moncada, una presencia casi permanente en la concentración, y con Ibra. Ayer volvió a hacerlo. En los últimos tiempos ha sido el propio Zlatan el que ha hablado delante del equipo y ha reforzado la postura del entrenador. Entre Sergio y el grupo ha habido momentos de tensión, como ocurre siempre y más aún en momentos de dificultad: pero cuando llegó el momento de llamar a los jugadores a sus responsabilidades, Conceiçao lo hizo públicamente.

Salió en la tele y en los periódicos para contar que en su carrera había entrenado a equipos técnicamente más pobres pero con más aplicación, y que en cambio encontró en el AC Milan un grupo de grandes intérpretes que a menudo rendían sin intensidad. Que el técnico está decepcionado no es ningún secreto: un entrenador y ex futbolista que ha hecho del compromiso y la aplicación sus premisas ganadoras, no admite errores de distracción o falta de energía en los duelos. Los últimos partidos del Milan han puesto realmente de manifiesto ciertos límites: de carácter más que técnicos.

Muy evidente en la Liga de Campeones, perdida por la imperdonable ingenuidad de Theo Hernández. Hace exactamente un año, el Oporto de Conceiçao abandonaba la Liga de Campeones en octavos de final, derrotado en los penaltis por el Arsenal. Uno a cero en la ida y el mismo resultado en la vuelta: la alineación londinense era muy parecida a la que llenó de goles el Psv (7) hace dos noches.

Un precedente que el entrenador recordó en varios enfrentamientos con el club y el grupo precisamente para reiterar cómo es la fuerza de voluntad la que determina el resultado de un partido. El espíritu, incluso antes que el talento: y por eso el entrenador reflexiona sobre una profunda revolución en el once que saltará al campo mañana en Lecce.

Tras el malentendido con uno de los responsables de la comunicación personal, Conceiçao se enfrentó ayer al club, aclarando el episodio, y luego se apoyó en el gabinete de prensa del club. Por la tarde, el mismo autor del malentendido dio una rotunda marcha atrás. Y aún hablando de mensajes y declaraciones, hoy Conceiçao volverá a hablar en la víspera del partido fuera de casa en Lecce.

Una oportunidad para reiterar sus verdaderos pensamientos y corregir públicamente el malentendido de ayer. Ah, luego hay un partido que presentar: el Milan sólo dispondrá de un resultado. Ganar para intentar el ascenso europeo. Incluso al final del partido, Sergio hará su análisis, y no habrá errores garrafales posibles. Un éxito le permitirá recuperar el aliento y disponer de otra semana de entrenamiento para preparar el próximo desafío. Si no, habrá más palabras: ¿se despedirán club y entrenador?

EL FRACASO DE LOS ENTRENADORES EXTRANJEROS

Milan y ese mal rollo con los entrenadores extranjeros. De hecho, en su historia el Diavolo nunca ha logrado encontrar el camino de la victoria con un no italiano en el banquillo, o mejor aún, la continuidad, aunque con Conceiçao se podría pensar que se ha tomado el camino correcto tras la victoria en la Supercopa contra el Inter. ¿Y el resto? Noveno puesto en la clasificación, eliminación en los playoffs de la Liga de Campeones a manos de un Feyenoord tan humilde como rearmado (y el partido de ayer contra el Inter lo demostró) y una media de puntos en liga aún peor que la de su predecesor.

El nuevo Milan de RedBird esperaba que primero con Fonseca y luego con Conceiçao se rompiera esta “maldición”, pero los resultados sobre el terreno de juego han dicho y siguen diciendo lo contrario. A estas alturas es natural creer que al final de esta temporada habrá un nuevo cambio en el banquillo de Milanello, con la directiva rossonera que esta vez irá sobre seguro, sin más apuestas.

La tendencia de este año complicado lo ha confirmado: el Milan necesita un perfil que ya conozca bien la Serie A, también porque el año que viene no podrá dejar de clasificarse para la Liga de Campeones, y por lo tanto no habrá tiempo para adaptaciones varias. Obviamente, la elección del próximo entrenador pasará también y sobre todo por quién será el nuevo director deportivo del Milan, pero el identikit parece estar ya bien definido.

Giuseppe Pastore afirma que el Milanello necesita a alguien que conozca las dificultades de los entrenadores rossoneri, así que ¿qué mejor solución que la que lleva a Massimiliano Allegri? Su anterior aventura en el Milan podría facilitarle las cosas, pero la lista de la directiva rossonera incluiría también los nombres de Maurizio Sarri, Roberto De Zerbi, Vincenzo Italiano, Gian Piero Gasperini, Carlo Ancelotti y Antonio Conte, siendo estos dos últimos más sueños que realidades sólidas en estos momentos, aunque a estas alturas siempre es mejor no excluir nada.

EN LECCE FUERA THEO, LEAO Y GIMÉNEZ

En previsión de una revolución en verano, he aquí una de cerca. Sergio Conceiçao parece decidido a presentar en Lecce un Milan completamente renovado, y no sólo por las descalificaciones de Maignan y Pavlovic. La escoria de las tres derrotas consecutivas en el campeonato, tras la eliminación de la Liga de Campeones, convenció al técnico para probar ayer en Milanello un once inédito: fuera a la vez Theo Hernández, Fofana, Musah, Leao y Giménez.

Todavía falta un día para el partido en la Via del Mare y Conceiçao acostumbra a probar diferentes soluciones antes de llegar a una decisión definitiva. Pero las señales de querer cambiar las cosas ya habían llegado a principios de semana. El técnico portugués está cansado de esperar a unas cuantas estrellas que están rindiendo mucho menos de lo que cabría esperar y quiere al menos dar una oportunidad a los que realmente tienen hambre de campo.

Como las dos últimas llegadas en febrero, Warren Bondo y Riccardo Sottil. El centrocampista francés aún no ha debutado con la camiseta rossonera (el pasado domingo contra el Lazio calentó durante mucho tiempo, sin pisar luego el césped), mientras que el ex jugador del Fiorentina, tras unos alentadores 20 minutos en la final con el Torino, ha estado en el banquillo 180 minutos en las dos últimas. Ahora podría ser por fin su turno.

Al igual que la revolución debería recompensar al menos a uno -si no a los dos- de Davide Bartesaghi y Alex Jiménez. En el plan en el que ambos parten desde el 1′, el primero debería asentarse en la salida por la izquierda en lugar de Theo, el segundo arriba a la derecha en el tres por detrás del único delantero Abraham. Pensar que Jiménez y Bartesaghi durante gran parte de la temporada fueron pilares del Milan… Futuro. Y en el primer equipo nunca estaban en el campo al mismo tiempo: o uno o el otro.

La principal noticia, sin embargo, concierne a los parias. Al Milan, además del campeonato, sólo le queda la Copa Italia, con el primer derby contra el Inter fijado para el 2 de abril. Quedan 25 días, no hay motivos para pensar en lógicas renovaciones. El rechazo, por tanto, sería puramente técnico. Y para Theo y Leao no sería la primera, después de haber conocido ya el banquillo a las órdenes de Fonseca. Más sorprendente, tal vez, sería la exclusión de Giménez, la gran compra del mercado de reparaciones.

El bombardero mexicano ha estado seco en sus tres últimas salidas, en las que le ha costado incluso hacerse peligroso. Pero después de gastarse unos 30 millones de euros, sería chocante verlo fuera de la alineación titular apenas un mes después. Musah, por su parte, tuvo una de las peores noches de su carrera el domingo contra el Lazio, cuando Conceiçao lo sacó en el minuto 37 de la primera parte porque estaba claramente pasando apuros.

Mientras que Fofana ya ha ocupado dos banquillos con el seleccionador, en el partido de vuelta con el Feyenoord en la Liga de Campeones y en Turín en la liga. En la lista de los que podrían ver jugar a sus compañeros en Lecce también podría figurar uno de Joao Félix y Pulisic. En ese momento, de las cuatro estrellas que prometía el Milan para despegar, sólo quedaría una. Singular, en todos los sentidos.


Ante el Lecce jugará Sportiello

A veces, la normalidad puede ser una gran fortaleza. Para confirmarlo, pregúntenle a Marco Sportiello, el segundo portero del Milan. Él, que fue traído a los rossoneri por Pioli y que a lo largo de los años siempre ha respondido cuando se le ha llamado. Sin hacer ruido, opuesto a los focos y a las entrevistas. Notoriamente, siempre ha sido el delantero centro más difícil de batir. En lo que va de liga aún no ha jugado, pero en Lecce -gracias a la sanción de Maignan- debería ser su momento. Necesario, por tanto, que esté preparado.

Marco, que cumplirá 33 años en mayo, es en muchos sentidos una antiestrella. No tiene redes sociales, es tímido y reservado. No es exactamente el prototipo del futbolista moderno. En un mundo acelerado de seguidores y visitas, Sportiello ni siquiera tiene Instagram. Prefiere que le digan las cosas a la cara. Como hizo Pioli para convencerle de que viniera al Milan, después de tenerle un año como titular en Florencia en la temporada 2017-18. Solo tuvo que descolgar el teléfono: “Me gustaría que estuvieras en el Milan. Qué haces, ¿vienes?”. Y Sportiello, que había crecido con el mito de Seba Rossi, no pudo sino aceptar de buen grado.

En el conjunto rossonero ha jugado siete veces hasta la fecha. En su primera titularidad contra el Verona -23 de septiembre de 2023- celebró su partido 200 en la Serie A y fue decisivo con un par de grandes paradas. Especialmente una a Folorunsho en el 0-0. Luego también lo hizo bien en el siguiente partido contra el Cagliari e incluso fue un 7 en el acta en el empate contra la Juve a finales de abril.

“El mejor sobre el terreno de juego, cerró la puerta con cuatro paradas decisivas”. Traducido: cuando se le necesita, está ahí. Este año, sin embargo, ha tenido muy mala suerte. Se lesionó la mano en verano, se operó en Estados Unidos y tuvo que estar de baja más de dos meses. Ahora, sin embargo, está bien, y desde el Lecce iniciará su carrera en la Serie A con el Milan.

Marco siempre ha sido hincha rossonero, a pesar de haber crecido en las categorías inferiores del Atalanta. Para todos siempre fue “el Spo”, el más alto de sus amigos, amante del voleibol y prestado al fútbol por casualidad. Que acabó convirtiéndose en su mayor pasión. El primer partido, jugado en un campo de tierra y barro, terminó 11-3 a favor del rival, pero Marco se dio cuenta de que los guantes podían ser su destino.

“Había parado cuatro penaltis: me parecía suficiente para insistir”. A los ocho años lo fichó el Atalanta y a los 21 era titular en la Serie A con la camiseta del Dea. Y pensar que en el Seregno, en la D, quiso dejarlo tras ocho banquillos seguidos. ‘No hablaba con nadie y no quería volver a Bérgamo. Sólo quería jugar’. Y al final jugará.

A lo largo de los años, alternó temporadas excelentes con peleas -como con Gasperini, que le acusaba de falta de concentración y de tener la cabeza en otra parte-, malentendidos y dificultades. Le fue bien en Florencia, donde encontró a Pioli y vivió la tragedia de Astori, y luego regresó a Bérgamo en busca de redención. No la encontró y eligió Milán.

Aceptó el papel de jugador secundario, sin levantar nunca la voz. Trabajando, lejos de los focos y los titulares. Su historia dice que cuando se le ha llamado siempre ha respondido bien, y el Lecce debería ser una nueva confirmación de ello. Sin aparecer, sin hacer ruido, dejando hablar a los demás. Bendita normalidad.


El misterio del dueto Gabbia-Thiaw

¿Por qué Matteo Gabbia y Malick Thiaw nunca juegan juntos? La pregunta surge instintivamente al ver los partidos del Milan y sobre todo teniendo en cuenta un dato rotundo. Gabbia y Thiaw estuvieron juntos sobre el terreno de juego 661 minutos, en los que sólo encajaron tres goles: una media de uno cada 220 minutos.

Un gol encajado cada dos partidos y medio. El Milan ha probado todas las demás combinaciones durante mucho tiempo y ninguna otra pareja consigue superar la media de un gol encajado cada 72 minutos. Una diferencia enorme. Gabbia-Thiaw lo hacen tres veces mejor que todas las demás parejas.

Conceiçao, a pesar de ello, apenas los utiliza. Al menos, nunca desde el principio. Gabbia-Thiaw sólo fueron titulares con él en el Milan-Verona del 15 de febrero. Sólo un partido desde el principio, como para Gabbia-Tomori. ¿Y los demás? Dos partidos para Tomori-Thiaw, tres para Tomori-Pavlovic, cuatro para Gabbia-Pavlovic y Thiaw-Pavlovic. Moraleja: Pavlovic casi siempre juega, aunque las cifras de goles encajados sugieran lo contrario. A continuación, las cifras con, a la derecha, los “minutos por gol encajado” de cada pareja.

¿Por qué ocurre esto? Conceiçao dijo que “todos son titulares” (una declaración diplomática lógica) y sobre Pavlovic en particular lanzó un cumplido: “Me gustan los jugadores con su espíritu”. SC, cuando empezó como entrenador del Milan, lanzó a Tomori como titular, a pesar de que estaba cerca de un traspaso a la Juve (y luego al Tottenham): al principio apostó por él más que por los demás, luego cambió de opinión.

En febrero, eligió a Pavlovic en un cambio eterno, visto pocas veces en un equipo de primera: casi nunca hay cuatro centrales del mismo nivel, alternándose y formando siempre una nueva pareja, sin un punto fijo o, al menos, un dúo considerado incompatible. El fin de semana en Lecce, Pavlovic será descalificado: una primera certeza. Y Conceiçao podría trabajar estos días en la defensa de tres, una solución que sin duda ayudaría a Pavlovic (y quizás, no sólo a él).

Thiaw y Gabbia son los menos publicitados del cuarteto. Después de todo, Pavlovic fue comprado en verano y Tomori, a partir de 2021, es la principal referencia en la temporada del Milan. No por casualidad, fueron titulares juntos en la segunda y tercera jornada, con Fonseca: una pareja agresiva, física en el aire y en el suelo, pero propensa al descuido y al error fatal.

Los dos últimos, de Pavlovic: el gol encajado por Ndoye en el área en Bolonia y la falta por expulsión de Isaksen. Thiaw y Gabbia, en cambio, son los mejores con el balón, no son rápidos pero mantienen un alto nivel de atención, son los mejores leyendo situaciones y manteniendo a raya los peligros. ¿No es eso lo que hacen los defensas desde hace 160 años?

LOS MEJORES MOVIMIENTOS DE IGLI TARE

Igli Tare está en la pole para convertirse en el nuevo director deportivo del Milan. A primera hora de la mañana les hablábamos de un Milan que aún no ha tomado una decisión definitiva sobre su nueva SD, pero que se inclina por el ex hombre de mercado del Lazio en caso de que Zlatan Ibrahimovic sea el elegido.

Igli Tare es director deportivo del Lazio desde hace quince años, ha compartido con Claudio Lotito el renacimiento del Lazio, y en los años de su gestión el equipo biancoceleste se ha llevado tres veces la Coppa Italia y otras tantas la Supercopa de Italia. Lo hizo en un contexto en el que el principio rector estaba claro: “El objetivo -decía Tare en una entrevista reciente- era comprar a bajo precio y luego revender haciendo plusvalías”.

Es una pena, sin embargo, que el segundo paso haya sido a menudo mucho más complicado que el primero, ya que Lotito siempre ha intentado mantener a sus mejores jugadores incluso cuando la lógica del mercado futbolístico sugería lo contrario. Cuando había incluso ofertas de nueve cifras sobre la mesa por Milinkovic-Savic.

Sin embargo, el hecho de que el Lazio rechazara ofertas astronómicas por el serbio, pero también por Immobile y Luis Alberto a lo largo de los años, no impidió a Tare completar importantes operaciones. He aquí las mejores plusvalías bajo su gestión.

1) Sergej Milinkovic-Savic

Arrebatado a la Fiorentina en el verano de 2015 cuando ya ponía rumbo a Florencia, fue comprado por el Genk por diez millones de euros y revendido ocho años después por 40 al Al-Hilal. Con la camiseta biancoceleste jugó casi 350 partidos oficiales y entre medias también se rechazaron ofertas mucho, mucho más altas. ¿Recuerda la famosa oferta de Lotito de 110 millones de euros?

2) El primer Felipe Anderson

Igli Tare lo sacó de Brasil, lo compró directamente al Santos por 7,5 millones de euros. Tras cinco temporadas y algunos picos sonados, abandonó la capital por 38 millones de euros, vendido a aquel West Ham que tres años después lo devolvería al Lazio por cifras completamente distintas.

3) El maxi-trato Keita Balde-Pedro Neto-Bruno Jordão

Comprado en el verano de 2011 por 300.000 euros, fue vendido seis años después al Mónaco por 30 millones de euros. Sin embargo, esa transacción también incluyó a Pedro Neto y Bruno Jordao, jugadores por los que el Lazio pagó 26 millones de euros, solo para venderlos al Wolverhampton dos años después por unos 20 millones de euros.

4) Joaquin Correa

La Lazio lo compró en agosto de 2018 al Sevilla por unos dieciséis millones de euros y pudo disfrutar de su talento en probablemente los mejores años del Tucu. Tres años después será vendido al Inter por cerca del doble, más de treinta millones de euros. Pero en Milán difícilmente volverá a ser el jugador admirado en la capital.

5) Antonio Candreva

La Lazio lo compró al Udinese por menos de diez millones de euros y lo vendió al Inter en 2016 por más de veinte. Como en el caso de Correa, la etapa de Candreva con la camiseta de la Lazio fue probablemente sus mejores páginas como futbolista.


El Milan se juega todo en la Copa Italia

Un trofeo más en la vitrina y… más. Puede que la Coppa Italia no tenga el atractivo de la Liga de Campeones o del Scudetto, pero para el Milan representa hoy el único objetivo realista que le queda. Con no menos de tres razones válidas para aspirar a levantarla, además del evidente laurel deportivo, que se desprende en primer lugar de las semifinales contra el Inter (y huelga decirlo, los derbis nunca son partidos como los demás).

La primera: de momento, el Diavolo estaría fuera de las copas internacionales la próxima temporada, pero ganar la Coppa Italia le da derecho a participar en la Europa League. La segunda: incluso el mero hecho de llegar a la final de Roma podría bastar para participar en la próxima Supercopa de Italia (más sobre esto más adelante…). La tercera: puede ser una fuente de ingresos.

Por supuesto, el premio en metálico no es tan cuantioso como el de otros eventos, pero aún así representaría un buen ahorro adicional, especialmente para un Milan que ahora está lejos de la zona Champions en el campeonato. Haciendo un cálculo rápido, ganar la Coppa Italia aportaría a las arcas rossoneras un mínimo de 11-12 millones de euros.

El Milán ya ha cobrado cerca de 3 millones -sólo en premios- al alcanzar las semifinales. A esta cifra habría que añadir la taquilla de los partidos ya disputados en San Siro contra el Sassuolo y el Roma, más la del encuentro en casa contra el Inter del 2 de abril. Llegar a la final daría otros 2 millones, que pueden aumentar a 4,6 en caso de ganar el trofeo. Todo se reduce al doble derbi de semifinales. En Milán, ganar a sus rivales no salva una temporada, pero en definitiva, si tras los éxitos en la ida en la liga y en Riad en la Supercopa, llegara también el pase de ronda a costa de los nerazzurri en la Coppa Italia, para los aficionados del Diavolo sería algo más que un consuelo.

Pero como se ha dicho, la Coppa Italia también puede ser la vía más accesible a Europa. Los volúmenes de la Europa League están lejos de los de la Liga de Campeones, pero mejor que nada… Mejor más bien. Participar garantiza unos 4,3 millones, que pueden crecer con los premios por los partidos individuales (450 mil euros por cada victoria y 150 mil por cada empate en la fase de grupos única), la colocación en la clasificación (600 mil euros por las ocho primeras posiciones, 300 mil por el acceso a los playoffs) y, obviamente, el avance de ronda, hasta un máximo de unos 21,5 millones más en caso de éxito final.

Además de la Europa League, la Coppa Italia es ahora el único medio de que dispone el Milan para aspirar a participar en la próxima Supercopa de Italia. El segundo puesto del campeonato, de hecho, está a 16 puntos. Así pues, para defender como vigente campeón el título conquistado en enero en Riad, en uno de los pocos momentos felices de la presente temporada, los rossoneri deberían llegar al menos a la final de Roma, el 14 de mayo. Y aquí se abre un capítulo aparte, porque la fórmula de la próxima Supercopa aún no es segura: podría permanecer con cuatro equipos -como en las dos últimas ediciones- o limitarse a dos (el campeón italiano contra el ganador de la Coppa Italia) -como antes de 2024-.

En el segundo caso, sería necesario ganar la final en el Estadio Olímpico. Tampoco se sabe aún con certeza el lugar donde se celebrará el trofeo (¿Arabia Saudí u otro lugar?), los ingresos para los participantes y la dotación económica del premio. En Riad, el Milan se llevó unos 11 millones al ganar la Supercopa.

Evidentemente, si volviéramos a la fórmula con dos equipos, el premio en metálico sería menor. En cualquier caso, la mera participación garantiza más o menos 2,5 millones en el formato de cuatro equipos y 3 en el de dos. Además, por supuesto, de la posibilidad de ganar otro título. Por cierto, el Milan no levanta dos trofeos en un mismo año desde 2007/08. Entonces fueron la Supercopa de Europa y el Mundial de Clubes, hoy podrían ser la Supercopa de Italia y la Copa Italia. En una temporada negra, sería maná del cielo.


Furlani se reúne con Cardinale en USA

El lema, si le interesa, es fácil: Estados Unidos de Milán. Giorgio Furlani viajó ayer a Estados Unidos, donde hoy se reunirá con Gerry Cardinale. Parece el Estados Generales del club: el propietario y el director general se reúnen para hablar del equipo y del futuro. No es una reunión cualquiera -Cardinale y Furlani no se ven todas las semanas en Estados Unidos…- ni un momento cualquiera: el Milan está en dificultades como pocas veces en su historia reciente y tiene por delante meses complicados, con la competición italiana tomando la delantera: Inter, Nápoles, Atalanta y Juve tienen una ventaja de dos dígitos y el Milan pierde partidos, confianza, valor en el mercado. Este nombramiento a principios de marzo tiene todo el aire de ser un cruce importante, el día cero en la planificación del nuevo Milan.

Un propietario y un consejero delegado no anuncian el orden del día de su reunión, pero algunos temas están inevitablemente en la agenda. La elección del director deportivo es un gran tema, la principal novedad del Milan 2025/26. El Milan ha optado por confiar en un D.S. clásico, en contraste con la gestión de los dos últimos años. Gerry Cardinale y Zlatan Ibrahimovic, su mano derecha y hombre de confianza, mantuvieron conversaciones con Igli Tare, Fabio Paratici y Andrea Berta. Furlani, el ejecutivo clave en las negociaciones de los últimos años, no asistió.

¿Cómo han ido? Tare es el favorito, pero Paratici puede volver a escena pronto porque a este libro aún le quedan páginas por escribir, la decisión no está tomada y el equilibrio interno en el Milan se está asentando. Furlani, como consejero delegado, es el ejecutivo con poder de firma y siempre ha participado en todas las decisiones. ¿Puede simplemente ratificar una decisión tomada por otros? Difícilmente. Las decisiones vienen de mí”, dijo el domingo por la noche.

El director deportivo, sin embargo, es sólo uno de los puntos de control por los que pasará el Milan. Cardinale y Furlani hablarán inevitablemente de la gestión de este momento de crisis, con el Milan cerrando el presupuesto de la temporada “con un pequeño beneficio o una pequeña pérdida, a falta de grandes cesiones”, como dijo en octubre el cfo Cocirio.

Y hablando de presupuesto, la no clasificación para la Liga de Campeones, ya prácticamente segura, es tema de discusión, al igual que el estadio. El Milan, junto con el Inter, está tomando decisiones importantes y quiere llegar al final del verano como propietario de las zonas del viejo y (si alguna vez lo habrá) del nuevo San Siro: el primer y verdadero punto de no retorno de una historia interminable, nacida cuando Furlani era el gestor de cartera de Elliott y Cardinale aún no había fundado RedBird.

El resto se pensará, con relativa calma, porque el Milan debe cambiar muchas cosas. Tendrá un nuevo entrenador, sustituirá a muchos jugadores, cambiará las jerarquías del vestuario. Theo Hernández y Rafa Leao, históricamente sus jugadores más fuertes, pueden cambiar de equipo. Mike Maignan, el otro gran fichaje del scudetto, ha aceptado básicamente una exigente renovación de contrato.

El club tendrá que elegir nuevos dirigentes y hacer frente a un declive de la imagen internacional que no puede alegrar a Cardinal. La administración ordinaria, ya pasada de moda en el club, no será suficiente y las decisiones serán inevitablemente fuertes y arriesgadas. Por lo tanto, aunque Central Park en marzo sea un espectáculo, Furlani no estará en Nueva York de vacaciones.

LA CUARTA CAMISETA UN ÉXITO DE VENTAS

Febrero ha sido un mes récord para el comercio electrónico del Milan, y el mérito es sobre todo de la cuarta equipación, en sus dos versiones negro-verde-amarillo (contra el Verona) y rojo-verde-amarillo (contra el Lazio), que se ha vendido incluso más que el uniforme especial del 125 aniversario del club. El 75% de las ventas en línea correspondieron a personas de fuera de Italia, mientras que el 70% tenían entre 20 y 29 años.

SIGUIENTE PARTIDO ANTE EL LECCE

Después de las tres derrotas consecutivas en liga, el Milan tiene la obligación de volver a levantar la cabeza en su próximo compromiso de la Serie A para, al menos, intentar iniciar una persecución no ya del cuarto puesto, sino de la Europa League. El rival del sábado será el Lecce del ex Marco Giampaolo, un partido bastante complicado a domicilio y un campo en el que los Diavolo no ganan desde junio de 2020.

Si a eso le unimos un rendimiento decepcionante y varias ausencias importantes, el partido en la Via del Mare se prevé como otro calvario más de la temporada (quizás). La forma en que el Milan afronta el desafío contra los salentinos también ha sido tratada esta mañana por Il Corriere dello Sport, que ha hecho balance de los cambios de formación en el Diavolo titulando “Juega Sportiello. Tomori titular. Florenzi espera”, con los dos primeros ocupando los puestos de los dos sancionados Maignan y Pavlovic.


Prosigue la venta de San Siro

l camino aún es largo, pero ahora el Inter y el Milan avanzan rápidamente hacia la construcción de un nuevo San Siro junto al actual. En las próximas horas, el Ayuntamiento empezará a evaluar la propuesta económica y el proyecto de viabilidad que esboza las líneas maestras para la compra del Meazza y las zonas adyacentes. El documento, anoche al cierre de esta edición, estaba siendo sometido a las últimas revisiones por parte de los abogados de las dos propiedades estadounidenses, Oaktree y RedBird.

Si se entregó vía Pec anoche (por la noche… barras y estrellas) o si se enviará hoy, en este momento es un detalle.l camino aún es largo, pero ahora el Inter y el Milan avanzan rápidamente hacia la construcción de un nuevo San Siro junto al actual. En las próximas horas, el Ayuntamiento empezará a evaluar la propuesta económica y el proyecto de viabilidad que esboza las líneas maestras para la compra del Meazza y las zonas adyacentes.

El documento, anoche al cierre de esta edición, estaba siendo sometido a las últimas revisiones por parte de los abogados de las dos propiedades estadounidenses, Oaktree y RedBird. Si se entregó vía Pec anoche (por la noche… barras y estrellas) o si se enviará hoy, en este momento es un detalle.

El camino ya está trazado porque los dos clubes convergen en todos los aspectos clave y el alcalde Giuseppe Sala lo confirmó en declaraciones a Rtl 102.5: “La ley nos dice que, como tenemos la oferta, tenemos que hacer un concurso público de todas formas”, comenzó diciendo el primer ciudadano del Milan, “pero está claro que se basará en un área dedicada al fútbol. La ley nos dice entonces que pueden comenzar las negociaciones privadas. Examinaremos esta oferta e informaremos al Ayuntamiento”.

La licitación durará unos 30-45 días y el objetivo es vender el estadio y las zonas a los equipos para las vacaciones de verano”. El próximo verano, por tanto, puede ser un momento importante, pero el inicio de las obras aún está lejos. Primero se necesita también la luz verde de la Conferencia de Servicios, que, según la Ley de Estadios, debe estar concluida en un plazo de 18 meses; de lo contrario, se nombrará a un comisario.

El propio Sala dejó claro que los pasos aún son otros y subrayó que en San Siro hasta la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de Invierno de Milán-Cortina 2026 no hay previstas obras invasivas. Después, los clubes empezarán a construir un nuevo estadio junto al Meazza. Tardarán unos años en construirlo y, cuando esté listo, regenerarán la vieja instalación, que en mi opinión está destinada a vivir tal y como la conocemos hasta 2030′.

El dossier que el ayuntamiento tendrá que analizar y evaluar tendrá unas doscientas páginas: dentro hay costes, volúmenes, impacto medioambiental (un tema muy delicado, también en relación con las perplejidades de los vecinos) así como, por supuesto, las modalidades de reutilización del Meazza. El objetivo es completar el proceso burocrático antes de que se desencadenen nuevas limitaciones relacionadas con el segundo anillo de San Siro a los setenta años. Netos de trámites administrativos y recursos ante el Tar, las obras podrían empezar en 2027 y, como anticipó Sala, terminar en 2030.

El estadio, que se construirá donde hoy están los aparcamientos (detrás del Sector Oeste), tendrá una capacidad de 71.500 localidades, 13.000 de las cuales serán “corporate” y “hospitality”. En la zona habrá 55.000 metros cuadrados de zonas verdes y 72.000 de aparcamiento subterráneo. El diseño de la nueva casa del Milan aún no está definido y es posible que el encargo recaiga en Populous, el estudio de arquitectura estadounidense que ya trabajó en la Catedral ‘desvelada’ en 2021.

La inversión total superará los mil millones: digamos que entre 1.000 y 1.500 millones. Lo asumirán los dos fondos propietarios del Inter y Milan. La mayor parte del dinero llegará a través de bancos estadounidenses, JP Morgan y Bank of America, e italianos, Banco Bpm. ¿Qué pasará con la Scala del Calcio? No se demolerá del todo y el proyecto de las dos empresas, llamado “Docfap”, prevé que no se derriben parte de la Curva Sud, la de los ultras rossoneri, y la tribuna situada a su derecha.

Quedaría así una especie de anfiteatro que se utilizaría para otras actividades. Las obras de demolición, sin embargo, no empezarán hasta que esté listo el nuevo San Siro. En los alrededores del nuevo estadio se construirán las sedes de los dos clubes, un hotel, espacios comerciales y parques por 280.0000 mil metros. Los dos clubes aumentarán sus ingresos estacionales por el estadio en hasta 130 millones.

EL ALCALDE ESPERA EL DOCUMENTO DOCFAP

Una ciudad en busca del Docfap, el misterioso acrónimo del documento de viabilidad de alternativas de diseño, el gran libro de más de 200 páginas que contiene la propuesta de compra de San Siro firmada por Inter y Milan y dirigida al Ayuntamiento de Milán. “No ha llegado”, dijo esta mañana el alcalde Beppe Sala a quienes le pidieron información. El documento se esperaba para ayer por la tarde y aún no ha llegado a la mesa del Palazzo Marino. ¿Preocupación? De momento no: los clubes estarían ultimando los últimos detalles, con el optimismo de que este paso pueda concluirse entre hoy por la tarde y el final de la semana.

Estas fueron las frases de Sala el miércoles por la mañana: ‘Hay que preguntar a los clubes qué están haciendo, creo que siguen trabajando. Hay que tener en cuenta que son dos clubes, dos juntas directivas que tienen que encontrar el equilibrio antes de mandar. No he tenido noticias de ellos, pero no creo que haya mucho tiempo’.


Sacchi: “¿No era mejor Lopetegui?”

Los últimos rumores procedentes de Milanello hablan de las bajas de Theo Hernández y Leao: descartados para el próximo partido. Es difícil decir si la medida es correcta o no. Pero, desde luego, puesto que es el entrenador quien debe decidir, es correcto que sea libre de tomar sus decisiones libremente y sin condicionamientos.

No puedo emitir un juicio sobre la situación actual del Milan, porque la vivo sólo desde fuera: como un enamorado que, esta temporada, se ha sentido a menudo traicionado. Sin embargo, no tengo en mis manos la imagen precisa de lo que está sucediendo, de las dinámicas internas, de las relaciones que existen entre los jugadores, y entre éstos y el entrenador.

Sin lugar a dudas, puedo afirmar que la llegada de Sergio Conceiçao no ha traído los beneficios que todos los aficionados esperaban. El Milan ocupa la novena posición, prácticamente en mitad de la tabla. Desde luego, no es una posición acorde con un club que ha escrito la historia del fútbol. Y esto es algo sobre lo que debemos reflexionar con seriedad y humildad. Los directivos, en particular, deben hacerlo. En primavera, uno suele sacar las conclusiones de lo que ha sembrado en el verano anterior. Creo que puedo concluir que el resultado es, de momento, negativo y, francamente, no veo cómo podemos salir de semejante situación.

Me parece que el Milan se ha metido en un túnel y ni siquiera ve un atisbo de luz. Los objetivos se han convertido en una plaza en la Europa League y en la Coppa Italia: demasiado poco, incluso teniendo en cuenta las inversiones financieras realizadas. Por desgracia, los errores, a lo largo de la temporada, han caído con la fuerza de una avalancha. Todo surgió de una falta de claridad de ideas. Recuerdo, y espero no equivocarme, que el Milan había señalado a Lopetegui como el entrenador para esta temporada.

Luego, como la afición se rebeló, porque consideraba a Lopetegui un perfil poco adecuado, se decidió apostar por Fonseca que, sin embargo, no tenía un currículum especialmente importante. Ahí, ese fue el primer paso en falso. Si uno, presidente, director deportivo o consejero delegado, está convencido de una elección o de una idea, tiene que llegar hasta el final y no plegarse al talante de la plaza. Si Berlusconi hubiera tenido que escuchar lo que los aficionados o los periodistas pensaban de mí, nunca habría entrenado al Milan: me llamaban Don Nadie.

Y eso era lo más tierno y amable que me decían. Pero Berlusconi, que claramente tenía en mente lo que quería, no se dejó influir y siguió su camino. Creo poder decir que, viendo los resultados (el mío fue juzgado por la Fifa como el mejor equipo de clubes de la historia), el presidente hizo bien en insistir en su proyecto, incluso cuando, sobre todo al principio de la

Lo que el Milan debe hacer ahora es bastante sencillo, y deben hacerlo, ante todo, los propietarios y los directivos. Elegir a los hombres adecuados para liderar el renacimiento, confiar a un entrenador de su confianza la construcción del equipo, dejarle decidir qué jugadores deben comprarse y cuáles deben venderse, y dar a este entrenador todo su apoyo. Esta es la mejor manera de volver al éxito.

Pero, ¿es posible que el Milan compre una serie de jugadores de los que sabemos poco o nada en verano, y luego vuelva al mercado en enero para hacer una especie de revolución? Hay que basarse primero en las cualidades humanas y luego en las técnicas: mirar primero la cabeza y luego los pies. Cuando un entrenador no trabaja con gente de confianza, y evidentemente los actuales jugadores del Milan no lo son (no todos, por piedad, pero sí la mayoría), es inevitable que tenga problemas.

Para Conceiçao, ahora es complicado volver a encauzar el barco. Hay confusión en el ambiente y, por desgracia, también se nota en el campo. No es una cuestión de módulos, de preparación atlética, de jugar con dos, tres o cuatro delanteros. La verdad es que, esta temporada, el Milan casi nunca ha sido un equipo, y cuando no eres un equipo no llegas muy lejos. La responsabilidad, cuando suceden cosas así, en mi opinión, es de todos. No puede ser sólo culpa del entrenador, como no puede ser sólo culpa de los jugadores. De acuerdo: Theo y Leao hann


Que jueguen otros ahora

Con una racha de tres derrotas que había que interrumpir a toda costa para relanzar al equipo de cara a los últimos once partidos de liga y a la doble semifinal de la Coppa Italia, ayer Milan y Conceiçao se unieron en torno al equipo. Porque una terapia de choque, con, por ejemplo, una retirada punitiva, en este momento podría haber sido quizás contraproducente para un grupo que el domingo entró en el campo sacudido por el ambiente creado en San Siro por la protesta y los abucheos escuchados en los primeros minutos.

El técnico portugués, sin embargo, espera que todos den más del cien por cien el sábado en Lecce y con esa idea sólo enviará a los que den garantías en las dos fases. Porque en los tres últimos ko en el campeonato el guardameta del Diavolo ha encajado dos goles por partido, cómplices de distracciones y falta de voluntad de sacrificio en la cobertura. El ex entrenador del Oporto está dispuesto a intervenir y, respecto al domingo pasado, en la Via del Mare las variaciones en el once inicial serán al menos cuatro. Porque además de los descalificados Maignan y Pavlovic, Theo Hernández y Leao deberán estar fuera. Y quizá no sólo ellos. Se necesita correr, hambre y rabia, incluso a pesar de la calidad.

Según la directiva y el entrenador, el problema es que el equipo ha perdido serenidad debido a los resultados negativos y al clima que rodea al club. Muchos jugadores, afirman en via Aldo Rossi y en Milanello, están también por este motivo rindiendo por debajo de sus posibilidades. Ayer, Ibrahimovic y Moncada se presentaron en Milanello para hacer sentir a Maignan y sus compañeros la cercanía del club.

El asesor de los RedBird y el dt rossonero animaron a algunos de los jugadores, con los que intercambiaron algunas palabras antes y después del final de la sesión. Por supuesto, también hicieron balance de la situación con el entrenador. Estimular la reacción dentro del vestuario, en cambio, recayó en Conceiçao, que espera ver a un grupo que vuelva a disfrutar jugando al fútbol y al que no le pese la presión y la pausa por los resultados. Porque en la Via del Mare los intérpretes y quizás la táctica (desde hoy los ensayos; ayer se reanudó con una sesión dividida en dos grupos) serán diferentes, pero sobre todo debe cambiar la cabeza y la predisposición para ayudar al equipo.

Traducido: quien no corre, se queda fuera. Conceiçao exige que las individualidades se sacrifiquen para recuperar el balón, pero también que aporten presión al inicio de la acción. Los datos del desafío contra el Lazio han sido cuidadosamente analizados y las decisiones del sábado serán una consecuencia. Contra el Lecce, el Milan debe cambiar las tornas.

Por eso es casi seguro que Theo Hernández se quede fuera para dar paso a Jiménez y por eso Leao podría empezar desde el banquillo con Sottil en su lugar o con Chuwkueze en la derecha y Pulisic en la banda opuesta. ¿Y después? El resto de las valoraciones vendrán en función de los entrenamientos de la semana y del estado físico de los que no han estado a tope últimamente, desde Pulisic a Giménez, pasando por Fofana.

En Lecce y luego en casa contra el Como, se necesitan seis puntos para llegar al parón con una pizca más de tranquilidad. Y deben tomarse con raza y rabia. Dos características que hasta ahora el Milan sólo ha mostrado a ratos. Conceiçao las exige ahora.


Theo y Leao podrían irse en verano

La temporada de Theo y Leao puede empezar de nuevo: en agosto, el técnico portugués – Fonseca – los envió al banquillo por sanción en el partido contra el Lazio. El sábado, en Lecce, Conceiçao decidirá su suerte, y es probable que vuelva a optar por colocar a los dos entre los reservas. Jugar fuera podría ser una suerte, aunque fuera de casa el Milan ha sumado 17 puntos, siete menos que los 24 que ha conseguido en casa: un viaje útil para alejarse de la tensión o, para algunos en particular, para evitar los silbidos y las quejas de San Siro.

Los blancos son Theo y Leao, los más talentosos del equipo: antes arrastradores, hoy (esto vale para Hernández, mucho menos para Rafa) lastres. Con su zurda, el Milan era capaz de adelantar por la izquierda, mientras que hoy son superados por sus rivales: por el lado de Theo especialmente, son los otros los que se cuelan a toda velocidad. Incluso el gol de la primera ventaja del Lazio vino de una débil cobertura del francés, mientras que Leao, en la dirección contraria, fue incapaz de incidir: los habituales centros imprecisos y serpenteos en el área sin salida.

Leao fue “escuchado” en el partido, o más bien sólo en una parte del estadio: la tomó con unos aficionados sentados en el primer anillo naranja. Mientras el partido continuaba, se le pudo ver discutiendo con el público. Críticas de una parte de los espectadores que Rafa se dio cuenta que no eran las únicas, tanto que el habitual Leao se desahogó en las redes sociales. En una historia de Instagram colgó una foto de grupo acompañada de este mensaje: ‘Desgraciadamente somos nosotros contra todo y contra todos. Vamos a trabajar para volver a conseguir resultados positivos y que el grupo siga más unido que nunca!”

Mensaje concluido con dos corazones, uno rojo y otro negro: en cualquier caso una postura en tiempos difíciles. No es la primera vez que Rafa y San Siro se encuentran en una fase problemática de la relación: en otras ocasiones volvió la serenidad, esta vez será más difícil. Es todo el Milan el que está revuelto, y Leao está implicado como el jugador de más calidad del equipo: de él se esperaría ese vuelco que nunca ha conseguido dar durante la temporada.

No le han faltado goles y asistencias, pero sí continuidad: hoy la afición espera que lleve al equipo de la mano, pero a Rafa le cuesta cogerlo. Además, existe la idea de que la brecha actual puede, en lugar de reducirse, ampliarse: ocurrirá si al final de la temporada Leao y el Milan deciden separar sus caminos.

Es una posibilidad, aunque de momento faltan opciones alternativas concretas. Básicamente, no hay ofertas. La única, y que el jugador podría considerar, es la de los árabes del Al-Nassr. En las próximas semanas, Rafa tendrá no sólo que causar impacto, sino también demostrar apego al club -el que exhibe en las redes sociales- para que la afición local vuelva a ser paciente y generosa. Al menos hasta final de temporada.

La desavenencia con Theo, en cambio, no tiene arreglo, ni siquiera a tiempo. Hace dos días se produjo el desgarro definitivo: el jugador se acerca a rematar un saque de esquina y es abrumado por los abucheos. El público de San Siro ya no tolera distracciones en el campo, y sobre todo esa sensación de que Hernández en vez de empujar juega con el freno de mano echado.

Traerlo de vuelta a su estadio no será fácil: Theo ha dado tanto, ha construido un récord de goles en A (30) y ahora corre el riesgo de deshacerlo todo con una temporada miserable. No tendrá atractivo: su contrato, que expira en 2026, no será renovado. Se buscará comprador en verano para evitar su salida gratuita.


¿De qué sirvió traer a Joao Félix?

Dicho así, queriendo exprimir el jugo en unas gotas: en el contexto de un equipo que funciona, él sería el valor añadido. El jugador que hace cosquillas al paladar y ofrece espectáculo. En teoría, un perfil perfecto para el aficionado rossonero. Sin embargo, en el contexto del agujero negro del que ha sido succionado el Milan, simplemente no tiene las herramientas para marcar la diferencia. Joao Félix aterrizó en Milanello hace un mes -fue el 4 de febrero- y es todo menos lo que parecía.

La ilusión de aquel partido de Copa Italia entre el Milan y el Roma -goles con garra, intercambios valiosos con los compañeros- había ilusionado a todo el mundo con el inicio de una nueva temporada rossonera sobre las cenizas de las penurias vividas hasta ese momento. De hecho, sería poco generoso cargar sobre sus hombros más responsabilidad de la legítima, ya que Joao se encontró en un entorno consumido por todo tipo de problemas. Al mismo tiempo, sin embargo, es normal esperar una mayor contribución de jugadores con los pies más afinados.

Sin embargo, es esencial salir enseguida del malentendido: no se puede catalogar a Joao Félix bajo el epígrafe de fracaso, por la sencilla razón de que no llegó al Milan vestido de estrella. Sino como un talento en busca del mejor escenario en el que encontrarse a sí mismo y recuperar su enorme potencial. Por otra parte, si Félix fuera un fenómeno, en la primera parte de la temporada habría frecuentado más el campo que el banquillo, y el Chelsea no le habría dejado marchar a mitad de curso. En resumen, tenía que darse la situación adecuada para que se encendiera, pero no fue así.

El problema es que no hablamos de discontinuidad, sino de un eclipse que ha durado seis partidos. Fuegos artificiales con la Roma en la Coppa Italia, más que bien en la liga en el Empoli, y luego una salida abrupta con calificaciones cada vez más bajas en el boletín de notas. Hasta la exclusión del once con el Lazio tras seis titularidades seguidas. Una entrada “ruidosa”, porque Conceiçao decidió insertarle cuando sólo habían transcurrido 37 minutos de partido, en lugar de Musah, que había metido mucho la pata hasta entonces.

Una sustitución proclamada, como diciendo: fuera las piernas, dentro la técnica. Ahí, ese pie pulido volvió a verse poco. Sólo un par de tacos. Uno en la primera parte, en el tráfico biancoceleste, con un disparo escorado. Y otra en la segunda parte, cuando se giró muy bien en el área y remató con potencia por encima del travesaño. Eso es todo lo que queda en las notas y el boletín de calificaciones lo certifica: “Lo intenta a menudo sin dejar huella, más humo que sustancia”.

Valoración: 5,5. Joao es uno de los problemas de los rossoneri porque es absolutamente fundamental en las opciones de Conceiçao, pero su aportación no es proporcional a su confianza. Además, como señalan muchos aficionados, el uso del número 79 en el centro de los tres cuartos obliga a Reijnders a desplazarse al centro del campo. De hecho, en un mediocampo de dos hombres, no es precisamente su aptitud más evidente.

Joao había llegado en las últimas vueltas del mercado de invierno como una especie de regalo extra para el entrenador. En enero, de hecho, todas las atenciones del club se centraron en el delantero centro. Cuando se cerró la operación Giménez, en los últimos días disponibles el Diavolo intentó un asalto al portugués, logrando convencer al Chelsea para que lo vendiera en calidad de cedido a secas. Una apuesta interesante, pero que no está resultando. El billete de avión de Joao de Londres a Milán no será de ida.