Pulisic: marca mucho, habla poco

Como los pocos goles que le quedan al equipo no son precisamente el menú de un restaurante con estrellas, más le vale dar sentido a la temporada compitiendo consigo mismo. Y a Christian Pulisic le resulta muy fácil superarse a sí mismo en el plano personal. Con el doblete en Lecce alcanza ya los 14 goles, repartidos entre liga (8), Liga de Campeones (4) y Supercopa (2).

Una cuenta que le convierte en el único máximo goleador rossonero por delante de Reijnders (12). El año pasado acabó con 15, y ya fue su año más generoso. Quedan doce partidos por disputar con seguridad, diez de ellos de liga. Cristiano y el Milan esperan llegar a trece, lo que significaría jugar la final de la Copa Italia tras eliminar al Inter.

En un equipo en el que la mayoría de los compañeros se pasan la temporada deambulando entre crisis de identidad, amnesia táctica, errores técnicos, banquillos de castigo, insubordinación disciplinaria o, muy banalmente, índices de rendimiento muy por debajo de las expectativas, afortunadamente también los hay como Cristiano: pocas palabras -rozando el cero absoluto-, digresiones sociales limitadas al mínimo, nada de cotilleos sobre la vida privada, días productivos en Milanello.

Porque Pulisic, a diferencia de algunos de los compañeros con los que comparte vestuario, ha entendido una cosa básica: invertir en uno mismo es un trabajo que se devuelve. Cuando dejó el Chelsea para fichar por el Milan, prácticamente no quedaba rastro del Cristiano que destrozaba el mundo en el Dortmund. Fue allí, a ese nivel, donde el Capitán América quiso volver y es allí donde está volviendo aunque el Milan, desde luego, no le esté ayudando.

Y así Pulisic se puso las pilas, aportando al Diavolo la cualidad que el equipo en su conjunto no ha tenido en todo el año: continuidad. Ahora mismo lleva 14 goles y 7 asistencias: entre goles y pases ganadores, ha sido decisivo en el 29,5% de los goles de los rossoneri esta temporada. Los mapas de calor del gráfico anterior ilustran claramente la evolución del jugador, las diferencias tácticas con respecto a hace un año.

Destaca en particular una cobertura más intensa de las zonas centrales, en parte porque se le desplegó más a menudo en el centro de los tres cuartos y en parte porque, incluso cuando empezó en la derecha, se le pidió explícitamente que encontrara la jugada centralizando.

“Empezando por la banda, es muy bueno en los pasillos centrales”, explicó Conceiçao tras el partido de Lecce. “Es un jugador de gran calidad técnica y también muy inteligente en los diferentes roles que tiene. Puede jugar por detrás del punta, puede jugar en la banda entrando por dentro: ésa es su mejor posición’. El interesado, por su parte, respiró aliviado: ‘Para mí también fue un momento difícil, siempre quiero marcar, pero en los últimos tiempos no había sucedido’.

Christian será uno de aquellos de los que el Milan tendrá que volver a partir, uno de los pocos imprescindibles. El club lo sabe, y de hecho ya está (casi) listo un nuevo contrato sobre la mesa, pasando del actual vínculo válido hasta 2027 (con opción hasta 2028 a favor del club) a 2028, con opción hasta 2029.


Conceiçao resiste una semana más

SERGIO CONCEIÇAO

Primera parte quizás una de las mejores por intensidad y fluidez, pero se va por debajo. Segundo tiempo no al mismo ritmo, luego la reacción desde el banquillo….

“Hicieron una imagen muy buena del partido. Tuvimos un poco más de tiempo durante la semana para preparar este partido, conocíamos los puntos fuertes y débiles del Lecce y lo preparamos muy bien, con los jugadores aplicados para hacer lo que les pedía. Creamos ocasiones, marcamos dos goles que nos anularon y luego caímos”.

“En la segunda parte no remontamos como queríamos y ellos hicieron el segundo, y en ese momento parecía difícil darle la vuelta: luego salió el carácter de los jugadores y nos recuperamos. Al final salió bien. Por la actitud del equipo y el trabajo realizado durante la semana, mis felicitaciones si somos así en el fútbol base. Tuvieron una actitud que me gustó mucho”.

¿Así que esa es la actitud correcta? ¿Cómo es que no la ves todo el tiempo?

“A veces no es la actitud, también es el rival que tiene calidad. Me gusta mucho trabajar en el campo, no es una excusa. La agresividad de hoy fue más organizada, eso viene del trabajo en el campo. No estoy contento porque nos hayamos quedado fuera de la Liga de Campeones, pero tenemos un poco más de tiempo para trabajar estas situaciones y lo aprovechamos. Creo que los chicos tienen carácter, hay que tirarlo siempre, tiene que ser un hábito. Después viene el juego, por supuesto.

La posición ideal para Pulisic

“Empezando por la banda es muy bueno en los pasillos centrales, luego depende de la estrategia del partido. Es cierto que hoy ha empezado en la izquierda, pero yo quería que él y Musah estuvieran entre líneas, con Reijnders y Bondo dibujando a sus centrocampistas para conseguir ese espacio que hemos explotado muy bien en la primera parte. Es un jugador de gran calidad técnica y también muy inteligente en las distintas funciones que desempeña. Puede jugar por detrás del punta, puede jugar en la banda entrando: ésa es su mejor posición. Luego, si empieza en la derecha o en la izquierda, o si ya juega ahí, depende de la estrategia”.

Ahora una semana un poco más tranquila…

“Veremos (risas, ed)”.

RICCARDO SOTTIL

Emocionalmente, ¿qué está experimentando en este momento?

“Ciertamente no ha sido un buen periodo para nosotros. Esta noche no ha sido fácil reaccionar tras los dos goles anulados, luego con el 2-0 han conseguido darle la vuelta: es un grupo de grandes trabajadores y grandes hombres, hoy hemos dado una buena señal para seguir de aquí al final del partido”.

Tu inédita posición

“El entrenador me mandó a calentar y me dijo que quería ponerme en esa posición. Estoy a disposición del entrenador y del equipo y entro donde él me pide”.

¿Cuál fue el impacto con el mundo de Milán, más allá de los resultados?

“Cuando oyes hablar del Milan desde fuera es una cosa, luego cuando estás dentro te das cuenta de lo grande que es este club y de lo importante que es su historia. Tengo ojo porque de niño crecí viendo al Milan, era y soy milanista, así que para mí fue un gran orgullo poder vestir esta camiseta. La palabra adecuada para el Milan es “grandeza”, pero no digo eso, sino su historia y sus trofeos. Estar aquí para mí es un honor y estoy encantado de llevar esta camiseta”.

¿A quién veías de niño en ese equipo de Milán?

“También lo dije en la conferencia cuando llegué, cuando era pequeño, 10-11 años, tenía debilidad por Pato. Recuerdo su debut con el Nápoles, estaba con mi padre viendo el partido en el sofá. Me emocionaba mucho, me encantaba ver sus jugadas. Era un Milan de grandes campeones, eran años dorados, era un AC Milan que ganaba… Estaba Ibra, estaba Seedorf, Ronaldinho, Ronaldo… Puedo enumerar a muchos, pero tenía debilidad por Pato”.

¿Qué dice tu padre?

“Nunca se enfada, siempre está muy presente. Siempre es positivo. Cuando juego bien no se emociona, cuando juego mal es muy equilibrado. Nos gusta hablar antes y después del partido, hablamos durante la semana sobre los entrenamientos. Para mí fue una gran figura, un referente cuando crecía y lo sigue siendo hoy”.


Lecce 2 – 3 Milan

El Milan rompió su mala racha de tres derrotas consecutivas con una remontada espectacular ante el Lecce. Hasta el minuto 68, el equipo rossonero perdía 2-0 y el panorama era sombrío. Sin embargo, una reacción de orgullo, impulsada por los cambios de Sergio Conceição, permitió al equipo darle la vuelta al marcador en apenas cinco minutos.

Un gol en propia puerta tras un disparo de Joao Félix y un penalti convertido por Christian Pulisic igualaron el encuentro. Luego, “Capitán América” completó la hazaña anotando el gol de la victoria. Conceição salva su puesto, y el Milan finalmente vuelve a levantar la cabeza.

PRIMER TIEMPO

El partido comenzó con un ritmo frenético. Apenas en el primer minuto, el Milan creyó haberse adelantado con un gol de Santiago Giménez tras una gran jugada de Pulisic y Theo Hernández. Sin embargo, tras varios segundos de espera, el VAR anuló el tanto por fuera de juego.

El Lecce no tardó en responder y en el minuto 7 encontró el gol que rompió su sequía goleadora. Tras un error en la frontal del área rival, los salentinos aprovecharon un contragolpe fulminante, con Krstovic sacando un derechazo con efecto desde la distancia que superó a Sportiello para el 1-0.

El Milan trató de responder de inmediato. En el minuto 10, Theo Hernández asistió a Giménez, pero el remate del delantero mexicano salió desviado. Luego, en el 14’, Bondo probó con un disparo lejano que no inquietó a Falcone.

Parecía que los rossoneri finalmente lograban la igualdad en el minuto 15, cuando Matteo Gabbia apareció en el área para aprovechar un centro tras una falta cobrada por Theo Hernández. Con el arquero Falcone fuera de posición, el defensor empujó el balón al fondo de la red. Sin embargo, tras la revisión del VAR, el gol fue anulado por fuera de juego, aumentando la frustración del Milan.

Mientras el Milan trataba de recuperar el control del partido, el Lecce seguía siendo un peligro en las transiciones rápidas. En el 21′, Krstovic casi marca el segundo tras una buena combinación ofensiva, pero su disparo pegó en el poste externo. Luego, en el 23′, Pierotti estuvo a punto de sorprender a Sportiello con un remate que salió apenas desviado.

Pese a las dificultades, el Milan tomó el control absoluto del partido en los últimos minutos del primer tiempo. Con un 72% de posesión a su favor y más intentos a puerta, los dirigidos por Sergio Conceição buscaron desesperadamente el empate.

En el minuto 40, Theo Hernández protagonizó una gran jugada individual por la banda izquierda y ganó un córner tras un arriesgado cierre de Pierotti. Poco después, Giménez tuvo dos ocasiones claras: primero con un cabezazo tras un centro preciso de Pulisic (41′) y luego con un taconazo tras asistencia de Musah (41′), pero en ambas oportunidades Falcone respondió con reflejos impecables.

El Milan continuó presionando con intensidad, con Theo generando otra jugada peligrosa en el 45′, pero Pierotti volvió a intervenir para despejar el peligro. Se añadieron cuatro minutos de descuento, durante los cuales el Lecce casi amplió la ventaja con otro contragolpe que terminó en un disparo de Helgason, bien atajado por Sportiello.

En el minuto 45+4, el entrenador del Milan, Sergio Conceição, recibió una tarjeta amarilla por protestar airadamente tras las constantes decisiones arbitrales en contra de su equipo. Finalmente, tras seis minutos de descuento, el árbitro señaló el final del primer tiempo con el Lecce ganando 1-0 y el Milan sumido en la frustración.

Los rossoneri dominaron la posesión y generó más oportunidades, pero sufrió por sus errores defensivos y la efectividad del Lecce en los contragolpes. Los rossoneri se vieron perjudicados por dos goles anulados, mientras que los locales aprovecharon su única gran oportunidad para marcar. Con Sergio Conceição visiblemente molesto, el equipo lombardo necesitaba ajustar su juego en la segunda mitad para evitar una derrota inesperada.

SEGUNDO TIEMPO

El segundo tiempo comenzó con un cambio ofensivo en el Milan: Alex Jiménez dejó su lugar a Rafael Leão (min. 46), buscando más profundidad en ataque. Sin embargo, el Lecce siguió aprovechando los errores defensivos del Milan.

En el minuto 49, Walker perdió un balón comprometedor que casi aprovecha Krstovic, pero Gabbia y el propio Walker lograron frenar el ataque. Aún así, el Milan no encontraba su ritmo y en el 51’ el equipo sufrió otro susto con un disparo del delantero montenegrino que exigió a Sportiello.

El Milan intentó reaccionar, y en el 53’, Santiago Giménez estuvo a punto de descontar con una gran jugada individual, protegiendo el balón de espaldas y sacando un disparo que se estrelló en el poste. La fortuna parecía darle la espalda a los rossoneri.

Musah también tuvo una oportunidad clara en el 55’, tras un preciso centro de Leão, pero su remate salió desviado por una mala postura corporal. A pesar de estos intentos, el Lecce golpeó nuevamente en el minuto 59. Tras una buena jugada colectiva, Guilbert encontró a Krstovic libre en el área, quien definió con precisión para firmar su doblete y poner el 2-0.

El Milan se encontraba contra las cuerdas, y la afición rossonera presente en el sector visitante mostró su descontento con pancartas como “Solo por la camiseta”. Conceição reaccionó inmediatamente y realizó un doble cambio en el 62’: Giménez y Bondo dejaron su lugar a Joao Félix y Tammy Abraham, buscando una ofensiva más agresiva.

El equipo mejoró en intensidad y posesión, pero el gol seguía sin llegar. Sin embargo, en el 68’ apareció Joao Félix. Tras un centro de Leão desde la banda izquierda, el portugués remató de forma poco contundente, pero el balón rebotó en Antonino Gallo y terminó en el fondo de la red. Oficialmente, la Serie A atribuyó el gol como un autogol de Gallo. El Milan recortaba distancias: 2-1.

Solo cuatro minutos después, en el 72’, Pulisic fue derribado en el área por Baschirotto y el árbitro no dudó en señalar penalti. El propio Pulisic se encargó de ejecutarlo con un disparo potente y centrado, imposible para Falcone. En apenas cinco minutos, el Milan había empatado 2-2.

El Lecce, que hasta entonces parecía controlar el partido, quedó descolocado tras el doble golpe. Con el partido completamente abierto, Conceição decidió seguir atacando y en el 75’ hizo otro doble cambio: Walker y Musah fueron sustituidos por Fofana y Sottil.

El Milan continuó insistiendo y en el minuto 81 llegó el momento decisivo. Rafael Leão, con un centro preciso desde la izquierda, puso un balón perfecto al corazón del área, donde Pulisic apareció en el momento justo para anticiparse a la defensa y empujar el balón al fondo de la red. El Milan completaba la remontada: 2-3.

Los rossoneri, que no habían marcado más de un gol en un partido en un mes, lo lograron en cuestión de minutos. Con este doblete, Pulisic alcanzó las ocho tantos en la Serie A y 14 en todas las competiciones. En los últimos minutos, el Milan defendió con solidez ante los intentos desesperados del Lecce. Krstovic probó con un cabezazo en el 87’ que se fue alto. Luego, Joao Félix tuvo una oportunidad en el 89’, pero su remate fue bloqueado por la defensa.

El árbitro añadió cuatro minutos de descuento, y aunque el Lecce intentó un último ataque, el Milan resistió hasta el final. A los 90+5’, el silbatazo final desató la euforia: el Milan había logrado una remontada increíble y sumaba tres puntos vitales.

MI OPINIÓN

Uno de estos clásicos partidos donde Leao participa y es clave para sus compañeros para remontar un 2-0 que parecía derrota segura, al portugués me da la sensación que le viene mejor ser suplente y aprovechar el cansancio de sus rivales, también ser titular a Joao Félix no parece sentarle bien, una segunda parte donde hasta Pulisic ha renacido, el norteamericano en la primera parte fue un mero espejismo.

Mala suerte para Santi Giménez que tuvo un gol anulado y un remate al palo antes de ser sustituido, ¿serviría en el Milan un jugador como Krstovic que hoy ha hecho un doblete con suma facilidad?. Gracioso ver a Florenzi y Tomori dando instrucciones por banda como si fueran los entrenadores, una victoria hoy trabajada pero que no despeja del todo ciertas dudas sobre el equipo.

Conceiçao de momento aguanta su agonía una semana más cuando tras el 2-0 parecía ya con pie y medio fuera del club, que no pareció gustarle mucho el debut de Bondo y que en mi opinión debería contar más con gente como Sottil pero en sus posiciones, no inventándose posiciones como esa de ponerle de lateral derecho o Jiménez de extremo izquierdo…


28ª Jornada: Lecce – Milan

Tras encadenar tres derrotas consecutivas, el Milan debe poner fin a su mala racha esta tarde, cuando visite al Lecce en el estadio Via del Mare. Tras caer a la novena posición de la Serie A, el Milan está por detrás de varios rivales por la clasificación europea; mientras, sus anfitriones se preocupan únicamente por la supervivencia en la máxima categoría.

El Milan, que lleva cuatro partidos sin ganar, está sumido en una crisis que pone en entredicho el futuro de su entrenador, Sergio Conceicao, nombrado en diciembre. Como reflejo de lo sucedido fuera del campo, el Milan ha mostrado una persistente falta de disciplina, acumulando 16 tarjetas rojas en todas las competiciones durante las dos últimas temporadas, más que ningún otro equipo de la Serie A. En particular, cuatro de ellas han llegado en 2025, incluyendo dos partidos de liga.

Su último revés les deja en novena posición de la tabla, a 11 puntos de la Juventus, que ocupa la última plaza entre los cuatro primeros (15 puntos menos que el año pasado a estas alturas). La media personal de puntos de Conceicao (1,4) es también la peor de cualquier entrenador del Milan desde Marco Giampaolo (1,29), que esta semana recibirá a su antiguo club en Via del Mare.

Para seguir a la caza de la clasificación europea, el coloso de la segunda ciudad debe ganar, sobre todo después de haber ganado 22 y perdido sólo dos de los 37 partidos de liga disputados contra el Lecce. De hecho, el Lecce sólo ha ganado un partido en casa contra el Milan en la primera división italiana, y ese único triunfo se remonta a abril de 2006.

Casi 19 años después, los giallorossi de Giampaolo necesitan puntos que les ayuden en su última lucha por la salvación en la Serie A, tras sumar sólo dos en los cuatro últimos partidos. Tras empatar sin goles contra Bolonia y Monza, los de Salento cayeron derrotados en casa ante el Udinese (0-1), antes de sufrir una nueva derrota en la última jornada. El Lecce, que se marchó de Florencia con las manos vacías tras perder 1-0 contra el Fiorentina, lleva más de 360 minutos sin marcar, un registro propio del ataque menos eficaz de la liga.

El delantero Nikola Krstovic, que sólo ha marcado siete goles en más de 100 intentos, parece ser uno de los objetivos del Milan en verano. El equipo de Giampaolo, que se halla tres puntos por encima de la zona de descenso, corre el riesgo de bajar a la Serie B, y aún tiene por delante varios partidos complicados.

Nuestro análisis de todos los datos disponibles, incluyendo las actuaciones recientes y las estadísticas de los jugadores, sugiere que el resultado más probable para este partido es una victoria del Milan con una probabilidad del 59,4%. El empate tiene una probabilidad del 23% y la victoria del Lecce del 17,63%.

El resultado más probable para una victoria del Milan es 0-1 con una probabilidad del 12.76%. Los siguientes marcadores más probables para ese resultado son 0-2 (11,38%) y 1-2 (9,72%). El empate más probable es 1-1 (10.89%), mientras que la victoria del Lecce es 1-0 (6.11%).

POSIBLES ALINEACIONES

Ante las sanciones de Maignan y Pavlovic, juegan Sportiello y Gabbia, donde hoy por fin veremos el debut de Bondo en el centro del campo, que ocupa el jugar de Fofana. Suplencia también para Leao, con Jiménez que jugará de extremo izquierdo, con Pulisic de mediapunta y Abraham de delantero.

RETRANSMISIÓN POR TV E INTERNET

En España será retransmitido en directo por DAZN a partir de las 18:00 PM, para el resto de países consultar la lista de Live Soccer TV


Allegri vuelve al Milan en verano

Un Milan de vuelta al Max. Atención, no se trata de una sugerencia ni de un titular sensacionalista, sino de un proyecto concreto en el que trabaja el club de la vía Aldo Rossi. Sobre todo después de la reunión en Nueva York entre el número uno de RedBird, Gerry Cardinale, y el director general Giorgio Furlani, una cumbre en la que se sentaron las bases del nuevo Milan.

Una vez comprobado que la aventura rossonera de Conceiçao llegará a su fin (a final de temporada o antes, si continúa la racha de derrotas), ha llegado el momento de jugar con antelación para no vivir, en 2025-26, otro año como el actual. Es decir, hija del error cometido la pasada primavera cuando, para sustituir a Pioli, la directiva valoró perfiles… no milanistas. Primero Lopetegui, luego Fonseca. Lo que hacía falta era un entrenador ganador, un conocedor de la liga y de la máxima categoría. Porque Pioli había celebrado un Scudetto y alcanzado una semifinal de la Liga de Campeones.

Lo que se necesitaba era alguien con mayor atractivo y capacidad (sobre el papel) que el entrenador de Parma. Como Antonio Conte, que no en vano revitalizó al Nápoles, o Massimiliano Allegri, que sigue libre tras su año sabático después de su adiós a la Juventus. Y ahora que Conceiçao tiene que ser sustituido y Max está libre, el error de 2024 no se repetirá. Cardinale y sus directivos han entendido la lección que imparte el campo en una temporada en la que ha llegado el trofeo número 50 de la historia del club, pero abundan las amarguras en la Serie A y en la Liga de Campeones.

Allegri tiene todas las características para ser el hombre adecuado en el lugar adecuado. Primera razón: después de una temporada tan problemática (y aún no hemos llegado al final…), en Via Aldo Rossi han comprendido que lo que se necesita es un “normalizador”, pero sobre todo un ganador al que sea inevitable seguir. No otra apuesta. Porque si un año sin Champions sería de algún modo sostenible para un club con un balance saneado como el del Milan, fracasar por segunda temporada consecutiva en la clasificación para la Copa de Europa más importante se convertiría en algo intolerable. Para las cuentas y para los aficionados, que ahora ya están furiosos. En este sentido, Allegri es una garantía: ha ganado seis campeonatos y siempre ha acabado entre los cuatro primeros (salvo el año del penalti en bianconero).

No con el juego bonito o el fútbol dominante que el Diavolo tuvo que mostrar este año, sino (también) a través de sufridos 1-0. Porque “los resultados cuentan” y “el espectáculo está en el circo”, como Max ha dejado claro a menudo. Segunda razón: ya estuvo en Milanello en la era Berlusconi, ganó un tricolor y a su lado tenía a Mauro Tassotti, que podría volver a su plantilla, y a Ibrahimovic como delantero centro. ¿No era todo rosas y flores entre ambos? Cierto, pero el tiempo ha curado las heridas. Objeción: el regreso de Max a la Juventus no estuvo lleno de satisfacciones, aparte del éxito en la última Coppa Italia, ¿por qué iba a estarlo en el Milan?

Simplemente porque cuando volvió a Turín le vendieron al jugador más fuerte de la plantilla (Ronaldo) y luego se encontró con situaciones complicadas sobre todo fuera del terreno de juego. En el A.C. Milan encontraría un club con las cuentas en orden, que lleva dos temporadas invirtiendo en el mercado, que se reforzará con un nuevo director para el área deportiva (Tare lo estima, ídem Paratici) y que tiene ganas de dar con la segunda estrella. Tercera razón: Max está acostumbrado a jugar con todos los módulos. Tiene sus exigencias, pero también se adapta al material humano que se pone a su disposición y saca lo mejor. En el actual equipo del Milan, hay jugadores de sobra para relanzar. Relanzar siguiendo a un ganador como Allegri sería más fácil. Y si la Liga de Campeones está en el ADN del Milan, Max ha llegado dos veces a la final de la copa más codiciada de Europa.

Allegri es, por tanto, una idea fuerte para el Milan, pero también se burla del interesado, que ha dicho no al dinero de Arabia y espera una llamada importante en Italia para vengarse tras su adiós a la Juve. ¿Alternativas a Max? No existe otro ganador como él, por lo que deberíamos apostar por otro perfil. Por ejemplo Fábregas o De Zerbi, ambos estimados y apreciados por el brillante trabajo que están realizando con el Como y el Marsella. En la pole, sin embargo, está ahora Allegri.

No es un Milan del tamaño de Max, pero puede llegar a serlo con un número limitado de cambios en la plantilla. Porque gracias a las importantes campañas de compra llevadas a cabo durante la era Cardinal, en Milanello hay jugadores que el técnico de Livorno aprecia y utilizaría con gusto en su Diavolo. ¿Algunos ejemplos? Pulisic ha demostrado ser un jugador total, que en el 4-2-3-1 puede ocupar los tres roles por detrás del delantero centro, y que es capaz de marcar y servir asistencias. Es fácil imaginar que seguiría siendo un básico en el Milan al igual que Reijnders, un centrocampista con buen pie como el Pjanic que la Dama le regaló al comprarlo a la Roma.

En el centro del campo, Allegri difícilmente renunciaría al físico y las carreras de Fofana, un centrocampista rocoso como los que le gustan. En defensa, en cambio, Walker, un ganador y un líder de los que le gustan (su redención del City está cantada), y Pavlovic, cuya agresividad y exuberancia en el cuerpo a cuerpo podrían ser tremendamente útiles. Para el puesto de delantero centro, confía en Giménez, que reúne las características de hombre de área que busca Max.

De acuerdo, el mexicano debe demostrar que está listo para la Serie A tras sus excelentes números en Holanda y la Liga de Campeones, pero antes del tropiezo en los tres últimos partidos, su inicio en el club rossonero era prometedor. Tomori, Gabbia, Bondo y Thiaw también pueden formar parte fácilmente del nuevo Milan de Allegri, aunque la sensación es que, con el técnico de Livorno, llegará un nuevo central. ¿Y qué hay de los jóvenes Jiménez y Camarda? En la Juve, Max demostró que no miraba su carné de identidad. Para el español y el italiano, eso sería una buena noticia.

Theo y Leao Dos de los principales nudos a desatar están relacionados con Hernández y Leao. En el caso de Theo, sin renovación, el adiós está cantado, independientemente del criterio de Allegri. Después de una temporada como la actual, es complicado dar por hecho que el francés se quedará. Más fluida es la situación de Rafa, cuyo físico, aceleración y regate podrían gustar mucho a Max. Él también tendría que convivir con la falta de aptitud del portugués para defender, pero en este aspecto Allegri se ha entrenado… con Ronaldo y su inexistente deseo de sacrificarse en la fase de no posesión.

También está en duda Maignan, que ha cometido muchos errores hasta ahora. Pero cuidado: el francés tiene personalidad y un currículum de alto nivel. Max podría relanzarle. Queda por conocer la posición de Abraham: ¿se llegará a un acuerdo con la Roma para que el intercambio con Saelemaekers sea definitivo? Es cualquier cosa menos una conclusión inevitable, también porque a Allegri podría gustarle un jugador de campo como el belga.

Es demasiado pronto para especular sobre una campaña de refuerzos con los nombres que le gustan a Max, pero es fácil adivinar las posiciones que actualmente están más descubiertas: en primer lugar, necesitaríamos un guardameta, luego un lateral izquierdo, un centrocampista con kilos y centímetros, y otro delantero de primera.


¿Mañana último partido de Conceiçao?

Es un poco como encontrarse a la deriva en un iceberg: miras a tu alrededor y sólo ves agua. No hay puntos de apoyo, la tierra seca está lejos y la temperatura es polar. En Milanello, de hecho, la primavera no ha llegado estos días. Reina la escarcha, provocada por una concatenación de situaciones negativas que, observándolas todas juntas, uno pensaría que están a la deriva. Bromas aparte, si no fuera porque todo es dramáticamente cierto.

En el centro de ese iceberg, cada vez más solo, está Sergio Conceiçao. Los resultados no le avalan, la tabla clasificatoria menos, parte del vestuario -más allá de los desmentidos habituales- tampoco. Y, tras el surrealista jueves en el que su portavoz, entonces dimisionario, hizo públicas las (supuestas y luego desmentidas) reflexiones críticas -muy críticas, muy fuertemente críticas- de Sergio sobre el entorno rossonero, digamos que la pendiente de la escalada frente a Conceiçao ha aumentado aún más.

La directiva, sin embargo, al margen de todo lo desagradable, está en realidad especialmente centrada en el rendimiento del equipo en estos momentos. Dado que el Milan viene de tres derrotas seguidas en el campeonato, el imperativo de la directiva sigue siendo ganar al menos la Europa League, pero a este ritmo -un pésimo promedio de puntos de 1,51- ni siquiera eso llegaría. Por eso, caer también en Lecce -aunque empatar también sería perjudicial- podría acarrear consecuencias drásticas para el técnico portugués.

Básicamente, la intención del club es seguir con él hasta final de temporada (luego, liberar a todo el mundo con una temporada de sobra), pero el tipo de primera necesidad ahora son los puntos. A falta de los cuales, habría que correr a por todas para acabar la temporada con una plaza europea. Por eso, el partido contra el Lecce, en caso de que llegue una respuesta negativa, podría suponer el fin del ciclo para Sergio. No es una certeza, sino sólo una hipótesis, también porque el club querría evitar cambiar de entrenador dos veces en la misma temporada.

Sin embargo, nada puede excluirse, dentro de una situación que, por tanto, sigue siendo líquida y abierta a todas las hipótesis. Si la situación llegara realmente a un punto crítico, la dirección recurriría casi con toda seguridad a Mauro Tassotti, llamado recientemente como segundo del Milan Futuro, donde ejerce de colaborador en el cuerpo técnico de Oddo.

THEO PODRÍA SER TITULAR MAÑANA

Leao se queda como suplente, mientras que Theo juega por falta de alternativas. Bondo debuta en el centro del campo: junto a él Musah y no Fofana (parece que Conceiçao no aprende o que realmente quiere ser despedido). Giménez sería suplente y en su lugar jugaría Abraham.


Lecce – Milan: Habla Conceiçao

Sobre los rumores de anoche…

“Lamento esta situación. No entendí por qué, no se entiende lo que me hizo este antiguo colaborador, no sé si le pagó alguien. No lo entendí. Un periodista me llamó y me envió un pantallazo de estos puntos a los que se refiere. Lo hizo por maldad, lo siento por todos. Incluso para los que trabajan aquí en Milán. Estamos aquí todos los días, Zlatan y Geoff están aquí todos los días. Hablan conmigo, y con el equipo, hablan todos juntos….”

“Hemos tenido una semana limpia para trabajar en otras cosas con todo el grupo disponible, incluso Florenzi que ha vuelto. Ha sido la primera semana así, hemos hecho un buen trabajo, todo el mundo está implicado. Salí de Oporto con una situación que no era buena y hasta hoy no he hablado de ello. Imagínate entonces que estoy aquí trabajando y empiezo a hablar de estas cosas tan delicadas. En los tribunales responderé por ello, quién pagó y por qué lo hizo”.

¿Qué tipo de semana ha sido para usted?

“Era importante trabajar con algunos jugadores en situaciones diferentes que nunca hemos trabajado. Si hablamos de ganas no es bueno, todo el mundo debe tener ganas. Es algo que debe estar ahí todos los días para los que vienen aquí a defender esta camiseta. En los entrenamientos veo quién me da más garantías para empezar el partido, todos me han dado una buena respuesta. Luego soy yo quien tiene que elegir la mejor estrategia para ganar un partido difícil”.

¿Cómo desterrar esta negatividad?

“Con resultados. Para conseguir los resultados necesitamos dos cosas: trabajar duro, tenemos que hacer mucho más como equipo. Luego hay que tener un poco de mala suerte para mejorar. Todo es diferente cuando se gana. Incluso para mí es nuevo perder tres partidos seguidos. No queda otra que trabajar. Hay que creer y hacer, trabajar con la máxima convicción”.

¿Cómo va a mantener al equipo todavía unido a esta temporada ahora que muchos objetivos deportivos se han desvanecido? ¿El partido de mañana adquiere un gran valor?

“Cada tres días desde que llegué aquí ha habido partidos decisivos. Tenemos 13 partidos seguros, 11 de liga y 2 de Coppa Italia. Mirando a este derbi y viendo las declaraciones de Inzaghi de que ellos pueden ganar tres, nosotros podemos ganar dos a pesar de la mala temporada. No podemos pensar demasiado en el futuro, de lo contrario olvidamos lo que cuesta ganar”.

¿Tiene la sensación de que los jugadores quieren salir de este momento?

“La verdad es que sí. En estos dos meses he tenido días difíciles en ese sentido aquí, pero ahora estoy convencido de que… Cuando llegué aquí tuvimos 10 días increíbles con la Supercopa, luego contra el Cagliari perdimos esa alma y esa gran energía tomada en Riad. Como promedio de puntos estábamos detrás del Napoli en la liga, luego después de Zagreb fue malo con tantos errores, míos y de los jugadores. Después de este partido también los dos partidos con el Feyenoord, episodios de mala suerte…”

“No puedo excluir una cosa de la otra: Theo recibió la roja, pero podríamos haber marcado 2-3 goles en la primera parte. En ese momento estábamos en el partido y yo estaba convencido de que ganaríamos. Con la tarjeta roja el partido cambió. Perdimos esa alma que no debemos perder, de lo contrario nos metemos en un agujero del que nunca salimos. Son sólo palabras, lo sé. Pero me cuesta, como les cuesta a los aficionados. Me cuesta estar aquí con ustedes y ver a algunos de ustedes en el teléfono …. Siento el mayor de los respetos”.

“El Arsenal que ganó 7-1 al PSV es el mismo Arsenal contra el que perdí en los penaltis el año pasado. No es que de un día para otro no entienda nada de fútbol, tengo una trayectoria antes de llegar aquí. Tengo que justificarme cada día de por qué soy el entrenador del Milan. Hay grandes problemas de negatividad a todos los niveles, pero hay que mirar adelante y ganar. Hablo, la semana fue muy buena en términos de trabajo. Pero eso no significa que mañana ganemos 4-0 al Lecce. No debemos mirar al pasado, sino al futuro, y el futuro es mañana”.

¿Se excluirán mañana algunos grandes nombres?

“Soy el primero que no quiere perder. Sería masoquista pensar en poner un equipo que no es el mejor para ganar el partido. Luego hay otros momentos, hay más de 90 minutos, hay que hacer esta gestión y me pagan por ello. Elijo en función del estado de forma de los jugadores, por ejemplo uno tiene mucha calidad y físicamente no está bien o en los entrenamientos no me da buenas sensaciones. No es que hayan fichado para jugar siempre, juega el que me da más garantías. ¿Pagarán mañana a los líderes? Yo soy el líder, soy yo quien paga”.

¿Cuánto tardaremos en ver al Milan que desea tácticamente?

“Se está trabajando en ello. Ahora mismo no quiero entrar en detalles. Giampaolo estaría contento si dijera algo así. Estamos trabajando, la semana fue importante para la dinámica que queremos cuando tenemos y no tenemos el balón”.

¿Está Giménez en buenas condiciones o aún no se ha recuperado de la lesión que sufrió cuando llegó?

“Está trabajando. Llega a una liga que no es nada fácil, en Italia es diferente. Siempre hay un periodo de adaptación, es absolutamente normal. No hemos castrado su calidad poniendo a un jugador cerca de él. Estamos trabajando en él y está muy concentrado en su trabajo, ha tenido una buena semana de entrenamiento. He visto a muchos jugadores que llegaron a Italia, como Retegui, y tuvieron dificultades al principio. No es fácil llegar a Italia y marcar inmediatamente 15-20 goles. Él lo quiere y yo también, pero está trabajando”.

En los momentos álgidos de los partidos, algunos miembros del equipo cometen actos imprevisibles y fuera de contexto. ¿Es todo esto consecuencia de un clima excesivamente emocional? ¿Falta de serenidad?

“Intentamos calmar a los jugadores en esos momentos, no es que si las cosas no van bien tengamos que reaccionar con poca inteligencia. Este año el ambiente desde el principio no es bueno, tenemos que centrarnos en lo que podemos controlar: el rendimiento. Los jugadores deben tener esa responsabilidad. Hay momentos en un equipo en el que muchos intentan hacer lo correcto, pero no sucede de cualquier manera”.

¿Qué hizo mal Conceiçao?

“Cometí errores como todos los entrenadores. En los principios y en la dinámica de un equipo tengo mis características personales, lo que hago lo hago pensando en lo mejor. En esta trayectoria que he tenido han sido más las satisfacciones que las cosas negativas. Fuera del juego mi equipo y yo tenemos nuestra propia dinámica, son dinámicas donde el respeto entre ellos, entre el cuerpo técnico y ellos, entre ellos y los que trabajamos aquí es importante. Son cosas que también les digo a mis hijos. Como campo digo que ha sido la primera semana de trabajo en el campo que he tenido. Intento cometer los menos errores posibles. Una experiencia así, incluso en los momentos difíciles, te hace crecer”.

Desde dentro, ¿cómo está viviendo esta situación?

“Intentamos estar muy concentrados en el trabajo. Zlatan y Moncada están aquí todos los días para hacer lo mejor para el equipo. Tenemos que centrarnos en lo que podemos controlar, fuera ellos son libres de juzgar. Alguien también ha sido mi entrenador… Sacchi dijo hace dos meses que yo era un gran entrenador, hoy me machaca todos los días. Tuvo grandes campeones y ganó, incluso le envié un mensaje y no me contestó. Vivimos el momento, hay un gran respeto, la gente puede decir lo que quiera”.

“Intentamos estar muy concentrados en el trabajo. Zlatan y Moncada están aquí todos los días para hacer lo mejor para el equipo. Tenemos que centrarnos en lo que podemos controlar, fuera ellos son libres de juzgar. Alguien también ha sido mi entrenador… Sacchi dijo hace dos meses que yo era un gran entrenador, hoy me machaca todos los días. Tuvo grandes campeones y ganó, incluso le envié un mensaje y no me contestó. Vivimos el momento, hay un gran respeto, la gente puede decir lo que quiera”.

¿Qué ha observado en estos dos meses en los jugadores más representativos, que a menudo han decepcionado?

“Hay dos cosas. El entrenador con los jugadores y Sergio Conceiçao con Leao, Theo y Maignan. Una cosa es la persona y otra el entrenador. Incluso alguien tan grande como Ancelotti dijo eso. Como personas son geniales, como profesionales tienen altibajos como todos. Son jugadores que han demostrado que aquí en el Milan pueden marcar la diferencia porque tienen una calidad enorme”.

Después de Zagreb dijo que faltaba la base. ¿La hay ahora?

“En Zagreb encajamos un gol que ocurre muy pocas veces, luego vino la expulsión de Musah y también empatamos. La base de la que hablaba era la ambición de llevarnos directamente a octavos. Hablando después de una derrota… Soy apasionado, vivo las cosas así. Aunque gane no tengo una sonrisa completa, lo vivo así todos los días. Así soy, ése es mi carácter. Tengo 50 años, es difícil que cambie. Ni siquiera cuando jugaba con mis hijos estaba tranquilo, y mucho menos ahora en mi sueño profesional, que es estar aquí en el Milan”.

“Es mi manera de vivir las cosas como entrenador. La base es tener esta actitud y ganas de mejorar. ¿Lo veo? Sí, está claro. Si no, qué hacía yo aquí. Es difícil de explicar. Contra el Lazio los primeros 15 minutos fueron muy malos, pero no fue cansancio. El ambiente era difícil para los jugadores. Tengo que estar con mi equipo, con mis jugadores y darles alegría y placer en un momento difícil. Como hombres y como personas, a veces ganamos algo más si pensamos en las cosas positivas”.

¿Qué le gustaría ver de su Puerto que no pueda ver hoy aquí?

“Hablaba de esto cuando vi el partido del Arsenal…. La solidez, la compacidad del equipo, incluso con menos calidad que los jugadores que tengo hoy, fue fantástica. Tiene que ser un comportamiento armonioso, en el que todo el mundo sepa lo que hacemos para robar el balón a los adversarios. Todos los jugadores deben comportarse como soldados: cada vez me cuesta más transmitir este mensaje. Ahora estamos trabajando con los que han jugado más, hemos empezado esta semana. ¿Veremos algo diferente ya mañana? Estoy trabajando en ello… ¿Un Milan mejor mañana? ¿Después de una semana? De acuerdo, acepto el reto (sonríe, ed.)”.


Conceiçao abandonado a su suerte

Otro día repleto de fútbol: Sergio Conceiçao dirigió el entrenamiento matinal, antes de dedicarse por la tarde a los partidos de vídeo y televisión. Europa y la Conference League, del prime time a la noche. La rutina de un entrenador que se esfuerza por elevar a su equipo, el AC Milan, a la altura de Europa. Conceiçao se concentró en defensa y ataque, y esta vez hubo algo extraño: se vio obligado a hacerlo una vez abandonado el campo.

Primero un improbable contraataque, con el portavoz portugués del entrenador transmitiendo todo el descontento de Sergio. Mensajes, articulados punto por punto y transmitidos a la prensa, que serían una transcripción de los pensamientos de Conceiçao. El técnico se quejaría de problemas de funcionalidad en las instalaciones de entrenamiento de Milanello y también de la escasa preparación atlética del equipo.

Pero, sobre todo, de la falta de apoyo directivo, de un proyecto técnico claro y, de nuevo, de la lejanía de Cardinale. Y por último, la falta de compromiso del grupo y en particular de sus jugadores clave. Un ataque directo, aparte de las jugadas del equipo al borde del área, a menudo incapaz de enmarcar el gol. Un juego que sacudió la tarde rossonera y que desde el ataque corría el riesgo de convertirse en rendición: el club no podía permanecer indiferente ante ciertas palabras.

En ese momento, Conceiçao no se apresuró a volver a la defensa, sino que se vio en su antiguo papel de mediapunta y abordó a su propio personal de comunicación. Sergio lo negó todo con determinación: ciertos pensamientos no le pertenecen y están absolutamente fuera de la realidad. Si hay algo en lo que el entrenador tiene que hacer hincapié -ese es el lema del hombre de todas las manos-, lo hace con las personas implicadas. O, si tiene mensajes que quiere transmitir a más de una persona, no duda en hablar ante los micrófonos, las cámaras y los periódicos.

En declaraciones a la Gazzetta: ‘Sufro mucho por el momento del Milan, pero nada de lo que se ha dicho sobre mí es cierto. El club siempre está presente, sé que el club está conmigo’. Sergio es un profesional que ha vivido y vive el fútbol, conoce la dinámica del juego (incluso cuando sale del campo) y sabe cómo manejarla. No se esconde detrás de las palabras de los demás, deja que la gente sepa y oiga todo de su propia voz. Conceiçao niega no encontrar todas las comodidades que necesita en Milanello, hasta el punto de que el centro deportivo es su casa desde hace varias semanas.

Niega con más fuerza y convicción aún la idea de que se sienta solo, abandonado por el club: habla todos los días con dt Moncada, una presencia casi permanente en la concentración, y con Ibra. Ayer volvió a hacerlo. En los últimos tiempos ha sido el propio Zlatan el que ha hablado delante del equipo y ha reforzado la postura del entrenador. Entre Sergio y el grupo ha habido momentos de tensión, como ocurre siempre y más aún en momentos de dificultad: pero cuando llegó el momento de llamar a los jugadores a sus responsabilidades, Conceiçao lo hizo públicamente.

Salió en la tele y en los periódicos para contar que en su carrera había entrenado a equipos técnicamente más pobres pero con más aplicación, y que en cambio encontró en el AC Milan un grupo de grandes intérpretes que a menudo rendían sin intensidad. Que el técnico está decepcionado no es ningún secreto: un entrenador y ex futbolista que ha hecho del compromiso y la aplicación sus premisas ganadoras, no admite errores de distracción o falta de energía en los duelos. Los últimos partidos del Milan han puesto realmente de manifiesto ciertos límites: de carácter más que técnicos.

Muy evidente en la Liga de Campeones, perdida por la imperdonable ingenuidad de Theo Hernández. Hace exactamente un año, el Oporto de Conceiçao abandonaba la Liga de Campeones en octavos de final, derrotado en los penaltis por el Arsenal. Uno a cero en la ida y el mismo resultado en la vuelta: la alineación londinense era muy parecida a la que llenó de goles el Psv (7) hace dos noches.

Un precedente que el entrenador recordó en varios enfrentamientos con el club y el grupo precisamente para reiterar cómo es la fuerza de voluntad la que determina el resultado de un partido. El espíritu, incluso antes que el talento: y por eso el entrenador reflexiona sobre una profunda revolución en el once que saltará al campo mañana en Lecce.

Tras el malentendido con uno de los responsables de la comunicación personal, Conceiçao se enfrentó ayer al club, aclarando el episodio, y luego se apoyó en el gabinete de prensa del club. Por la tarde, el mismo autor del malentendido dio una rotunda marcha atrás. Y aún hablando de mensajes y declaraciones, hoy Conceiçao volverá a hablar en la víspera del partido fuera de casa en Lecce.

Una oportunidad para reiterar sus verdaderos pensamientos y corregir públicamente el malentendido de ayer. Ah, luego hay un partido que presentar: el Milan sólo dispondrá de un resultado. Ganar para intentar el ascenso europeo. Incluso al final del partido, Sergio hará su análisis, y no habrá errores garrafales posibles. Un éxito le permitirá recuperar el aliento y disponer de otra semana de entrenamiento para preparar el próximo desafío. Si no, habrá más palabras: ¿se despedirán club y entrenador?

EL FRACASO DE LOS ENTRENADORES EXTRANJEROS

Milan y ese mal rollo con los entrenadores extranjeros. De hecho, en su historia el Diavolo nunca ha logrado encontrar el camino de la victoria con un no italiano en el banquillo, o mejor aún, la continuidad, aunque con Conceiçao se podría pensar que se ha tomado el camino correcto tras la victoria en la Supercopa contra el Inter. ¿Y el resto? Noveno puesto en la clasificación, eliminación en los playoffs de la Liga de Campeones a manos de un Feyenoord tan humilde como rearmado (y el partido de ayer contra el Inter lo demostró) y una media de puntos en liga aún peor que la de su predecesor.

El nuevo Milan de RedBird esperaba que primero con Fonseca y luego con Conceiçao se rompiera esta “maldición”, pero los resultados sobre el terreno de juego han dicho y siguen diciendo lo contrario. A estas alturas es natural creer que al final de esta temporada habrá un nuevo cambio en el banquillo de Milanello, con la directiva rossonera que esta vez irá sobre seguro, sin más apuestas.

La tendencia de este año complicado lo ha confirmado: el Milan necesita un perfil que ya conozca bien la Serie A, también porque el año que viene no podrá dejar de clasificarse para la Liga de Campeones, y por lo tanto no habrá tiempo para adaptaciones varias. Obviamente, la elección del próximo entrenador pasará también y sobre todo por quién será el nuevo director deportivo del Milan, pero el identikit parece estar ya bien definido.

Giuseppe Pastore afirma que el Milanello necesita a alguien que conozca las dificultades de los entrenadores rossoneri, así que ¿qué mejor solución que la que lleva a Massimiliano Allegri? Su anterior aventura en el Milan podría facilitarle las cosas, pero la lista de la directiva rossonera incluiría también los nombres de Maurizio Sarri, Roberto De Zerbi, Vincenzo Italiano, Gian Piero Gasperini, Carlo Ancelotti y Antonio Conte, siendo estos dos últimos más sueños que realidades sólidas en estos momentos, aunque a estas alturas siempre es mejor no excluir nada.

EN LECCE FUERA THEO, LEAO Y GIMÉNEZ

En previsión de una revolución en verano, he aquí una de cerca. Sergio Conceiçao parece decidido a presentar en Lecce un Milan completamente renovado, y no sólo por las descalificaciones de Maignan y Pavlovic. La escoria de las tres derrotas consecutivas en el campeonato, tras la eliminación de la Liga de Campeones, convenció al técnico para probar ayer en Milanello un once inédito: fuera a la vez Theo Hernández, Fofana, Musah, Leao y Giménez.

Todavía falta un día para el partido en la Via del Mare y Conceiçao acostumbra a probar diferentes soluciones antes de llegar a una decisión definitiva. Pero las señales de querer cambiar las cosas ya habían llegado a principios de semana. El técnico portugués está cansado de esperar a unas cuantas estrellas que están rindiendo mucho menos de lo que cabría esperar y quiere al menos dar una oportunidad a los que realmente tienen hambre de campo.

Como las dos últimas llegadas en febrero, Warren Bondo y Riccardo Sottil. El centrocampista francés aún no ha debutado con la camiseta rossonera (el pasado domingo contra el Lazio calentó durante mucho tiempo, sin pisar luego el césped), mientras que el ex jugador del Fiorentina, tras unos alentadores 20 minutos en la final con el Torino, ha estado en el banquillo 180 minutos en las dos últimas. Ahora podría ser por fin su turno.

Al igual que la revolución debería recompensar al menos a uno -si no a los dos- de Davide Bartesaghi y Alex Jiménez. En el plan en el que ambos parten desde el 1′, el primero debería asentarse en la salida por la izquierda en lugar de Theo, el segundo arriba a la derecha en el tres por detrás del único delantero Abraham. Pensar que Jiménez y Bartesaghi durante gran parte de la temporada fueron pilares del Milan… Futuro. Y en el primer equipo nunca estaban en el campo al mismo tiempo: o uno o el otro.

La principal noticia, sin embargo, concierne a los parias. Al Milan, además del campeonato, sólo le queda la Copa Italia, con el primer derby contra el Inter fijado para el 2 de abril. Quedan 25 días, no hay motivos para pensar en lógicas renovaciones. El rechazo, por tanto, sería puramente técnico. Y para Theo y Leao no sería la primera, después de haber conocido ya el banquillo a las órdenes de Fonseca. Más sorprendente, tal vez, sería la exclusión de Giménez, la gran compra del mercado de reparaciones.

El bombardero mexicano ha estado seco en sus tres últimas salidas, en las que le ha costado incluso hacerse peligroso. Pero después de gastarse unos 30 millones de euros, sería chocante verlo fuera de la alineación titular apenas un mes después. Musah, por su parte, tuvo una de las peores noches de su carrera el domingo contra el Lazio, cuando Conceiçao lo sacó en el minuto 37 de la primera parte porque estaba claramente pasando apuros.

Mientras que Fofana ya ha ocupado dos banquillos con el seleccionador, en el partido de vuelta con el Feyenoord en la Liga de Campeones y en Turín en la liga. En la lista de los que podrían ver jugar a sus compañeros en Lecce también podría figurar uno de Joao Félix y Pulisic. En ese momento, de las cuatro estrellas que prometía el Milan para despegar, sólo quedaría una. Singular, en todos los sentidos.


Ante el Lecce jugará Sportiello

A veces, la normalidad puede ser una gran fortaleza. Para confirmarlo, pregúntenle a Marco Sportiello, el segundo portero del Milan. Él, que fue traído a los rossoneri por Pioli y que a lo largo de los años siempre ha respondido cuando se le ha llamado. Sin hacer ruido, opuesto a los focos y a las entrevistas. Notoriamente, siempre ha sido el delantero centro más difícil de batir. En lo que va de liga aún no ha jugado, pero en Lecce -gracias a la sanción de Maignan- debería ser su momento. Necesario, por tanto, que esté preparado.

Marco, que cumplirá 33 años en mayo, es en muchos sentidos una antiestrella. No tiene redes sociales, es tímido y reservado. No es exactamente el prototipo del futbolista moderno. En un mundo acelerado de seguidores y visitas, Sportiello ni siquiera tiene Instagram. Prefiere que le digan las cosas a la cara. Como hizo Pioli para convencerle de que viniera al Milan, después de tenerle un año como titular en Florencia en la temporada 2017-18. Solo tuvo que descolgar el teléfono: “Me gustaría que estuvieras en el Milan. Qué haces, ¿vienes?”. Y Sportiello, que había crecido con el mito de Seba Rossi, no pudo sino aceptar de buen grado.

En el conjunto rossonero ha jugado siete veces hasta la fecha. En su primera titularidad contra el Verona -23 de septiembre de 2023- celebró su partido 200 en la Serie A y fue decisivo con un par de grandes paradas. Especialmente una a Folorunsho en el 0-0. Luego también lo hizo bien en el siguiente partido contra el Cagliari e incluso fue un 7 en el acta en el empate contra la Juve a finales de abril.

“El mejor sobre el terreno de juego, cerró la puerta con cuatro paradas decisivas”. Traducido: cuando se le necesita, está ahí. Este año, sin embargo, ha tenido muy mala suerte. Se lesionó la mano en verano, se operó en Estados Unidos y tuvo que estar de baja más de dos meses. Ahora, sin embargo, está bien, y desde el Lecce iniciará su carrera en la Serie A con el Milan.

Marco siempre ha sido hincha rossonero, a pesar de haber crecido en las categorías inferiores del Atalanta. Para todos siempre fue “el Spo”, el más alto de sus amigos, amante del voleibol y prestado al fútbol por casualidad. Que acabó convirtiéndose en su mayor pasión. El primer partido, jugado en un campo de tierra y barro, terminó 11-3 a favor del rival, pero Marco se dio cuenta de que los guantes podían ser su destino.

“Había parado cuatro penaltis: me parecía suficiente para insistir”. A los ocho años lo fichó el Atalanta y a los 21 era titular en la Serie A con la camiseta del Dea. Y pensar que en el Seregno, en la D, quiso dejarlo tras ocho banquillos seguidos. ‘No hablaba con nadie y no quería volver a Bérgamo. Sólo quería jugar’. Y al final jugará.

A lo largo de los años, alternó temporadas excelentes con peleas -como con Gasperini, que le acusaba de falta de concentración y de tener la cabeza en otra parte-, malentendidos y dificultades. Le fue bien en Florencia, donde encontró a Pioli y vivió la tragedia de Astori, y luego regresó a Bérgamo en busca de redención. No la encontró y eligió Milán.

Aceptó el papel de jugador secundario, sin levantar nunca la voz. Trabajando, lejos de los focos y los titulares. Su historia dice que cuando se le ha llamado siempre ha respondido bien, y el Lecce debería ser una nueva confirmación de ello. Sin aparecer, sin hacer ruido, dejando hablar a los demás. Bendita normalidad.


El misterio del dueto Gabbia-Thiaw

¿Por qué Matteo Gabbia y Malick Thiaw nunca juegan juntos? La pregunta surge instintivamente al ver los partidos del Milan y sobre todo teniendo en cuenta un dato rotundo. Gabbia y Thiaw estuvieron juntos sobre el terreno de juego 661 minutos, en los que sólo encajaron tres goles: una media de uno cada 220 minutos.

Un gol encajado cada dos partidos y medio. El Milan ha probado todas las demás combinaciones durante mucho tiempo y ninguna otra pareja consigue superar la media de un gol encajado cada 72 minutos. Una diferencia enorme. Gabbia-Thiaw lo hacen tres veces mejor que todas las demás parejas.

Conceiçao, a pesar de ello, apenas los utiliza. Al menos, nunca desde el principio. Gabbia-Thiaw sólo fueron titulares con él en el Milan-Verona del 15 de febrero. Sólo un partido desde el principio, como para Gabbia-Tomori. ¿Y los demás? Dos partidos para Tomori-Thiaw, tres para Tomori-Pavlovic, cuatro para Gabbia-Pavlovic y Thiaw-Pavlovic. Moraleja: Pavlovic casi siempre juega, aunque las cifras de goles encajados sugieran lo contrario. A continuación, las cifras con, a la derecha, los “minutos por gol encajado” de cada pareja.

¿Por qué ocurre esto? Conceiçao dijo que “todos son titulares” (una declaración diplomática lógica) y sobre Pavlovic en particular lanzó un cumplido: “Me gustan los jugadores con su espíritu”. SC, cuando empezó como entrenador del Milan, lanzó a Tomori como titular, a pesar de que estaba cerca de un traspaso a la Juve (y luego al Tottenham): al principio apostó por él más que por los demás, luego cambió de opinión.

En febrero, eligió a Pavlovic en un cambio eterno, visto pocas veces en un equipo de primera: casi nunca hay cuatro centrales del mismo nivel, alternándose y formando siempre una nueva pareja, sin un punto fijo o, al menos, un dúo considerado incompatible. El fin de semana en Lecce, Pavlovic será descalificado: una primera certeza. Y Conceiçao podría trabajar estos días en la defensa de tres, una solución que sin duda ayudaría a Pavlovic (y quizás, no sólo a él).

Thiaw y Gabbia son los menos publicitados del cuarteto. Después de todo, Pavlovic fue comprado en verano y Tomori, a partir de 2021, es la principal referencia en la temporada del Milan. No por casualidad, fueron titulares juntos en la segunda y tercera jornada, con Fonseca: una pareja agresiva, física en el aire y en el suelo, pero propensa al descuido y al error fatal.

Los dos últimos, de Pavlovic: el gol encajado por Ndoye en el área en Bolonia y la falta por expulsión de Isaksen. Thiaw y Gabbia, en cambio, son los mejores con el balón, no son rápidos pero mantienen un alto nivel de atención, son los mejores leyendo situaciones y manteniendo a raya los peligros. ¿No es eso lo que hacen los defensas desde hace 160 años?

LOS MEJORES MOVIMIENTOS DE IGLI TARE

Igli Tare está en la pole para convertirse en el nuevo director deportivo del Milan. A primera hora de la mañana les hablábamos de un Milan que aún no ha tomado una decisión definitiva sobre su nueva SD, pero que se inclina por el ex hombre de mercado del Lazio en caso de que Zlatan Ibrahimovic sea el elegido.

Igli Tare es director deportivo del Lazio desde hace quince años, ha compartido con Claudio Lotito el renacimiento del Lazio, y en los años de su gestión el equipo biancoceleste se ha llevado tres veces la Coppa Italia y otras tantas la Supercopa de Italia. Lo hizo en un contexto en el que el principio rector estaba claro: “El objetivo -decía Tare en una entrevista reciente- era comprar a bajo precio y luego revender haciendo plusvalías”.

Es una pena, sin embargo, que el segundo paso haya sido a menudo mucho más complicado que el primero, ya que Lotito siempre ha intentado mantener a sus mejores jugadores incluso cuando la lógica del mercado futbolístico sugería lo contrario. Cuando había incluso ofertas de nueve cifras sobre la mesa por Milinkovic-Savic.

Sin embargo, el hecho de que el Lazio rechazara ofertas astronómicas por el serbio, pero también por Immobile y Luis Alberto a lo largo de los años, no impidió a Tare completar importantes operaciones. He aquí las mejores plusvalías bajo su gestión.

1) Sergej Milinkovic-Savic

Arrebatado a la Fiorentina en el verano de 2015 cuando ya ponía rumbo a Florencia, fue comprado por el Genk por diez millones de euros y revendido ocho años después por 40 al Al-Hilal. Con la camiseta biancoceleste jugó casi 350 partidos oficiales y entre medias también se rechazaron ofertas mucho, mucho más altas. ¿Recuerda la famosa oferta de Lotito de 110 millones de euros?

2) El primer Felipe Anderson

Igli Tare lo sacó de Brasil, lo compró directamente al Santos por 7,5 millones de euros. Tras cinco temporadas y algunos picos sonados, abandonó la capital por 38 millones de euros, vendido a aquel West Ham que tres años después lo devolvería al Lazio por cifras completamente distintas.

3) El maxi-trato Keita Balde-Pedro Neto-Bruno Jordão

Comprado en el verano de 2011 por 300.000 euros, fue vendido seis años después al Mónaco por 30 millones de euros. Sin embargo, esa transacción también incluyó a Pedro Neto y Bruno Jordao, jugadores por los que el Lazio pagó 26 millones de euros, solo para venderlos al Wolverhampton dos años después por unos 20 millones de euros.

4) Joaquin Correa

La Lazio lo compró en agosto de 2018 al Sevilla por unos dieciséis millones de euros y pudo disfrutar de su talento en probablemente los mejores años del Tucu. Tres años después será vendido al Inter por cerca del doble, más de treinta millones de euros. Pero en Milán difícilmente volverá a ser el jugador admirado en la capital.

5) Antonio Candreva

La Lazio lo compró al Udinese por menos de diez millones de euros y lo vendió al Inter en 2016 por más de veinte. Como en el caso de Correa, la etapa de Candreva con la camiseta de la Lazio fue probablemente sus mejores páginas como futbolista.