LA DEFENSA
Han pasado cien días desde que, el pasado 30 de mayo, el Milan anunciara el regreso de Allegri al banquillo. Tiempo suficiente para una primera parte de la revolución: la defensa de tres, Leao como delantero centro, los aficionados de vuelta al estadio con entusiasmo.
Sin embargo, la gran renovación aún está en marcha; el equipo que quedó octavo el año pasado ha sido desmantelado y se ha reconstruido un nuevo grupo con Max como arquitecto del nuevo rumbo. Allegri no puede sino intentar partir de una base sólida, y la base de sus equipos siempre ha sido la defensa: demasiado distraída contra el Cremonese (Max lo achacó a una falta de percepción del peligro), más reactiva contra el Lecce.
El equipo aún debe registrarse con la marca del nuevo entrenador, quien en el trabajo semanal ha insistido y seguirá insistiendo en hacer que los cimientos del equipo sean cada vez más estables. Mientras tanto, parece haber identificado a los tres pilares: Tomori, Gabbia y Pavlovic, que hasta ahora siempre han estado presentes.
Sin embargo, De Winter está impaciente: una idea es hacerle espacio a la derecha con la centralización de Tomori. El mediocampo también tendrá que apoyar la fase defensiva con mayor agresividad. El objetivo debe ser proteger la portería, donde Max espera una contribución importante también de Maignan, demasiado frágil la temporada pasada.
Allegri también pide que no se le tilde de «defensivo», ya que quiere respetar la tradición italiana por una razón concreta: normalmente, quien encaja menos goles, suma más puntos en la clasificación del campeonato. Y eso es precisamente lo que más necesita el Milan para volver lo antes posible a la Champions.
EL ATAQUE
La defensa de tres no ha sido la única novedad táctica introducida hasta ahora: el ataque con dos delanteros y un mediocampo con cinco jugadores son las otras. En el caso de Leao, se puede hablar de una revolución personal, o mejor dicho, de una evolución: de extremo a delantero centro. Una novedad que se vio durante menos de un cuarto de hora en el debut en la Copa de Italia: gol y lesión con el Bari.
En este caso, Allegri ha cambiado radicalmente sus propias ideas: en lugar de trabajar con un delantero centro de referencia en el 4-3-3, se ha convencido de que el 3-5-2 es la solución más funcional para la plantilla disponible. Así, el mercado le ha proporcionado a Nkunku, que no es un 9, sino un comodín ofensivo: Leao seguirá siendo el delantero de peso del equipo, con Pulisic como apoyo.
En la única ocasión que ha tenido hasta ahora, Rafa ha sido diferente: en su posición en el campo, en su actitud, en su expresión. Marcó en Bari con un remate de cabeza digno de un auténtico delantero centro. La transformación ha comenzado. El objetivo son veinte goles esta temporada.
LAS NOVEDADES
La velocidad de Nkunku sorprendió a Max: se integró con la misma rapidez en los esquemas de ataque. El nuevo fichaje también corre para recuperar su mejor forma, tras semanas de entrenamiento con los reservas del Chelsea y sin debutar en la Premier. Lo hará pronto en la Serie A, con Allegri buscando un puesto para él: por sus características, puede sustituir a Leao, pero también a Pulisic.
Sin embargo, sería demasiado poco considerarlo como un suplente de lujo. Una solución podría ser alinearlo detrás de los dos, o como mediapunta (con Pulisic) detrás del único Rafa. Incluso a Ricci le puede quedar pequeño el papel de segundo delantero: Modric le dejará la dirección del juego solo cuando necesite descansar, pero el exjugador del Toro también puede buscar espacio como centrocampista.
Athekame y De Winter también se han quedado en cero kilómetros, un lateral derecho que puede ser el suplente de Saelemaekers y un defensa central que puede competir con los titulares actuales. Todos ellos son recursos alternativos a disposición de Max, que también tendrá que ampliar el grupo. Para Odogu, de 19 años, el último en llegar, habrá que tener un poco más de paciencia.
RABIOT: EL PUPILO DE ALLEGRI
La pelea con Rowe le costó dos semanas de exclusión de la Liga: las últimas 90 minutos como titular de Adrien Rabiot se remontan al 15 de agosto. El cuarto de hora que jugó en el Francia-Ucrania de hace dos días fue su última actuación: Max recupera a un jugador al que conoce perfectamente, pero que aún no está en plena forma. Lo tendrá en Milanello a partir de mediados de la próxima semana, tiempo suficiente para reincorporarlo a los esquemas, pero no demasiado para que recupere su estado físico ideal.
Curiosidad: en su debut con el Milan en San Siro se reencontrará con su antiguo compañero en Marsella, Rowe, como rival: la disputa provocó también su traspaso, fichado por el Bolonia. Titular designado Las soluciones para el centro del campo abundan, pero Adrien es el titular designado: ya ha jugado con Allegri en 128 partidos con la Juve, con 16 goles marcados.
En Marsella aumentó su producción ofensiva: 10 goles en 32 partidos. Todo lo que Max necesita: experiencia y entradas al área. Rabiot será uno de los compañeros de Modric en el centro del campo, que se encargará de la dirección del juego. Cuando vuelva Jashari, será él quien complete la línea. Mientras tanto, Loftus-Cheek y Fofana, los dos jugadores más musculosos de la línea, se disputarán otra camiseta. Rabiot tiene características diferentes a todos los demás y ha sido muy deseado por el entrenador.
Con él, Max añade liderazgo, calidad y dinamismo. El martes por la noche, Francia se enfrentará a Islandia, y a partir del miércoles, Adrien será, a todos los efectos, rossonero. Es pronto para pensar en él como titular en la reanudación, pero es casi seguro que tendrá minutos durante el partido. Más minutos útiles para recuperar su mejor forma y convertirse en uno de los pilares del nuevo Milan de Allegri.