Hay algo que brilla en el centro del Milan y es el Balón de Oro de Luka Modric, el nuevo centrocampista rossonero. O tal vez sea la vitrina del exjugador del Real Madrid: 34 títulos con su equipo, incluidas las seis Ligas de Campeones que lo convierten en uno de los más laureados en la historia de la competición (solo Gento, Carvajal, Nacho y Toni Kroos lo superan). Pero aún hay más: brillan los veintiún trofeos que llenan la vitrina de Adrien Rabiot, la mayoría conquistados en su carrera en el PSG y otros cuatro «italianos» añadidos con la camiseta de la Juventus, el Scudetto, la Supercopa de Italia y dos Copas de Italia. El Milan ha encontrado el mejor remedio para la falta de liderazgo y experiencia internacional. Al menos en teoría: los efectos prácticos se verán sobre el terreno de juego, cuando se reanude el campeonato.
Con Adrien Rabiot, la línea de titulares hipotéticos se ha renovado por completo: Modric, Adrien y Jashari, actualmente lesionado. El exjugador del Brujas, por el que se pagaron 37 millones, ha sido el fichaje más caro del centro del campo. El verano también trajo a Milán a Samuele Ricci, procedente del Torino, centrocampista o mediocampista según sea necesario. En total, cuatro nuevos centrocampistas.
Una revolución: el año pasado, el líder del equipo fue Tijjani Reijnders, con quince goles en la temporada, que por sí solo valía por tres (o cuatro): mediocampista, incursor, centrocampista de creación y goleador. Otros mediocampistas del grupo de 2024-2025: Bondo y Musah. Hoy en día ha aumentado notablemente la calidad, la experiencia internacional (antes de llegar al Milan, Reijnders ni siquiera había jugado con Holanda) y el número de soluciones a disposición del entrenador.
Las llaves del centro del campo se han entregado a Luka Modric, dos de dos como titular en la liga: una asistencia y un claro dominio de la zona. Modric, que el próximo lunes cumplirá cuarenta años, es un campeón sin edad. Y si para gestionar las fuerzas se necesita un fin de semana de descanso, hay directores de juego más jóvenes listos para tomar el relevo: Ricci, que con el Toro también se ganó la selección nacional, y Jashari; jóvenes que pueden formarse según las necesidades tácticas. Ambos también pueden desplazarse al interior: tienen velocidad y tiempo de inserción, además del dinamismo necesario para ayudar al equipo en la cobertura.

Adrien Rabiot, el fichaje estrella del final del mercado, merece una sección aparte. Con Allegri ya ha jugado 160 veces en la Juve, entre liga, Europa y copas nacionales. El francés es el regalo inesperado para Max: con él, el centro del campo se convierte en la línea más rica del equipo. Una variedad digna de la Champions League: Rabiot aporta más experiencia, más profundidad y más goles. Diez en la última temporada en el Marsella. Como mediocampista o central, Rabiot tiene la imaginación para avanzar incluso por detrás de los delanteros. El Milan lo anunció así: «Fuerza, elegancia, experiencia. Adrien es rossonero». Junto con Modric, forman una pareja con 56 copas en total.
Allegri también predijo «quince goles en total entre Loftus-Cheek y Fofana». Con el gol de cabeza de Loftus en Lecce, quedan 14. Por sus características, son diferentes a los demás: ninguno tiene la fuerza física del exjugador del Chelsea. Fofana, por su parte, es el centrocampista más defensivo de los disponibles. Cada uno tiene cualidades y habilidades específicas, todos son muy adaptables: el centro del campo no solo tiene muchos intérpretes, sino también muchas formas.
Jashari aún necesitará algo de tiempo, mientras que Rabiot estará listo para jugar de inmediato: conoce la Serie A y, aún mejor, las tácticas de los equipos de Max. Si la defensa se descubre, el centro del campo puede acudir en su ayuda. Si el ataque tiene dificultades, sin duda pueden llegar nuevos goles desde aquí.

DAVID ODOGU: EL NUEVO CENTRAL DEL MILAN
El nuevo defensa del Milan nació en Berlín un mes antes de que Fabio Cannavaro levantara al cielo la última Copa del Mundo ganada por Italia. David Odogu, alemán nacido en 2006 (3 de junio), es el central que Max Allegri tendrá a su disposición para el resto de una temporada que, en las dos primeras jornadas, ya ha puesto de manifiesto evidentes carencias en la zaga rossonera, sobre todo en el marcaje y en la construcción del juego desde atrás. Sin embargo, Odogu es joven: se ha pagado una importante suma por él (unos 10 millones, incluyendo bonificaciones) y deberá ser incorporado y gestionado con el tiempo adecuado. Veámoslo en detalle.
En primer lugar, la edad. Odogu tiene 19 años y solo ha jugado tres partidos como profesional en el Wolfsburgo, el club en el que se formó. Mide más de 1,90 m, es diestro y se ha especializado en la defensa de tres. El año pasado, en las tres ocasiones en las que fue convocado en la Bundesliga (dos como titular), siempre jugó en el centro de la defensa: el marcaje, tan apreciado por Allegri, es uno de sus puntos fuertes.
En las categorías inferiores del Wolfsburgo y de la selección nacional también desempeñó el papel de lateral, tanto por la derecha como por la izquierda, y el de central en una defensa de cuatro. Sin duda, no le falta versatilidad. En la selección sub-17 blanquiverde también fue capitán. En 2023 ganó con Alemania el Campeonato de Europa de la categoría (como suplente) en junio y, en diciembre, el Mundial sub-17 disputado en Indonesia, tras vencer a Francia en los penaltis. En esa triunfal trayectoria, Odogu fue un pilar fundamental.
David es hijo de inmigrantes. Su padre, Joseph, fue un futbolista nigeriano que jugó en Malasia antes de trasladarse definitivamente a Berlín. Cuando ganó el Mundial de su categoría, algunos tabloides alemanes definieron a Odogu como «el futuro Beckenbauer», aunque con 19 años a sus espaldas y una camiseta del Milan puesta, ahora todo se pone a cero. Curiosidad: la religión. En su perfil de Instagram aún no hay sitio para fotos del campo. Solo una historia con la leyenda: «Jesucristo es mi señor y salvador. Alabado sea el Señor».
La descripción, por su parte, dice: «Don’t look at me, look at Jesus» («No me miréis a mí, mirad a Jesús»). Allegri cuenta así con un nuevo central: sin experiencia, pero joven y con talento. Odogu entrenará con Leao y sus compañeros, pero Oddo también lo tendrá en cuenta para el proyecto del segundo equipo. El alemán crecerá junto a un veterano como Gabbia y, sin demasiada presión, se irá incorporando poco a poco. Mientras tanto, en Lecce, Cheveyo Balentien (también nacido en 2006) ha debutado en la Serie A en su primera convocatoria. Odogu espera el mismo resultado.
SIRENAS TURCAS PARA BENNACER
Sirenas turcas para Ismael Bennacer, que ha acabado en el punto de mira del Trabzonspor, según informa Sabah Spor en Turquía, que añade que el club turco ya habría presentado una oferta al Milan por una cesión con opción de compra. El jugador argelino, actualmente fuera de la plantilla porque no forma parte del proyecto técnico de Max Allegri, estaría abierto al traspaso. Recordemos que el mercado en Turquía sigue abierto y cerrará el próximo 12 de septiembre.
OFERTA DE ARABIA PARA YACINE ADLI
Según informa el perfil @Turk1gh en X, Yacine Adli estaría en el punto de mira del Al Shabab, club de Arabia Saudí en el que milita, entre otros, el ex-jugador del Atlético de Madrid Yannick Carrasco. El club de Riad está negociando tanto con el jugador francés como con el Milan (hoy habría habido un contacto con el director deportivo milanista Igli Tare para seguir adelante con la negociación).
Recordemos que el mercado en Arabia Saudí se cerrará el jueves 11 de septiembre. Adli está fuera del proyecto técnico de Massimiliano Allegri y durante el verano nunca ha entrenado con el primer equipo rossonero, pero ha trabajado con el Milan Futuro de Massimo Oddo.