El largo duelo sobre San Siro

La gran pregunta es la más grande. ¿Conseguirán Inter y Milan construir el nuevo estadio? Pero los clubes no podrán hacer lo que se habían imaginado: la Catedral de Populous o los anillos de Manica-Sportium, los proyectos que siguen en la carrera para transformar San Siro, por ahora resisten, pero gran parte de las cosas anunciadas en septiembre no se verán.

El Ayuntamiento de Milán tiene ideas muy distintas de los clubes y fue claro: está bien un nuevo estadio, pero San Siro seguiré en pie “con nuevas tareas” y el cemento de la zona tendrá que ser la mitad de lo solicitado. Lo confirmó ayer por la mañana el Palacio Marino con una respuesta oficial a la petición de aclaración de los clubes sobre los eventuales vínculos históricos y del nuevo Meazza.

Para los primeros se espera de la decisión de la Superintendencia, para la transformación del estadio de hoy (arena solo deportiva o mixta, con espacios comerciales?), donde hubo la apertura para una inmediata confrontación. Pero si las condiciones para los clubes serán imposibles, se irá más allá, con Sesto San Giovanni lista para ser la nueva casa de los milaneses.

A un año del anuncio de Inter y Milan de la firma de un acuerdo para trabajar en el proyecto de realización de un estadio moderno y a la vanguardia, el futuro es totalmente incierto. Era el 9 de noviembre de 2018, se pensaba que reestructurar el Meazza era posible. Con el paso de los meses, los clubes cambiaron de idea: costes y resultados eran insuficientes, aparte que tendrían que jugar en otro lugar durante 3-4 años.

Así a primeros de julio, cuando en el Ayuntamiento se depositaron las 750 páginas del proyecto de fiabilidad del nuevo San Siro, llegó la confirmación. Meazza demolido y construcción de un nuevo estadio de 60-65 mil asientos y un área comercial con negocios, oficinas, hoteles, algo en lo que ambos clubes estaban totalmente de acuerdo.

Inter y Milan trabajaban en el respeto de la ley de estadios, que permite derogar los planes regulatorios, para entrar en las inversiones que preveen que el área fuera de estado tenga un índice volumétrico de 0,63 contra los 0,35 previstos por el Ayuntamiento. No poca diferencia, el verdadero escollo era superar el Palacio Marino. Los clubes iban a poner 1.200 millones de euros.

El estadio se quería que estuviera terminado a finales de 2023, para jugar en 2024 y albergar la apertura de las Olimpiadas de Milán-Cortina en 2026. Pero ¿qué se hace con San Siro? El proyecto quería que se echara abajo en 235 días: coste de 50 millones. Pero la ciudad y la política torcieron la nariz.

La instalación, inaugurada en 1926 y ampliada en 1954 y para Italia 90, para gran parte de la opinión pública no puede ser demolida. El alcalde Beppe Sala, desde siempre patrocinador de la reestructuración, pide a los clubes transparencia. En septiembre se presentan los proyectos finalistas para el nuevo estadio.

A mediados de octubre era bastante evidente que la demolición del Meazza fue rechazada. Y finalmente es así. El 28 el Consejo del ayuntamiento da el primer OK al nuevo estadio pero dicta 16 condiciones. Entre esos vínculos, el mantenimiento y la recalificación del Meazza, como la reducción del cubicaje de los edificios fuera del estadio.

Luego el 8 de noviembre, el sí oficial de la Junta. Que suena tanto como un no: las condiciones restan, el proyecto tendrá que rehacerse. Pero no está del todo claro qué se hará con el estadio de hoy, aunque en base a la existencia de eventuales vínculos históricos sobre la instalación, ni se sabe si un nuevo San Siro es realmente tan sostenible para las arcas del club.

Ambos, desilusionados, a unísono dicen “valoraremos si seguir adelante”. Pocos días después, piden explicaciones al Ayuntamiento. La respuesta de ayer abre un nuevo capítulo: los encuentros con ambos clubes serán decisivos.

PRIMERAS NEGOCIACIONES POR IBRAHIMOVIC

Un encuentro a 360 grados, donde el foco principal fue el sitio de Zlatan Ibrahimovic. Es lo que ha aparecido tras la reunión en Casa Milan entre el grupo Raiola y la directiva del Milan, representada por Boban, Massara y Maldini.

Sobre el sueco se puso el punto si es factible o no su posible regreso. La petición económica son importantes (cerca de 8 millones de euros por 18 meses de contrato, mientras que el Milan ofrece 3 millones) y es necesario un paso por parte de la propiedad del Milan para realizar la operación. Por otra parte, el sueco tendrá que rebajar también sus pretensiones para llegar a un punto intermedio.

En el cara a cara, se habló seguramente también del futuro de Jack Bonaventura, que acaba contrato en verano, aparte de oficializar el nuevo agente de Suso, pero no se ha hablado del contrato de Gigio Donnarumma.

Habrán nuevas reuniones las próximas semanas entre las partes para intentar hacer realidad el regreso de Ibra al Milan. Pero es una historia toda por escribir, porque el sueco no es el único delantero de la lista del Milan, pero sí seguramente el primero de todos.

DECLARACIONES DE HAKAN CALHANOGLU

La Bundesliga: “Crecí en Alemania, pero me gusta hablar con la gente en italiano. Desde el punto de vista deportivo, es un objetivo el poder jugar con Bayern Múnich, Borussia Dortmund u otro gran club en Alemania”.

El saludo militar: “Era solo un saludo a nuestros soldados. Como jugador, a la gente no le gusta hablar de política. Con ese saludo quería motivar a nuestros soldados para que vuelvan a casa sanos y salvos. No era un signo político o provocativo. Todos amamos la paz”.

El interés del Bayern en 2014: “Fue importante que me buscaran, pero ese tiempo las posiciones por banda de Arjen Robben y Franck Ribery estaban consolidadas y muy amados por la gente. Para mí hubiera sido difícil. Si el Bayern volviera en algún momento, ciertamente no podría decirles que no”.

Fuentes: La Gazzetta dello Sport – Milannews.it