GDS entrevista a Kessié

Cánticos, frases en términos que no casan del todo con el juego limpio, pero Franck Kessié, que en Belgrado se quedó en el banquillo, no parece que le haga mucho caso. Por otra parte es el Presidente y se toma el Milan sobre sus espaldas. Cuando no está Ibrahimovic y a veces cuando está también.

Kessié, ¿nos explicas ese apodo del ‘presidente’?

“Una vez cuando llegué a Milanello y aparqué en el sitio reservado para Gazidis. Me dijeron que no se podía y yo respondí: ¿qué problema hay? Soy el nuevo a.d. del Milan”.

¿Lo dijiste en broma?

“Me gustan las bromas. Lógicamente sé que no soy presidente”.

Pero ahora eres imprescindible para el Milan. En estos meses has madurado, pero con Pioli has vivido momentos difíciles. Algunas fricciones se han podido ver

“Bah, el Milan me fichó, señal que veían algo en mí. Pero jugar en el Milan no es fácil, luego llegó un nuevo entrenador que pedía cosas que había que entender. Hizo falta tiempo, no solo a mí. Cuando llega un técnico diferente, eso quiere decir que el momento es complicado. Con mayor razón hay que poner mucha atención”.

Has sufrido también una mutación táctica. Menos músculo, más sentido de la posición: ¿Te gusta la nueva posición?

“Cuando ganamos sí”.

Pero tu evolución táctica es impresionante

“Se trabaja para seguir adelante y lo hago a diario para ser un mejor centrocampista”.

¿Tu ídolo?

“Esta es fácil: Yaya Touré”.

En Belgrado, ante la Estrella Roja te quedaste en el banquillo y la clasificación queda en duda

“El empate fuera de casa no es mal resultado. Se pudo haber hecho mejor, pero queda la vuelta. Y ahora toca el partido ante el Inter”.

¿Tu derby favorito?

“El ganado con gol de Cutrone en el último minuto”.

¿Un jugador que le quitarías al rival?

“Ninguno. Si ganamos con los equipos al completo es mejor y también bueno para el espectáculo. Serán decisivos todos los jugadores”.

¿Te gusta Ibrahimovic?

“Desde un punto de vista técnico es insuperable y como compañero te da siempre algo más. Siempre pone la cara, no sucede a menudo encontrarte campeones con esta personalidad”.

Pero te quita protagonismo…

“Con todo lo que ha ganado me parece lógico”.

¿Estás preocupado por la lucha scudetto que se complica?

“No. Faltan muchos partidos. Y parece que haya muchas dificultades, pero el derby lo ganamos nosotros y volvemos al liderato de la tabla”.

¿Por qué estás tan seguro?

“Porque somos un grupo que ha crecido en las dificultades, trabajamos duro y creemos en el scudetto. EN Italia y todos lo saben, puedes ganar contra el primero y perder contra el último en la tabla. Comerse la cabeza no sirve de nada”.

Se habló mucho del choque entre Ibra y Lukaku en la Copa de Italia. Él dice que es racismo, ¿lo has experimentado en tu piel en Italia?

“A decir verdad nunca me he sentido mal por esto”.

Franck, si hay un penalty, ¿lo tirarás?

“Lo tira Ibra. Y Zlatan estará contento del resultado”.

Cuando acabes tu carrera, ¿quieres ser el Presidente de tu país Costa de Marfil o del Milan?

“Me parece tareas realmente interesantes, pero duras en cualquier modo. Veremos cuando acabe la carrera”.

¿Qué relación tienes con Weah, un africano milanista que se convirtió en Presidente de Liberia?

“Es un ídolo para muchos africanos. Mi idea es también la suya y la que muchos otros imaginan: ayudar siempre a África, que necesita de apoyo e infraestructuras, pero sobre todo para entender lo bonito de su cultura. África te enamora a primera vista”.

Pero hay mucho que hacer en este momento. ¿Cómo ayudas a tu país?

“Pienso en los niños que deben ir a la escuela y no pueden, pienso en como puedo ayudar a los hospitales a que funcionen mejor. Mi relación con África es una relación de afecto pero también práctica. Intento dar lo posible para ayudar. Es un continente grande y rico, no solo hablo de materias primas. África es todo un mundo y especial”.

De ti, aparte del fútbol, no se sabe mucho: ¿cómo empleas tu tiempo libre?

“En este periodo más que nunca intento ayudar a los que lo necesitan. Del resto hago lo mismo que el resto. Intento relajarme, aunque hay poco tiempo libre. Mi país necesita muchas cosas, me concentro en esto. Hay situaciones límites a superar”.

¿Fuiste un niño feliz?

“Si veo como están ahora las personas, con mayor razón puedo decir que no me faltó de nada. Mi familia siempre estuvo tranquila. Empecé a jugar al fútbol como central, me gustaba. Pero no era una cuestión de rivalidad social. Tenía gran pasión por el balón, simplemente”.