Fuera por tanto tiempo, nunca. Incluso cuando se fracturó el peroné, en abril de hace tres años, Davide Calabria tuvo que esperar menos para volver al trabajo: luego tardó dos meses, con el receso de las vacaciones de verano, en alargar la cuenta atrás y volver a Milán su pulido lateral para el inicio de la nueva temporada.
También esta vez habrá una pausa, la que entre noviembre y diciembre congelará campeonatos y copas para el Mundial de Qatar y pospondrá la reanudación de labores para principios de enero de 2023, y Pioli espera contar con el titular de la Bandas disponibles, ese derecho y el de capitán: si todo sale como esperan los rossoneri, Calabria podrá recuperar su lugar el 4 de enero en Salerno, en el primer partido de la Serie A posterior al Mundial.
Las pruebas instrumentales de ayer por la mañana confirmaron lo que se temía ya desde las 21.30 horas del sábado por la noche, cuando Calabria dejó de tocarse el muslo y se desplomó en el campo del Empoli: el problema -como había anticipado Pioli- es muy grave, necesitarán de 12 a 13 semanas , tres meses.
El boletín médico habla de una “lesión miotendinosa proximal del tendón de la corva del muslo derecho”: una lesión grave y sobre todo delicada, porque involucra músculo y tendón. Un problema similar, aunque menos grave, que el que había parado a Florenzi en el partido de ida ante el Sassuolo de la cuarta jornada.
El ex de la Roma está de baja desde principios de septiembre por una lesión en el tendón de la corva proximal del muslo izquierdo y fue intervenido quirúrgicamente en Finlandia; a diferencia de su pareja, Calabria no acabará bajo el quirófano pero en su caso procederemos con una terapia conservadora. Haciendo cuentas, por tanto, el Milán recuperará los dos flancos derechos en 2023: Florenzi entre finales de enero y principios de febrero, el capitán debería poder volver antes.
Lo cierto es que Calabria se perderá once partidos, los que jugará el Milan entre Serie A y Champions antes del parón por el Mundial. Retazo importante de la temporada, que Pioli deberá afrontar incluso sin Kjaer: el danés, otro rossoneri que recaló en Castellani, sufrió una lesión leve en el bíceps femoral derecho y será evaluado dentro de una semana.
Eso no significa, sin embargo, que Kjaer pueda reaparecer tras el tríptico Chelsea-Juve-Chelsea: los tiempos de vuelta probablemente sean de entre dos y tres semanas, entre el partido a domicilio en Verona en Serie A y el de Zagreb en Champions League.
La prudencia es imprescindible: ay de los tiempos de fuerza, sobre todo tratándose de un jugador de 33 años que viene de un parón larguísimo como el quebrado del cruzado que había cerrado la 2021-22 de Kjaer ya en diciembre.
Para el partido contra el Chelsea mañana por la noche, por lo tanto, en defensa es primero enumerar quién queda en pie: Pioli podrá contar con Kalulu, Tomori, Dest, Gabbia y Ballo-Touré, o dos “muy titulados” de cuatro de la línea defensiva campeona de Italia.
Teniendo en cuenta también la ausencia de Maignan, fuera de la lista de la UEFA porque no está disponible al menos hasta mediados de octubre por la lesión en el gemelo que reparó con Francia en la Nations League, la emergencia afecta prácticamente a todos los rincones de la defensa. De la puerta al centro, de la derecha al carril izquierdo, donde el gol de Ballo-Touré al Castellani hizo olvidar por una noche a Theo Hernández.
El francés siguió ayer en Milanello un programa de trabajo personalizado: la distensión del aductor derecho le obligará mañana a mirar de lejos y en los próximos días se entenderá en cuál de los próximos dos grandes partidos seguidos podrá para organizar el partido de vuelta. Sucederá en San Siro: quizás ya el sábado con la Juventus, más probablemente el 11 de octubre, para la vuelta con el Chelsea.
Con los jugadores de la máxima categoría -en orden Calabria, Hernández y Kjaer- fuera por lesión, Sandro Tonali comenzará en Stamford Bridge como terminó en Empoli, es decir, con el brazalete de capitán ceñido al brazo.
El azzurro, que capitaneaba a los 22 como Baresi, dirigirá el único departamento que se salva de apuros en este momento tan delicado: él, Bennacer, Pobega y Krunic están hábiles y alistados y en tres partirán como titulares ante los Blues.
Dos en la mediana y uno, Krunic, reajustado a lateral derecho: por ese lado Pioli perdió a Saelemaekers hasta el año que viene -con Ibra y los citados Calabria y Florenzi, hay cuatro enfermos de larga duración- y Messias, parado por resentimiento contra el pantorrilla de la que espera curarse pronto, digamos entre la Juve y el Chelsea-bis.
Cuando tal vez el Milán pueda recibir a los ingleses todavía con las narices al frente del grupo E, siempre y cuando marquen puntos mañana: para hacerlo, se necesitará el espíritu de equipo mostrado en Empoli, por supuesto, pero también los solos de los campeones en Leao y Giroud. O una sorpresa en Origi, todavía sin goles: Divock finalmente se recuperó, a la derecha a tiempo para abordar el avión a Londres.