Milan 0 – 2 Chelsea

Oscura noche en San Siro. El Milan pierde contra el Chelsea por segunda vez en una semana, pero llega de una manera totalmente diferente de la de Stamford Bridge: con diez tras 21 minutos por un episodio que dará que hablar, los rossoneri pueden bien poco contra un equipo que en Londres ya demostraron tener algo más que los Campeones de Italia.

El partido acaba 0-2, pero no es un partido real en San Siro, a pesar de la buena voluntad a pesar de jugar todo el partido con diez, para honrar a los 75.000 presentes en el Meazza. Demasiado determinante la decisión del árbitro Siebert, que castiga a Tomori por un penalty que los Blues ni siquiera protestaron ni lo buscaron. Y perder así, con todo por jugar, da mucha rabia.

Con respecto al once visto ante la Juve, la única diferencia es la presencia central de Krunic al puesto de Pobega. Un Milan que empieza el partido con ímpetu, se encuentran siempre con dos mediapuntas: Sterling y Mount. El producto de la cantera de los Blues es el protagonista de la acción donde se decide todo: corte perfecto en el área, Tomori llega tarde y lo persigue, apoyándole la mano sobre la espalda.

Mount remata y no supera a Tatarusanu, pero Siebert pita: penalty y además roja directa a Tomori por interrupción de clara ocasión de gol (sin llegar a intervenir sobre el balón). El VAR no puede interferir sobre la entidad del contacto, que parece leve y breve, pero existe.

Un penalty que seguramente no se pita en Italia, pero en Europa sí. Pioli es una furia, Tomori es incrédulo, pero Jorginho marca para el 0-1. Una noche de pesadilla, donde no puede faltar el gol del ex. Que llega puntual con la firma de Pierre-Emerick Aubameyang.

Pudo haber marcado Giroud antes, precisamente ante el club donde conquistó la Champions: pero su remate de cabeza se va fuera. Pero Auba no perdona en el 34′, finalizando una espléndida trama ideada por Kovacic y acabada por el clásico Mount.

Pioli poco a poco rediseña el equipo, empezando por sacar a Brahim por Dest. Y el Milan evita al menos la goleada, aunque tiene poco que decir durante la segunda parte, donde el público, furioso con el árbitro, apoya al equipo y se informan del resultado de Croacia, ahora más que nunca determinante para poder clasificarse.

El empate del Dínamo impide la fuga de +4 del Salzburgo, que en este punto es el equipo a perseguir para luchar por octavos. Bastarán dos victorias en las dos jornadas finales. Lo que cuenta es que el Milan sigue al mando de su destino europeo. Magra consolación, pero mañana marcará toda la diferencia del mundo.