Milan 6 – 5 Barcelona (en penalties)

Los americanos hacen grandes anuncios. El emitido tras 10 minutos del Milan-Barcelona es SuperBowl, perfecto para lanzar la temporada de Fonseca. Se ve al Milan construyendo desde abajo como le gusta al nuevo entrenador, a Musah que en su nuevo papel de mediapunta empieza acelerando por la derecha, a un Chukwueze regenerado que inventa un filtro para Pulisic. El resto es casi normal: asistencia de CP11 para el gol de Jovic.

A Fonseca se le debió ensanchar la sonrisa, aunque el partido a partir de ahí no fue perfecto. El Milan-Barcelona acabó 2-2 ante 51.000 espectadores, con goles de Jovic (precisamente…), Pulisic y un doblete de Lewandowski. En los penaltis, cuatro goles del Milan, sólo tres del Barça para el 6-5 final: la parada de Torriani a Faye fue decisiva. El Milan sufrió mucho a Raphinha, le gustó más la primera parte que la segunda, y experimentó mucho. Al final, sin embargo, esta gira americana fue en gran medida positiva: el Milan trabaja en una dirección clara, en Estados Unidos ganó al Man City y al Real, y regresa a Italia con la idea de ser competitivo. Maignan, Theo y Reijnders aportarán calidad en los próximos días.

Fonseca siguió en la línea de los dos primeros partidos americanos e introdujo variaciones sobre el tema: Leao por primera vez en el campo, Saelemaekers de lateral derecho, Musah y Loftus-Cheek de centrales. En la segunda parte utilizó a Pulisic como delantero durante un rato, y luego jugó con Okafor en ese papel. Algo funcionó, algo no.

Alexis por la derecha pasó apuros, al menos dos veces perdió a Raphinha y en la ocasión de Lewandowski pecó de no ayudar: en la del polaco con el nueve, debería haber estado ahí. Musah y Loftus mezclaron buen juego y dificultades ante los regates del Barça, mientras que Leao también hizo saber en Baltimore que es un gran jugador. Para Fonseca, es el mejor mensaje: Rafa en su sistema puede implicarse, jugar uno contra uno y marcar la diferencia, sin hacerse demasiado daño sin el balón. La peor noticia, en cambio, vino de la gestión de la segunda parte -el Barça se adueñó del balón, el Milan no creó nada- y de las dificultades de algunas individualidades, entre ellas Thiaw y Tomori.

En conjunto, el partido fue entretenido, equilibrado. El Milan fue mejor en la primera parte, casi sólo el Barcelona en la segunda. El Milan marcó ese gol con Jovic en el minuto 10 y después de otros cinco minutos marcó un bis. Pulisic intercambió con Leao y, en el cierre defectuoso de Sergi Domínguez, descorchó la botella buena: zurdazo a la escuadra desde una posición escorada para celebrar el partido jugado a hora y media de casa. Gran gol. A continuación, el Barça, que perdía 0-2, reaccionó y creó cuatro ocasiones en un cuarto de hora escaso.

Minuto 18: Torriani salva a Raphinha, que se escapaba por el centro izquierda. Minuto 22: Saque de banda de Ter Stegen, Saelemaekers controla mal, Raphinha encuentra a Lewandowski que, desde el borde del área, la pone cerca del poste. Gol. Minuto 24: Otro disparo de Raphinha, de nuevo Torriani se estira. Minuto 29: Saelemaekers pierde a Lewandowski que desvía un cabezazo, Torriani despeja bien. En la segunda parte, los blaugrana subieron el nivel de posesión y el Milan pasó claros apuros. Lewandowski empató a los 13 minutos, al final de una gran acción con dos pases fenomenales: Raphinha en vertical para Pau Victor, Pau Victor al toque para Lewa. Sin duda, los tres mejores con la camiseta azul y roja. Durante al menos 20 minutos sólo se vio al Barcelona, Thiaw cerró a Raphinha lanzado en un contragolpe pero el Milan más que nada se defendió. A veces ordenado, a veces no tanto.

Lorenzo Torriani merece una palabra aparte. En Baltimore, había periodistas españoles preguntándose quién era ese portero con cara de niño. En Twitter, lo mismo. Hacia las dos había cuentas blaugranas que querían comprarlo y milanistas impresionados. Lorenzo paró dos veces a Raphinha, que hasta que se demuestre lo contrario tendría nacionalidad brasileña, y también repelió un cabezazo de Lewandowski. Encajó dos goles, falló algunas cosas con los pies, pero en los penaltis paró a Junyent y Faye. Si parece un niño durante dos meses será el segundo portero del Milan, no digáis que Baltimore no os avisó.

FONSECA CONTENTO CON EL TORNEO

“Estoy muy satisfecho con los jugadores, con el coraje que ponen, con cómo juegan. Todos los jugadores. Ya vemos las intenciones claras, después de cuatro semanas no es fácil. Los chicos han estado fantásticos en estas semanas. Tenemos mucho que mejorar, pero estamos dando los pasos adecuados. La gira ha sido muy muy positiva, las sensaciones muy buenas”.

“Pulisic hizo un partido fantástico para mí. Me gusta mucho verle en esta posición, con una gran participación. ¿Qué aporta al Milan? Ha hecho una gran primera temporada, seguirá siendo muy importante, no tengo ninguna duda. Jugó de 10 en la primera parte. En la segunda parte jugamos sin delanteros, con Pulisic y Loftus como los dos números 10. Christian puede jugar en cualquier parte del ataque, es muy, muy inteligente. Me gustó verle ahí y a Saelemaekers de lateral, hoy hemos empezado con una estructura diferente en la elaboración, más ofensiva.”

“¿Torriani? Sólo puedo decir grandes cosas de él, no tengo palabras para él. Sportiello se lesionó en el hotel, Torriani jugó con gran personalidad y coraje. Es demasiado pronto, pero no tengo ninguna duda de que tenemos un portero para el futuro. Este portero tendrá un gran futuro”.

TOP Y FLOP ANTE EL BARCELONA

Media hora después del final del Milan-Barcelona, Zlatan Ibrahimovic se llevó a todo el equipo y a buena parte de la plantilla del Milan -en total, 90 personas- a una sala del M&T Bank Stadium de Baltimore. Luego cerró la puerta. Dentro, hablaron él, Paulo Fonseca y Davide Calabria, el capitán. Las palabras exactas siguen siendo privadas, pero el significado era claro: gracias a todos (jugadores y sobre todo plantilla, empleados del Milan en diversos puestos) por el trabajo de estas dos semanas, estamos trabajando en la dirección correcta. Los sinceros aplausos del exterior lo confirmaron.

El Milan regresa a Italia con una sonrisa en la cara. El verano es el verano, vale lo que vale, pero la gira, sinceramente, no ha podido ir mejor. Hasta Flick lo dijo al final: “Les hemos puesto las cosas difíciles en la segunda parte, pero me ha gustado el Milan. Son rápidos arriba y saben aprovechar los espacios”. Eso es, rápidos arriba. Rafa Leao merece las primeras palabras, porque durante unos instantes pareció un auténtico fuera de serie.

Algo de eso es talento natural, algo del trabajo que hizo con sus entrenadores antes de llegar a Estados Unidos, pero cuando acelera ya duele como en los buenos tiempos. La buena noticia es que, incluso en el sistema de Fonseca, menos atado a las transiciones, Rafa recibe en su posición preferida y puede atacar como sabe.

Segunda buena noticia, Pulisic funciona como centrocampista añadido. Ayer el Milan construyó diferente que en los dos primeros partidos americanos, pero CP fue inestimable como chispa en la zona de tres cuartos. Combinó con Chukwueze y Leao por el libro y ayudó a dar calidad a la posesión. Quizá no sea casualidad que cuando Fonseca lo adelantó más, digamos como falso nueve, el Milan dejó de ser peligroso. Sobre todo, celebremos a Samu Chukwueze. Si Pulisic se vuelve útil en el centro, se abre un hueco en la derecha. Y Chuk en Estados Unidos ha demostrado que merece ser titular.

Por favor, que Ruben Loftus-Cheek no lea las últimas líneas. La fórmula champán todo incluido -Chukwueze, Pulisic, Leao y Morata juntos- hace retroceder a RLC 20 metros, no su paraíso. Loftus ayer como mediapunta dio un par de jugadas de las suyas pero no mostró lo mejor del material que tiene en ficha. En esto hay trabajo por hacer y es natural que se mueva mucho en la temporada: un poco de falso trequartista, un poco de mediapunta. Igual que es natural que trabaje los mecanismos para recuperar el balón: el Barça, en la segunda parte, manejó el ritmo del partido a su antojo.

La línea defensiva de Baltimore también sufrió. Saelemaekers por la derecha tuvo una pesadilla con el 11 llamado Raphinha, Thiaw cerró dos situaciones nada fáciles pero emparejado con Tomori sufrió. Lógico: El Milan atrás tuvo problemas durante toda la temporada pasada y un nuevo entrenador, con nuevas reglas ofensivas y defensivas, no puede ser suficiente para cambiar el mundo. Habrá que trabajar, quizá con Pavlovic de titular. No es sorprendente que Fonseca siga utilizando a Tomori en el centro-derecha. Está claro que tiene una pareja titular en la cabeza (Fik más Pavlovic)… pero ojo con Gabbia. En los últimos seis meses, ha fallado prácticamente nada.

Por último, pero no por ello menos importante, dirían aquí, Lorenzo Torriani. Todo el mundo en la vida ha vivido un gran viaje de verano, quizás con un grupo de amigos, a los veinte años, y para Lorenzo es sin duda eso. Nunca hubiera imaginado que Sportiello se lesionaría y él jugaría 90 minutos contra el City, el Real y el Barcelona, parando a Haaland, Endrick, Raphinha, Lewandowski y dos penaltis. Fonseca ya le augura un futuro brillante y los aficionados en las redes sociales en las últimas horas hablan más de él que de Leao. Los próximos meses dirán si, como en los cuentos de hadas, la magia se desvanece con un viaje intercontinental o si se trata de la nueva gran historia del fútbol italiano.

RESUMEN DEL PARTIDO