Koné solo si se va Bennacer

El sábado por la tarde, justo antes de que Zlatan Ibrahimovic hablara de él en Casa Milan, Manu Koné había saltado al campo con el Borussia Moenchengladbach en la Copa de Alemania. Cuatro minutos más la recuperación en la victoria por 3-1 en casa ante el pequeño Aue. Que nadie se engañe: Koné siempre ha sido un pilar del centro del campo bianconeroverde.

El banquillo se explica por su participación en los Juegos Olímpicos, donde ganó la medalla de plata con Francia. El centrocampista de la escuela de Toulouse acaba de regresar al equipo y se ha visto obligado a no ser alineado como titular. Y no es seguro que vuelva a serlo en el Borussia. Porque Koné es codiciado por el Milan, así como por la Roma, y el director general del club alemán, Roland Virkus, hace veinte días anunció de hecho su marcha en verano: “Ya nos dijo a principios de verano que le gustaría ser traspasado”.

El Borussia había empezado con una demanda de unos 30 millones de euros, pero a medida que se acercaba el gong de fin de mercado, la tasación bajó a 20. Un precio mucho más asequible para un joven de 23 años cuyo contrato expira en 2026. “Le estamos siguiendo, está creciendo mucho”, cita Ibra.

El Milan, sin embargo, necesita hacer sitio a un injerto en su plantilla antes de hacer un movimiento. Ni siquiera las despedidas de Yacine Adli, que sigue rechazando destinos (el último, Turquía), y Pierre Kalulu, para quien sigue habiendo Juventus de por medio, serían suficientes. Tiene que salir otro. Y el sospechoso número uno es Ismael Bennacer, decepcionante en su primera salida contra el Torino.

No es ningún misterio que el centrocampista argelino se ha fijado el fichaje por la liga saudí como siguiente paso en su carrera. Por razones religiosas y, por supuesto, económicas: los árabes pagan sueldos faraónicos. Hoy Bennacer gana 4 millones de euros netos, lo que pesa casi el doble en términos brutos en el presupuesto del Milan.

Razón por la que, en combinación con un rendimiento mermado tras la mala lesión en el derby de Champions de 2022/23, los rossoneri no se rasgarían las vestiduras en caso de un adiós, sobre todo si éste llegara a través del pago de la cláusula de 50 millones de su contrato.

Ahí radica el problema: los clubes saudíes (hablamos de Al-Ittihad y Al-Qadsiah) son ahora un poco reacios a invertir mucho en las etiquetas de los jugadores. Tal vez el Milan aceptaría incluso menos, y entonces se abalanzaría sobre Koné y completaría el rompecabezas de los “siete días para construir el mundo” mencionado a menudo por Ibrahimovic. No será fácil, entre otras cosas por la competencia de la Roma, pero los rossoneri parecen decididos a intentarlo en serio.

KALULU DA EL OK PARA IRSE A LA JUVENTUS

Pierre Kalulu tras varios días de reflexión ha dado el OK al traspaso a los bianconeri. Se marcha al club dirigido ahora por Thiago Motta con una cesión pagada de 3 millones de euros con opción de compra fijado en 14 millones, primas aparte. También hay un 10% sobre una futura reventa.