Al salir de San Siro el sábado por la noche, los aficionados del Milan ya hablaban de ello. De acuerdo, el empate en casa contra el Torino, además arrancado en el último minuto, no fue la mejor manera de empezar, pero “no somos éstos”. Al menos durante seis onces, de hecho, el Diavolo alineado por Paulo Fonseca en el primer partido fue diferente de la versión definitiva que tienen en mente el entrenador y los directivos rossoneri.
Lo más probable es que el técnico portugués pueda contar con las dos últimas incorporaciones, Emerson Royal y Youssouf Fofana, procedentes del partido a domicilio en Parma. Y, como predijo el propio Fonseca, la semana extra de trabajo en las piernas debería elevar la condición física de Theo Hernández, Strahinja Pavlovic, Tijjani Reijnders y Álvaro Morata, todos ellos probables titulares que empezaron desde el banquillo contra el Toro. Era imposible alinearlos desde el principio”, defiende el nuevo técnico rossonero.
Quizás el Parma llegue un poco pronto para ver a los seis de titulares. Pero seguro que más de algo cambiará respecto al debut contra los granata, y luego poco a poco llegará el mejor Milan posible. El sábado, Fonseca achacó la falta de intensidad y la escasa presión de su equipo al primer regate del rival. Pero para que el Milan sea capaz de levantarse, atacar y volver a atacar, también necesita a los hombres adecuados para hacerlo.
Jovic, por ejemplo, no sabe presionar, algo que Morata hace muy bien. ‘Correré como un perro’, prometió Álvaro en la rueda de prensa de presentación. Y si la idea de Fonseca no cambia, el trabajo del español será al menos tan valioso como sus goles. En la misma medida, Fofana en el centro del campo tiene piernas, pulmones y aptitudes para la recuperación superiores tanto a Loftus-Cheek como probablemente a Bennacer.
Al igual que se esperará más solidez de Emerson Royal y Pavlovic que la mostrada por Thiaw y Calabria en el estreno de la temporada. Para apoyar (y aguantar) a Pulisic como mediapunta o a la pareja Chukwueze-Leao en las bandas, se necesita un contorno que dé equilibrio.
Y, por si fuera poco, Fonseca siempre puede intentar equilibrar las cosas con Saelemaekers o, al menos, jugadores más dedicados al sacrificio en las bandas de ataque. Arriba tenemos varias estructuras que explotar”, repetía a menudo el portugués en verano. La abundancia no hace daño, si todos están bien.
Además de tácticamente, el Milan espera crecer en calidad. Empezar con un Theo, un Reijnders o un Morata más desde el principio puede ayudar en este sentido. “Cuando vi a Hernández en el banquillo, desde luego no me disgustó”, admitió cándidamente Bellanova tras el partido de San Siro. Con todos los respetos, el lateral francés en el papel es de otra categoría y los primeros en saberlo son los rivales.
Mientras que Reijnders, aunque con los habituales interrogantes en la fase de no posesión, es uno de los más hábiles de la plantilla con el balón entre los pies, hasta el punto de que tuvo que ver en los dos goles que evitaron la eliminatoria en el estreno. Tal vez hubieran sido tres, si en un lanzamiento esclarecedor del holandés, Leao no hubiera pifiado el balón tras la parada.
Y a propósito de Rafa, tener a Morata y no a Jovic como marcador puede contribuir al proyecto de transformación que Fonseca tiene en mente para su compatriota. Álvaro es más proclive que el serbio a agacharse para participar en la maniobra y liberar espacio para los cortes desde la izquierda al centro que pide el técnico de Leao.
El sueño no tan oculto de Fonseca es moldear al Milan según el modelo de la España vista en la Eurocopa. De ahí también la insistencia en Pulisic como mediapunta: en la Roja, uno de Pedri y Dani Olmo, jugadores de calidad, con goles y asistencias en los pies, jugaba por detrás del punta.
Y desde luego más parecido al estadounidense que a Loftus-Cheek, el trequartista ‘pioliano’ del Milan. Llegar a automatismos siquiera cercanos a los del español requiere tiempo. ‘No espero estar perfecto en agosto’, confesó el seleccionador. Cierto. Y los aficionados esperan: ‘Esto no es lo que somos’.
MILAN FUTURO: SU RIVAL EN COPA SERÁ EL TORRES
La segunda ronda eliminatoria de la Copa Italia Serie C, que concluyó con los nueve partidos disputados ayer por la tarde, ha definido el marco de los octavos de final que se jugarán a partido único entre el 26 y el 28 de noviembre de 2024.
Hubo un equilibrio perfecto de victorias locales y visitantes, ambas con ocho, con Potenza, Team Altamura y Milan Futuro ganando a domicilio contra Benevento, Picerno y Novara respectivamente. Por delante quedaron los dos finalistas de la edición del año pasado: el Padova se impuso al Feralpisalò por tres a dos en el Euganeo (el gol de Varas al final de la prórroga fue decisivo), mientras que el Catania necesitó los lanzamientos de penalti para superar al Crotone tras el empate a uno al final del partido.
En los partidos del sábado vencieron y se clasificaron Avellino, Caldiero Terme, Giugliano, Rimini, Torres y Trapani, a los que también alcanzaron los octavos de final Arezzo, Perugia, LR Vicenza, Giana Erminio, Pro Vercelli, todos ellos clasificados en los partidos del domingo. Los emparejamientos de octavos de final de la Copa Italia Serie C (26 – 28 de noviembre):
Giana Erminio – Pro Vercelli
Torres – Milan Futuro
LR Vicenza – Rimini
Padova – Caldiero Terme
Giugliano – Avellino
Perugia – Arezzo
Potenza – Team Altamura
Catania – Trapani