
Once partidos para once jugadores: en la parte final de la temporada, nueve jornadas de liga más el doble derbi en la Coppa Italia, hay todo un equipo en juego para el futuro. Algunos, en particular, tendrán que demostrar que están a la altura del Milan: el joven Jiménez, por ejemplo, juzgado demasiado grande para el Milan Futuro, pero aún “pequeño” para ocupar el puesto de Theo en la izquierda.
En medio está Tomori: para la Juve y el Tottenham, en enero pasado, era un central de 25 millones. En el Milan de Conceiçao llega al banquillo. Por el centro Loftus-Cheek y Musah: tienen dos meses para confirmarse. Por último Chukwueze: comprado por 28 millones al Villarreal con la creencia de que el equipo podría volar gracias a sus regates. Sin embargo, con demasiada frecuencia, Chukwu no ha logrado despegar.
Con Theo al final de la carrera rossonera, Álex Jiménez debe acelerar para ganarse espacios. Ha demostrado buena calidad (una vaselina en el área para Leao propició la asistencia de Rafa para Giménez contra el Verona) y un gran sentido de la aplicación: a sus 19 años, es un lateral con potencial para el primer equipo. ¿Tendrá tiempo de esperarle el Milan? El club quiere intervenir por la izquierda con un injerto de peso. Un verdadero heredero de Hernández. Y, sobre todo, ¿qué piensan en Madrid? El Real tiene un derecho de recompra por menos de diez millones.
Incluso más que en San Siro o en los estadios que visitará el Milan en la final, el destino de Alex está en manos de los españoles. En cualquier caso, el encuentro entre ambos clubes está en el aire. Más complicada es la condición de Tomori, que lleva seis partidos mirando desde el banquillo: ni un solo minuto sobre el césped entre el último partido de Liga de Campeones y los cinco desafíos ligueros más recientes.
Para ganarse su confirmación, primero debería escalar en las jerarquías y merecer el terreno de juego: aquí, con pruebas como líder del departamento, como lo fue en la temporada del Scudetto, debería entonces convencer al club de que apueste por él para el nuevo curso. Es más fácil que Fikayo, pagado 29 millones por el Chelsea en 2021, sea vendido para ampliar el presupuesto del mercado: su precio no se ha depreciado.
En el centro del campo comienza el reto: ¿el restablecido Loftus-Cheek o Musah de nuevo? Para Conceiçao, el primero tiene características únicas entre los centrocampistas rossoneri, y parece decidido a relanzarlo entre los titulares. Quizá ya en Nápoles: él y Fofana, una pareja de enjundia, que liberaría las incursiones de Reijnders.
Musah ha jugado (y cometido errores) mucho esta temporada: en el último periodo, sin embargo, fue insustituible, gracias también a su capacidad de adaptación en la banda. De aquí al final podría haber sitio sólo para uno de los dos, y el que salga vencedor de la votación será también el que tenga más posibilidades de seguir en el club rossonero. Loftus debe dar garantías físicas, Musah -a pesar de las críticas- tiene peticiones del mercado francés.
En ataque, la gran incógnita es Chukwueze: nunca se ha integrado del todo, pero una explosión final podría hacerle cambiar de opinión. No es sólo la última temporada de Samu, es toda su historia rossonera la que plantea la duda: 62 partidos, pero sólo 26 como titular. Ocho goles, cuatro asistencias. La inversión realizada hace dos veranos no ha amortizado el gasto y las expectativas. Hay tiempo para cambiar el destino, también porque exhibirse es una necesidad: para el Milan o para quienes quieran creer en él.