Milan 2 – 2 Fiorentina

Más que un partido, es una atracción de Luna Park, un Elogio de la locura con balón, un espectáculo de variedades de sábado noche. El Milan-Fiorentina termina 2-2, pero los goles son una centésima parte de las ocasiones en un partido sin frenos, siempre a velocidad de vértigo hacia la portería. ¿Defendiendo? Una vez más, vamos. El Conceiçao, para variar, remontó dos goles en contra y corrió el riesgo de perderlo en el minuto 88, cuando Dodò marcó el 3-2 morado, anulado por fuera de juego. Los cuatro goles, los de verdad, fueron un gol en propia puerta de Thiaw, luego Kean, Abraham y Jovic.

Pocos cambios en la clasificación -la Fiorentina sube a 52, el AC Milan a 48, ya despegado de todo-, pero las impresiones cuentan más. Veredictos rápidos: Maignan jugó un gran partido, Fagioli y De Gea también; Dodò está bien y Kean le hace compañía porque a estas alturas es demoledor, siempre presente para sí mismo; el Milan es el equipo de siempre, con talento pero sin cabeza. San Siro, y esto dice mucho, ya ni lo aguanta. Al final del primer tiempo soltó unos silbidos desde arriba y se fue al bar, vagamente desinteresado. Luego cantó, siempre cantaba, pero al final se quedó frío. Indiferente.

El partido alineó un centenar de ocasiones y luego, llegaron los goles. La Fiorentina marcó dos goles en 10 minutos, arruinando -listos, ya- la noche de sábado de los milaneses. El primer gol en el minuto 7. Musah da un balón a Mandragora que activa a Gudmundsson. Gud hace lo que más le gusta en la vida -señalar a un defensa para que vaya a por el gol- y ese defensa es Tomori, que lo hace todo mal: se echa hacia atrás, intenta intervenir, se rinde. En el centro para Kean, Thiaw intenta salvar desesperadamente y acaba marcándose un gol en propia puerta. Tres minutos después se repitió la jugada.

La Viola hizo bien en cambiar el campo, de Fagioli a Parisi, y luego de nuevo a la derecha con Mandragora por Dodò. Theo mira admirado y Dodò pasa para Kean, que chuta a 100 por hora para el 0-2. El Milan acortó distancias mediada la primera parte con Abraham, que hizo una gran jugada al borde del área y pidió a Pulisic un uno-dos.

El Capitán América, siempre amable, le complació liberándole delante de De Gea: un buen derechazo al primer palo y gol. El empate llegó en la segunda parte: Tomori fue vertical para Giménez pero sorprendentemente acabó liberando a Jovic que, solo ante el portero, hizo lo que lleva haciendo desde principios de siglo: gol.

El Milan empezó mal -oh, novedad- y coleccionó errores. Theo Hernández fue desviado por Dodò, luego Musah originó la cadena de errores para la ventaja del Fiorentina y Kean la dobló. Moraleja: en el minuto 10, el Milan ya perdía por dos goles. Sin embargo, hubo reacción. Theo, en el minuto 19, hizo correr a Leao como en los viejos tiempos, Rafa enganchó como un fenómeno pero falló en el pase a Abraham y Musah: demasiado fuerte.

Cuatro minutos más tarde, el Milan empata y Conceiçao manda inmediatamente a Jovic como segundo delantero, quitando al habitual Musah, en su segundo penalti público de la temporada. Yunus corre al vestuario enfadado, luego le llama Florenzi, que evidentemente tiene carrera de embajador, y perdona. ¿Cambia algo? Mah, en resumen. La Fiorentina estuvo más cerca del tercer gol que el Milan del empate, y un centro arco iris de Ranieri -¡qué golazo! – fue anulado por una falta de Parisi sobre Pulisic.

La segunda parte empezó con una explosión. En el minuto 6, Kean confirmó su rendimiento de Fórmula 1 (ser un Ferrari, se habría dicho en otros tiempos): se zafó con potencia de Thiaw y chutó por encima de Maignan. Un minuto después, un cabezazo de Abraham se desvía con fuerza, pero centrado. ¿Quién falta? Falta Reijnders, que hasta ahora se había abstenido, pero que en el minuto 11 hace acto de presencia: sale al contraataque y origina una doble ocasión. De Gea le salva y, sobre todo, a Pulisic, que, a tres metros de la portería, sin duda pudo hacerlo mejor. Por si no lo habían adivinado, el partido es entretenido y está regado de sana locura.

Beltrán, en el minuto 18, quemó a Tomori, pero se encontró con una gran parada de Maignan. Un minuto después marcó Tomori, pero entre el minuto 23 y el 25 el Fiorentina se adelantó dos veces. Primero Fagioli lanzó a Kean, que embotelló su disparo y Maignan lo mandó a córner. Luego Mandragora tuvo la oportunidad de embestir con la zurda desde el borde del área, su situación ideal, pero su disparo salió inexacto. Quedan 15 minutos y aún hay tiempo para 4-5 emociones.

Theo estuvo a punto de redimirse con una acción que acabó con un disparo por encima de De Gea, luego Kean delante de Maignan no anguló su cabezazo y, en el rechace, Theo chutó alto. La principal ocasión, quizás, en el minuto 40, con Kean que, ante el cansancio, realizó otra jugada de poder a poder y chutó bien desde la frontal: Maignan, en una tarde de gracia, dice “no, gracias”. Aún quedaba espacio para el gol anulado a Dodò y para un final milanés, pero sin otro derrocamiento.

Theo Hernández merece dos líneas por derecho propio porque el Milan-Fiorentina deja la escena icónica de su temporada. Primera parte, el Viola atacó por su banda pero Theo se desentendió de la acción para pelearse con Dodò. Inaceptable. En el mismo partido, se las arregló para parecer apático varias veces, casi desinteresado, y dar al mundo 4-5 momentos como el jugador fuerte que sería: un saque de banda para Leao, una carrera cuesta abajo con un gran centro para Pulisic, un zurdazo con un centro rechazado, una carrera hacia la portería con un disparo rechazado por De Gea. Así es Theo ahora y así es como hay que tomárselo, al menos hasta junio.

ABRAHAM Y GIMÉNEZ LESIONADOS

Malas noticias para Sergio Coinceçao. El técnico portugués, durante el partido contra la Fiorentina (que acabó 2-2), se vio obligado a sustituir por lesión tanto a Tammy Abraham como a Santiago Giménez. El inglés, autor de un gol en la primera parte, sufrió un problema muscular y abandonó el terreno de juego en el minuto 55.

En su lugar entró el mexicano, que permaneció en el partido hasta el minuto 80, antes de ser sustituido a su vez. El ex-jugador del Feyenoord se lesionó tras un choque con David De Gea. Maltrecho en el costado, Giménez, bastante dolorido, abandonó el terreno de juego poco después de entrar.