Los tres movimientos de Tare

Rafa Leao es uno de los temas más ‘calientes’ con los que tendrá que lidiar Igli Tare cuando, el lunes o el martes, sea plenamente operativo como técnico del Milan. Con el portugués, que lucirá el dorsal 10 a partir de 2023, no puede haber medias tintas: en el centro del nuevo proyecto técnico o inmediatamente destinado a cambiar de aires. Hipotetizar otra temporada entre el césped y el banquillo, como la que terminará mañana por la noche, es complicado por la carga de polémica y tensión que ha traído consigo. Decisiva para determinar el futuro de Leao será la elección del entrenador, sus ideas tácticas y la motivación con la que el ex del Lille afronte la temporada de la redención tras la amargura de esta 2024/25.

Tare tiene previsto hablar con el delantero, porque en la idea que el técnico albanés tiene del fútbol, los jugadores de talento siempre deben tener un sitio. Y entre ellos está sin duda Rafa, que combina unas dotes físicas notables con grandes cualidades técnicas. A favor de su permanencia está, además, un contrato hasta 2028, lo que, en teoría, le convierte en una de las piedras angulares para el resurgir rossonero. La variable la representa una propuesta económicamente importante llegada del Barcelona o de otro grande de Europa.

En ese caso, tanto el jugador como el Milan podrían reflexionar. Otra cosa sería si la oferta llegara de Arabia Saudí: Leao ya ha dicho que no y en la temporada previa al Mundial de Estados Unidos difícilmente respondería de otra manera. También porque lo está haciendo bien en el Milan y en el vestuario es, junto a Theo, el que más partidos acumula con el Diavolo. Los números, sin embargo, no bastan por sí solos: lo que se necesita sobre todo es la voluntad de vivir un nuevo ciclo como protagonista, que empezará sin las copas de Europa, y el deseo de trabajar en los puntos débiles, desde una mayor incisividad en la zona de gol hasta una aportación más consistente en la fase de no posesión. Tare espera escuchar a Rafa reiterar su firme deseo de quedarse, de lo contrario…

El entrenador desempeñará un papel clave en el nuevo proyecto del Milan. Una decisión delicada, más aún después del error cometido el pasado verano con la elección de Fonseca. La llegada a Via Aldo Rossi de un hombre de fútbol como Igli Tare echará una gran mano para encontrar a la persona adecuada, un entrenador italiano que sepa ganar. Vincenzo Italiano, que derrotó al Diavolo en la final de la Coppa Italia el 14 de mayo, es muy popular. Saputo quiere mantenerlo bajo las Dos Torres ampliando su contrato hasta 2027 o incluso 2028 con un salario de 2,5 millones más primas por temporada.

El club rossoblù confía en que, tras el primer cara a cara del miércoles, la semana que viene Italiano dé el OK para quedarse en Bolonia. Mientras tanto, el Milan ha transmitido su interés al entrenador del Karlsruhe y ahora Vincenzo medita sobre el futuro. Si, finalmente, Italiano decide no moverse, Furlani, Tare y Moncada comprobarán la viabilidad de la pista que conduce a Massimiliano Allegri, el sustituto designado por Conte en caso de marcha de Antonio al Nápoles. En la libreta rossonera también figura el nombre de Roberto De Zerbi si abandona el Marsella.

Las renovaciones de contrato en el club rossonero están sobre la mesa desde hace tiempo: Reijnders está blindado, aunque ahora el City le sigue de cerca, pero tras los signos alentadores de los últimos meses hay que convencer a Maignan y Pulisic para que pongan su autógrafo en el nuevo acuerdo. De los dos, la prioridad es sin duda el portero, que expira en 2026, mientras que sobre el estadounidense hay una opción de prórroga hasta 2028. Traducido: Tare tendrá que hablar rápidamente con Magic Mike y el flanco ad Furlani para llegar a la fumata blanca.

Capítulo aparte merece Theo Hernández, que el verano pasado pidió ocho millones netos de salario para ampliar, pero luego tuvo una temporada desastrosa. Las partes no han roto el contacto, pero la oferta de los rossoneri es ahora de cuatro millones, inferior incluso al salario actual del francés. Theo, en definitiva, está en la cuerda floja. Para Luka Jovic, la situación es un poco más sencilla: su contrato vence el 30 de junio, pero el Milan tiene una opción de prórroga hasta 2026 que debe ejercerse antes del 20 de junio. El serbio, en cambio, quiere un contrato hasta 2027.

EL MILAN NEGOCIA CON EL CITY POR REIJNDERS

La temporada del Milan ni siquiera ha terminado, pero los aficionados ya pueden empezar a preocuparse por lo que ocurrirá en verano. La exclusión de cualquier forma de Copa de Europa, sancionada por el año infructuoso de los rossoneri, lleva al club a revisar sus planes estratégicos, sobre todo en presencia de un presupuesto que, por primera vez tras dos años en beneficios, cerrará en negativo. Para sostener este déficit, que no estaba previsto, Via Aldo Rossi recurrirá al mercado, al saliente.

Tras dos años de balances positivos, esta temporada para el Diavolo se cerrará con un -25 millones de ingresos, a los que hay que sumar también los 80 millones quemados por la no clasificación para la Liga de Campeones. Ante este panorama, según informa esta mañana el Corriere dello Sport, los rossoneri se encuentran ante la tesitura de sacrificar a uno de los grandes nombres para sostener este rojo. El sospechoso número uno de decir adiós a Milanello es Tijjani Reijnders.

Pep Guardiola y el Manchester City han puesto sus ojos en el centrocampista holandés, que este año ha demostrado estar en la élite del fútbol europeo y que recientemente ha firmado la renovación de su contrato hasta 2030. La oferta del club inglés se espera para los próximos días: la primera rondará los 60 millones y la directiva milanista aspira a subir hasta los 70 millones más primas, una cifra por la que el acuerdo podría cerrarse y sólo se podría enderezar desde el punto de vista financiero.

La noticia del posible adiós de Reijnders tras una de las temporadas más tristes de la historia reciente de los rossoneri no aumenta ciertamente el entusiasmo entre los aficionados, sino que, por el contrario, genera aún más descontento y, en consecuencia, aún más presión sobre toda la cuarta planta de Via Aldo Rossi, sobre Igli Tare, que está llamado a convertirse en el nuevo director deportivo, y también sobre quién será elegido como nuevo entrenador. Y el holandés no es el único jugador de la plantilla en el escaparate.

Para cuadrar las cuentas, prosigue CorSport, el Diavolo intentará sacar provecho de los probables rescates de Kalulu, de la Juve, y Adli, de la Fiorentina, así como de las cesiones de Pobega y Okafor, que probablemente regresen a la base. Otra suma importante podría proceder de Alexis Saelemaekers, aunque la negociación con el Roma está aún por construir. Las incógnitas y los signos de interrogación, por otra parte, siguen siendo muchos en relación con el futuro de Mike Maignan y Theo Hernández, que expira en el verano de 2026.