
Loftus-Cheek vuelve a ser el jugador decisivo que fue capaz de marcar diez goles en el Milan 2023/24, el último de la gestión Pioli. Para Massimiliano Allegri se trata de una nueva compra… importante, un serio candidato a vestir la camiseta titular incluso cuando el centro del campo rossonero se complete con la llegada de Modric y quizás Jashari.
El inglés, de hecho, es el prototipo de centrocampista que gusta mucho al técnico de Livorno porque tiene kilos, centímetros, coberturas e inserciones. Como Boateng, que en el año del Scudetto 2010-11 con el Milan había empezado como centrocampista pero había dado lo mejor de sí como trequartista, pero también como Pogba, Khedira, Emre Can y Rabiot, todos ‘fieles’ a Max durante sus dos aventuras en la Juventus.
Parar a un futbolista con el físico (y la técnica) de Loftus es complicado para cualquier defensa: el Liverpool se dio cuenta de ello cuando marcó el 2-1, pero incluso contra el Arsenal había mostrado destellos interesantes. Lástima que con los Gunners intentara buscar el camino del gol con el balón en los pies y no lanzándose para recibir centros o filtrar pases de sus compañeros. Su gol en Hong Kong no fue sin duda fruto de la casualidad, sino de movimientos ensayados en los entrenamientos a los que se suman el instinto del londinense de 29 años y sus ganas de revancha.
La temporada pasada, de hecho, se perdió 27 partidos por diversas lesiones (también fue operado de apendicitis) y en otras ocasiones fue apartado por Fonseca y Conceiçao porque se juzgó que no estaba a tope o por decisión técnica. Con Allegri la historia está destinada a ser diferente, al menos a la luz de los indicios de esta pretemporada. Loftus tiene el mérito de haberse presentado en excelentes condiciones físicas, señal de que trabajó duro durante las vacaciones. Max le hizo sentir su estima y le pidió que le pusiera a prueba.
Cuando Allegri ha jugado con un centro del campo de tres hombres en sus equipos, a menudo ha apostado por centrales físicamente fuertes. En el Milan, con estas características, estaba Ambrosini, que, sin embargo, sufrió algunos problemas físicos, y Boateng, como se ha dicho, avanzó para jugar como trequartista en el 4-3-1-2, por lo que la mezzala del gol fácil pasó a ser el ‘pequeñín’ Nocerino, 10 goles en Serie A en 2011-12. En la Juventus, en cambio, tenía más centrales con kilos, centímetros y clase.
Con Max en el banquillo, Paul Pogba disfrutó de sus mejores temporadas en la Juventus y fue recomprado al United en 2016 por 105 millones más primas y suculentas comisiones. Sami Khedira había llegado a Turín con el parámetro a cero, recién salido de dos años con pocos partidos en el Real Madrid. Allegri lo relanzó en 2015-16 (cinco goles) y lo vio brillar a su mejor nivel en los dos años siguientes.
Un poco como mediapunta, un poco como centrocampista. Más allá del módulo, cuando estaba bien Khedira jugaba. Emre Can en la Signora sólo lo tuvo en 2018-19, pero lo explotó mucho teniendo sólidas actuaciones a cambio. En la segunda experiencia bianconera, sin embargo, su versión XL mediapunta fue Adrien Rabiot, en 2022-23 capaz de marcar 11 goles (8 en Serie).

SIGUE SONANDO DOUÉ Y LEONI
En esta primera fase de la preparación veraniega Massimiliano Allegri está trabajando en dos factores: el mental, con dosis masivas de positividad y convicción en sus propios medios, y el táctico donde ya se ven los resultados del trabajo realizado. El nuevo Milan está naciendo con un nuevo enfoque en la fase defensiva que comienza con el pressing de los dos centrocampistas y se completa con la línea de tres hombres vista tanto contra el Arsenal como contra el Liverpool.
Una variante táctica para un Diavolo cada vez más alejado de aquel esquema, el 4-3-3, llevado con continuidad durante las dos últimas temporadas. El entrenador de Livorno implementa un 4-4-2 al principio, pero que luego se convierte en un 3-5-2, teniendo en cuenta que uno de los dos laterales tiene licencia para atacar el centro del campo contrario (contra el Liverpool Bartesaghi), mientras que el otro permanece más bloqueado para proteger a los dos centrales (Tomori ed.).
Las prioridades del Milan en el mercado esta semana están a la vista: la telenovela Jashari sigue en pie, pero Tare y Furlani trabajan en el objetivo de Douè en una negociación en la que también participan el Chelsea y el Estrasburgo, propietario de la ficha. El marfileño es una elección precisa del área deportiva con el beneplácito de Allegri porque puede desenvolverse, sin problemas, tanto como lateral derecho como brazo en una línea de tres. Guela está pujando fuerte para llegar al club rossonero en virtud de un acuerdo alcanzado hace tiempo sobre las condiciones contractuales, el Milan cuenta con alcanzar los 22 millones más primas para dar el visto bueno a la compra al Estrasburgo.
Las características de los jugadores de la plantilla parecen hechas a medida para los dos módulos que Allegri está utilizando en esta primera fase de la temporada: Jiménez ha vuelto a entrenarse con el grupo y es sin duda más eficaz como jugador exterior de banda completa que como lateral con funciones específicas de marcaje, lo mismo ocurre con Estupiniano.
Sin embargo, a la plantilla le falta un verdadero goleador, un jugador tipo Chiellini: por eso el club rossonero no renuncia a su objetivo Leoni (una clara petición de Allegri) y mantiene en observación varias alternativas, como Comuzzo, de la Fiorentina. También en términos numéricos, un defensa más no vendría nada mal, teniendo en cuenta que los rossoneri están abiertos a evaluar posibles ofertas por Tomori y Thiaw. Tare está dispuesto a aprovechar cualquier oportunidad para complacer a Allegri en todo.