El «duodécimo» hombre ha llegado a la ciudad. Adrien Rabiot ha elegido el número 12, casi como para reiterar que es el hombre extra, el que Massimiliano Allegri quería para completar su Milan de asalto. «Cuando ocurrió lo que ocurrió en Marsella (la pelea con su compañero Rowe que llevó al Olympique a expulsarlo del equipo, nota del editor), Max me llamó inmediatamente para hablarme de su proyecto en el Milan». Tras unas negociaciones relámpago, Rabiot llegó a Milán, después de la pausa por los partidos internacionales, en los que jugó algunos minutos con Francia. «Estoy aquí para ganar el Scudetto», es el grito de guerra de Adrien.
Para el Milan y Allegri, Rabiot ha renunciado a participar en la Champions League por tercera temporada consecutiva. Una decisión poco habitual entre sus compañeros de nivel, basta pensar en Akanji, que «despreció» el cortejo del Diablo para fichar por el Inter, precisamente para poder jugar en la competición más rica del continente. «Este año es más importante jugar en el Milan que jugar la Champions en otro sitio solo por jugar. Tenía la oportunidad de ir a un club que ya juega en Europa, pero he elegido venir aquí porque, cuando estemos en la Champions el año que viene, podremos hacer algo importante. Ganar la copa quizá sea difícil, pero hacer algo grande es posible».
Adrien cree en ello, también porque está convencido de que puede aportar su liderazgo en el centro del campo. «Mi posición preferida es la de mediocampista, pero puedo jugar en cualquier posición del mediocampo o incluso más adelantado, como hice en Marsella con De Zerbi». En el OM logró marcar 9 goles en 29 partidos en la Ligue 1 2024-25, su récord en una sola temporada. «Sí, pero ahora quiero marcar al menos como el año pasado», aclara el mediocampista francés.
La experiencia en el Velódromo terminó abruptamente, con ese episodio en el vestuario del Rennes la noche del 15 de agosto. «Una pelea de bar inglés», la definió el entrenador del OM, Roberto De Zerbi. Sin embargo, Rabiot no guarda rencor a Rowe: «Es un buen chico, nos deseamos lo mejor mutuamente cuando yo firmé por el Milan y él por el Bolonia». Ironía del destino, los dos se enfrentarán como rivales mañana por la noche en San Siro. «Lo que pasó es algo que puede ocurrir en cualquier vestuario, no ha cambiado la relación que tengo con él. Estaré contento de verlo y él estará contento de verme a mí».

Rowe llegó a Italia a tiempo para sentarse en el banquillo en la segunda jornada contra el Como, pero sin pisar el campo. Rabiot, por su parte, espera encontrar inmediatamente un puesto en el once inicial del Milan. «Tengo muchas ganas de jugar, estoy listo, estoy entrenado, estoy aquí para echar una mano», cuenta Adrien. Si el entrenador me saca al campo enseguida, haré todo lo posible para ayudar al equipo a ganar el domingo. Sí, espero ser titular…».
En el entrenamiento de ayer por la tarde, las posibilidades del francés aumentaron. Allegri lo encontró en forma, lo que confirmó las impresiones de las pruebas del jueves. Además, Max estaría pensando en utilizar a Christian Pulisic solo durante el partido, como ocurrió en Lecce antes del parón. Capitán América no está en plena forma y ha regresado de los compromisos con su selección con dolor en una mano. No es nada grave, pero sí lo suficiente como para que el técnico de Livorno se plantee la posibilidad de adelantar a Loftus-Cheek en apoyo de Giménez y liberar un puesto en el centro del campo para su pupilo Rabiot.
Los dos vivieron juntos tres años en la Juventus. «Con Allegri compartí mucho, enseguida me sentí a gusto con él, tiene ambición y ganas de ganar, la mentalidad adecuada, pasión por el fútbol. Todas cosas que yo también tengo. Hubo una conexión inmediata. Cuando se fue de la Juve, seguimos hablando, incluso nos vimos. Para mí, antes que un gran entrenador, es una gran persona y estoy muy contento de volver a encontrarlo aquí», el mensaje de cariño al técnico de Cavallo Pazzo, apodo que le pusieron en Turín. En Milán solo esperan verlo correr como en los buenos tiempos.
LA SITUACIÓN EN MILANELLO
Buenas noticias desde Milanello. Aunque habrá que esperar al menos una semana más para volver a ver a Rafael Leao sobre el terreno de juego —el objetivo es que esté disponible para el partido del sábado en Udine—, Massimiliano Allegri puede respirar tranquilo por el estado de Pervis Estupinan: el lateral izquierdo se entrenó ayer con normalidad con el grupo, tras perderse el último partido con Ecuador por fatiga muscular, y debería estar disponible para jugar mañana por la noche contra el Bolonia. Hablando de internacionales, Santiago Giménez ha vuelto muy motivado tras volver a marcar en los últimos minutos del partido entre México y Corea del Sur.
El Bebote marcó el 2-2 con un magnífico disparo con la izquierda al segundo palo. Una buena forma de romper su sequía goleadora, ya que no marcaba en un partido oficial desde el Milán-Bolonia de la pasada temporada. Y contra los rossoblù tendrá la oportunidad de repetir, muy probablemente desde el minuto 1. Koni De Winter también busca un puesto en el once inicial (y su debut con la camiseta rossonera) en defensa, quizás en sustitución de Pavlovic, que viene de jugar 180 minutos con Serbia en pocos días.
Sin embargo, Allegri decidirá solo después del entrenamiento de hoy y del último entrenamiento de mañana por la mañana si cambia a su trío de defensas delante de Maignan, o si pospone cualquier cambio para el futuro. Por lo demás, la alineación debería ser similar a la vista en Lecce, con la excepción de Rabiot o Pulisic en lugar de Musah, cedido al Atalanta antes del cierre del mercado.