Modric-De Bruyne: gemelos diversos

Setenta y cuatro años entre los dos, 40 Luka Modric y 34 Kevin De Bruyne, pero si el físico aguanta, la edad avanzada ayuda, aporta experiencia, mejor gestión de las emociones y de las situaciones. Es un lugar común que Modric y De Bruyne hayan elegido la Serie A como última parada. Puede que sea el caso de Modric, a sus 40 años los horizontes son limitados. Es discutible que a sus 34 años De Bruyne piense en retirarse. Si el belga durara tanto como Modric, terminaría dentro de seis temporadas. El Milan-Nápoles del domingo añadirá un capítulo a la saga de dos de los mejores centrocampistas del mundo.

Modric y De Bruyne son maestros del centro del campo, cada uno a su manera. El físico es un elemento de diferencia: Modric mide 1,72 m y tiene una complexión normal; De Bruyne mide más de 1,80 m y es corpulento. Tampoco coinciden en sus roles, sobre todo hoy en día. En el 3-5-2 del Milan, Modric es un puro director de juego, dicta los tiempos y las jugadas con Fofana y Rabiot a sus lados.

En el 4-1-4-1 del Nápoles de Conte, De Bruyne se mueve como mediocampista izquierdo detrás del delantero centro, intercambiando posiciones con McTominay en la banda izquierda. Las cifras confirman la mayor capacidad ofensiva de De Bruyne: 191 goles en su carrera, incluidos los marcados con Bélgica; 133 goles de Modric, incluida Croacia. A pesar de ser seis años más joven, De Bruyne ha marcado más, pero es normal. Modric, en comparación con el belga, juega más lejos de la portería contraria, no se siente tan atraído por ella como De Bruyne.

Y por la misma razón, el número de asistencias es mayor: De Bruyne aventaja por 262 a 141. Modric teje el juego más atrás, es un creador en todo el campo, entre una área y otra, y a menudo sus pases dan lugar a la asistencia. Y Modric es mejor que De Bruyne en el control y la protección del balón. Es muy difícil quitarle el balón de los pies, lo mismo ocurría con Pirlo e Iniesta, grandes jugadores que recuerdan a Modric.

Ambos sienten el juego, lo prevén y se adelantan a él. Tienen pies refinados y sensibles, pero no se fían del instinto, sino que utilizan la inteligencia. Siempre hacen la jugada correcta, o casi siempre, porque la perfección no existe. Ambos son maestros de la verticalización, de la asistencia para servir a un compañero en el espacio. A veces los compañeros son un problema, no todos comprenden de inmediato el genio, no todos están sintonizados con sus frecuencias.

Ambos saben de antemano lo que va a pasar, pero su vanguardia de pensamiento puede hacerlos incomprensibles, se necesita acostumbrarse. El Milan y el Nápoles aún no han disfrutado del mejor Modric y del mejor De Bruyne porque los equipos aún no los han comprendido a fondo. En el Milan, Leao se lesionó, y él habría sido quizás el primer destinatario de los pases de Modric. En el Nápoles, Lukaku se lesionó, cuya conexión con De Bruyne se ha codificado en muchos partidos juntos en Bélgica.

Modric ha ganado más, si consideramos la Champions como la unidad de medida más importante. Modric ha levantado seis trofeos, todos con el Real Madrid, frente al único de De Bruyne, con el City. Modric fue finalista del Balón de Oro en un Mundial. En el Mundial de 2018, en Rusia, podrían haberse enfrentado en la final si Bélgica no hubiera perdido en semifinales contra Francia, que derrotó a la Croacia de Modric en la final.

Ninguno de los dos ha conseguido ganar nada con sus selecciones nacionales, aunque Modric ha elevado a Croacia más de lo que De Bruyne ha hecho con Bélgica. El segundo puesto de 2018 y el tercero de 2022 en Catar fueron resultados excepcionales para un país pequeño, de menos de 4 millones de habitantes, como es Croacia. De Bruyne es superior en campeonatos nacionales, las seis Premier League ganadas con el City valen más que las cuatro Ligas de Modric con el Real Madrid. Modric, con un título de la Serie A, acortaría distancias.

En el Milan, el papel de De Bruyne corresponde más o menos a Rabiot o Loftus-Cheek, los centrocampistas ofensivos rossoneri. En el Nápoles, las funciones de Modric las desempeña más o menos Lobotka. En San Siro, Modric y De Bruyne se enfrentarán desde posiciones diferentes. Esto no significa que sus caminos no se crucen.

Allegri y Conte son un poco como ellos, en las diferencias hay puntos de contacto entre los dos entrenadores. Así lo demostró, en 2014, la sucesión de Allegri a Conte en la Juve. Allegri se superpuso a Conte casi como una fotocopia y la Juve siguió cosechando títulos. Esto quiere decir que Modric y De Bruyne podrían jugar juntos sin problemas.

BUONGIORNO FUERA UN MES

El domingo, el Nápoles de Antonio Conte visitará al Milán de Max Allegri en lo que, según muchos, podría ser el partido decisivo para el título de liga de este año. Dos equipos fuertes y bien estructurados, con los mejores entrenadores del panorama italiano, se disputarán tres puntos que, sin duda, no serán decisivos, pero que tendrán un peso específico importante en el desarrollo de sus respectivas temporadas.

Sin embargo, el Milán-Nápoles ya comenzó hace unos días, entre respuestas tras los partidos, recuperaciones y lesiones. Sí, porque si por un lado Allegri recupera a Leao, aunque empezará desde el banquillo, por otro Antonio Conte ha perdido por lesión a uno de sus pilares. De hecho, Tuttosport titula esta mañana «Buongiorno fuera un mes» debido a una lesión muscular que ha enfurecido al club napolitano.