El gol, ese desconocido. Después de ocho jornadas de liga, Santiago Giménez sigue sin marcar. Cero, nada, ni uno, como diría él mismo. Y pensar que en Países Bajos, el delantero del Milan tenía una gran relación con la portería rival. Cuando se mudó a Italia, entre finales de enero y comienzos de febrero, Santi se llevó en la maleta los 65 goles marcados con el Feyenoord, con la promesa de anotar al menos otros tantos en su nueva aventura en Milán.
Sin embargo, Giménez ha tenido dificultades desde la temporada pasada y todavía no ha entrado en la lista de goleadores en la actual Serie A, a pesar de que las lesiones de compañeros como Leao, Nkunku y Pulisic le han dado la titularidad en siete de los ocho partidos disputados. ¿Su única alegría? El gol al Lecce en la Copa de Italia. Poco, demasiado poco para ser jugador del Milan.
Goles aparte, las últimas actuaciones del Bebote antes del partido del viernes pasado ante el Pisa habían sido alentadoras. Santiago luchó bien contra la Juventus, ganándose el penalti que luego Pulisic falló, y también dio un impulso al entrar desde el banquillo frente a la Fiorentina, provocando otro penalti, esta vez transformado por Leao.
Contra el Pisa, sin embargo, Santi volvió a fallar estrepitosamente, tanto que Massimiliano Allegri le lanzó varias reprimendas durante los 76 minutos que permaneció en el campo. El técnico se desgañitó intentando despertar a su delantero: —“¡Santiiii, despierta! ¿Estás dormido?”—, fue el grito preferido de Max.
Ahora, el entrenador medita sus decisiones ofensivas de cara al partido ante la Atalanta de mañana. Pulisic sigue de baja, pero aparece también la candidatura de Nkunku como posible compañero de Leao, o una opción más conservadora con Saelemaekers detrás de Leao, repitiendo el esquema visto ante la Fiorentina.
En el entrenamiento de hoy, Allegri comprobará si el francés, tras su lesión en el dedo gordo del pie, está listo para ser titular por primera vez en liga, y sobre todo, si Giménez sufre por su mal momento o está tranquilo de cara al próximo encuentro. En el grupo de Max también figura Loftus-Cheek, que debería estar disponible en Bérgamo: otra opción más para utilizar incluso como media punta.
Santi, por ahora, seguirá siendo al menos hasta enero (y quién sabe si después también…) el único verdadero delantero centro en la plantilla del Milan. Nkunku y Leao pueden adaptarse, pero no lo son por naturaleza. Es normal, por tanto, que Allegri se vea obligado a mantenerlo siempre vivo en su rotación partido tras partido. La Atalanta será solo la próxima etapa.
Piénsese que, en el banquillo rival, Juric podrá alinear a Scamacca o Krstovic, y reservar al otro como alternativa. A propósito, ¿cómo están los demás equipos de la Serie A en el “juego de los nueves”? Entre los titulares, el único aún sin marcar es Stulic del Lecce, aunque en el Salento también está Camarda, que ya ha visto puerta. Lo mismo sucede en el Génova, donde Colombo ha perdido su puesto en favor del joven Ekhator, goleador ante el Nápoles.
Situación similar en el Como, donde Fàbregas alterna a Morata —aún buscando su primer gol— y Douvikas, que ya ha marcado uno. En resumen, los delanteros titulares que siguen secos se pueden contar con los dedos de una mano, y en proporción a los minutos jugados, Giménez encabeza claramente la lista. Es lógico exigirle más a Santiago, pero no es ningún secreto que el mexicano estuvo cerca de dejar el Milan en los últimos días del mercado de verano. Las dudas, por tanto, probablemente ya existían antes.
Le toca al propio Giménez disiparlas, porque en cuanto a esfuerzo nadie puede reprocharle nada. Sin embargo, en el Milan eso no basta: se necesitan acciones dignas de una camiseta —la “7”— que antes vistió un tal Andriy Shevchenko. El ucraniano alcanzó los 175 goles con los rossoneri. A Santi se le pide mucho menos, pero empezar a borrar ese molesto cero aliviaría el peso que carga sobre los hombros del Bebote.
PULISIC QUIERE VOLVER ANTES DEL PARÓN
El mejor jugador del Milan en este inicio de temporada, Christian Pulisic, ha superado rivales y molestias: pese al dolor en el tobillo izquierdo, ha sido autor de cuatro goles y dos asistencias en liga, el primero de ellos marcado saliendo desde el banquillo ante el Lecce. Aquel inicio desde el banco se debió precisamente a sus problemas físicos, aunque a pesar de ello el seleccionador de EE. UU., Mauricio Pochettino, lo convocó durante el primer parón de selecciones: dos partidos como titular de dos posibles con la camiseta de las barras y las estrellas.
La historia se repitió a mediados de octubre: Pulisic siguió marcando, el tobillo continuó molestándole y Estados Unidos volvió a convocarlo para los amistosos internacionales. El Milan no podía oponerse: aunque no estaba en óptimas condiciones, Capitán América voló al otro lado del Atlántico para ponerse a disposición del técnico.
La gestión del seleccionador fue imprudente: para protegerlo, lo dejó en el banquillo en el primer encuentro; pero en el segundo, frente a Australia y más cercano a la reanudación del campeonato, lo alineó como titular y Pulisic cayó lesionado a la media hora. El problema pasó del tobillo al músculo isquiotibial. Ocurrió hace doce días.
Mientras tanto, Christian se ha estado entrenando para recuperarse de la lesión, siguiendo un plan de trabajo personalizado. Un plan que ha dado resultados: Pulisic no regresará mañana contra la Atalanta y difícilmente estará ante la Roma, el próximo 2 de noviembre. Sin embargo, no es un escenario totalmente descartado.
Antes del parón de noviembre, el Milan también jugará en Parma, y Pulisic apunta a estar disponible para ese partido. Si está en condiciones para Max Allegri y el club, también lo estará para Pochettino y la selección estadounidense. El 19 de noviembre está programado el amistoso Estados Unidos–Uruguay.
Sin puntos ni clasificaciones en juego, el Milan preferiría evitar otro posible viaje intercontinental para su delantero. Sería mucho mejor una “vacación” en Milanello, donde Pulisic podría recuperarse completamente del problema muscular. Tras el parón, el calendario de la Serie A ofrece uno de los duelos más intensos: el derbi de Milán.
El club quiere evitar que Christian regrese agotado desde Nueva Jersey (el partido ante Uruguay se jugará en el MetLife Stadium) y llegue a disposición del entrenador solo unos días antes de la reanudación del campeonato. No se trata de una compensación por lo ocurrido la última vez ni de un resarcimiento: simplemente de una cuestión de sentido común.
El Milan, con su director general Furlani, ya está en contacto con la federación estadounidense: incluso si Pulisic vuelve a jugar antes del parón, aprovechará esa pausa para descansar y recuperar su mejor forma. Una decisión beneficiosa para todos: para el Milan y para su selección nacional.
