
La Juventus ganó en Malmoe, el Milan perdió en Anfield ante el Liverpool. Los resultados dicen una cosa, pero las percepciones son otras, ya que los rivales europeos no son para nada comparables. El Milan va por delante y no solo por los ocho puntos de ventaja. El partido del domingo en Turín se parece más a la última llamada para la Juve.
Stefano Pioli está por festejar dos años en el club, algo que coincide con los dos años sin entrenar de Massimiliano Allegri. El Milan está más definido, en el sistema 4-2-3-1 y en movimientos. Fueron elegidos jugadores funcionales y de futuro. Ibra es el tótem, el líder espiritual del grupo, pero su aportación está limitado a causa de la edad, Zlatan se lesiona de manera constante.
El problema de Pioli puede ser que sean demasiado predecibles: el técnico deberá inventarse alguna variable, pero la estructura es sólida. El equipo no naufragó en Anfield porque tenía tres-cuatro conceptos clave al que agarrarse. A diferencia de la primera vez, cuando se metió en una Juve adiestrada por Antonio Conte, Allegri debe reprogramar la Juve, golpeada por las revoluciones fallidas de Sarri y Pirlo, donde hoy ha tomado decisiones básicas con el 4-4-2 y poco más.
En la portería es donde se demuestra la mayor diferencia. Szczesny, golpeado por los errores ante Udinese y Nápoles, vive un periodo de involución. Maignan con personalidad se hizo cargo de la herencia de donnarumma y en Liverpool se confirmó un formidable para penalties, donde para uno de cada tres. A sus 26 años no completó su crecimiento técnico, puede seguir mejorando, es un portero en ascenso, con un potencial inexplorado.
Bonucci y Chiellini, ¿qué más? Los héroes de la Selección azzura, donde ambos suman 71 años. Chiellini con 37 años debe gestionarse, donde ayer interrumpió el entrenamiento. En el caso jugará De Ligt, el joven todavía incompleto. El Milan responde con Kjaer-Tomori, donde el danés es el maestro del posicionamiento, el inglés hace valer un tremendo físico.
Si miramos los extremos de ataque, la Juve va por delante. Federico Chiesa va por encima de todo, especialmente por delante de Leao, que no se puede escapar de la prisión de eterna promesa. Poca continuidad tiene el portugués, dominante el italiano.
Cuadrado ante Theo será un cruce de velocidad pura. Hoy quizás el colombiano es más importante para la Juve de cuanto lo es Theo para el Milan, es difícil establecer si este detalle es un bien o un mal.
Todos hablan de Ibra y Giroud, pero antes o después hay que tener en cuenta la importancia de Rebic: dos asistencias ante el Lazio, un gol y media asistencia ante el Liverpool. El croata habla poco y rinde mucho. El Milan no tiene la fantasía de Dybala, el joven Brahim no está todavía al nivel del argentino y quizás nunca llegue.
Pero Brahim tiene tareas más claras a absorber, no está disperso en los tormentos de la posición. Dybala y luego Morata, pero sin Cristiano el ataque de la Juve se normalizó, esta es la verdad.