
El western se está convirtiendo en thriller, con el suspense que crece partido a partido y ese gol que nunca llega. El Pistolero Piatek sigue manteniendo en tensión a los espectadores rossoneros y el ayuno empieza a pesar hasta los amantes del género: ante el Verona y el derby en el horizonte, noventa días sin marcar parecen una eternidad.
Hoy Piatek vuelve a la hierna de Varsovia, donde el pasado 10 de junio firmó su último gol entre club y selección, abriendo la lata del 4-0 final ante Israel. Nada de sorprendente hasta ahora, ya que el ritmo de Kris con Polonia (4 goles en 7 partidos) son también más impresionantes que la primera temporada entre Genoa y Milan.
El punto, por tanto, es que desde este verano le está costando incluso teniendo a su lado a Lewandowski y compañía: la dura prueba de la derrota del otro día ante Eslovenia (76 minutos en el campo sin rematar) hace que se alargue todavía más la crisis. Se añade a los dos partidos oficiales de liga más los seis amistosos en verano. Con Milik fuera por lesión, ante Austria de nuevo le tocará estar junto a Lewandowski.
En la ida en marzo, le bastaron 9 minutos para regalar sus primeros 3 puntos en el debut de la fase de clasificación a la Euro 2020. Pero el segundo año parece que todo va al contrario. Quien piense que la culpa es por llevar el 9 en la espalda es una total locura. Lo que preocupa son los movimientos y la condición física de Piatek, poco involucrado en el sistema de Giampaolo debido a la carga física de la preparación y no se siente a gusto en el nuevo esquema.
“Si Piatek se queda fuera no es el fin del mundo”, comentó Giampaolo tras el 1-0 del Brescia. Pero el mundo del Milan gira alrededor de su goleador, donde primero le quitó la competencia directa (Cutrone y Silva), con Rebic y Leao que se moverán por todo el frente de ataque. El Milan que se presente en el Bentegodi seguramente llevarán el 4-3-3 y la maniobra se hará para llevar a Piatek al centro del área.
El resto deberá hacerlo Kris recuperando el feeling perdido con el gol, quizás desde esta noche: la media hora ante el Brescia tuvo coraje pero hace falta más, hacen falta los goles, el Inter está detrás de la esquina, nada de retarlos con un Pistolero con el cargador vacío.
ENTREVISTA A PIPPO INZAGHI
“Aclaremos que la maldición no existe, Piatek pronto volverá a marcar. sin creer en la mala suerte pero solo con su gran fuerza”. Será, pero la prueba del nueve resta la más crítica. No es casualidad que el último en superarlo fuera Super Pippo Inzaghi, entrenador del Benevento y maestro del gol: 126 en 300 partidos con el Milan, 316 en total con el resto de equipos.
Todos los que pasaron después fueron batallas perdidas: Pato, Matri, Torres, Destro, Luiz Adriano, Lapadula, Silva, Higuain… ocho predecesores antes de Piatek, el noveno nueve tras Inzaghi. Pero ahora le toca el turno a Piatek, desde verano en ayunas
Inzaghi, ¿es el peso de su herencia lo que frena a sus sucesores?
“No bromeemos, la herencia no entra. ¿Qué tendría que decir yo? Antes que yo la llevaron gente como Van Basten o Weah”.
¿Piatek es el más adaptado para superar la prueba Inzaghi?
“Creo que lo que nos asemeja es el olfato de gol, pero él tiene sus características y estoy seguro que con sus dotes volverá pronto a marcar. Aparte que es un delantero que me gusta: tiene espíritu y ganas de combatir”.
Dijo que en cualquier caso, hará visita a Milanello para consignar “su” 9 y romper la maldición. ¿Conseguirá llegar antes del derby?
“Juro que era una simple broma, cuido al Milan y a sus delanteros, viendo que yo también lo fui y sé cuanto se sufre al no marcar. Estamos en la segunda jornada, hay toda una liga por delante. Piatek marcará pronto y mucho. Lo digo y lo espero por él, porque se gane las satisfacciones que se merece, para el Milan es justo que tenga un delantero que de garantía de muchos goles”.
Fuente: La Gazzetta dello Sport