El nuevo curso técnico está en el centro de los pensamientos de Gazidis. El futuro de Pioli va por su cuenta: tiene un contrato que acaba el 30 de junio, se hablará más adelante para acabar la temporada. El tema es como definir los diálogos empezados en meses anteriores con Ralf Rangnick.
El mánager en estos meses ha trazado un programa de tres años que prevee un crecimiento constante y ambicioso. Al mismo tiempo el Covid-19 ha impedido de dejar de lado estos discursos. Pero está claro que tal situación suspendida no hace bien a nadie.
Indicios portan a creer que un veredicto aparecerá la primera semana de junio. Se habló de Nagelsmann en el banquillo, pero el discurso tiene pocas soluciones y Rangnick está listo para el doble cargo.
Quiere tener un staff eficiente y bajo este perfil existe un número claro: ocho personas como máximo. Y los rumores hacen creer que en este estrecho círculo pueden entrar en la actual directiva: Hendrik Almstadt, el brazo operativo de Gazidis y Geoffrey Moncada, el actual jefe de ojeadores.
Ambos son apreciados en Vía Aldo Rossi, pero parece que han tenido la aceptación del Profesor. Tiene la intención de elegir al menos a tres colaboradores italianos, capaz de ayudarlo a entender enseguida nuestras dinámicas.
Del resto en estos meses tanto Almstadt que Moncada pusieron un pie más en una operación y en los últimos tiempos han individualizado muchos objetivos de mercado.
Maldini es el nodo principal para Gazidis. Porque Paolo Maldini llegó con Leonardo, se quedó tras su marcha, llamó a Zvone Boban y Boban fue despedido. Trabaja anteponiendo el bien del Milan a su orgullo, este es uno de los mensajes enviados a Rangnick a los medios de prensa.
Retener a Paolo es importante para un club que quiere rediseñarse y ponerse como entidad internacional sin éxitos en trofeos, Maldini con su nombre es un eficaz paraguas en tiempos de diluvio. Pero no está claro que Paolo acepte quedarse.
Deberá hablar con Gazidis cuando los protocolos sean definidos y la temporada se pueda continuar. Saber cual puede ser su posición donde en su club donde el alemán se presenta como un comodín para todo. Cuando acabe esta temporada, Maldini deberá decidir.
La convivencia con Rangnick no será fácil y Paolo no se quedará simplemente de pararayos con su apellido más que conocido: “La historia de mi familia con el Milan es larga y no acabará”, djo recientemente. Eso no quiere decir que se quede a cualquier precio, viendo que en el Milan está su hijo Daniel, listo para entrar al campo.
Gazidis sabe que Maldini es un valor para el club, viendo el peso de su imagen a nivel internacional. Pero si se revelara solo una cuestión de imagen, la relación estaría ya en los títulos de crédito.
El jugador más en forma de la liga, cuando se vuelva a jugar. El que salta todos los obstáculos, incluso en casa. Zlatan Ibrahimovic volvió para honrar su contrato, tiene muchas dudas, pero la manera de convencerlo para que prosiga su carrera y acabarlo bien en el club que más lo ha amado existen.
Porque en el fondo sí, nadie ha amado Zlatan más que el Milan y su hinchada: juventinos e interistas lo apreciaron por sus dotes técnicas y los goles, donde en Amsterdam todavía recuerdan a ese chico de alguna manera loco que se hizo grande en el Ajax.
En Malmoe intentaron tirar su estatua, pero el Ayuntamiento no se olvida de su jugador símbolo. Pero ahora sin Boban, interlocutor decisivo para su regreso a Milán desde California, mientras sigue Maldini. Zlatan espera una llamada de Gazidis para decidir.
El contrato vence en breve, pero quedarse, como le ha comentado a sus amigos, no es una cuestión de dinero. Ibrahimovic quiere saber como será el próximo Milan y qué proyectos girar alrededor del nombre. La idea de quedarse para jugar un tiempo y luego ser el embajador del club no le disgusta. Pero quiere claridad e ideas de grandeza. Porque Zlatan es Zlatan. Sobre este punto no se discute.
La cuestión de los recortes salariales es evidente, pero los retrasos en las decisiones sobre la nueva conducción están atrasando los trabajos de los jugadores. En particular, las renovaciones. El más importante, el de Gigio Donnarumma.
EL portero acaba contrato dentro de un año, difícil que Raiola acepte prolongar con los ojos cerrados. Y en breve. Es lógico que todos esperen la reapertura del mercado para comprender si pueden llegar las ofertas adecuadas.
Gigio puede renovar pero más adelante, cuando todo esté más claro. Quizás ampliando solo un año. Mientras Romagnoli su contrato vence en 2022. Menos prisa en su caso, pero los próximos meses serán decisivos para saber si será un punto clave para el futuro.
Parece marcado el destino de los jugadores que acaban contrato. No hay señales de renovación para Begovic, Kjaer y Biglia, todos fuera del programa. Bonaventura podría merecer algna atención, pero el tema económico no hace pensar en éxitos positivos.
Si bien las indicaciones del nuevo entrenador serán más importantes para valorar si continuar o menos junto a Reina y Musacchio, al igual que Duarte. Todos aquellos que esta temporada han satisfecho poco. Todos son señales que portan a un sustancial cambio de caras. No solo por tema económico.
LA SITUACIÓN DE LA SERIE A
La FIGC ha establecido las fechas para establecer el final de las ligas profesionales y de la temporada. La Serie A, B y Liga pro deberán terminarse el 20 de agosto.
¿Qué pasará en caso de una nueva parada o la definitiva interrupción de la liga? Se realizará un nuevo formato (breves fases de playoff y playout). Si hay una suspensión definitiva, la clasificación se aplica en base a objetivos coeficientes correctivos que tenga en cuenta la organización en grupos y del diverso número de partidos disputados por los clubes y que prevean en cada caso promociones y descensos.
EL MILAN QUIERE A DENZEL DUMFRIES
El Milan quiere que el nuevo lateral derecho sea Denzel Dumfries (24), mientras se venderá a Davide Calabria para ir al asalto del capitán del PSV Eindhoven, que ha entrado hace poco en la escudería de Mino Raiola.
El precio inicial es de 20 millones, pero el Milan quiere bajar hasta los 12, ya que está en juego el pase de Ricardo Rodriguez con el club holandés, valorado en 5,5 millones. Así el pago sería tan solo de 6,5 millones.