Hacía falta fantasía para imaginarnos a un Milan sin Calhanoglu y el destino se puso hacia ese lado, pero hará falta bastante para reemplazarlo mañana por la tarde en tierras escocesas sin hacer daños, en este caso Pioli le costará menos esfuerzo por los imprevisos que le van en contra: el 10 de sustitución no ve la hora de lo que puede hacer a espaldas de Ibra.
Con ese nombre ahí, Brahim Díaz, que lleva el 21 que fue de Pirlo y que durante seis meses transitó con gran éxito a las espaldas de Zlatan, el pequeño diablo llegado del Real Madrid está llamado a un medio objetivo. Porque reemplazar al Calhanoglu de hoy es una ardua misión para cualquiera y más cuando llevas solo un par de meses en el Milan y 150 minutos en competiciones europeas (con Real y City).
Pero no le hablen de retos imposibles: Brahim es uno que marcó la primera puerta de Serie A cruzada como titular, donde Calha necesitó una decena de partidos más. Hakan ha necesitado tres años para madurar y tomar el mando de la parte creativa de la maniobra, hasta ser una pieza clave del Diavolo que ahora vuela y vive también de sus jugadas y goles, aparte de todo lo que pasa por los pies del eterno Ibra.
Mañana se juega en casa del Celtic, abriendo la fase de grupos de Europa League, habría sido la octava presencia del turco, pero ayer se lesionó y deberá estar de momento unos 10 días de baja, donde se perderá tres partidos ante Celtic, Roma y Sparta de Praga.
Le tocará a Brahim encender las luces a espaldas del gigante sueco. El jugador de 21 años de origen marroquí parece el más indicado para ocupar esa posición. El gol ante el Crotone fue una gran tarjeta de visita, pero una semana después, ante el Spezia, Brahim se le vio menos incisivo en las decisiones y sobre todo en los remates.