
En el último kilómetro en la renovación de Donnarumma, con cifras que están todavía lejanas, el Milan debe hacer cuentas ahora también con la gran comisión pedida por Mino Raiola. Aparte de más de 10 millones al año para el portero, el agente punta a recibir un reconocimiento de casi 20 millones. Cifras que el actual Milan no puede invertir.
Gigio Donnarumma en Bérgamo en el partido decisivo de la temporada jugará con las emociones por la tan deseada Champions y en la mente una certeza: ese contrato a punto de finalizar. Se irá con Italia en la concentración para la Eurocopa y su empeño con el club donde ha crecido terminarán de manera formal. El 30 de junio pasará a ser agente libre.
Una condición surrealista para alguien de 22 años. Mientras siguen circulando los rumores sobre Juventus y ahora Barcelona. En realidad Gigio quiere tener la mente libre, piensa en poder quedarse en el Milan, sobre todo si se consigue la clasificación a Champions. Ha dado el máximo por este objetivo, hay que reconocérselo. Y la buena fe merece atención.
Pero ahí está el escollo contractual. Desde hace al menos dos meses el diálogo con el club de Vía Aldo Rossi con Mino Raiola está parado. Maldini y Massara mostraron la oferta de 8 millones que fue rechazada al instante: “Hacen falta al menos 10, tenemos ya ofertas de ese tipo”. En medio el cara a cara con los ultras en Milanello. Una presión inaceptable. Maldini defendió al jugador y congeló la negociación.
Aparte del dinero, debe ser definido cuanto tiempo tendrá el nuevo contrato. El agente no quiere firmar más de dos años, mientras que el club milanista quiere firmar por cinco, con el acuerdo a mitad de tres años. Y aparte de integrar una clausula a bajo coste, para garantizarse una conveniente salida.
Como se puede ver, varios relevantes argumentos que ven al Milan parado en posiciones muy lejanas de las expectativas del procurador. Tanto es así que es conocido de sobra el plan B que lleva hasta Lille, con el fichaje del portero internacional francés Mike Maignan.
En todo esto está también la cuestión de las comisiones para Raiola, donde la cifra podría llegar hasta los 20 millones de euros, otros dicen que puede ser entre 10 o 15. Todo se cuantifica en base a la duración del contrato. Ya que otro club que lo quiera fichar, al ser a parámetro cero, hay que monetizarlo en base al salario y a la comisión.
Unas dinámicas de sobra conocidas en el calciomercato. Tanto más para un jugador del nivel de Donnarumma. Pero también en este frente el Milan quiere moverse con firmeza, intentando mantener lo más bajo posible los costes de intermediación.