
Los ojos de los tres protagonistas dicen más o menos lo mismo, pero en idiomas diferentes. Rafa Leao lo llama ‘vingança’, Olivier Giroud ‘venganza’ y Loftus-Cheek ‘revancha’. En una palabra: venganza. Para ellos mismos y para el Milan, victorioso contra el Psg en una noche emotiva.
El portugués marcó de revés, vengando su malogrado taconazo contra el Newcastle, Giroud demostró que a sus 36 años puede tocar el cielo con la cabeza, mientras que Loftus-Cheek hizo lo que mejor sabe hacer cuando los problemas físicos le dejan solo: romper la línea en el centro. Estas fueron las tres claves que abrieron el mundo rossonero, de nuevo en aguas claras tras un mes tormentoso.
Detrás del derrocamiento hay otro mundo. Rafa Leao ha barrido las críticas situándose al frente de una de las estrellas más brillantes de Europa. En el futuro podrá contar a sus nietos que ganó al hombre del partido frente a Mbappè, limitado por Calabria y convertido en casi inofensivo. Pioli le alabó, le aplaudió, le abrazó.
Cuando le sustituyó, incluso le dio una palmada en la nuca, como si quisiera decirle una vez más la frase de siempre: “¿Has visto quién eres realmente?”. Concepto reiterado en la sala de prensa: “Debes cuidar tu rendimiento. Manifiesto de continuidad y potencia física. Leao fue el mejor sobre el terreno de juego. Acalló las críticas con una polémica exultante y luego se sacudió un poco el polvo: ‘La gente habla, yo me pongo a ello’. Carrera 8,5. La primera revancha en San Siro.
Giroud demostró una vez más que la edad no importa. En la segunda parte se elevó por encima de Milan Skriniar y marcó un gol extraordinario. Algunas cifras: siete goles esta temporada en 14 partidos, 38 años en septiembre, 59 goles de cabeza en su carrera. Un ejemplo de cinismo y sacrificio.
El francés despachó una serie de balones sucios, jugó de lateral y se metió en el partido de repente, aprovechando un centro de Theo. Las cifras dicen que corrió unos 9 kilómetros en 97 minutos. La edad es sólo un número. Y si sigue así también puede batir el récord de Pepe, el ex central del Real Madrid se convirtió en el goleador más veterano de la Liga de Campeones al marcar con más de 40 años. Último apunte: Giroud está a un solo partido de cumplir 100 partidos con los rossoneri.
Llámelo libertad, paz interior, calma zen. Como se quiera. Pero el Loftus-Cheek de la era ‘sarriana’, el de los 10 goles en 2018-19, es el jugador que se vio anoche en San Siro. El manifiesto de su juego está en dos jugadas: en la primera parte inició un contragolpe tras recuperar un balón en el centro del campo, mientras que en la segunda corrió unos 30 metros con el balón en el pie y luego recibió una falta.
Ganó once duelos y no perdió ni un solo contraste. Pioli siempre le elogió, le defendió, le espoleó, le ayudó. Especialmente durante la lesión muscular del mes pasado, el talón de Aquiles de una carrera que empezó estupenda y continuó en la enfermería. Siempre se ha dicho de él: “Si está bien físicamente, es un jugador de élite mundial”. Contra el Psg lo demostró. “Venganza. Quizá eso valga para él más que cualquier otra cosa.