
La noche de Udinese-Milan deja implícita una guía, un modelo sobre cómo es correcto comportarse en la vida. Reaccionar ante la injusticia, la violencia física o verbal, como hizo Mike Maignan. Estar al lado de los agredidos, como mejor explicó Yacine Adli: fue el primero en acercarse a Mike en el túnel, el primero junto con Florenzi en correr hacia él tras el gol de Okafor. Alineándose en la banda derecha, como tantos hicieron ayer.
El mensaje de Mike Maignan en un día complejo confirmó que tiene una personalidad diferente: se expone sin miedo y lucha por los valores en los que cree. Su mensaje de Instagram de ayer por la mañana fue fuerte, duro: “No fue el jugador el agredido. Fue el hombre. Fue el padre de familia. Hoy todo un sistema debe asumir su responsabilidad. Los autores de estos actos, porque es fácil actuar en grupo en el anonimato de un foro”.
“Los espectadores que estaban en las gradas, que lo vieron todo pero optaron por callar, SON CÓMPLICES. El club Udinese, que sólo habló de la interrupción del partido, como si no hubiera pasado nada, es cómplice. Las autoridades y la fiscalía, con todo lo que está pasando, si no hacéis nada, seréis cómplices”.
“Quiero dar las gracias al Milan y a todos los que me han apoyado en privado y en público. No puedo responder a todos, pero os veo y estamos JUNTOS. Es una lucha difícil, que requerirá tiempo y valor. Pero es una batalla que ganaremos”.
El Milan han elegido una manera particular de permanecer cerca de él. Directivos, club, propiedad, todos unidos en silencio junto a Mike. Gerry Cardinale, número uno del fondo RedBird, propietario del club, le escribió en privado para mostrarle su solidaridad: un mensaje correspondido por Maignan, que lógicamente lo agradeció. El club anunció un silencio social que duró todo el día y hubo varias reuniones en Casa Milan, con el director general Furlani en primera fila.
El objetivo: estudiar trabajos de sensibilización e iniciativas concretas, como pidió Maignan, contactar con las instituciones, reforzar los sistemas de vigilancia de San Siro para ser cada vez más un club modelo en la lucha contra el racismo. El Milan lleva años apoyando los valores de igualdad e inclusividad y en Udine, curiosamente, jugó con la tercera camiseta que, según el comunicado, “celebra la cultura de la inclusividad y la diversidad”.
Parece que por fin todo el mundo tiene claro que se acabó el tiempo de esperar, que hay que tomar una postura para cambiar algo de verdad. Desde que está en Italia, Maignan ya ha denunciado tres incidentes de racismo. En 2021, en el Allianz Stadium con motivo de un partido Juve-Milán. En 2022, tras un partido en Cagliari, al publicar en Instagram la foto de un mono haciendo el dedo corazón. Se han tomado algunas medidas, pero los episodios vuelven. Es lógico que Mike estuviera especialmente conmocionado el sábado en Udine, como declaró el árbitro Fabio Maresca a Ansa: “Sentí un gran malestar. Actué como un hermano mayor”.
El hecho de que el blanco de los insultos fuera una estrella, uno de los porteros más fuertes del mundo, el número 1 de Francia, puede ayudar a concienciar. El mundo está mirando y las historias de Instagram en el perfil de Magic Mike ayer fueron una colección de pensamientos de todo el mundo. André Onana de Costa de Marfil y Matteo Pessina de Monza, los hermanos Thuram, Kolo Muani de París y Paulo Dybala de Roma, Juan Jesús de Arabia y Adrien Rabiot de Turín, Laura Giuliani y Wendie Renard, Fedez y Lille, obviamente muchos compañeros de equipo, de Rafa Leao a Theo Hernández, y luego Florenzi, Mirante, Bennacer… le escribieron. He aquí la buena noticia: la lucha contra el racismo es un valor compartido, cuenta con los mejores testimonios y con una fuerte mayoría que la apoya. Maignan llama a esa mayoría a hacerse oír, a hablar, a gritar hasta tapar las voces de uno, dos, tres incivilizados.

DECLARACIONES DE FABIO CAPELLO
Hace unos años, ante el enésimo episodio de racismo en los estadios de la Serie A, Fabio Capello propuso su esquema contra esos vergonzosos cánticos: “Los jugadores, de acuerdo con el capitán y el entrenador, se sientan en el suelo y esperan a que esa gente deje de abuchear, aullar y todas las demás posibles situaciones insoportables. Si la situación mejora, se reanuda el juego; de lo contrario, se sientan”.
Capello, la otra noche en Udine Mike Maignan no se sentó como usted sugirió, sino que abandonó el área dos veces: la primera para advertir al árbitro Maresca de los insultos racistas detrás de su portería, la segunda para abandonar el terreno de juego.
“Y lo hizo bien, una decisión muy justa. Mi propuesta iba en la misma dirección, no se puede esperar a que la presa reviente del todo… Al detenerse, Maignan puso en evidencia lo que estaba ocurriendo, que evidentemente pocos habían oído. ¿Cómo se puede seguir jugando ante situaciones tan incívicas y vergonzosas? Recordemos que al estadio también van niños, ¿qué mensaje enviaría eso a los adultos del mañana? Igualmente acertada fue la decisión del árbitro de suspender el partido. Fueron dos señales fuertes”.
Ayer, el Milan decidió silenciar sus redes sociales en apoyo a Maignan y a la lucha contra el racismo. ¿Qué opina al respecto?
“Es una postura que comparto: en ciertos casos, el silencio puede hacer mucho más ruido que las palabras”.
El guardameta francés, por su parte, volvió sobre el asunto, con un post social bastante duro: ‘Hoy todo un sistema debe asumir su responsabilidad. ¿De acuerdo?
“Absolutamente, esta es una batalla que tenemos que librar todos juntos: aficionados, clubes, instituciones. Repito, en casos como estos las palabras sirven de poco: hay que actuar e intentar cambiar las cosas con ejemplos, iniciativas, medidas. El fútbol es de todos, pero para esos tres o cuatro tarados que van al estadio única y exclusivamente a agredir no puede haber sitio. No les llamemos aficionados, no lo son”.
Marc Zoro declaró a la Gazzetta: “Maignan hizo bien en parar, pero debería haberse quedado en el vestuario”.
“Creo que las reglas deben respetarse siempre y en cualquier caso. El gesto de Maignan, la detención del juego por parte del árbitro, son medidas correctas para frenar la deriva. Ahora espero que los responsables de esos cánticos sean identificados y condenados”.
Sin embargo, al reanudarse el partido, cuando el Milan regresó al terreno de juego, Maignan volvió a ser insultado, esta vez por la curva del Udinese, que coreó ‘Scemo, scemo’…
“Hábitos que hay que cambiar absolutamente, de lo contrario se pierde el sentido de todo. En lugar de seguir la lógica del rebaño, los que estaban cerca de esos cretinos que gritaron ‘mono’ deben cooperar con las autoridades y la sociedad: es un gesto de unos pocos, los que vieron y oyeron deben ayudar a identificarlos y castigarlos”.
Como friulano, ¿qué le parecieron los acontecimientos de Udine?
“Mire, seguí el partido desde Dubai, donde estaba para los Globe Soccer Awards (Capello es uno de los miembros del jurado). Cuando vi a Maignan salir del campo y volver a los vestuarios también me sentí ofendido. Ofendido, y enfadado, como friulano: la nuestra es una tierra fronteriza, donde la tolerancia, la acogida y la inclusión son valores que siempre han estado arraigados en la cultura de la gente. Repito: bastaron unos cuantos estúpidos unos minutos para arruinar la imagen de una ciudad, una región y un club que son un ejemplo de integración”.
El alcalde de Udine, Alberto Felice De Toni, dijo que propondría al ayuntamiento que se concediera la ciudadanía honoraria a Maignan.
“Me parece una buena idea. Udine no es racista, Friuli no es racista. Pero hay que luchar contra el racismo y todas las formas de discriminación, siempre y dondequiera que se produzcan”.