Más dinero para un nuevo delantero

Un extremo en la banda del Bolonia, el otro en el carril de Monza y el delantero centro en Bérgamo. De acuerdo, el tridente es atípico, pero funciona, y esto es lo que cuenta, porque el otro Milan, el que juega cedido en la Serie A, en la Serie B y en el extranjero, descansa en los pies de Saelemaekers, Daniel Maldini y De Ketelaere, renacidos lejos de San Siro: el total de sus goles suma 14, el total de los millones que podrían entrar en las arcas del Diavolo el próximo verano ronda los 40. Y las sorpresas lo permiten, claro, porque la lista es larga: sin contar la Serie C, hay 12 jugadores cedidos pero propiedad del Milan. Entre subidas y bajadas, intentamos entender qué futuro les espera.

En el espacio de un año, De Ketelaere ha pasado de la decepción al despido y al capital “congelado”. En el último mercado firmado por Maldini y Massara, la compra del belga había sido la más dolorosa y también la más cara: 32 millones en el Brujas, tras unas negociaciones que duraron todo un verano. En el Milan, CDK parecía un fantasma, Pioli le dio confianza, pero le dio carpetazo tras el enésimo partido decepcionante, luego llegó el Atalanta y Gasperini y la música cambió: en Bérgamo, el belga jugó de delantero, como en el Brujas, y despegó. Goles, asistencias y números pre-Bérgamo le acercan ahora a un futuro todavía en los nerazzurri.

Una perspectiva que alegraría a todos, incluido el Milan, claro: en agosto cobró 3 millones por la onerosa cesión, pero si el Atalanta decide recomprarlo, De Ketelaere aportará otros 22 millones más 4 en primas, así como un porcentaje sobre cualquier futura reventa. Otros 10 millones podrían llegar del Bolonia, que sueña con la Liga de Campeones: Alexis Saelemaekers la jugó con el Milan, con el que ganó el Scudetto de 2022, y podría ayudar en un torneo en el que la experiencia marca la diferencia. “Había perdido la alegría, en el último año en el Milan no tuve tanto tiempo para jugar ni confianza, aquí volví a encontrar la sonrisa”, dice el belga. El sentimiento es recíproco por parte del Bolonia, se respira un aire de redención.

La temporada de Daniel Maldini tiene una primera y una segunda parte: el comienzo en Empoli, decepcionante, acabó en enero; la recuperación, en Monza, tiene otro color porque el hijo del arte ha encontrado espacios y goles. Ha marcado tres (todos decisivos) en los últimos cuatro partidos, convenciendo al entrenador Palladino y, sobre todo, al técnico Galliani: “Espero que Daniel pueda quedarse aquí de por vida”. En el préstamo al Empoli, el Milan había incluido un derecho de rescate y una opción de contrarreembolso; con el Monza, se optó por un préstamo a fondo perdido.

Al final de la temporada, Maldini volverá a la base y el Monza podrá negociar la compra, quizá con la fórmula de un préstamo con obligación de rescate. La operación oscila actualmente entre los 3 y los 5 millones, pero el rendimiento del delantero criado en el Vismara podría elevar la tasación y quizá ampliar el círculo de clubes interesados, ya veremos. Colombo también juega en el Monza, de nuevo cedido gratuitamente: un regreso al Milan en junio es el escenario más probable.

Colombo no sería el único, porque también los otros rossoneri cedidos están destinados a regresar. Desde Ballo-Touré y Origi -despedidos la temporada pasada- hasta Pellegrino y Romero, que llegaron el verano pasado y se marcharon en enero, por citar a los que juegan en las ligas de primera división. Para el lateral senegalés y el delantero belga, encontrar sitio en el Fulham y el Nottingham Forest resultó aún más difícil que en el Milan.

El rescate de Origi reportaría 5 millones, pero el Nottingham no ejercerá la opción: en junio, el ex jugador del Liverpool mirará a su alrededor y una llamada de la Mls podría permitir al Milan hacer caja (Origi había llegado como agente libre). Distinta es la historia de Luka Romero, que en enero parecía dispuesto a regresar a Argentina, a Boca, pero que al final se decantó por el Almería. El impacto de Romero en la Liga ha sido fulgurante: un doblete en el Atlético.

El Milan observa y espera junio con confianza: si Luka crece y sigue marcando, volverá a la base como recurso. Para Pioli o, más probablemente, para el mercado: llegó con parámetro cero, venderle garantizaría una plusvalía neta. Es decir, otro millón a añadir a los 40 ya mencionados, que servirían para Gyokeres. O para los otros candidatos a ‘9’: ya sea el sueco, Zirkzee, Sesko o Giménez, en el Milan saben que por delante tendrán que gastar.