Un punto en dos días. Una fase defensiva desastrosa: cuatro goles encajados en 180 minutos, y podrían haber sido más. Una identidad de juego borrosa y pretenciosa hoy. Posesión de balón prolongada e inútil. Leao ineficaz en el disparo. Panorama sombrío en Casa Milan, con Paulo Fonseca como principal acusado, sin olvidar que el nuevo entrenador fue elegido por el club. Visto lo ocurrido en los dos primeros partidos, cabe preguntarse si la decisión fue feliz.
Cuando Fonseca dijo el viernes que en ataque Okafor, y no Jovic, sustituiría al lesionado Morata porque era más propenso al pressing alto, nos quedamos perplejos. Porque el pressing no puede depender de un solo jugador: las presiones deben ser organizadas, corales. Y porque, para presionar alto, hay que tener una pierna y una ferocidad que el Milan, en el primer partido contra el Torino, sólo había mostrado de forma deslavazada en el último cuarto de hora de desesperación, cuando había remontado un 0-2 en contra hasta el 2-2.
En los 70-80 minutos anteriores, el Milan había presionado con el pensamiento o lo había hecho con dejadez. No basta con decir “vamos a pillarles arriba”, hay que crear las condiciones para hacerlo sin correr riesgos. Si el pressing se tuerce, hay que impedir que los adversarios se desmarquen hacia los espacios situados detrás de los “presionadores”.
Y luego, en el Tardini, el Milan ni siquiera presionó tanto porque el Parma, con astucia, les dejó la posesión del balón, 61% a 39 a favor de los rossoneri, y el centro de gravedad, muy alto el milanés a 57 metros. La intención de Fabio Pecchia, entrenador del Gialloblù, era clara: dejarles avanzar para golpearles al contragolpe. El Milan atacaba sin cobertura, no había ni rastro de un plan de marcaje previo para amortiguar las transiciones negativas cuando se perdía el balón.
Cada contraataque del Parma desembocaba en algo peligroso delante de Maignan. El equipo era largo, los pabellones desconectados. El Parma desperdició varias reanudaciones, y el resultado habría sido humillante, si el nuevo defensa Strahinja Pavlovic no hubiera tapado muchos de los agujeros. No hubo señales de una fase defensiva común y compartida.
En Parma, la defensa del Milan fue Pavlovic contra todos, pero un solo hombre, por bueno que sea, nunca es suficiente, como demostró el primer gol encajado, con el no marcaje de Calabria en la banda sobre Valeri y el de Hernández sobre Man en el centro. No habían pasado ni dos minutos desde el saque inicial: prueba de un planteamiento blando.
La impresión es que Fonseca, su plantilla y muchos jugadores han subestimado un poco a los jóvenes del Parma: Man, Sohm, Mihaila y Bonny, cuatro jóvenes demoledores en campo abierto, con Bernabé como director de pura técnica y gran intuición. En las dos últimas temporadas de la Serie B, el Parma ha expresado el fútbol más fresco y vertical.
Era un equipo al que había que tratar con cautela. El Milan lo abordó sacando pecho y exponiéndose a las ráfagas de viento que provocan los jugadores de Pecchia cuando ven que el campo se agranda y ofrece praderas que llenar. No queremos decir que Fonseca no estudiara al Parma, no nos atrevemos, pero que los subestimó un poco, creemos que sí.
Rafa Leao no consigue subir de nivel, pasar de la condición de bella promesa a campeón maduro. Es prisionero de su “zona de confort”, la banda izquierda, donde regatea y acelera. Rara vez centra, casi nos parece que desdeña el gol, que considera más importante la asistencia que el gol. A sus 25 años, debe asumir más responsabilidad en el remate, mostrar más mala leche. No basta con ser bueno, hay que ser despiadado. Cristiano Ronaldo debería ser su inspiración. El joven CR7 estaba obsesionado con marcar goles, Leao no.
‘Yo soy el responsable, la culpa es toda mía’: así habló Fonseca tras la derrota en Parma, con actitud plañidera. Palabras pesadas, que ya suenan a definitivas, aunque estemos en el segundo día. Nos parece una comunicación débil, de hecho una manifestación de debilidad.
En agosto esperamos algo más positivo y exhortativo hacia el equipo. Echar todas las culpas es un bonito gesto, pero es prescindible una vez, máximo dos. A la tercera, hay que sacar las consecuencias, de lo contrario se convierte en un ejercicio retórico vacío.
LA FIORENTINA QUIERE A YACINE ADLI
La operación puede cobrar impulso en las últimas horas del mercado mediante la fórmula del préstamo con una obligación de compra en 13-15 millones de euros. El Milan, que le ha inscrito en la lista de bajas, no se opondría a su posible traspaso. Adli gana 0,8 millones al año, una cantidad más que asequible para la Fiorentina, y podría verse seducido por la idea de relanzarse tras dos temporadas no demasiado ilusionantes con la camiseta rossonera.
MILAN FUTURO: LLEGA NICOLÓ TURCO
Hay más trabajo en ciernes para el futuro Milan rossonero. Está hecho por Nicolò Turco, delantero del RB Salzburgo de 2004. Como informó anteriormente el periodista y experto en negociaciones Gianluca Di Marzio, el jugador llega con la fórmula de cesión con opción de compra. Una operación valorada en algo más de 2 millones de euros.
Delantero de cabeza fuerte, muy generoso y también capaz de trabajar para sus compañeros. Bien estructurado físicamente, tiene sin embargo buena velocidad y técnica. Sin duda, un excelente refuerzo para los rossoneri del entrenador Bonera.