El Milan se fija en Franco Mastantuono

Un sueño. Quizá prohibido, porque Franco Mastantuono tiene los ojos de toda la Europa que cuenta y un precio importante encima. El Milan, sin embargo, está ahí. Geoffrey Moncada lleva tiempo siguiendo al talento argentino, incluso desde que aún no había debutado con el primer equipo de River Plate.

Y mientras no fiche por otro club, los rossoneri intentarán llevárselo a Italia, quemando la competición. ¿Cómo? Concretando el negocio con meses y meses de anticipación. Una misión tremendamente complicada, porque River no tiene apuro en vender y el zurdo trequartista recién cumplirá 18 años en agosto de 2025.

A principios de 2024, Mastantuono amplió su contrato con los Millonarios hasta 2026, con una opción de renovación automática hasta el 31 de diciembre de 2027. El acuerdo también incluye una cláusula de rescisión fijada en 45 millones de dólares. En euros, algo más de 41 millones. No es calderilla. Y en los últimos diez días antes del final de cada sesión bursátil, la cifra asciende a 50 millones de dólares (algo más de 45 millones de euros).

Es poco probable que el Milan llegue a pagarle esa cantidad, aunque ya se ha explorado -con éxito- la posibilidad de dividir la suma en dos tramos. Mientras, los rumores de que Mastantuono y River Plate ya estaban en conversaciones con el Real Madrid han sido desmentidos rotundamente tanto por el club argentino como por el entorno del jugador.

El futuro de Franco aún está por decidir. Y una carta para convencer al club bonaerense de que se abra a una venta a un precio más asequible podría ser aplazar el desembarco europeo hasta 2026, dejando que el joven madure en el equipo que le lanzó al gran fútbol. Mastantuono tendría entonces 19 años y ya habría completado dos temporadas y media en la Serie A argentina.

Pero, ¿qué clase de jugador es el número 30 de River? En sus años juveniles fue utilizado como mediocampista y delantero con una facilidad impresionante. Esto se debía a una zurda definitivamente fuera de lo común. Con los grandes, jugaba principalmente en la zona de tres cuartos, por el centro o por la derecha. El 8 de febrero pasado, todavía con 16 años, Mastantuono se convirtió en el más joven en marcar con la camiseta de River (superando el récord anterior de Javier Saviola), en el 3-0 de la Copa ante Excursionistas.

Después de ese gol vinieron dos más, uno en la liga y otro en la Libertadores, además de dos asistencias. Mastantuono se ganó así el apodo de “nueva joya”, superando en consideración general a su compañero Echeverri, otro enfant prodige ya vendido al Manchester City por 18,5 millones de euros y que permanece en River a préstamo hasta enero. Echeverri también es un fantasista, aunque diestro.

Franco, en cambio, se parece más en estilo de juego a otro argentino que admiramos hoy en Italia, ese Nico Paz que está haciendo maravillas en el Como. Es zurdo, tiene una estructura física similar a la del rubio ex jugador del Real Madrid (186 centímetros por 72 kilos) y, como a él, le encanta recibir el balón, irse en regates o dibujar pasillos extraordinarios para sus compañeros.

Un talento natural, pero que el fútbol corría el riesgo de no descubrir nunca. Los padres de Mastantuono (su apellido, por cierto, tiene evidentes orígenes italianos y, en particular, campanianos), de hecho, le preferían con una raqueta en la mano. Franco también se sentía muy a gusto en el tenis, hasta el punto de que se le consideraba un jugador prometedor con un futuro asegurado a nivel nacional.

Por eso, en 2017, su familia le hizo saltarse la prueba con River Plate para concentrarse en los aces, los topspin y las voleas. Mastantuono, sin embargo, también disfrutaba jugando al fútbol, en el pequeño River de Azul, club en el que, por cierto, entrenaba su padre. Su pasión por Leo Messi fue decisiva para que decidiera dedicarse por completo al fútbol a partir de los once años.

Primero en el Club Cemento, luego finalmente en River Plate en 2019. El resto es historia reciente, entre magia en los tiros libres, globos y rabonas en las inferiores y el ingreso con personalidad en los grandes. El futuro estará todo por escribir. Tal vez vistiendo la camiseta del Milan.