Hubo un movimiento sorpresa en el derby, una intuición táctica contra el Real, un Milan revisado y corregido contra el Napoli y, tal vez, otro más contra la Juve. En las grandes noches, Fonseca ha acostumbrado al público a presentarse con un enfoque nuevo, y en dos de tres ocasiones ha resultado ser el adecuado.
No tomó las medidas correctas contra el Napoli en el último gran enfrentamiento en San Siro, en parte porque las opciones eran limitadas: el Milan estaba corto en la izquierda debido a la suspensión de Theo y también en el centro por la ausencia de Reijnders, quien también fue sancionado por el juez deportivo. Sobre todo, era un Milan que todavía buscaba al verdadero Leao, la joya capaz de hacer especial cada ocasión. El límite a las ambiciones rossoneri hoy no es el ataque, sino la defensa, que sigue recibiendo demasiados goles, incluso el doble que la Juve, su próximo rival.
Los últimos tres goles encajados contra el Cagliari hicieron saltar las alarmas, algo que Fonseca había intentado desactivar —en parte logrando cierto éxito— en los últimos partidos. Pero nada, el Milan sigue estando demasiado expuesto y frágil. Así que, surge un posible cambio con el objetivo de reforzar la defensa: un centro del campo de tres, incorporando los músculos y el dinamismo de Loftus-Cheek. Hasta ahora, autor de una temporada que no ha sido exactamente destacada: cinco partidos como titular en la liga, el último precisamente contra el Napoli y el penúltimo a mediados de septiembre contra el Venezia.
En la Champions ha sido titular en tres de cuatro partidos, comenzando desde el banquillo en la victoria de Madrid. Después de la primera temporada rossonera con doble dígito, con 6 goles en la Serie A y 4 en la Europa League, este año todavía está en cero. También son pocos los intentos. La titularidad contra la Juve sería una estrategia para devolverle confianza, con la esperanza de que sea correspondida con una actuación a la altura.
Además, fortalecer el centro del campo y darle un papel protagónico a Loftus tendría consecuencias inevitables en las otras áreas. El objetivo es proteger la defensa, pero esto también afectaría al ataque. Si en el derbi Fonseca había cambiado con Abraham en el área y Morata como un mediapunta ofensivo, esta vez Alvaro retomaría sus funciones como delantero centro, con Leao y Pulisic (ya no central) en las bandas.
Los cambios serían significativos. Como lo fueron en otras ocasiones: Okafor y Terracciano en el lado izquierdo contra el Napoli, y luego Musah como extremo derecho en el Bernabéu para frenar a Vinicius, renunciando a Chukwueze y al propio Loftus-Cheek. Comparado con todas esas situaciones anteriores, hay una diferencia fundamental. Esta vez el Milan debe ganar sí o sí: contra la Juve, solo tiene un resultado posible si quiere reanudar su camino hacia el scudetto.
En el derby, los rossoneri partían como no favoritos y la idea parecía más bien limitar los daños. La victoria llegó como sorpresa. Lo mismo en casa contra el Real, donde el Milan dio un paso inesperado en la clasificación de la Champions. El sábado, los rossoneri deberán ir al ataque contra la Vecchia Signora, prestando especial atención a la defensa: Loftus-Cheek tendría las características adecuadas para ser un centrocampista todoterreno. Ayudar en defensa y aprovechar su físico en las transiciones y en las llegadas ofensivas.
Ser de los pocos que se quedaron en Milanello, excluido de los compromisos internacionales, puede ser visto como una ventaja. Loftus ha podido trabajar en el centro deportivo los primeros días de la semana pasada y retomar hoy los entrenamientos antes que muchos de sus compañeros, aún ocupados en competiciones por Europa y el mundo.
Fonseca habrá tenido y tendrá tiempo en los próximos días para darle instrucciones particulares, aunque para el entrenador, el centro del campo de tres no sería un verdadero cambio. “En realidad siempre jugamos con tres centrocampistas, en Cagliari eran Reijnders, Fofana y Pulisic”. Palabras del técnico tras el empate en Cerdeña, un partido en el que evidentemente algo no funcionó.
Pulisic juega más enfocado hacia el área rival y estará disponible solo a partir del miércoles: Fonseca no podrá pedirle esfuerzos extraordinarios en el campo. Loftus, en cambio, está listo para hacerlo y relanzar su temporada. El Milan debe hacer lo mismo: relanzar sus ambiciones.