
El Milan tendrá un nuevo estilo británico: con Kyle Walker, el número de ingleses en la plantilla ascenderá a cuatro. Será el nacional más representado, con Abraham, Loftus-Cheek y Tomori, siempre y cuando el defensa no se vaya con su bandera a otra parte. Walker nació y creció en Inglaterra: el AC Milan, si, como parece, el acuerdo se materializa en los próximos días, será su primer equipo “extranjero”.
Larga carrera juvenil en el Sheffield United, luego QPR y Aston Villa hasta su debut en la Premier League con el Tottenham y el traspaso en julio de 2017 al Manchester City, que lo compró por 55 millones de euros. Confianza ampliamente recompensada: con el City Walker jugó 319 partidos y marcó seis goles.
El recuento de trofeos ganados es el de goles multiplicado por tres: 18, seis Premier Leagues, cuatro Copas de la Liga, 2 Fa Cups, 3 Community Shields, una Liga de Campeones, una Supercopa de Europa y un Mundial de Clubes, el último título en orden cronológico y levantado como capitán del equipo. Todos datos útiles para dibujar el perfil de un jugador ganador, con gran experiencia y excelente capacidad de adaptación.
Walker puede jugar en varios puestos: si a sus 34 años se contiene un poco más el impulso de correr por la banda como lateral, Kyle puede muy bien aprovechar su físico y sentido de la posición como defensa central. Una posibilidad que puede abrir otros movimientos de mercado: si Thiaw ofrece garantías de una pronta recuperación, no se puede descartar la salida de otro defensa actualmente en plantilla.
En vías de definirse la fórmula de la compra: Walker llegará casi con toda seguridad con un préstamo de 1 millón, un derecho de rescate de 5 millones y firmará en rossonero hasta 2027. Una cesión temporal de seis meses como si fuera una especie de prácticas, para luego decidir si se procede a la contratación real.
No es que Walker -por la carrera que se acaba de mencionar- necesite demostrar su valía, si acaso, en el primer periodo se evaluará la capacidad de aclimatarse en una nueva liga y en un equipo que tras el cambio técnico aún está en busca de su propia identidad. Incluso sobre el salario del jugador se puede llegar fácilmente a un acuerdo: el City garantiza a Walker seis millones desde ahora hasta el verano de 2026, el Milan puede ofrecerle la misma cantidad con un contrato hasta 2027, repartiendo así la ficha en varios años de acuerdo.
La negociación sobre esta base puede cerrarse en breve: en las próximas horas puede producirse el intercambio de documentos. Hablando de formalidades: la llegada de Walker excluirá a todos los efectos la de Marcus Rashford. Sólo se permite un jugador británico por temporada, y el derbi inglés para convertirse en jugador del Milan se ganó en defensa.
Además de las dificultades económicas y la competencia del Barcelona, el propio Conceiçao fue decisivo: entre la defensa y el ataque, consideró más oportuno reforzar la zaga. Más aún con un jugador con experiencia y mentalidad ganadora, aspectos decisivos para él y en los que insiste en cada salida pública. A esto se refirió también el entrenador en la cumbre de mercado con el club: el director general Furlani se volcó así en la negociación de Walker.
Otro detalle decisivo para el club y para Conceiçao: el club valoró que, pese a otras propuestas recibidas, Walker diera prioridad al Milan. Al entrenador -además de la internacionalidad y la costumbre en la cima- le convenció el deseo de Kyle de volver a ser protagonista en un club de primera: todos están seguros de que un injerto así puede ayudar al equipo a reanudar la escalada hacia la cima de la tabla. Tras el partido de hoy, en el que se centra la atención de las partes, la negociación podría entrar en la fase final. Portería cerca: bandera inglesa ondeando.

Y AHORA SE PIENSA EN JOAO FÉLIX
La llegada de Kyle Walker descarta la de Marcus Rashford al Milanello e impulsa las perspectivas de Joao Félix. El portugués es una petición expresa de Sergio Conceiçao, que lo conoce muy bien y lo incluiría con gusto en su ataque, ya que puede jugar como trequartista y delantero exterior izquierdo en un 4-2-3-1 o como segundo punta en un 4-4-2. Fue el ex entrenador del Oporto quien sugirió el jueves… la vuelta y el club está haciendo todo lo posible para complacerle. Tras entender que el asunto Rashford se iba a alargar porque el inglés espera vestir la camiseta del Barcelona y porque el United (por ahora) quiere que cobre el 75% de los 13,5 millones netos, el Diavolo se puso manos a la obra con Joao Félix, asistido por Jorge Mendes, el mismo agente de Conceiçao.
En comparación con la operación Rashford, la fórmula hipotética por el Milan, es decir, un préstamo, no cambia, también porque el verano pasado el Chelsea compró a Joao Félix al Atlético de Madrid por 52 millones y lo ató hasta 2030, más una opción por una temporada más. Pensar en comprarlo ahora, para el club de la vía Aldo Rossi, es inviable. Por tanto, seguirán adelante con el préstamo, quizá fijando un derecho de rescate, también porque el salario del portugués (4,5 millones netos más bonus) es más… humano que el de Rashford.
El Diavolo, sin embargo, no puede permitirse dar largas porque el Chelsea sólo tiene un hueco disponible para ceder a un jugador al extranjero. Y tienen como prioridad colocar al lateral izquierdo Ben Chilwell, que está completamente fuera de los planes de Maresca, a diferencia de Joao, que tiene a Cole Palmer y Christopher Nkunku por delante de él en las jerarquías del técnico italiano para el papel de trequartista, pero que sin embargo ha marcado siete goles en diecinueve partidos. En resumen, no es titular, pero tampoco un despido y el lunes, al no estar Palmer arriba, podría jugar como titular contra el Wolverhampton.
Además de contar con el escenario de la Conference League, donde Maresca suele alinear un equipo diferente al de la Premier League. Está claro, sin embargo, que a João Félix le intriga la perspectiva de vestir la camiseta del Milan. Conceiçao le garantiza más espacio del que tiene con los Blues, aunque ayer el nuevo técnico rossonero dribló el tema del mercado.
En comparación con la operación Rashford, la fórmula hipotética por el Milan, es decir, un préstamo, no cambia, también porque el verano pasado el Chelsea compró a Joao Félix al Atlético de Madrid por 52 millones y lo ató hasta 2030, más una opción por una temporada más. Pensar en comprarlo ahora, para el club de la vía Aldo Rossi, es inviable. Por tanto, seguirán adelante con el préstamo, quizá fijando un derecho de rescate, también porque el salario del portugués (4,5 millones netos más bonus) es más… humano que el de Rashford.
Tener a Jorge Mendes trabajando para el humo blanco es una gran ventaja, a pesar de que el Chelsea no tiene prisa por ceder al clase 1999 de Viseu. Porque los directivos londinenses están centrados en los refuerzos: han hecho un intento por Garnacho, del United, han sondeado a Jamie Bynoe-Gittens, del Borussia Dortmund, y están discutiendo con el Bayern un intercambio entre Tell y Nkunku. En caso de que este último se marche, podría ser más difícil para el Milan hacerse con Joao Félix.
Por eso, el Diavolo no quiere esperar y, tras los primeros contactos que ya se han producido, la presión se hará aún más fuerte en las próximas horas. El objetivo es convencer al Chelsea insertando un derecho de tanteo en torno a los 35 millones en el verano de 2026. Sería un préstamo de seis meses y luego renovaría por un año más. En resumen, hay trabajo por hacer, y aunque el Milan también está a la caza de otras oportunidades, Joao está ahora en la pole.