Lukaku y Fofana para ser más sólidos

Un Milan XL para intentar jugar el papel de gigante en Italia y en Europa: la caza de tallas grandes es la tendencia del mercado estival rossonero. No basta el talento, en los grandes retos se necesitan espaldas anchas: por eso el club mira con interés el potencial y el físico de Fofana, un escudo para proteger la defensa, y sobre todo cuenta con los goles y la envergadura de Lukaku, que sabe ser referencia en el área. Los milanistas recuerdan la acción del doblete del Roma en el partido de vuelta de los cuartos de final de la Europa League: Romelu esprintó, se libró fácilmente del marcaje hombro con hombro de Gabbia y de ahí llegó el gol de Dybala.

Lukaku también necesitará hombros anchos para soportar la presión de un posible regreso al Milan, equipo rossonero. No en vano, casi todos los delanteros centro en el punto de mira del club superan el metro ochenta: de Zirkzee a Sesko, de Omorodion al propio Lukaku. Fuerza y resistencia: desde sus primeras temporadas en Bélgica, Big Rom siempre ha jugado más de 35 partidos por temporada. Fonseca necesita ciertas características: Lukaku sabe ser goleador, pero también jugar para el equipo. El nuevo seleccionador exige que su 9 sepa interactuar con sus compañeros y no sólo: quiere un equipo dinámico y dominante.

El mismo físico que busca el Milan en el resto de departamentos: quiere cerrar con fuerza la brecha que le separa del Inter en Italia -evidente sobre todo en los desafíos directos de los derbis- y de los grandes del otro continente. La intensidad del fútbol europeo exige músculos tonificados, para marcar goles o no marcarlos: además de Romelu en la delantera y Fofana en el medio, están Igor entre las ideas para la defensa, el propio Emerson Royal para la banda derecha.

No se trata de pequeños talentos, sino de jugadores capaces de sacar pecho. Fonseca y sus colaboradores también se ocuparán pronto de los grandes, en sentido literal, ya en casa. Loftus-Cheek aportó solidez al centro del campo la temporada pasada: el Milan carecía de un jugador así y en él encontró un insustituible. La misma premisa había seguido el club en la búsqueda de un defensa central: antes de llegar al Milan, Malick Thiaw, acababa de terminar una temporada en la segunda división alemana. Era joven e inexperto, pero sin duda ya tenía un gran físico. En cambio, los posibles prescindibles en la plantilla actual son Bennacer y Adli, muy ligeros.

Igual que Fonseca le pedirá a Leao que sea menos revoltoso y más incisivo. Rafa cuida su físico de forma maniática, recurriendo incluso a un entrenador personal: ha crecido desde el verano de 2019, el de su llegada al club rossonero, y ahí está la báscula para demostrarlo. No sólo tiene los trazos del número 10 o la arrancada del velocista, también tendría la consistencia necesaria para hacerse notar en los duelos. Fonseca le pedirá que se implique más.

Para convertirse en un verdadero líder, debe saber llevar al equipo a hombros: y cuando falle el regate, tendrá que ser capaz de arrastrar por la fuerza. En el proyecto XL del nuevo Milan no sólo están Lukaku y Fofana, sino también la idea de aportar la potencia física de Leao. Rafa más central en el juego y más cerca del área en busca de nuevos goles. También pesan en la balanza esos…