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Todo gira alrededor de Modric

Todo lo que toca, se convierte en oro. A pesar de haber cumplido cuarenta años el pasado 9 de septiembre, Luka Modrić sigue deslumbrando como siempre lo ha hecho a lo largo de su carrera. Llega probablemente tras su actuación menos brillante con la camiseta del Milan —en Bérgamo cometió un par de errores poco habituales en él—, pero aun así presenta números impresionantes: toca más balones que nadie en la Serie A, intenta más pases, completa más (tanto en total como en campo rival) y recibe más que cualquier otro jugador.

Datos aún más significativos si se considera que el Milan no es un equipo dominante en cuanto a juego o posesión. Además, corre muchísimo, con un promedio de unos diez kilómetros por partido.
A su edad, no era —ni es— algo que se dé por sentado. Pero quizá ese sea el punto de partida equivocado: Luka es uno de esos futbolistas para los que la edad es solo un número y la clase es lo único que realmente importa.

De eso se ha dado cuenta perfectamente Massimiliano Allegri, un técnico que entiende de campeones: en su carrera ha dirigido a figuras como Cristiano Ronaldo, Ibrahimović, Pirlo, Seedorf, Thiago Silva, Dybala, Pogba y muchos más. Cuando en junio le dio el “sí” a Igli Tare, aceptando un sueldo bajo para alguien de su nivel (3,5 millones netos por un año, con opción de prórroga), Modrić tenía muy claro el papel que quería desempeñar en el que había sido su club del corazón desde niño: ser protagonista y ganar.
Por eso, al director deportivo rossonero —que tuvo la intuición de ficharlo a coste cero— le pidió garantías sobre la competitividad del plantel y las ambiciones del club.

Allegri entendió enseguida que a un jugador como Luka no se le puede dejar fuera, y en el campeonato —sin compromisos europeos entre semana— lo ha alineado siempre como titular: en el equipo, solo Gabbia (810 minutos) ha jugado más que el croata (785’). No se trata de un homenaje a un futbolista quizá en su última temporada, sino de una elección dictada por su rendimiento en el campo. Por ejemplo, Modrić es el jugador con más balones tocados en las primeras nueve jornadas de la Serie A: 748, por delante de Di Lorenzo (717) y Bastoni (714).

Luka también lidera las estadísticas de pases intentados (606, es decir, 67 por partido; seguido por Bastoni con 554 y Solet con 549) y de pases completados (559, 62 por encuentro; detrás, Bastoni con 491 y Solet con 489). ¿Fin de la lista? No. El ex del Real Madrid es también primero en pases completados en campo rival (324, frente a los 285 de Barella y los 256 de Di Lorenzo).

En resumen: acompaña la jugada, abarca mucho campo y siempre se ofrece para recibir el balón, incluso cuando “quema” y la presión rival es intensa. Y si hablamos de pases recibidos, también es líder con 508, superando a Bastoni (499) y Barella (475). Más pruebas de su importancia llegan de otras clasificaciones:

Pases al área rival: 5.º con 51 (lidera Dimarco con 75). Ocasiones creadas: 4.º con 20 (a uno de Barella y a seis de Nico Paz). Sus pases, precisos y variados, se combinan con su conducción del balón: lo ha llevado al menos cinco metros en 159 ocasiones, siendo segundo solo tras Solet, que además juega bajo menos presión. Una clara señal de la confianza que le tienen sus compañeros.

Modrić es hoy la pieza clave del Milan, un futbolista total e insustituible que, tras el parón, ha sabido “ocultar” de algún modo la ausencia crucial de Rabiot y aportar también en fase defensiva.
Para comprobarlo basta mirar las cifras: 5.º en balones interceptados (14; primero Mancini, de la Roma, con 17). 2.º en posesiones recuperadas (54; solo superado por Masini, del Génova, con 56). Nada mal…

Ha sido elegido mejor jugador de septiembre por la Asociación Italiana de Futbolistas (AIC), premio votado por sus propios colegas, algo que le ha hecho especial ilusión. Lo recibió en Milanello, y tras no haber brillado en Bérgamo, ahora tiene un motivo más para hacerlo bien. En Milán se encuentra de maravilla y vive en el centro con su familia. Su hijo Ivan ha hecho algunos entrenamientos con el equipo Sub-16 rossonero, mientras que su hija Ema podría incorporarse a la Sub-14. No aportarán lo mismo que el padre… pero ya se sabe: la buena sangre no miente.

LEAO SE RECUPERA ANTE LA ROMA

Ayer en Milanello no hacía sol, pero la radiante sonrisa de Rafa Leao se encargó de poner a todos de buen humor. El portugués volvió a entrenar con el grupo, repartiendo abrazos y risas a sus compañeros, como lo demuestran las fotos que inevitablemente se publicaron en las redes sociales. Una en particular lo muestra junto a Christopher Nkunku, y Leao la acompañó en Instagram con el emoticono de un apretón de manos.

¿Una señal de acuerdo de cara al partido de mañana por la noche contra la Roma? A la luz de la (muy) probable ausencia de Santiago Giménez, los dos podrían formar pareja desde el primer minuto, siempre y cuando el problema en la cadera no vuelva a molestar a Rafa en la sesión de hoy o en el entrenamiento de hoy. El martes, el dolor le afectó durante los 45 minutos que jugó en Bérgamo, impidiéndole correr como de costumbre y convenciendo a Massimiliano Allegri de sustituirlo en el descanso por Nkunku.

Dúo inédito Por suerte, sin embargo, Leao parece estar ahora mejor, hasta el punto de que se le puede considerar oficialmente recuperado para el partido contra la Roma. Allegri lo evaluará en el entrenamiento de hoy y decidirá si lo alineará o no como titular mañana. Las señales de ayer, sin embargo, son muy alentadoras en este sentido. Así, podríamos ver por primera vez desde el minuto 1 a la pareja Rafa-Nkunku. De hecho, los dos solo han estado juntos en el campo durante el partido, 16 minutos en casa de la Juventus y 14 minutos contra el Pisa.

El martes por la noche, Leao, al igual que todo el Milan, sufrió mucho la asfixiante presión del Atalanta en la primera parte. La Roma tiene el índice PPDA, que mide la presión sobre la maniobra del rival, más bajo de la Serie A. En esencia, es el equipo que más presiona en la liga.

Pero no cuando Soulé y Dybala están juntos en el campo. Por lo tanto, el partido de mañana podría dar un poco más de respiro al juego del Milan y, por ello, Allegri podría verse obligado a alinear a dos delanteros puros (Rafa y Nkunku) muy juntos, en lugar de apostar por un delantero centro apoyado por un falso delantero (Loftus-Cheek) detrás.

Sin embargo, si hay un jugador que trasciende las discusiones tácticas, ese es Leao. El portugués, gracias a su gran poderío físico y su genialidad técnica, es capaz de encenderse de la nada, pero también de perderse en un vaso de agua cuando se le pide que cargue con el equipo a sus espaldas. Precisamente, el historial de sus enfrentamientos contra la Roma es indicativo.

En el último encuentro en San Siro con los giallorossi, Rafa se quedó en el banquillo. El 1-1 final le costó el puesto a Paulo Fonseca. Sin embargo, la Roma también evoca buenos recuerdos para Leao. En el año del scudetto, por ejemplo, el gol marcado a Rui Patricio el día de la Befana bajo la curva sur rompió una sequía de más de dos meses y lanzó al portugués hacia una segunda parte de temporada extraordinaria, convirtiéndolo en el factor determinante para la conquista del tricolor.

El otro gol marcado contra la Roma en 14 enfrentamientos se remonta al 1 de septiembre de 2023, pero esta vez en la victoria por 2-1 en el Olímpico. Sin embargo, en la misma temporada, los giallorossi eliminaron al Milan de Europa, con Rafa en la sombra y criticado.


¿Nkunku titular ante la Roma?

Ha llegado el momento de Christopher Nkunku. El domingo por la noche, contra la Roma, el francés hará su debut como titular en la Serie A y buscará su primer gol en el campeonato italiano. Su estreno desde el inicio ya se produjo en la Copa Italia, en los dieciseisavos frente al Lecce, un partido para recordar, ya que firmó el tanto del momentáneo 2-0 tras una asistencia de Saelemaekers.

Luego celebró inflando un globo rojo que llevaba escondido en una media, para dedicar el gol a su hijo, acostumbrado a verlo festejar de esa forma: la primera vez fue en diciembre de 2022, cuando jugaba en el Leipzig (también era rojo), y la tradición continuó en el Chelsea (esta vez de color azul). Nkunku espera repetir esa celebración también el domingo por la noche, para dejar atrás dos meses más complicados de lo que imaginaba a finales de agosto, cuando el Milan lo compró a los Blues por 37 millones más bonos.

Si Nkunku tiene prácticamente asegurado un puesto como titular, su acompañante en el ataque está aún por decidir. En la carrera están Rafa Leão y Ruben Loftus-Cheek. Este último participará con toda seguridad, ya sea en el centro del campo o como apoyo directo a Christopher.

En cuanto al portugués, la evaluación será médica y no técnico-táctica: ayer se entrenó al margen (igual que Tomori y Giménez, ambos por ahora destinados a perderse el partido), y será necesario valorar día a día el estado de su cadera. El problema, que llevó a Allegri a sustituirlo al descanso el martes en Bérgamo, podría no ser menor, ya que el número 10 rossonero siente molestias al acelerar, algo fundamental y constante en su estilo de juego. Arriesgarlo podría ser peligroso; por eso, a 48 horas del pitido inicial, la opción más probable parece ser un dueto Nkunku-Loftus, con Rafa como máximo en el banquillo. Esta mañana, sin embargo, está prevista una nueva prueba: si se entrena con sus compañeros…

El ex-Chelsea, que el pasado julio ganó el Mundial de Clubes, participando tanto en la semifinal contra el Fluminense como en la final frente al PSG, espera que haya llegado por fin su momento de despegar con el Milan, una cita postergada demasiado tiempo por una pretemporada realizada con los suplentes del Chelsea y por una posterior lesión en el pie sufrida con la selección francesa.

Si el VAR, con Fabbri al mando, no hubiera convencido al árbitro Marcenaro de anular el penalti contra el Bolonia, Nkunku habría sido el encargado de ejecutarlo: acababa de entrar al campo, había provocado la falta (tras un empujón de Lucumí) y ya tenía el balón bajo el brazo, con el visto bueno de Pulisic y Rabiot. Ironicamente, el domingo tanto el estadounidense como el francés estarán fuera de convocatoria, y si tampoco se recupera Leão —quien transformó el penalti decisivo contra la Fiorentina—, Nkunku será también el encargado de lanzar los penales.

Dicho lo de Leão, que busca una recuperación complicada y que, si llegara a tiempo, sustituiría a Ricci en el once titular, hay otros dos jugadores bajo observación especial en Milanello: Tomori y Giménez.
El defensa no solo sufre una molestia en la rodilla, sino que también recibió un golpe que le provocó un hematoma en el muslo. De Winter ya está en alerta para completar la línea de tres en defensa, donde Gabbia y Pavlović son fijos.

Giménez, por su parte, arrastra un problema en el tobillo que lo obligó a ser sustituido en Bérgamo. Su padre, en declaraciones a Fox Sports México, reveló: «Va y viene por fases. El lunes hablé con él y estaba bien, pero ahora tendrá que trabajar para volver a su mejor nivel».

RABIOT Y PULISIC PODRÍAN ESTAR LISTOS PARA EL PARMA

Contra la Roma, salvo sorpresas, ni siquiera estarán en el banquillo. Porque convocarlos sería, en caso de necesidad, una gran tentación y al mismo tiempo un riesgo. Christian Pulisic y Adrien Rabiot también verán desde el banquillo el partido del domingo contra la Roma, pero están mucho mejor y ayer también completaron sus respectivos programas para volver a estar en plena forma tras las lesiones sufridas en el parón de octubre con las selecciones nacionales.

En teoría, deberían haber vuelto a estar a disposición de Allegri en el derbi del 23 de noviembre, pero todo apunta a que el técnico de Livorno podrá contar con ellos ya el sábado 8 de noviembre en Parma. Si fuera por ellos, ya estarían con el grupo en el gran partido contra los giallorossi. Las ganas de saltar al campo y de echar una mano a sus compañeros son grandes en ambos.

Rabiot se lesionó durante el partido disputado con Francia contra Azerbaiyán: la lesión en el sóleo de la pantorrilla izquierda que sufrió el 10 de octubre parecía que lo mantendría fuera unos cuarenta días, pero Adrien se ha adelantado a los plazos. Si hubiera podido elegir por sí mismo, ya se habría reincorporado al grupo y el domingo estaría en el campo. Sin embargo, el cuerpo técnico y el médico le obligarán a frenar. Porque el sóleo es un músculo muy delicado y arriesgarse sería peligroso.

En Parma, tras unos días de entrenamiento con sus compañeros, espera estar disponible y tal vez… La lesión en el bíceps femoral del muslo derecho de Pulisic era menos grave que la del francés y, de hecho, Christian podría estar en el banquillo el domingo, ya que empezó a correr en el campo antes que el centrocampista. Sin embargo, también en su caso ha prevalecido la prudencia: a pesar de haber hecho todo lo posible por convencer a Allegri y al equipo médico, se sentará en la tribuna.

En Parma aspira a ser titular y, quizá, a volver a marcar goles. En Via Aldo Rossi así lo desean y, mientras tanto, trabajan para evitar su convocatoria con sus respectivas selecciones nacionales: con Estados Unidos ya hay un acuerdo, pero las negociaciones con Francia también están muy avanzadas. Sin embargo, si Pochettino tiene programados dos partidos amistosos, Deschamps debe conseguir la clasificación para el Mundial.

Ayer, el centrocampista suizo y Estupinan volvieron al grupo. Para Jashari, es el final de un calvario que comenzó a finales de agosto con una fractura compuesta del peroné derecho. «Feliz de estar en el campo después de un período difícil. Vamos, chicos», escribió el ex-jugador del Brujas en las redes sociales. La adaptación física ha concluido y, en teoría, el domingo podría estar en el banquillo. En realidad, necesita más tiempo para recuperar el ritmo, pero quién sabe… El tobillo izquierdo del ecuatoriano está bien. Bartesaghi sigue siendo el titular en el lateral izquierdo, pero el regreso del ex-Brighton es importante. Estará entre los convocados para el partido contra la Roma.


Dos meses para despertar o adiós

Mientras las agujas del reloj avanzan inexorablemente, Santi permanece inmóvil: un cuarto de campeonato ha pasado prácticamente, y Giménez no ha conseguido marcar ni un solo gol en la Serie A. Son 627 los minutos que ha pasado en el campo —más de diez horas de juego—, pero sin anotar: una eternidad para un delantero profesional. La alarma ya ha sonado desde hace un tiempo.

Aún le queda medio giro de reloj para reaccionar: de aquí a enero faltan ocho partidos, eventualmente nueve si se llega a la final de la Supercopa italiana, y entre ellos está el derbi, que además tiene el poder especial de detener el tiempo. Un gol contra el Inter después del parón de noviembre permitiría reconsiderar la situación desde otra perspectiva. Pero un delantero que no dispara a puerta, ¿cómo puede encontrar el gol?

Esa es la pregunta que marca el destino de Santiago Giménez, llegado al Milan el pasado enero por 28 millones y medio de euros, y que ya podría estar en la rampa de salida. Tiene dos meses para convencer al club y ganarse más tiempo: Santi es hincha del Milan, y recibió con gran entusiasmo la oportunidad de jugar en San Siro. Ya en verano decidió quedarse con la camiseta rossonera, a pesar de los primeros intentos del club de venderlo a otro equipo.

Giménez consideró que su historia en el Milan había sido demasiado breve y convenció a la directiva para concederle otra oportunidad. Los acontecimientos jugaron a su favor: parecía fuera de la rotación cuando la lesión de Leao lo volvió a poner en el once. Luego, las condiciones físicas no óptimas de Nkunku y la baja de Pulisic hicieron el resto: Giménez se volvió indispensable.

Por eso fue titular en ocho de los nueve partidos de liga, y la única vez que empezó en el banquillo —contra la Fiorentina— no fue por decisión técnica, sino por estrategia: el Milan, sin delanteros suplentes, había dejado fuera a Santi para permitir que Max contara con un hipotético goleador de reserva. Giménez recompensó la confianza con actuaciones generosas y sacrificio por el equipo. El penalti del triunfo contra la Fiorentina, que cedió para que Leao lo ejecutara, fue el mayor ejemplo de altruismo.

Sin embargo, después también faltó su aporte al grupo, tanto contra el Pisa como hace dos días frente al Atalanta, y los goles, que antes no llegaban por mala suerte o imprecisión, se convirtieron en un espejismo. Basta con algunos datos: en Bérgamo no realizó ni un solo disparo a puerta. Difícil desbloquearse sin siquiera intentarlo. ¿Y su contribución al equipo? Reducida.

En menos de la mitad del tiempo, Loftus-Cheek recuperó el mismo número de balones (3), ganó más duelos aéreos (2 a 0) y sufrió las mismas faltas. La cantidad de balones jugados por Loftus fue ligeramente menor, pero su sensación de dominio físico y peligro fue mucho mayor. De cara al partido contra la Roma, Santi está en duda: tanto por un dolor en el tobillo como por la competencia que empieza a apretarle.

Para encontrar la única vez que Giménez fue decisivo en zona de gol hay que remontarse a finales de septiembre y al partido de Copa Italia contra el Lecce, su único tanto de la temporada. Desde que llegó al Milan ha marcado otros seis goles en 30 partidos: uno en Champions, como exjugador del Feyenoord, y cinco en la pasada liga (ante Empoli, Verona, Venecia y dos frente al Bolonia: en práctica, ninguno ante los grandes).

El Milan apostó por él para remontar en la lucha por la Champions, respaldado por un currículum respetable: 65 goles en 105 partidos con el Feyenoord, siete en nueve encuentros de Champions con los neerlandeses. Y aún más: 23 goles en 30 partidos en la liga neerlandesa 2023-24, 7 en 11 encuentros de la siguiente temporada, interrumpida en enero para volar a Milán. Enero, una vez más. El mes del mercado invernal se acerca, y para Santi puede convertirse en otro momento clave de su carrera: sin señales positivas en rossonero, su tiempo en el Milan corre serio riesgo de agotarse.

El club —que por ahora lo niega— buscaría en el mercado un sustituto con características más afines al juego de Max (quien públicamente defiende a Santi: “Que se mantenga tranquilo, siempre ha marcado y lo hará también en el Milan”). Pero si empiezan a llegar los goles, el tiempo correrá mucho más despacio. Según contrato, podría mantener la camiseta hasta el verano de 2029.

LOS DELANTEROS QUE INTERESAN AL MILAN

Un delantero que no marca es como un juguete sin pilas: incompleto. Así debe sentirse más o menos Santiago Giménez, autor de más de 90 goles en su carrera entre Cruz Azul, Feyenoord y Serie A, pero con cero tantos en el campeonato actual a pesar de sus nueve apariciones —ocho como titular y una como suplente—. Una sequía de 627 minutos, suavizada solo por el gol en la Copa Italia contra el Lecce.
Massimiliano Allegri, tras el partido ante el Atalanta, le reafirmó su confianza:

«Nos está dando una gran mano en la fase defensiva, trabaja mucho para el equipo. Solo debe seguir trabajando y los goles llegarán». Sin embargo, la situación empieza a ser un tanto preocupante, y es inevitable que el director general Giorgio Furlani y el director deportivo Igli Tare estén observando el mercado en busca de un delantero que ofrezca más garantías.

En octubre es prematuro hablar de negociaciones, sondeos o contactos, pero el Milan sin duda se mantiene atento al frente ofensivo. Giménez tiene un contrato largo (hasta 2029) y llegó a Milán hace menos de un año, comprado por 28,5 millones de euros al Feyenoord, pero ya en junio fue puesto en el mercado.

Se habló, y se negoció durante bastante tiempo, de un intercambio con Artem Dovbyk, otro delantero en crisis de identidad (solo un gol en liga con la Roma en la temporada 2025-26). Sin embargo, al final no se concretó nada porque los dos clubes no llegaron a un acuerdo sobre la fórmula: los rossoneri querían una cesión simple, mientras que los giallorossi preferían incluir una opción u obligación de compra.

No obstante, el intercambio podría volver a estar sobre la mesa en enero, especialmente si el ucraniano —que contra el Parma volvió a partir desde el banquillo pero marcó— sigue mostrando un rendimiento irregular. Para ambos jugadores podría ser la oportunidad de relanzarse, de volver a divertirse y ser decisivos. Los otros nombres provienen todos del extranjero.

Mucho dependerá de las oportunidades que se generen de aquí a la reapertura del mercado: un delantero descontento se convierte en un peso del que conviene desprenderse rápidamente. Entre los decepcionados figura sin duda Joshua Zirkzee, neerlandés con pasado en el Bolonia y actualmente en el Manchester United, quien ya rechazó al Milan una vez. Difícilmente los rossoneri darán el primer paso, pero si fuera él quien se ofreciera, quizá con la ventajosa fórmula de una cesión, entonces la actitud hacia él podría cambiar.

En el escaparate de los delanteros destaca Joaquín Panichelli, de 23 años, ariete argentino del Estrasburgo. Llegó en verano por poco más de 15 millones, se formó en las divisiones inferiores de River Plate y, en su primera temporada europea, ha tenido un impacto inmediato: técnicamente dotado, físicamente potente, eficaz en el juego aéreo e inteligente tácticamente, ha marcado 9 goles en 10 partidos de la Ligue 1, más uno en la Conference League, una chilena al más puro estilo Ibrahimovic que se volvió viral en redes y medios. Gusta a muchos clubes importantes de Europa, incluido el Milan.

De Francia a Alemania, otro perfil que podría encajar en el Milan es Jonathan Burkardt, delantero alemán de 25 años del Eintracht Frankfurt, con un registro de 9 goles en 12 partidos entre liga, copa y Champions League. Gran definidor incluso desde fuera del área, está valorado en unos 30 millones. El Milan ya lo había seguido cuando jugaba en el Mainz y podría intentarlo de nuevo en enero, aunque no será fácil convencer al Eintracht, que lo acaba de fichar.


¿Quién es el peor delantero de Europa?

Al menos no le faltan el cariño y la comprensión. A pesar de que el Meazza, cuando las cosas no salen bien, es un teatro con palcos que silban con facilidad, Santiago Giménez ha logrado hasta ahora disfrutar de una especie de inmunidad. Un efecto de simpatía generado por su evidente compromiso, se podría decir casi por la «ternura» que inspira un delantero desesperadamente hambriento de goles que no llegan. Sin embargo, es probable que el tiempo de las manzanas haya terminado.

Por dos razones. Una: los aficionados perdonan fácilmente las deficiencias de un jugador si el resto del equipo funciona bien, cosa que ahora ya no ocurre. Dos: hasta hace unos partidos, Santi se esforzaba, lo intentaba, luchaba, quizá chocaba contra los postes, pero al menos estaba vivo. Ahora ya no, o al menos eso parece. Y cuando el gladiador pierde su combatividad, ese efecto simpatía —vamos, esperémoslo, pronto se desbloqueará, se lo merece, lo da todo— desaparece, dejando paso a los murmullos. También porque los dos últimos empates han hecho retroceder al Diablo tras la euforia del liderato.

Pero Santiago es un jugador afortunado porque quien lo defiende con palabras contundentes es su propio entrenador. Después del partido en Bérgamo, Allegri habló así de él: «Debe estar tranquilo y sereno, los goles llegarán, yo estoy contento y él debe trabajar con serenidad». No es una frase de circunstancia, es un mantra que Max repite desde el comienzo de la temporada ante la sequía goleadora que su delantero centro sufre frente a la portería.

Allegri lo protege y lo mima no solo porque Giménez ha sido una inversión considerable para el club (traducido: es responsabilidad del entrenador asegurarse de que genere valor), sino porque, sencillamente, con una plantilla compuesta por 19 jugadores de movimiento, no puede permitirse perder a nadie por el camino. Y no solo eso: Santiago es también el único delantero centro del equipo, es decir, el único capaz de realizar determinados movimientos.

Y aquí está el punto central de los últimos partidos. El mexicano, que hasta el partido contra la Fiorentina había garantizado, aunque sin marcar, una valiosa contribución en términos tácticos, ahora ha perdido su esencia. Ya no dispara, no lo intenta y observa con cara melancólica a un equipo que, hay que subrayarlo, en este momento no es capaz de servirle y ayudarle. Sin embargo, la sequía continúa y es un hecho que destaca cada vez más ahora que el Milan está siendo superado en la clasificación.

Las comparaciones con las delanteras de otros equipos no ayudan a levantar la moral, sobre todo porque no se trata de un gol de vez en cuando: en la liga seguimos sin marcar y Santi ya ha disputado 627 minutos. Más de diez horas sobre el terreno de juego en las que ha pasado de todo: goles fallados, anulados, postes. La alarma suena con fuerza porque estamos a finales de octubre y, hablando de comparaciones, ningún delantero rossonero en la era reciente ha llegado nunca a este punto del año sin haber marcado ningún gol.

También es perjudicial ampliar el horizonte al resto del continente. En las cinco principales ligas europeas, teniendo en cuenta los cinco primeros equipos de sus respectivas clasificaciones, Giménez es el que peor rendimiento tiene. En realidad, hay otros delanteros centro con cero goles, pero todos han jugado menos que el mexicano: Ferguson (Roma, 298 minutos), Satriano (Lyon, 274′), Maza (Bayer, 263′) y Dallinga (Bolonia, 211′).

Como se puede ver en el gráfico, lo que destaca en los datos de este quinteto en busca de goles son los goles esperados (XG): mientras que sus compañeros se quedan en porcentajes modestos, Santi los cuadriplica. Esto significa que ha habido ocasiones, lo que se deduce fácilmente de la media de tiros y de las grandes ocasiones: todo ello muy por encima de los demás delanteros. No son estadísticas que le favorezcan, digamos.

Esta es la primera temporada que Giménez juega en el Milan desde el principio. Se pensaba que el semestre pasado sería suficiente para adaptarse, pero aquí se habla más de involución que de evolución. ¿Demasiada presión por parte de un club de primera categoría como el Rossonero? Si observamos los años anteriores, cuando el nivel era inferior, Santi nunca se había quedado sin marcar a finales de octubre: 2 goles en el Feyenoord la temporada pasada, 13 en la 23-24, 2 en la 22-23 y luego 4 en México con el Cruz Azul en la 21-22 y otros tantos en la 2020-21. Ahora solo queda por ver si las reiteradas caricias de Allegri se traducirán en hechos. También en las propias decisiones del entrenador.

JASHARI VE LA LUZ AL FINAL DEL TÚNEL

La enfermería sigue siendo el rincón más delicado de Milanello, aunque el paso de los días empieza a traer algunas buenas noticias. La más alegre es la de Jashari, que salió de escena hace dos meses tras sufrir una fractura compuesta del peroné derecho tras un choque en un entrenamiento con Giménez. Mañana, jueves 30 de octubre, el suizo se reincorporará por completo al grupo y, por lo tanto, Allegri podría convocarlo para el partido contra la Roma en San Siro el domingo por la noche.

Una buena noticia en una zona del campo en la que el Milan ha sufrido bastante últimamente. Jashari solo ha disputado dos partidos desde el inicio de la temporada, con el Cremonese en la liga y el Bari en la Copa de Italia, con un total de 40 minutos sobre el terreno de juego. Obviamente, aún le llevará algún tiempo recuperar su forma física. La otra buena noticia es la de Estupinan, que se había detenido por una torcedura en el tobillo izquierdo durante el partido entre Estados Unidos y Ecuador: mañana también volverá a trabajar con sus compañeros y se encamina hacia la convocatoria para el partido contra la Roma.

Las buenas noticias terminan aquí, y no solo porque hablaremos más adelante de los demás lesionados: aún quedan por evaluar las condiciones de Tomori y Leao, que salieron magullados del partido contra el Atalanta. El defensa salió de Bérgamo con la rodilla derecha un poco hinchada y tendrá que someterse a más pruebas para determinar la gravedad del problema. Fik se lesionó en la segunda parte y parecía que iba a tener que abandonar el campo, pero finalmente terminó el partido.

Pero el problema no ha desaparecido. También hay que vigilar el estado de Leao, sobre el que Allegri habló al final del partido de un problema en la cadera («No podía correr, por eso lo saqué»), aunque añadió que «no debería ser nada grave». En cualquier caso, sigue siendo una situación que hay que aclarar. Anoche, el equipo, que regresó de Bérgamo en autobús, durmió en Milanello y hoy ha realizado un entrenamiento de recuperación.

Entrevista a Roberto Donadoni

La Atalanta fue el inicio del camino, el Milan la culminación del sueño. Cuando se enfrentan la Diosa y el Diablo, para Roberto Donadoni siempre es un viaje a la memoria: «Estoy naturalmente ligado a ambos clubes. La Atalanta me permitió convertirme en profesional, el Milan me dio continuidad al más alto nivel y además era el equipo del que era hincha desde niño. Entonces, el enfrentamiento era obviamente desigual. Hoy los tiempos han cambiado: los nerazzurri llevan años yendo regularmente a la Champions, mientras que el Milan debe reencontrarse tras el fracaso de la temporada pasada. Se ha convertido en un partido de cartel».

El Diablo llega tras haber perdido el liderato con el decepcionante empate ante el Pisa

«Una oportunidad perdida, sin peros. El Milan se adelantó enseguida, pero luego gestionó mal y se dejó sorprender por el Pisa, que puso en el campo todas sus fuerzas».

¿Y el Milan, por qué no?

«Bueno, Allegri está lidiando con varias lesiones. Las ausencias de Rabiot y Pulisic pesan especialmente. Pero más allá de eso, el viernes tuve la sensación de que el equipo se relajó demasiado después del gol, sin jugar realmente al máximo».

Se habla también de cansancio

«No lo creo. Es cierto que las ausencias han impedido rotaciones en las últimas semanas, pero el Milan no tiene competiciones europeas y, a mi juicio, no puede estar cansado en octubre. Más bien faltó la actuación: el once rossonero tenía una calidad muy superior a la del rival, pero no supo hacer valer la diferencia».

Dos delanteros en polos opuestos: empecemos por Leao, que ha marcado en dos partidos seguidos…

«Cuando se habla de Leao siempre se corre el riesgo de exagerar, para bien o para mal. Contra Fiorentina y Pisa fue determinante con tres goles, pero la duda sigue siendo la misma: ¿ha sido constante dentro de los partidos? Me refiero a ayudar al equipo con y sin balón. Creo que puede hacer mucho más. Y cuando lo haga, entonces podremos hablar de un jugador realmente fundamental para Allegri y para el Milan».

¿Y el gol se ha convertido ya en un problema para Giménez? Aún no se ha estrenado en liga tras ocho jornadas

«Si pensamos que el Milan lo quiso y lo fichó como su delantero goleador, diría que sí. En cuanto a efectividad, Giménez no atraviesa un momento feliz, me parece evidente. El esfuerzo no le falta, pero cuando vistes esa camiseta es lógico que la gente espere más de un delantero centro».

¿Qué es lo que más le convence del equipo de Allegri?

«Sin duda, que ahora es más “equipo” que la temporada pasada. Y en eso, además del entrenador, ha sido fundamental la llegada de Modric. El croata es un ejemplo y arrastra también a sus compañeros».

Luka tiene 40 años; usted, en su época, se retiró a los 37 y ya era casi una rareza

«No tanto, había otros como yo (ríe). Si tienes la suerte de no sufrir lesiones graves y la capacidad de mantenerte profesional, hoy en día puedes jugar —y bien— incluso a los 40 años. Modric, que es un verdadero campeón, es la prueba».

La Atalanta no tiene a Modric, pero sigue invicta en liga

«Sin embargo, empata demasiado. En comparación con el pasado está marcando un poco menos, aunque sigue teniendo el quinto mejor ataque de la Serie A, y arriba, junto al Nápoles, está la Roma, que ha marcado solo cuatro goles menos que los nerazzurri. No olvidemos que Juric también ha tenido que prescindir de varios jugadores por distintas lesiones en este inicio de temporada».

El portero Carnesecchi fue muy crítico tras el partido con la Cremonese, señalando el lento avance del equipo. Juric le aconsejó ser más profesional. ¿De qué lado está usted?

«Es una pregunta a la que solo puede responder quien conozca las mil facetas del vestuario de la Atalanta, así que no me parece justo hacerlo desde fuera».

¿Quién puede ser decisivo en el duelo de esta noche?

«Sería fácil decir Lookman por la Dea o Leao por los rossoneri, pero creo que Atalanta-Milan no será un partido de individualidades, sino de colectivos. Espero un encuentro vibrante, con ocasiones y ganas de ganar por ambas partes. Al menos eso deseo. No pocas veces en Italia hemos visto partidos —incluso de los de arriba— donde se pensaba más en no perder que en ir a por los tres puntos. El último Juventus-Milan es un ejemplo claro».

A propósito de la Juve, Igor Tudor es el primer entrenador destituido en la Serie A: ¿se lo esperaba?

«Si miramos la clasificación, vemos que está muy apretada. Por eso no creo que Tudor haya sido despedido solo por una cuestión de resultados. Al fin y al cabo, su Juve está a solo tres puntos del Inter de Chivu y a seis del Nápoles de Conte, líder y campeón vigente. Pero hay señales que pueden llevar a un club a tomar una decisión tan drástica como un despido. Evidentemente, en la Juve han visto algo que va más allá de las derrotas ante el Como y la Lazio».


Giménez favorito sobre Nkunku

Santiago Giménez es el favorito para jugar desde el principio también en Bérgamo contra el Atalanta. El Milan para mañana por la noche está prácticamente decidido y en los últimos días solo había una duda: ¿quién jugará junto a Leao, Giménez o Nkunku? El entrenamiento de la víspera nos lleva a México: Santi ha sido probado con los titulares, para una última oportunidad otoñal tras las dificultades de los últimos días. Giménez ha sido titular en siete de los ocho partidos de liga y el viernes por la noche, contra el Pisa, decepcionó: fue sustituido a 14 minutos del final precisamente por Nkunku.

Giménez solo ha marcado esta temporada contra el Lecce en la Copa Italia y contra Corea del Sur con la selección nacional, pero ha encontrado la manera de ser útil de otra forma, trabajando para el equipo y cambiando en parte su estilo de juego: menos rematador y más participativo con y sin balón. Las declaraciones de Allegri esta mañana en rueda de prensa también deben interpretarse en este sentido: «Mañana todo puede cambiar en un instante. Santiago lo está haciendo bien, trabaja mucho para el equipo. No es que con la Fiorentina entre y lo haga bien y entonces tenga que jugar. Luego, con el Pisa, no hace un buen partido y entonces hay que dejarlo fuera. Uno es bueno o no lo es. Giménez es un buen jugador, siempre ha marcado goles y también los marcará en el Milan». Quién sabe, quizá para él solo sea cuestión de desbloquearse.

Por lo demás, la alineación será la misma que contra el Pisa, con el regreso de Fikayo Tomori desde el primer minuto: Fik descansó contra el Pisa y De Winter, que ocupó su lugar, no convenció al 100%. Saelemaekers seguirá en su querida banda derecha, mientras que en el centro del campo Loftus-Cheek será una opción durante el partido. No juega desde el 5 de octubre, antes del parón, contra la Juventus: es lógico verlo en el banquillo este martes en la liga. Curiosidad en la izquierda: en Bérgamo volverá a jugar Bartesaghi, pero para el Milan-Roma del fin de semana debería volver Estupinan. El ecuatoriano sigue siendo el titular, pero a medio plazo podría surgir un dualismo.

LA SITUACIÓN DEL ATALANTA

Los bergamascos vienen de empatar a domicilio ante el Cremonese y, en general, de cuatro empates consecutivos en la liga. En rueda de prensa, Juric ha declarado que pensará en alinear a Kossounou desde el principio, mientras que ha confirmado que Kolasinac aún no estará entre los convocados.

El técnico croata tiene tres dudas que resolver. La primera se refiere al lateral izquierdo, donde Ahanor lleva por el momento ventaja sobre Djimsiti; en el lateral derecho, Zappacosta parece estar en pole position frente a Bellanova; por último, queda por decidir la elección entre Krstovic y Scamacca como delantero, aunque el montenegrino parte como favorito, ya que el italiano aún no está al 100% de su forma física.

Atalanta (3-4-2-1): Carnesecchi; Kossounou, Hien, Ahanor; Zappacosta, De Roon, Ederson, Zalewski; De Ketelaere, Lookman, Krstovic


Giménez: paciencia acabada

El gol, ese desconocido. Después de ocho jornadas de liga, Santiago Giménez sigue sin marcar. Cero, nada, ni uno, como diría él mismo. Y pensar que en Países Bajos, el delantero del Milan tenía una gran relación con la portería rival. Cuando se mudó a Italia, entre finales de enero y comienzos de febrero, Santi se llevó en la maleta los 65 goles marcados con el Feyenoord, con la promesa de anotar al menos otros tantos en su nueva aventura en Milán.

Sin embargo, Giménez ha tenido dificultades desde la temporada pasada y todavía no ha entrado en la lista de goleadores en la actual Serie A, a pesar de que las lesiones de compañeros como Leao, Nkunku y Pulisic le han dado la titularidad en siete de los ocho partidos disputados. ¿Su única alegría? El gol al Lecce en la Copa de Italia. Poco, demasiado poco para ser jugador del Milan.

Goles aparte, las últimas actuaciones del Bebote antes del partido del viernes pasado ante el Pisa habían sido alentadoras. Santiago luchó bien contra la Juventus, ganándose el penalti que luego Pulisic falló, y también dio un impulso al entrar desde el banquillo frente a la Fiorentina, provocando otro penalti, esta vez transformado por Leao.

Contra el Pisa, sin embargo, Santi volvió a fallar estrepitosamente, tanto que Massimiliano Allegri le lanzó varias reprimendas durante los 76 minutos que permaneció en el campo. El técnico se desgañitó intentando despertar a su delantero: —“¡Santiiii, despierta! ¿Estás dormido?”—, fue el grito preferido de Max.

Ahora, el entrenador medita sus decisiones ofensivas de cara al partido ante la Atalanta de mañana. Pulisic sigue de baja, pero aparece también la candidatura de Nkunku como posible compañero de Leao, o una opción más conservadora con Saelemaekers detrás de Leao, repitiendo el esquema visto ante la Fiorentina.

En el entrenamiento de hoy, Allegri comprobará si el francés, tras su lesión en el dedo gordo del pie, está listo para ser titular por primera vez en liga, y sobre todo, si Giménez sufre por su mal momento o está tranquilo de cara al próximo encuentro. En el grupo de Max también figura Loftus-Cheek, que debería estar disponible en Bérgamo: otra opción más para utilizar incluso como media punta.

Santi, por ahora, seguirá siendo al menos hasta enero (y quién sabe si después también…) el único verdadero delantero centro en la plantilla del Milan. Nkunku y Leao pueden adaptarse, pero no lo son por naturaleza. Es normal, por tanto, que Allegri se vea obligado a mantenerlo siempre vivo en su rotación partido tras partido. La Atalanta será solo la próxima etapa.

Piénsese que, en el banquillo rival, Juric podrá alinear a Scamacca o Krstovic, y reservar al otro como alternativa. A propósito, ¿cómo están los demás equipos de la Serie A en el “juego de los nueves”? Entre los titulares, el único aún sin marcar es Stulic del Lecce, aunque en el Salento también está Camarda, que ya ha visto puerta. Lo mismo sucede en el Génova, donde Colombo ha perdido su puesto en favor del joven Ekhator, goleador ante el Nápoles.

Situación similar en el Como, donde Fàbregas alterna a Morata —aún buscando su primer gol— y Douvikas, que ya ha marcado uno. En resumen, los delanteros titulares que siguen secos se pueden contar con los dedos de una mano, y en proporción a los minutos jugados, Giménez encabeza claramente la lista. Es lógico exigirle más a Santiago, pero no es ningún secreto que el mexicano estuvo cerca de dejar el Milan en los últimos días del mercado de verano. Las dudas, por tanto, probablemente ya existían antes.

Le toca al propio Giménez disiparlas, porque en cuanto a esfuerzo nadie puede reprocharle nada. Sin embargo, en el Milan eso no basta: se necesitan acciones dignas de una camiseta —la “7”— que antes vistió un tal Andriy Shevchenko. El ucraniano alcanzó los 175 goles con los rossoneri. A Santi se le pide mucho menos, pero empezar a borrar ese molesto cero aliviaría el peso que carga sobre los hombros del Bebote.

PULISIC QUIERE VOLVER ANTES DEL PARÓN

El mejor jugador del Milan en este inicio de temporada, Christian Pulisic, ha superado rivales y molestias: pese al dolor en el tobillo izquierdo, ha sido autor de cuatro goles y dos asistencias en liga, el primero de ellos marcado saliendo desde el banquillo ante el Lecce. Aquel inicio desde el banco se debió precisamente a sus problemas físicos, aunque a pesar de ello el seleccionador de EE. UU., Mauricio Pochettino, lo convocó durante el primer parón de selecciones: dos partidos como titular de dos posibles con la camiseta de las barras y las estrellas.

La historia se repitió a mediados de octubre: Pulisic siguió marcando, el tobillo continuó molestándole y Estados Unidos volvió a convocarlo para los amistosos internacionales. El Milan no podía oponerse: aunque no estaba en óptimas condiciones, Capitán América voló al otro lado del Atlántico para ponerse a disposición del técnico.

La gestión del seleccionador fue imprudente: para protegerlo, lo dejó en el banquillo en el primer encuentro; pero en el segundo, frente a Australia y más cercano a la reanudación del campeonato, lo alineó como titular y Pulisic cayó lesionado a la media hora. El problema pasó del tobillo al músculo isquiotibial. Ocurrió hace doce días.

Mientras tanto, Christian se ha estado entrenando para recuperarse de la lesión, siguiendo un plan de trabajo personalizado. Un plan que ha dado resultados: Pulisic no regresará mañana contra la Atalanta y difícilmente estará ante la Roma, el próximo 2 de noviembre. Sin embargo, no es un escenario totalmente descartado.

Antes del parón de noviembre, el Milan también jugará en Parma, y Pulisic apunta a estar disponible para ese partido. Si está en condiciones para Max Allegri y el club, también lo estará para Pochettino y la selección estadounidense. El 19 de noviembre está programado el amistoso Estados Unidos–Uruguay.

Sin puntos ni clasificaciones en juego, el Milan preferiría evitar otro posible viaje intercontinental para su delantero. Sería mucho mejor una “vacación” en Milanello, donde Pulisic podría recuperarse completamente del problema muscular. Tras el parón, el calendario de la Serie A ofrece uno de los duelos más intensos: el derbi de Milán.

El club quiere evitar que Christian regrese agotado desde Nueva Jersey (el partido ante Uruguay se jugará en el MetLife Stadium) y llegue a disposición del entrenador solo unos días antes de la reanudación del campeonato. No se trata de una compensación por lo ocurrido la última vez ni de un resarcimiento: simplemente de una cuestión de sentido común.

El Milan, con su director general Furlani, ya está en contacto con la federación estadounidense: incluso si Pulisic vuelve a jugar antes del parón, aprovechará esa pausa para descansar y recuperar su mejor forma. Una decisión beneficiosa para todos: para el Milan y para su selección nacional.


Una plantilla demasiado corta

La reflexión, surgida en el vestuario del Meazza a altas horas de la noche tras el amargo empate contra el Pisa, ha generado cierta perplejidad. O, al menos, algunas preguntas. Porque escuchar a Allegri afirmar que “la ausencia de Rabiot y Pulisic no es el problema de esta noche, es una cuestión del número de jugadores disponibles para los cambios”, causa una cierta sorpresa.

No tanto por las consideraciones sobre Rabiot y Pulisic —es evidente que su ausencia es un problema enorme, aunque un entrenador no pueda hacer distinciones entre sus jugadores cuando habla públicamente—, sino por la observación sobre la cantidad de futbolistas disponibles.

Es cierto que cinco bajas, más allá de la importancia de cada jugador, son muchas para cualquier equipo, pero la plantilla del Milan fue deliberadamente construida con un tamaño reducido. Ese es precisamente el planteamiento del proyecto Milan 2025-26, concebido de esta manera. Se trata, en definitiva, de una línea estratégica derivada, evidentemente, de la ausencia de competiciones europeas. Por eso, desde el 1 de septiembre, día del cierre del mercado, ya era evidente que eventuales ausencias podían resultar problemáticas o incluso muy problemáticas, dependiendo de los nombres y de la magnitud de las bajas.

Por eso sorprende la queja de Allegri, tanto porque los planes de una amplia reducción de plantilla por parte del club eran claros desde el verano, como porque el técnico había estado de acuerdo con ese “adelgazamiento” del equipo. Al menos, de cara a la prensa y las cámaras. Es un poco como comprar un coche eléctrico y descubrir que hay que enchufarlo a la corriente solo después de haberlo comprado.

De lo que, quizás, el entrenador podría quejarse —aunque por razones evidentes no lo hará— es de que la calidad de los suplentes no está a la altura de los titulares en un equipo que aspira al Scudetto. La ausencia de Rabiot y Pulisic es la prueba irrefutable de ello.

En los dos últimos partidos de liga, es decir, tras la oleada de bajas rossoneras durante los compromisos de selecciones, el Milan ha salido al campo con banquillos alarmantemente incompletos: contra la Fiorentina había solo cinco jugadores de campo, dos de ellos procedentes del Milan Futuro. Y también cinco jugadores de campo (uno del segundo equipo) frente al Pisa.

La zona más desprotegida fue especialmente el centro del campo, donde faltaron simultáneamente Jashari, Rabiot y Loftus-Cheek. Todo esto se traduce, esencialmente, en dos problemas principales. El primero, como ya se ha mencionado, es la falta de alternativas de nivel en algunas zonas del campo (no en todas).

El segundo, estrechamente ligado al anterior y a la limitada profundidad de la plantilla, es que el entrenador recurre a los cambios con cuentagotas. Ante el Pisa, solo realizó dos sustituciones (Athekame y Nkunku); contra la Fiorentina, fueron tres (Gimenez, De Winter y Balentien).

Un Milan reducido por las lesiones que ha terminado gestionándose como en el fútbol de los años 80. Y esto trae consigo otra cuestión nada menor: menos cambios posibles significa más minutos acumulados para los jugadores clave. De este modo, el Diavolo corre el riesgo de perder la ventaja de no tener compromisos europeos, precisamente uno de los pilares sobre los que se había construido el plan de esta temporada.


Giménez y Nkunku siguen a cero goles

Después de empatar 2-2 con el recién ascendido Pisa, el Milan se cuestiona y reflexiona: las dudas no se refieren tanto a los goles encajados (los últimos pueden considerarse simples accidentes defensivos) como a los que no se han marcado. El penalti por la mano abierta de De Winter y el segundo gol del Pisa en una jugada en la que queda la sospecha de una falta sobre Gabbia elevan a seis el total de goles recibidos, cuatro de ellos contra equipos recién ascendidos a la máxima categoría.

Con Max, sin embargo, el problema nunca será la defensa, que de hecho ofrece una impresión de solidez mucho más marcada que en el pasado: las limitaciones siguen estando en la zona ofensiva. Y esta vez no porque el equipo de Allegri sea poco productivo. El problema es acertar a portería: Pulisic lo hacía con una facilidad extraordinaria —seis goles en ocho partidos entre liga y copa—, pero mientras Leao ha empezado a enfocar el arco incluso desde fuera del área, el problema siguen siendo Gimenez y Nkunku. Dentro o fuera, cambia poco; titulares o suplentes, también: en liga ambos siguen con cero goles marcados.

En el 80% de los partidos de Serie A, Max ha tenido que renunciar a la mitad de su delantera titular: Leao se perdió los primeros cuatro partidos por lesión, luego entró un par de veces como suplente para recuperar ritmo y fue titular en los dos últimos. Pulisic se lesionó con su selección, causando un perjuicio al entrenador y al club, que de hecho desaprobó la gestión del Capitán América. Se perdió los duelos con Fiorentina y Pisa, se perderá también el de la Atalanta y después ya se verá.

Circunstancias desafortunadas que podrían haber favorecido a la competencia ofensiva, representada por Gimenez y Nkunku. Santi ha sido titular en siete partidos de liga de ocho (en el octavo, contra la Fiorentina, entró como suplente, al no tener Max otro delantero de reserva disponible). Al principio se le reconoció su gran generosidad, su participación en el juego colectivo, sus movimientos que mantenían ocupados a los defensores rivales permitiendo a su compañero (Pulisic) brillar.

Pero el papel de delantero centro también exige goles, y de Santi, por ahora, no se han visto: sigue en blanco en la Serie A, y el paradojo del delantero “útil incluso sin marcar” empieza a ser ya demasiado… paradójico. No solo no define, sino que hace dos noches, contra el Pisa, no realizó ni un solo disparo a puerta: un paso atrás respecto a partidos anteriores. El único gol de Gimenez llegó ante el Lecce en la Copa de Italia: muy poco.

Mismo y único precedente para Christopher Nkunku: solo el Lecce de Copa fue sometido a la “prueba del globito”, la forma en que el francés suele celebrar los goles. Un inflable rojo sacado del pantalón y a celebrar su primer (y hasta ahora único) gol con el Milan. En su caso, también ha sido escaso el aporte en liga: apenas 63 minutos repartidos en cuatro breves apariciones.

Primero, una forma física no óptima por una preparación incompleta; después, un golpe en el pie sufrido con la selección que lo dejó fuera del partido contra la Fiorentina. Calificaciones modestas para el gran fichaje del mercado: costó 37 millones más bonos al Chelsea. A propósito del mercado: enero podría traer nuevos goles.

Veremos si logran desbloquearse en las próximas semanas, pero está claro que, si las cosas continúan así, Allegri espera un refuerzo en el sector ofensivo durante el próximo mercado invernal de enero, una pieza fundamental para mantenerse en la lucha por el Scudetto. Esperando que no sea demasiado tarde, porque, como repite a menudo el técnico livornés, es cierto que en marzo comienza la parte decisiva de la temporada, pero es ahora cuando se sientan las bases para llegar en una buena posición a enero y febrero.

PROSIGUE EL CURSO DE LA VENTA DE SAN SIRO

El Milan y el Inter están listos para dar un paso muy importante hacia su nuevo estadio, es decir, definir la compra al Ayuntamiento de Milán de San Siro y las áreas circundantes. Según informa Milano Finanza, la firma de la escritura podría producirse el jueves 30 o viernes 31 de octubre. No obstante, no se descarta que pueda posponerse a los primeros días de noviembre para los últimos ajustes. Recordemos que la firma deberá realizarse antes del 10 de noviembre, fecha en la que entrará en vigor la protección sobre el segundo anillo del Meazza, lo que impediría posteriormente su demolición.

Milano Finanza añade que tanto el Milan como el Inter ya están preparados también desde el punto de vista financiero:

“La operación San Siro se estructurará en tres etapas vinculadas a las fases del proyecto, como suele hacerse en operaciones inmobiliarias de esta magnitud. En primer lugar, un préstamo puente a devolver en dos o tres años que cubriría el precio de compra del estadio (197 millones de euros) y los gastos adicionales (incluidos los costes de diseño encargados a Foster + Partners y Manica)”.

“En segundo lugar, un préstamo de gran envergadura que se formalizará en los próximos años —alrededor de 2027, cuando deberían comenzar las obras— y que debería cubrir casi por completo el coste de construcción del nuevo San Siro, estimado en unos 1.500 millones por ambos clubes. Por último, un refinanciamiento a largo plazo que se contrataría en torno a la inauguración del nuevo estadio y que, según las informaciones recogidas, podría recurrir en gran parte a deuda privada”.

En cuanto al préstamo puente, existiría un gran interés en participar en la operación, tanto que se habría formado un consorcio sobredimensionado: se habla de cuatro o cinco bancos, de los cuales dos o tres extranjeros (como Goldman Sachs, BofA Merrill Lynch, J.P. Morgan y Mitsubishi Financial Group) y dos italianos (el más probable sería Banco BPM, dada su larga colaboración con el Milan). Respecto al préstamo principal y al refinanciamiento a largo plazo, Milano Finanza escribe:

“El diálogo entre Milan, Inter y las entidades bancarias continuará en los próximos años. Según las informaciones, la composición del consorcio de bancos podría variar en la segunda etapa de la operación, la del préstamo principal. Actualmente, el proyecto prevé financiar los 1.500 millones de euros casi íntegramente con deuda bancaria, excluyendo así la participación de socios minoritarios”.

“Finalmente, en la tercera etapa, el takeout loan, es decir, el refinanciamiento a largo plazo del préstamo de construcción. Según los rumores, solo en esta fase podría intervenir la deuda privada, posiblemente de origen estadounidense, considerando la nacionalidad de los propietarios de ambos clubes”.


Los cuatro pasos en falso

Excelente contra el Udinese, ganador ante el Nápoles, al menos sólido frente a la Juventus, y decidido en la remontada contra la Fiorentina. El Milan, ante el Pisa, recuperó un punto, pero dio un paso atrás después de un mes en el que había impuesto en Italia su candidatura al scudetto. Más que un paso, fue un salto mortal hacia atrás. Veamos en qué ha empeorado el Milan respecto a los partidos anteriores.

«He visto señales en la primera parte», dijo Allegri al final del partido. También las vieron las otras 72 615 personas sentadas en San Siro. El Milan entró con suavidad, marcó enseguida y quizá pensó inconscientemente que ganaría fácilmente. No jugó mal, nunca intentó cerrar el partido, incluso cuando parecía que había espacios. No por casualidad, al comienzo de la segunda parte se notó que el ambiente en San Siro era diferente. El Pisa volvió mucho mejor, el Milan, tras una primera parte con un 72 % de posesión del balón, cedió el balón y el partido cambió. Sin embargo, el cinismo del Milan siguió sin aparecer.

Quienes vieron el partido por televisión antes de salir se arriesgaron a arruinar su viernes por la noche: el Milan-Pisa, antes del final con fuegos artificiales, fue un somnífero natural. El Milan mantuvo un ritmo bajo, nunca logró acelerar y sorprender a la defensa del Pisa. «Había que ser más lúcidos y rápidos», dijo Allegri, y obviamente tiene razón. Más que nadie, se echó en falta a Christian Pulisic, que sabe acelerar el ritmo del partido con un regate, una jugada, un solo con el balón en los pies.

El Milan, a menudo perfecto en su área, volvió a los apagones del pasado. Antes de irse a dormir, Allegri habrá pensado sobre todo en el 2-2: según sus principios, con el partido en equilibrio, no es aceptable que el equipo se deje sorprender por un lanzamiento de Akinsanmiro. Aparte de la falta o no falta sobre Gabbia, la defensa estaba demasiado descubierta. Y en otros momentos, a lo largo de todo el partido, el Milan fue menos preciso de lo habitual, más ligero, nunca implacable. Incluso el brazo extendido de De Winter es un detalle que cambia el partido. Y Allegri, sobre esos detalles, construye las temporadas.

Un detalle, para terminar. Mike Maignan, en su primera etapa en el Milan, era un portero que paraba muchos penaltis: Salah, Berardi, Depay, Kvara en la semifinal de la Champions. Un especialista incluso contra los campeones. Desde hace tiempo, ya no es así. Cuadrado lo ha descolocado y está bien, aunque Allegri al final haya dicho: «Sabía que iba a cruzar». Sin embargo, el último penalti parado por Maignan con la camiseta rossonera es el de Kean, en el Fiorentina-Milan de hace más de un año. Esa sensación de portero que para penaltis se ha desvanecido en el aire.

FALTA DE PROFUNDIDAD EN LA PLANTILLA

¿Sabéis cuántos cambios hizo el Milan, en total, en los partidos contra la Fiorentina y el Pisa? Cinco. Tres el domingo pasado, dos de ellos a partir del minuto 90, con la entrada de un defensa y un joven del equipo sub-23; dos ayer por la noche. Un dato que vuelve a poner de moda —y quizá nunca habían desaparecido— las dudas sobre la profundidad de la plantilla rossonera.

Cuando, al final de la sesión de verano del mercado de fichajes, se hablaba de que una plantilla con 19 jugadores, sin copas y con la aportación de los jóvenes del Milan Futuro, podía ser demasiado reducida, se tenía en cuenta el hecho de que en el deporte hay un componente de imprevisibilidad que nunca se puede controlar: las lesiones. Puntualmente, la espada de los problemas físicos se abatió sobre Milanello, ya que el Diablo tuvo que prescindir de varios jugadores, muchos de ellos titulares, entre la Fiorentina y el Pisa: Rabiot, Pulisic, Loftus-Cheek, Estupinan, el lesionado Jashari y Nkunku, que regresó al menos para el segundo de estos dos partidos.

Si, por un lado, hay que aplaudir a Max Allegri y a su equipo por haber salido indemnes, a pesar de contar con un banquillo reducido al mínimo, por otro, en el partido de ayer se notó todo el cansancio de los jugadores en la segunda parte y en los minutos finales. Y, por supuesto, esto habría sido así incluso si el balón de Saelemaekers hubiera entrado en el minuto 98.

Es cierto que la mala suerte nos ha acompañado, pero también es cierto que, a la hora de confeccionar la plantilla, el dicho «más vale prevenir que curar» cobra más vigencia que nunca. En pocas palabras: la plantilla es corta y en enero hay que ampliarla. El Milan, si quiere alcanzar el objetivo que se ha fijado, no puede encontrarse en una situación como la de estas semanas, que, por cierto, aún no ha concluido, ya que habrá que ver si alguno de los ausentes se recupera para el partido contra el Atalanta.

A esto hay que añadir el hecho de que hay claras carencias en la plantilla. Sin duda, falta un delantero centro, si no para sustituir a Giménez, que lleva 0 goles en 8 partidos de liga, al menos para competir con el mexicano; falta un defensa que amplíe las posibilidades de elección de Allegri; también falta un jugador en el centro del campo, un lateral que pueda ser un sustituto fiable de Saelmaekers. Igli Tare y su equipo tendrán que pensar muy bien en todo esto en enero.