Botman le dice sí al Milan

En esta ocasión los ingleses deben subir las manos, deben rendirse a la decisión de Sven Botman: quiere irse al Milan, nada de la Premier League… la presión del rico Newcastle en enero no surtió el efecto esperado, los representantes del central holandés del Lille cerraron el acuerdo con la directiva rossonera para un contrato de cinco años que debería garantizar un salario-base de 3,5 millones netos.

Una importante cifra que no mete en problemas a la directiva. En bruto Botman cuesta poco más de cinco millones por temporada: por tanto el descuento fiscal del Decreto permite contrastar con éxito la competencia extranjera sin alterar los costes del monte salarial: en línea con lo sucedido en los dos últimos años.

En paralelo se espera conocer los términos del acuerdo con el club francés (el central tiene acuerdo hasta 2025), hábiles en pescarlo en 2020 por apenas ocho millones de euros, cuando tenía veinte años. El Newcastle intentó ficharlo en 40 millones, mientras que el Lille y el Milan el precio se estabilizó de momento en 30 millones.

El Milan invirtió 28 millones para rescatar a Tomori del Chelsea y esperan poder conseguir un precio similar por el holandés. Imponente físico (1,95m), se desempeña bien en los marcajes y es particularmente hábil en el juego aéreo. Esta temporada ha descubierto sus dotes de goleador, con tres goles firmados en la liga francesa.

Pero habrá que esperar hasta julio para cerrar el fichaje, viendo que la temporada es todavía muy larga, de hecho hasta la BBC da por cerrado el asunto. Hace un mes el propio Botman ya comentó que su interés era claramente irse al club rossonero.

El último holandés con la camiseta rossonera fue Jaap Stam entre 2004 y 2006. El gigante de Kampen siguió su carrera como entrenador precisamente en la cantera del Ajax, cruzándose con un jovencísimo Sven. No se excluye por tanto que la fascinación de Milanello se lo transmitiera también él.

FPF: LA UEFA LLAMA A INTER Y MILAN

El Fair play financiero UEFA vuelve a llamar a las puertas de Inter y Milan, menos amenazante que en años anteriores, pero con una carga que no puede ser infravalorada. Los dos clubes tienen a sus espaldas un histórico diferente con respecto a las reglas del FPF, pero ahora tienen la misma cruz pero con direcciones diferentes.

La esperanza común es que en un cuadro general golpeados por los efectos del Covid, la UEFA no elija optar por el puño duro. El Milan, en el sentido del genérico mundo rossonero, dejaron el FPF de lado cristalizado por la pandemia.

Pero atención: dejarlo de lado significa que acaba en un armario, pero que no desaparece. Y si los hinchas más optimistas celebraron de manera errónea el funeral del FPF, en los dos últimos años Elliott ha seguido una virtuosa gestión tomada desde el primer día cuando el fondo gobernó el club.

Es decir, maniobrar el dinero como si de manera periódica tuvieran que rendir cuentas a la UEFA, aunque en realidad nunca fue así. En otras palabras: seguir por el camino correcto para no encontrarse poco preparados cuando el FPF volviera a estar de actualidad.

Es decir, justo es lo que sucede ahora, con decenas de clubes llamados al orden desde Nyon. Entre ellos también el Milan, pero con bases bien diferentes de las de hace dos años. El balance del club registró mejoras drásticas, pasando de -194 millones en junio de 2020 a -96 en 2021, donde este año se comenta que la cifra podría ser de -40 millones.

A pocos pasos de esos -30 millones que la UEFA indica como pérdidas máximas en tres años (que ahora son cuatro a causa del Covid). Por tanto, si las proyecciones son respetadas, el Diavolo está muy cerca de poder entrar dentro de los parámetros del FPF.

Pero seguramente no puedan evitar potenciales sanciones. Se discutirá en una audición a caballo entre marzo y abril, cuando en la orden del día esté el Acuerdo de Solución, una especie de pacto donde el club puede acordar con la UEFA las sanciones y el camino para entrar dentro de los parámetros del FPF.

Digamos que, en general, los clubes involucrados esperan que Nyon (en base a la falta de ingresos a causa de la pandemia) elija la línea de la clemencia, pero todo está por ver. En Vía Aldo Rossi consideran haber realizado todo lo posible para ser virtuosos a la vista del gobierno del fútbol europeo, algo que desde Nyon siempre han apreciado.

Para el Milan fue una pesadilla que empezó hace cinco años, con la venta de Berlusconi a Yonghong Li y las consecuentes campañas faraónicas de fichajes que abrieron una vorágine del balance. En 2019 tuvieron que renunciar a participar en la Europa League.

Los rossoneri acabaron bajo la lupa en 2017/18, cuando volvieron a Europa tras tres años de ausencia. Analizados los balances entre 2014 y 2017, apuraron la violación de los parámetros del FPF.